Arias Cañete admite la necesidad de reducir emisiones en el sector difuso con proyectos a largo plazo

Medio Ambiente destina 10 millones a 49 proyectos para reducir un millón de toneladas de CO2 en cuatro años Durante la presentación de la segunda convocatoria de los Proyectos Clima, de la iniciativa del Fondo de Carbono, el ministro recordó que España debe reducir en 2020 un 10% las emisiones de los sectores difusos (que suponen el 70% de las emanaciones contaminantes) respecto a los niveles de 2005 y explicó que en este objetivo se enmarcan los Proyectos Clima.

Arias Cañete apuntó que la prioridad de su Ministerio en materia de cambio climático es la reducción de gases de efecto invernadero en España y que el eje central de esta estrategia se centra en «la acción doméstica, a diferencia de otras épocas pasadas».

Así, recordó que los 49 Proyectos Clima seleccionados generarán una reducción de un millón de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero que el Gobierno comprará a los promotores a un precio fijo de 7,10 euros por tonelada de CO2 equivalente durante los cuatro primeros años de vida del proyecto.

Arias Cañete destacó que los Proyectos Clima contribuyen a «generar actividad económica y empleo» e «impulsan el desarrollo hacia una economía verde», amén de ser «un ejemplo de la capacidad tecnológica de las empresas españolas». «Es nuestra apuesta por la evolución hacia un desarrollo sostenible».

De los ganadores de la segunda convocatoria, expresó su «satisfacción particular» al ver que varios proyectos se realizan en el ámbito rural, síntoma de las «oportunidades» en ese entorno.

Además, anunció que este departamento lanzará la convocatoria de la tercera edición el 15 de febrero próximo y recordó que los presupuestos generales de este año destinarán 14 millones de euros para el Fondo de Carbono.

Según explicó la directora de la Oficina Española del Cambio Climático, Susana Magro, a la segunda convocatoria se presentaron un total de 187 proyectos de los que fueron preseleccionados 67, de los que finalmente fueron elegidos 49. Entre ellos, hay propuestas de los sectores agricultura, industrial, residencial, residuos o transporte.

Por otro lado, representantes de los 40 proyectos seleccionados subieron al estrado para explicar sus propuestas. El director general de NH Hoteles, España, Portugal y Andorra, Hugo Rovira, explicó que su empresa pretende reducir unas 7.000 toneladas de CO2 en cuatro años con la sustitución de calderas de combustible fósil por calderas de biomasa y gas natural en edificios de esta cadena hotelera en Andalucía, Comunidad de Madrid, Extremadura y Galicia.

Por su parte, el director general de Calidad Ambiental del Gobierno de Asturias, Manuel Gutiérrez, indicó que Cogersa, un consorcio formado por el Ejecutivo regional y 68 ayuntamientos para la región de residuos sólidos, pretende reducir unas 4.700 toneladas de CO2 equivalente.

Teodorino López, presidente de Distric Heating Ciudad de León, explicó que su empresa quiere reducir unas 10.000 toneladas al año cambiando las calefacciones centrales de dos barrios de esta localidad por un sistema de calor mediante biomasa térmica.

Los 49 proyectos seleccionados en la Convocatoria de 2013 proceden de todas las comunidades autónomas. Por su origen, 8 proyectos seleccionados son de Cataluña; 7 de Castilla y León; 4 de Castilla-La Mancha; 3 en Aragón y Andalucía; 2 en Asturias y Navarra, País Vasco, Canarias, Galicia y Comunidad de Madrid, uno cada una.

Al acto de presentación de los proyectos también acudió el secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos.

Científicos muestran cómo producir cantidades industriales de hidrógeno exentas emisiones de carbono

Aunque el hidrógeno es un elemento abundante, generalmente no se encuentra como el gas puro H2, sino que generalmente está unido al oxígeno en agua (H2O) o al carbono en el metano (CH4), el componente principal del gas natural.

En la actualidad, el hidrógeno industrial se produce a partir del gas natural mediante un proceso que consume gran cantidad de energía y, al mismo tiempo, libera carbono a la atmósfera, lo que contribuye a las emisiones globales de carbono.

En un artículo publicado este domingo en la revista «Nature Chemistry«, expertos en Nanotecnología de la Escuela de Ingeniería de Stanford, en Estados Unidos, y de la Universidad de Aarhus, en Dinamarca, explicaron cómo liberar el hidrógeno del agua a escala industrial mediante el uso de la electrólisis.

