El Gobierno de EEUU limita por primera vez las emisiones de CO2 de sus futuras plantas de energía

«La ciencia nos dice que el cambio climático es real», afirmó la directora de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), Gina McCarthy en una conferencia en el Club Nacional de la Prensa.

«La ciencia nos dice que la actividad humana afecta a ese cambio y que debemos encararlo ahora, ya», añadió. «Por eso necesitamos dar pasos para limitar la contaminación con carbono que procede de las plantas de energía«.

El presidente Barack Obama prometió medidas para minimizar la emisión de carbono de las plantas generadoras de energía, y las propuestas ahora -puntualizó McCarthy- se aplicarán a las nuevas plantas, no a las existentes.

Esas reglas requerirán que las plantas de energía que queman carbón capturen y almacenen una porción del dióxido de carbono que emiten, algo que la industria sostiene que es tan costoso que impedirá la construcción de plantas nuevas.

«Las normas sobre contaminación con carbono son flexibles y sus metas pueden alcanzarse», señaló, no obstante, McCarthy. «Abren la senda a la nueva generación de plantas de energía», aseguró la responsable.

La propuesta limita las emisiones de las nuevas plantas alimentadas por gas natural a 454 kilogramos de dióxido de carbono por megavatio-hora, y en el caso de las nuevas plantas alimentadas por carbón, a 500 kilogramos por megavatio-hora, de acuerdo con las informaciones adelantadas al diario «The New York Times«.

Actualmente, una planta típica de carbón estadounidense emite alrededor de 820 kilogramos de dióxido de carbono por hora.

François Hollande quiere que la Unión Europea reduzca un 40% sus emisiones de CO2 de aquí a 2030

Hollande, en el discurso de apertura de una conferencia medioambiental en París, también abogó por que la Unión Europea cree «una comunidad económica de la energía», frente a la diversidad de políticas en cada país, y por el establecimiento de «una tasa de carbono en las fronteras» que proteja de la competencia de empresas exteriores que no tienen las mismas reglas medioambientales.

Defendió que se establezcan a escala europea «un mercado común regulado» de la energía con financiación para las renovables, mecanismos de garantías de producción para los picos de consumo, que deben ser atendidos además con un desarrollo de las interconexiones entre países, y signos para los consumidores sobre el costo del CO2 que ahora no existen.

«Tenemos que ser ejemplares a nivel europeo» para poder conseguir «un pacto mundial sobre el clima» en la conferencia que sobre el calentamiento climático debe celebrarse en Francia en 2015, subrayó el jefe del Estado francés.

Ese pacto global que se marcó como meta de la conferencia de 2015 «tendrá que ser un acuerdo equitativo y vinculante» sobre las emisiones de dióxido de carbono (CO2), con el objetivo de limitar el calentamiento a dos grados para finales de siglo.

A ese respecto, Hollande dijo haber leído el informe que la semana próxima presentará en Estocolmo el Grupo Internacional de Expertos sobre el Cambio Climático y que «no deja lugar a dudas» en el sentido de que «si no reaccionamos, el planeta tendrá para finales de siglo un calentamiento de tres o cuatro grados», con los fenómenos extremos y desarreglos que eso supone.

Dentro de Francia, el presidente se marcó el objetivo de reducir en un 30% el consumo de combustibles fósiles en el horizonte de 2030, por ejemplo desarrollando los coches eléctricos e híbridos.

Y dentro de la política de diversificación, confirmó que el peso de la energía nuclear en la producción eléctrica tiene que pasar del 75% actual al 50% en el horizonte de 2025, lo que pasa en primer lugar por el cierre en 2016 de la central atómica más antigua, la de Fessenheim.

España mejora en eficiencia y reduce la intensidad de sus emisiones entre 2000 y 2012

Así, los estudios realizados por el Observatorio de Energía de Fundación Repsol concluyen que la mejora en eficiencia energética se ha visto reflejada en la evolución positiva de los sectores con mayor peso en el consumo energético, como transporte, industria, residencial y servicios.

El documento puntualiza que la crisis económica también ha afectado a la evolución del Índice Repsol de Eficiencia Energética ya que, por primera vez desde 2002, muestra una ligera reducción de la eficiencia en el año 2010, recuperando la tendencia de mejora en 2011 y 2012.