En la electrólisis, la corriente eléctrica fluye a través de un electrodo metálico sumergido en agua. Este flujo de electrones induce una reacción química que rompe los enlaces entre los átomos de hidrógeno y oxígeno. El electrodo sirve como un catalizador, un material que puede estimular una reacción tras otra sin ser utilizado y el platino es el mejor catalizador para la electrólisis. Si el costo no es el objetivo, el platino podría ser utilizado para producir hidrógeno a partir de agua en la actualidad.

Pero el dinero importa, sobre todo en un mundo en el que se consumen alrededor de 55.000 millones de kilogramos de hidrógeno por año. En la actualidad, cuesta entre uno y dos dólares por kilogramo producir hidrógeno a partir de metano, por lo que cualquier proceso competitivo, incluso si es más ecológico, debe triunfar frente a ese coste de producción, por lo que se descarta la electrólisis a base de platino.

En el artículo, los autores del trabajo describen cómo rediseñaron la estructura atómica de un material industrial barato y común para que sea tan eficiente en la electrólisis como el platino, un descubrimiento que tiene el potencial de revolucionar la producción de hidrógeno industrial.

El proyecto fue concebido por Jakob Kibsgaard, un investigador postdoctoral con Thomas Jaramillo, profesor asistente de Ingeniería Química en Stanford. Kibsgaard comenzó este proyecto mientras trabaja con Flemming Besenbacher, profesor en el Centro Interdisciplinario de Nanociencia (iNANO) en Aarhus.

Desde la Segunda Guerra Mundial, los ingenieros de petróleo han utilizado disulfuro de molibdeno para ayudar a refinar el petróleo. Sin embargo, hasta ahora esta sustancia no se consideró un buen catalizador para producir hidrógeno del agua mediante electrólisis. Eventualmente, los científicos e ingenieros llegaron a entender por qué: los materiales de sulfuro de molibdeno más utilizados tenían una disposición inadecuada de los átomos en su superficie.

Típicamente, cada átomo de azufre en la superficie de un cristal de sulfuro de molibdeno está unido a tres átomos de molibdeno por debajo. Por razones complejas que involucran las propiedades de enlace atómico de hidrógeno, esa configuración no es propicia para la electrólisis.

En 2004, el profesor de Ingeniería Química de Stanford Jens Norskov, entonces en la Universidad Técnica de Dinamarca, hizo un descubrimiento importante. Alrededor de los bordes del cristal, algunos átomos de azufre están obligados a tener sólo dos átomos de molibdeno. En estos sitios del borde, que se caracterizan por enlaces dobles en vez de triples, el sulfuro de molibdeno era mucho más eficaz en la formación de H2.

Armado con ese conocimiento, Kibsgaard encontró una receta de 30 años de antigüedad para hacer una forma de sulfuro de molibdeno con una gran cantidad de estos sulfuros con doble enlace en el borde. Mediante el uso de la química simple, sintetizó nanoclusters de este sulfuro de molibdeno especial y los puso en una hoja de grafito, un material que conduce electricidad. Juntos, el grafito y el sulfuro de molibdeno forman un electrodo barato. Se suponía que debía ser un sustituto para el platino, el catalizador ideal, pero caro para la electrólisis.

La pregunta que se planteaba es si este electrodo podría estimular eficazmente la reacción química que reordena los átomos de hidrógeno y oxígeno en el agua. Jaramillo responde: «La química es todo acerca de dónde quieren ir los electrones y la catálisis se trata de obtener que esos electrones se muevan para hacer y romper enlaces químicos «.

Así, los expertos sumergieron su electrodo compuesto en agua que fue ligeramente acidificada, lo que significa que contiene iones de hidrógeno cargados positivamente. Estos iones positivos se sintieron atraídos por los grupos de sulfuro de molibdeno y su forma de doble enlace les dio sólo la característica atómica idónea para transmitir electrones desde el conductor grafito hasta los iones positivos. Esta transferencia de electrones volvió los iones positivos en hidrógeno molecular neutro, que burbujeó hacia arriba y lejos como un gas.

Demanda global de hidrógeno

Lo más importante que vieron los investigadores es que su catalizador de sulfuro de molibdeno barato tenía potencial para liberar el hidrógeno del agua de forma similar a la eficiencia de un sistema basado en el platino prohibitivamente caro. Entonces, surgió la duda de si podría esta tecnología con la escala de los 55.000 millones de kilogramos por año de demanda global de hidrógeno y en qué términos sería el costo por kilogramo.

El año pasado, Jaramillo y una docena de los coautores estudiaron cuatro esquemas de producción a escala de fábrica en un artículo para «Energy and Environmental Science«. Llegaron a la conclusión de que podría ser posible producir hidrógeno en las instalaciones de electrólisis a escala de fábrica con costos que van desde 1,60 y 10,40 dólares por kilo.

«Hay muchas piezas del rompecabezas todavía necesarias para hacer este trabajo y mucho esfuerzo por delante para darse cuenta de ellas», reconció Jaramillo. «Sin embargo, podemos obtener grandes ganancias al pasar de recursos intensivos en carbono a tecnologías sostenibles renovables para producir los productos químicos que necesitamos para la alimentación y la energía«, concluyó.

El PP insta al Gobierno a establecer una hoja de ruta para la reducción de emisiones en los sectores difusos

Se trata de una proposición no de ley, en la que plantea el «necesario» reparto y establecimiento de una hoja de ruta donde se reflejen los recursos disponibles, en función de las proyecciones nacionales y de los esfuerzos y medidas sectoriales identificados como necesarios para reducir las emisiones en los sectores difusos.

«Estos sectores ofrecen importantes posibilidades de actuar directamente en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, mediante políticas y medidas de carácter nacional», defiende el PP, al tiempo que recuerda que España debe reducir en un 10 por ciento las emisiones de estos sectores para el año 2020 respecto a 2005.

En este contexto, recuerda que la Unión Europea ha asumido, dentro del paquete energía-cambio climático, el llamado compromiso ’20-20-20′ para 2020, que establece objetivos vinculantes para España.

«Cumplir estos objetivos y crear actividad económica baja en carbono es prioritario, a la vez que la defensa de los intereses de España, tanto en el seno de la Unión Europea como en los distintos foros internacionales, como hacen el resto de Estados», resaltan los ‘populares’.

Dada la situación de crisis por la que está atravesando la economía española, en estos momentos cualquier área de actividad debe fijarse como objetivo la creación de empleo y la mejora de la competitividad, subraya el PP.

Así, indica que el cambio «radical» en la situación socioeconómica mundial, y especialmente en España, obliga a una revisión exhaustiva de las estrategias y planes para alcanzar los objetivos y compromisos de reducción de emisiones partiendo de un diagnóstico actualizado de la situación económica, social y medioambiental presente.

Es más, sostiene que la Unión Europea ha aprobado y puesto en vigor normas legales para reducir sus emisiones un 20 por ciento en 2020, y los datos muestran que se va por «buen camino» para alcanzar este objetivo.

La Comisión Europea sigue trabajando con su vista puesta más allá de estos objetivos a corto plazo y ha presentado una ‘hoja de ruta’ hacia una economía competitiva y baja en carbono en 2050, señala el PP.

Por ello, defiende que el Gobierno ha dado «un giro a la política de cambio climático» y está incentivando proyectos domésticos que reducen las emisiones de dióxido de carbono frente a la compra de derechos de emisión de la etapa anterior, es decir, un mecanismo para la expedición de derechos de emisión o créditos en relación con proyectos ubicados en el territorio nacional para reducir emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de actividades que no están sujetas al régimen de comercio de derechos de emisión.

«La incentivación de proyectos domésticos permite dirigir fondos a proyectos españoles, y así apoyar la actividad económica y la competitividad de las empresas españolas en este sector. Ahora es preciso un paso más para reducir nuestras emisiones en los sectores difusos de cara a 2020, mediante la potenciación de los instrumentos en vigor (como los ‘Proyectos Clima’), o la creación de nuevos instrumentos», concluye el PP.

Bruselas propondrá el próximo miércoles un recorte de hasta el 40% de emisiones de CO2 para 2030

El Ejecutivo comunitario ha renunciado también a presentar una directiva para regular la extracción de gas no convencional mediante fracturación hidráulica (fracking), y se limitará de momento a dirigir una recomendación a los Estados miembros sobre la evaluación de impacto y las consultas públicas que deben hacer antes de autorizar estos proyectos, según fuentes comunitarias.