En cuanto a la evolución sectorial de la eficiencia, el Informe recoge que, en 2011 y 2012, los principales sectores consumidores de energía en España muestran «un comportamiento desigual» ya que la eficiencia energética aumentó en la industria y el transporte respecto a 2010, mientras que disminuyó en el sector residencial y se mantuvo constante en el sector servicios.

Por otro lado, añade que el contexto energético mundial en 2011 y 2012 ha estado marcado por el crecimiento de la demanda de energía primaria y del consumo de energía final, donde los combustibles fósiles siguen representando más del 80% de la demanda mundial de energía primaria. Por su parte, revela que las renovables y el gas natural destacan por el crecimiento significativo de su consumo.

En cuanto a la dimensión geográfica de la demanda energética, el informe indica que se mantienen las diferencias de crecimiento, tanto económico como energético, entre los países desarrollados y los emergentes. En este sentido, detalla que los países de la OCDE reducen su demanda energética y muestran un estancamiento o leve crecimiento económico, mientras que los países en desarrollo han experimentado un fuerte crecimiento de la demanda de energía, ligado a un importante crecimiento económico.

Por otro lado, el Índice Repsol de Intensidad de Emisiones, que muestra las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociadas al consumo de energía en España, ha registrado entre 2000 y 2012 una reducción de 20 puntos. Sin embargo, puntualiza que en el período 2011-2012 se ha producido un leve aumento del mismo, debido al mayor peso del carbón en la generación eléctrica, que pasó del 13% en 2010 a un 20% en 2011.

En todos los sectores se produjo un aumento de la intensidad de emisiones, con la excepción del transporte, que además de sumar la contribución de los biocombustibles, se ve muy ligeramente afectado por el aumento de emisiones en la generación de electricidad, prosigue.

Respecto a la posición de España en la UE de los 15, el estudio de Fundación Repsol revela que, a nivel global, España se encuentra 11 puntos por debajo de la UE-15. Además, en intensidad de emisiones, España se situó 17 puntos por encima de la media en 2011.

De cara al futuro, el estudio incorpora proyecciones sobre la evolución del consumo energético en España y de los Índices Repsol de Eficiencia Energética y de Intensidad de Emisiones hasta 2025 y añade que, en un escenario continuista, las tasas de mejora serán significativamente menores a las históricas.

En materia de eficiencia energética, prevé una tasa de mejora del 0,2% anual entre 2011 y 2025, frente al 1,3% en 2005-2011. En cuanto al Índice de intensidad de emisiones, de acuerdo con las estimaciones realizadas, experimentará una tasa de reducción anual del 0,3% frente al 2,8% registrado entre 2005 y 2011.

Estas mejoras están asociadas principalmente a la reducción del carbón y al mayor peso de las energías renovables en el mix de generación eléctrica, según puntualizan los autores del documento.

El estudio explica que aumentar de forma significativa las tasas de mejora de la eficiencia energética en España requerirá impulsar nuevas acciones sobre la demanda, y que mejoras adicionales de la intensidad de emisiones de GEI deberán venir asociadas a una mayor eficiencia energética.

En este punto, se proponen algunas acciones clave para llevar a cabo en los sectores del transporte, residencial, servicios, industria y transformación, y su posible impacto en la mejora de ambos índices.

Gas Natural, Iberdrola, Repsol y Endesa, entre las empresas más transparentes del mundo en materia de emisiones de CO2

El documento incluye dos grandes indicadores: el «Climate Disclosure Leadership Index«, que mide el grado de transparencia de las compañías en relación con sus emisiones de carbono, y el «Climate Performance Leadership Index«, que analiza la eficacia de las medidas que están llevando a cabo para reducirlas.

En el primero de ellos, Gas Natural Fenosa, Repsol, Endesa e Iberdrola aparecen entre las 60 más destacadas con puntuaciones de 98 (en el caso de Repsol y Endesa), 99 (en el de Iberdrola) y 100 (en el de Gas Natural Fenosa), sobre un máximo de 100 puntos por lo que se sitúan a la altura de compañías como BMW, Daimler, General Motors o Netsle.