Con este paquete de medidas sobre energía y cambio climático que presentará la semana que viene, el Ejecutivo comunitario pretende dar seguimiento al triple objetivo obligatorio que la UE se fijó para 2020: un 20% de recorte de emisiones, un 20% de cuota de renovables y un 20% de ahorro energético.

Sin embargo, la fuerte crisis económica que ha vivido la UE en los últimos años ha dejado en segundo plano la lucha contra el cambio climático y ha hecho que aumente la presión para relajar las metas de reducción de emisiones y de renovables, en particular de la industria, que alega que está perdiendo competitividad respecto a empresas de otras áreas del mundo con legislación medioambiental menos estricta.

Así, incluso dentro del propio Ejecutivo comunitario persiste una discusión «muy intensa» sobre cuál debe ser el objetivo de reducción de emisiones para 2030. La comisaria de Acción por el Clima, Connie Hedegaard, defiende un recorte del 40% y cuenta con el apoyo de España, Francia, Reino Unido, Italia, Alemania y Holanda -que firmaron una carta conjunta-; pero también de Irlanda, Dinamarca, Suecia, Eslovenia, Portugal o Finlandia.

Sin embargo, algunos comisarios reclaman rebajar el objetivo hasta el 35% alegando que debe preservarse la competitividad de la industria europea. Entre ellos se encuentran el de Industria, el italiano Antonio Tajani, o el de Energía, el alemán Günther Oettinger. Pero también otros procedentes de los países del este -más dependientes del carbón- como el de Presupuestos, el polaco Janusz Lewandowski; el de Administración, el eslovaco Maros Sefcovic; o el de Agricultura, Dacian Ciolos, según las fuentes consultadas. El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, todavía no ha zanjado el debate y es probable que prosiga hasta el mismo 22 de enero.

La patronal europea, BusinessEurope, ya ha dicho que un recorte del 40% sería excesivo porque el resto de socios internacionales de la UE no están haciendo esfuerzos comparables. En contraste, las organizaciones ecologistas creen que el objetivo del 40% no es suficientemente ambicioso para frenar el calentamiento global.

En la última semana, el Ejecutivo comunitario ha cambiado de posición sobre una nueva cuota obligatoria para las renovables, que hace unos días parecía descartada. La opción que se está imponiendo en el colegio de comisarios, según las fuentes consultadas, consistiría en fijar un objetivo jurídicamente vinculante para la UE en 2030, que sería del 25% si el recorte de emisiones es del 35% o del 27% si es del 40%.

Sin embargo, no habría metas individuales para cada Estado miembro, como ocurre en la actualidad, algo que Bruselas justifica por la necesidad de respetar las importantes diferencias en la cesta energética de cada país. Mientras Alemania y Francia han firmado una carta con otros seis países – Austria, Bélgica, Dinamarca, Irlanda, Italia y Portugal- en la que piden a la Comisión un nuevo objetivo de renovables para 2030 que incentive las inversiones en el sector, otros países con Reino Unido rechazan un objetivo obligatorio porque su apuesta se dirige más a la energía nuclear o al gas pizarra.

Tampoco España -donde las primas a las renovables son uno de los factores que ha disparado el déficit de tarifa eléctrica- quiere que la UE fije un nuevo objetivo para 2030, según las fuentes consultadas.

De acuerdo con la propuesta que prepara la Comisión, los Estados miembros deberán elaborar planes de acción obligatorios, en los que expliquen qué pretenden hacer en materia de renovables. El Ejecutivo comunitario evaluará si los planes son suficientes para alcanzar el objetivo europeo y, en caso contrario, podría pedir medidas adicionales o incluso legislar.

Lo que sí está claro es que el Ejecutivo comunitario renuncia a fijar ningún nuevo objetivo para 2030 en materia de eficiencia energética, aunque dejará la puerta abierta para hacerlo en el futuro cuando se revise la directiva que se ocupa de esta cuestión. La Eurocámara había reclamado una cuota de ahorro energético del 40%.

Los nuevos objetivos deberán ser refrendados por los jefes de Estado y de Gobierno de los 28 en la cumbre que celebrarán a finales de marzo.

Además de los nuevos objetivos en materia de energía y cambio climático, y las recomendaciones sobre fracking, la Comisión presentará un estudio comparativo sobre los precios de la energía en los Estados miembros y una propuesta para reformar el mercado de emisiones de CO2.