Por países, Reino Unido, Estados Unidos y Alemania son los que cuentan con un mayor número de compañías en este ranking. El informe también hace una referencia específica al alto número de empresas españolas entre las mejores en relación al peso de España en el FTSE Global 500. De hecho, la puntuación de todas las compañías españolas que participan en el índice mejoró sustancialmente desde 2009, cuando obtuvieron de media 66,4 puntos, por los 76 en 2011 y los 91,25 en 2013.

En relación con el «Climate Performance Leadership Index», destacó la presencia de Gas Natural Fenosa como una de las siete compañías que obtuvieron la mejor calificación posible (100 puntos) junto con BMW, BNY Mellon, Cisco Systems, Daimler, Nestlé y Phillips.

El informe concluyó que, aunque se hicieron grandes avances por parte de las compañías en materia de reducción de emisiones «todavía existe un amplio camino por recorrer». Concretamente, y en materia de información, el estudio muestra que las empresas «todavía no dan información suficiente sobre las emisiones de algunas de las partes más relevantes de su cadena de valor».

Además, el documento constató que el crecimiento de las emisiones sigue muy directamente ligado al crecimiento económico y que los incentivos financieros son uno de los instrumentos más eficientes para su reducción. Entre 2009 y 2012, el 85% de las compañías que pusieron en marcha este tipo de incentivos entre sus empleados a nivel directivo consiguieron rebajar sus emisiones.

En palabras de Mari Luz Castilla, socia responsable de Sostenibilidad de PwC España, «tenemos empresas españolas en el G500 con practicas excelentes en la gestión del carbono que las colocan en posiciones de liderazgo a nivel mundial, lo cual es una buena señal para atraer la confianza de analistas e inversores».

«Los avances futuros deben ir encaminados a progresar en la gestión de las emisiones en la cadena de valor y aumentar el nivel de reducciones para evitar regulaciones más estrictas», auguró.

Ciuden busca la colaboración de otros países europeos para su proyecto de captura de CO2

Así lo defendió el director técnico del Programa de Captura de CO2 de Ciuden, ubicado en Ponferrada (León), Pedro Otero, en declaraciones a los periodistas tras la clausura del III Congreso Mundial de Oxicombustión organizado por la Agencia Internacional de la Energía que se ha celebrado en la ciudad berciana.

Otero explicó que las investigaciones que se están desarrollando en la planta de Ciuden en Cubillos del Sil (León) para probar una tecnología que permita evitar las emisiones de CO2 en la quema de carbón para generar energía tienen utilidad a nivel europeo.

El representante de Ciuden resaltó que el Gobierno «ha hecho un esfuerzo muy grande» para desarrollar las instalaciones de la Fundación y ahora «está planteando que, puesto que es una planta de nivel supranacional, debería haber una consideración en este sentido para que los costes de explotación, que luego revierten en todos los países y empresas europeas y extranjeras, sean compartidos entre todos«.

La intención es que «no sólo sea el Gobierno de España el que tenga que correr con los gastos del desarrollo tecnológico».

La Fundación está «intentando transmitir este mensaje en Bruselas, que realmente se ha hecho un esfuerzo grande y que ha llegado el momento en que hay unas instalaciones perfectamente aprovechables para el desarrollo tecnológico y que tienen que ser consideradas unas instalaciones europeas«.

Otero explicó que el Congreso Mundial de Oxicombustión vino a ratificar que las tecnologías de transporte y captura de CO2 «están avanzadas, conceptualmente probadas».

El director técnico del programa de Ciuden opinó que en la actual fase de desarrollo de estas tecnologías hay que «darlas a conocer» y, además, «conseguir que se puedan implantar con el menor coste posible».

Otero destacó que el Congreso puso de manifiesto que la planta de Ciuden «por sus características puede ser una enorme ayuda para el desarrollo tecnológico».

Se trata de una de las tres instalaciones de este tipo que actualmente están en marcha en Europa, junto a las que funcionan en Noruega y Alemania.

Otero aseguró que «si las condiciones de percepción pública y de tipo económico financiero son favorables, desde el punto de vista del desarrollo tecnológico, en 2020 sería perfectamente posible tener estaciones comerciales de generación eléctrica con carbón limpio».