El estudio sitúa a España como el país de la Unión Europea con mayores costes en la actividad de distribución de electricidad por kilovatio hora (kWh). Pero las eléctricas aseguran que las conclusiones de este informe son «erróneas y alejadas de la realidad». Según Bruselas, estos costes ascienden a 6 céntimos, muy superiores a los países más baratos, Reino Unido y Bulgaria, con apenas 0,5 céntimos, y lideran la clasificación de la UE, por delante de Eslovaquia, Bélgica o Suecia, donde el coste ronda los 5 céntimos.

En cuanto al sistema de comercio de emisiones, la Comisión plantea que en momentos de crisis económica puedan retirarse del mercado permisos de CO2 para evitar un exceso de oferta y que los precios se desplomen. Estos permisos, que quedarían en una especie de reserva, volverían al mercado cuando la economía vaya bien y aumente el consumo energético.

Bruselas propone que los criterios para determinar cuándo deben retirarse permisos de CO2 del mercado estén predefinidos -teniendo en cuenta las previsiones económicas de la Comisión o los índices de producción industrial- y se apliquen de forma automática, sin una autoridad central de regulación.

Las furgonetas que se vendan en la UE a partir de 2020 estarán obligadas a emitir menos CO2

El texto, que fue acordado informalmente con los ministros de la Unión Europea y tuvo el visto bueno de la Comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara el pasado mes de noviembre, propone la introducción de procedimientos de ensayo más fiables para medir las emisiones contaminantes, según informó el Parlamento Europeo.

El eurodiputado liberal alemán Holger Krahmer, ponente del informe que llevó a la aprobación final de esta nueva norma, celebró la nueva legislación, que, según señaló, estuvo rodeada de «negociaciones difíciles».

«Me alegro de que no hayamos cedido a ningún tipo de presión para cambiar los objetivos. Como la vida útil de los vehículos comerciales ligeros es más larga que la de los turismos, es apropiado atenernos a la meta que nos habíamos fijado», apuntó.

Los límites representan una media máxima autorizada de emisión para toda la flota de los modelos que haga cada fabricante de furgonetas registradas en la Unión Europea y afecta a los vehículos de hasta 2 toneladas.

El objetivo de los 147 gramos por kilómetro para 2020 representa el techo de emisiones medias autorizadas para toda la flota de modelos de fabricantes comunitarios de furgonetas de hasta 2,610 toneladas sin carga y 3,5 toneladas con ella. La nueva norma se aplicará en aquellos modelos de los que se produzca más de 1.000 vehículos al año.

En este sentido, los fabricantes deberán producir suficientes modelos de furgonetas con bajo nivel de emisiones para compensar los más contaminantes y cumplir, de este modo, con el equilibrio global de 147 gramos por kilómetro en 2020, bajo pena de sanciones.

Para lograr sus objetivos, los productores de vehículos comerciales ligeros contarán con un sistema de «supercréditos», que otorga más importancia a los vehículos que emitan menos de 50 gramos por kilómetro. Este método ya existe, pero no va a renovarse, por lo que expirará en 2018.

Por último, el texto adoptado por el Parlamento Europeo pone en evidencia las lagunas de los actuales ensayos medioambientales, que los fabricantes explotaron para generar cifras de consumo y emisiones que son casi imposibles de conseguir bajo las condiciones de conducción normales del día a día.

Durante las negociaciones, los parlamentarios obtuvieron el compromiso de la Comisión Europea de poner en marcha lo antes posible el procedimiento mundial de ensayo de vehículos ligeros (WLTP) definido por la ONU.

El Fondo de Carbono incrementará su presupuesto un 40% en 2014, hasta los 14 millones de euros

Medio Ambiente recuerda que con este Fondo se impulsarán los proyectos nacionales y se reducirán paulatinamente las compras de derechos de emisión en otros países, con el objetivo de reducir las emisiones en España y crear actividad económica y empleo.

Arias Cañete ha realizado este anuncio al presidir la reunión del CNC, un órgano consultivo integrado por representantes de todas las comunidades autónomas, ONG, sindicatos, organizaciones empresariales, de consumidores y usuarios y expertos, entre otros.