CCOO denuncia que las emisiones de CO2 aumentaron un 2,2% en 2012

Un aumento que se explica, en palabras del sindicato, porque aunque las emisiones de los sectores industriales (siderurgia, refino de petróleo, cemento, papel, cerámica, tejas y vidrio) disminuyeron de media un 3,6%, las emisiones del sector de generación eléctrica se incrementaron un 6,9%, principalmente por el mayor uso de carbón, donde subieron un 23,7% respecto a 2011.

Según CCOO, se sigue manteniendo una alta utilización de carbón de importación, incumpliéndose de nuevo el RD 134/2010 aprobado para restringir el carbón de importación y favorecer el nacional.

El conjunto de instalaciones afectadas por el régimen de comercio de derechos de emisión tuvo en el período 2008-2012 un superávit entre emisiones y derechos asignados previamente del 10,3%, lo que permitió vender dicho exceso de derechos en los mercados internaciones y obtener liquidez. Dicho superávit alcanzó el 47,1% en los sectores industriales.

Este aumento de emisiones, a pesar de la caída de la actividad económica como consecuencia de la crisis, en los sectores ETS en los dos últimos años es «preocupante», en opinión del sindicato. Y no sólo lo es, añadió, porque dificultó el cumplimiento del Protocolo de Kioto, cuyo periodo finalizó precisamente en 2012, sino porque obstaculizará el cumplimiento de objetivos de reducción de emisiones más ambiciosos que se establecerán en un futuro a nivel europeo y la modernización del tejido productivo y del sistema energético español.

Para CCOO, es «especialmente preocupante» la reforma energética que está poniendo en marcha el Gobierno, en la que no sólo eliminó los incentivos al desarrollo de nuevas instalaciones de energías renovables, sino que pretende abortar el despegue de pequeñas instalaciones fotovoltaicas para autoconsumo en viviendas o empresas.

Una investigación prueba que los grandes desiertos oceánicos actúan como sumideros de CO2

El proyecto CARPOS (Flujos de CARbono mediados por el Plancton en ambientes Oligotróficos Subtropicales: una aproximación lagrangiana) fue financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, y en el participaron científicos de las Universidades de Vigo (coordinación) y Oviedo y el Instituto Español de Oceanografía estudió cuál es el comportamiento de estos grandes desiertos oceánicos en la zona subtropical.

La prestigiosa revista PLOS One acaba de publicar parte de los resultados del proyecto en un artículo firmado por investigadores de la Universidad de Oviedo.

Los científicos abordaron el análisis de los consumos y emisiones de CO2 con una aproximación lagrangiana, es decir, realizando todas las mediciones del experimento en la misma masa de agua, en vez de en puntos distintos del océano.

El equipo marcó mediante boyas de deriva equipadas con diversos sensores oceanográficos una gran masa de agua a la que siguió durante días para tomar muestras a diferentes profundidades a lo largo de diez días para conocer cómo crecían las algas y otros organismos microbianos, decisivos en la captación y emisión del dióxido de carbono.

El equipo investigador de CARPOS trabajó en la región subtropical a una distancia de 10 días de navegación de la costa de la península ibérica en una campaña que duró dos meses. Los investigadores desarrollaron un total de 10 experimentos con alrededor de 400 mediciones en total. Las muestras tomadas se conservaron en botellas de 2 litros para ir observando la tasa de crecimiento de las algas, los cambios en la concentración de oxígeno y otros parámetros significativos.

El análisis de todos los datos obtenidos permitió concluir a los investigadores que los estos desiertos oceánicos, que suponen alrededor del 70% de la superficie de agua del planeta, muestran un pequeño superávit de captación de CO2 respecto a la cantidad de gas que emiten.

El calentamiento global nocturno limita la captura de CO2 de la flora boreal, según publica «Nature»

El aumento de temperatura que está experimentando el planeta se repartió de forma desigual a lo largo del último siglo. En concreto, las temperaturas mínimas, registradas durante la noche, crecieron 1,4 veces más que las máximas experimentadas durante el día.

Este fenómeno provocó la alteración de los flujos de carbono y del crecimiento vegetal en el hemisferio norte, según revela una investigación internacional en la que ha participado el CSIC.

Esta conclusión se desprende del análisis de datos recopilados a lo largo de 28 años sobre la cantidad, la calidad y el desarrollo de la vegetación, así como de mapas de intercamcio de CO2 y de medidas ‘in situ’ de este gas en las atmósferas de Alaska y Hawai (Estados Unidos).

Según informó el CSIC, en las regiones boreales, frías de alta montaña y húmedas templadas, el aumento generalizado de las temperaturas diurnas (máximas) estimula la fijación de CO2 durante las horas de sol. No obstante, el mayor aumento de las temperaturas de noche (mínimas) estimula aún más la respiración, lo que limita la captura de CO2.

El incremento desigual de las temperaturas máxima y mínima provoca, por lo tanto, un desequilibrio en la fijación de este gas. Además, en las regiones templadas y áridas se comprobó justo el efecto contrario, lo que añade asimetría a este flujo, que está directamente relacionado con el crecimiento vegetal.

El investigador del CSIC Josep Peñuelas, único español que participó en este trabajo, señaló que «para poder hacer previsiones fiables y sacar conclusiones sobre el funcionamiento de los ecosistemas terrestres, debemos incluir fenómenos esenciales como éste en nuestros modelos».

Los efectos sobre el aumento de las temperaturas máximas en ambos ecosistemas ya eran conocidos. No obstante, según Peñuelas, «este estudio pone de relieve que el aumento de las temperaturas nocturnas también se debe tener en cuenta«.

El CO2 ha aumentado una media anual del 0,5% en la última década y el metano entre un 0,3% y un 0,5% desde 2007, según datos de la ESA

Los resultados, que fueron obtenidos gracias a la colaboración entre la ESA en el marco de su misión «Envisat» y el satélite japonés para la observación de los gases de efecto invernadero, «GOSAT«, serán presentados la próxima semana en el Simposio Planeta Vivo y muestran que el aumento de dióxido de carbono en los últimos diez años se debe al uso de carbón, petróleo o gas, mientras que en el crecimiento del CH4 además influyen causas naturales como las emanaciones de humedales o la quema de la biomasa.

El director del proyecto sobre gases de efecto invernadero dentro de la iniciativa de Cambio Climático de la ESA, Michael Buchwitz, señaló que las imágenes de satélite dan información sobre la distribución geográfica y las fluctuaciones temporales de estos compuestos que «aumentan la temperatura global del planeta», y, gracias a ellas se pretende «generar distribuciones globales de alta calidad, para conocer las fuentes y los sumideros regionales» y así poder ayudar a la toma de medidas en relación al clima.

En este sentido, Buchwitz explicó que en el caso del dióxido de carbono, las fluctuaciones estacionales son más grandes debido a las variaciones en la fotosíntesis de la vegetación. En concreto, comentó que se observó que esta «respiración» es mayor en la mitad norte de la Tierra por la existencia de bosques que captan carbono durante el verano y que, en parte, liberan durante el invierno.

Por el contrario, apuntó que aunque los mapas reflejan niveles de metano especialmente elevados, relacionarlo con sus emisiones es más complicado ya que exige la utilización de modelos complejos de transporte atmosférico, que parametricen la acción de, por ejemplo, el viento.

En este sentido, el científico del Centro de Investigación de la Comisión Europea en Ispra (Italia), Peter Bergamaschi, señaló la importancia de contar con estas imágenes de satélites porque los «patrones espaciales detallados de las emisiones de metano a nivel mundial que no se podrían obtener de las mediciones en superficie».

Entra en vigor el Plan Pima Sol, destinado a la reducción de emisiones de CO2 de los hoteles

Un requisito a cumplir es que la renovación debe suponer al menos una mejora en dos letras en su calificación energética o que alcancen al menos la letra B, con lo que se espera que las emisiones de CO2 se reduzcan entre un 40% y un 70%.

Desde este lunes hasta 2014 se podrán presentar los proyectos de aquellos hoteles que deseen renovar sus instalaciones.

El Plan, que aprobó el Consejo de Ministros el pasado 2 de agosto a propuesta del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, prevé que se creen 8.000 puestos de trabajo.

La iniciativa cuenta con una financiación de 200 millones de euros procedente del Banco Europeo de Inversiones (BEI) que irá directa a los establecimientos hoteleros y estará canalizada a través de aquellos bancos españoles que se sumen a la iniciativa, como el Banco Santander.

Por su parte, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente aportará 5,21 millones de euros para la compra de las reducciones de emisiones de CO2 que se produzcan en los hoteles.