Durante su intervención, el ministro ha repasado todas las medidas e iniciativas puestas en marcha en materia de cambio climático en estos dos años de gobierno. Así, ha explicado que en 2012 el Ministerio apostó por la puesta en marcha del Fondo de Carbono y el lanzamiento de la convocatoria piloto de los llamados Proyectos Clima, con un presupuesto de 4 millones de euros.

Este Fondo adquiere las reducciones verificadas de emisiones generadas por proyectos de mitigación en sectores difusos durante 4 años, con el doble objetivo de promover la reducción de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero y de generar actividad económica baja en carbono.

En 2013, según ha precisado el ministro, la actividad del Fondo se centró en la promoción de reducciones de emisiones en España en los sectores difusos, y el Ministerio lanzó la segunda convocatoria de Proyectos Clima, con un presupuesto de 10 millones de euros. Se presentaron inicialmente casi 200 proyectos, en todos los sectores y de todas las comunidades autónomas. De marzo a diciembre se han analizado y evaluado los proyectos, y han pasado a la fase final 137 proyectos.

Durante su intervención ante el Consejo, junto al secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, el ministro también se ha referido a la Cumbre del Clima de Varsovia, celebrada el pasado mes de noviembre, y ha subrayado que, de cara al futuro ,»el reto de adoptar un acuerdo internacional jurídicamente vinculante no es fácil, pero supondrá un hito fundamental, ya que definirá el nuevo régimen climático».

Además, ha subrayado que los próximos eventos «clave» en materia de cambio climático serán la cumbre de líderes organizada por Naciones Unidas en Lima (Perú) en septiembre de 2014, y en la que la Unión Europea tiene la intención de contar ya con un objetivo de reducción de emisiones para que sea incorporado al nuevo acuerdo, y la cumbre de París de 2015.

El ministro ha destacado que la Cumbre de Lima será decisiva, ya que se deberán adoptar «decisiones cruciales para avanzar de cara a la adopción del nuevo acuerdo de cambio climático en París». Por ello, según ha indicado, España ya ha iniciado las primeras consultas con los representantes de Perú.

Por último, Arias Cañete ha reiterado su compromiso y que el Ministerio «continuará trabajando, tanto dentro de la UE, como en el marco de nuestra especial relación con los países de Latinoamérica, con quienes podemos actuar como puente en la búsqueda de posiciones intermedias».

La Eurocámara aprueba el plan para hacer incrementar el precio del CO2

El plan todavía debe ser ratificado formalmente por los Gobiernos, que ya expresaron su acuerdo, en su reunión de los días 16 y 17 de diciembre. Una vez aprobado, la Comisión podrá tomar las medidas necesarias para corregir el mercado del CO2 gracias a los poderes que le serán delegados.

El informe del Parlamento permitirá a la Comisión Europea adaptar el calendario de subastas en circunstancias excepcionales, con el fin de limitar el exceso de oferta y forzar así una subida de los precios del carbono. El Ejecutivo sólo podrá realizar este ajuste para un máximo de 900 millones de permisos de emisión, que estaba previsto que salieran al mercado entre 2013 y 2015, según informó este organismo.

Antes de aplazar las adjudicaciones, la Comisión deberá hacer un análisis de impacto sobre el riesgo de deslocalizaciones para determinados sectores industriales a países con normas medioambientales menos estrictas, según el acuerdo previo alcanzado entre el Parlamento y los Gobiernos.

«El sistema de comercio de emisiones no está para hacerle daño a nuestra industria, sino todo lo contrario. Se premia la innovación y la eficiencia al poner un precio al carbono. Aun así, tiene que dar una señal clara sobre el precio», dijo el ponente parlamentario, el socialista alemán Matthias Groote.

El aumento del excedente de derechos de emisión, debido al exceso y a la desaceleración económica, ha provocado una caída del precio por debajo de los niveles que se estimaron cuando se creó el sistema de comercio de emisiones de la Unión Europea (ETS).

«Me alegro de que hayamos podido convencer a nuestros colegas que el retraso es absolutamente necesario para alcanzar los objetivos de nuestro ETS», declaró Groote.

Investigadores crean un catalizador para la destrucción controlada de gases de efecto invernadero

El Grupo de Química Organometálica y Catálisis Homogénea de la UJI, coordinado por Eduardo Peris, desarrolló el que es el catalizador más activo que existe hasta el momento para la activación -en lenguaje químico «rotura»- de enlaces carbono flúor, que son los enlaces más fuertes que existen en moléculas orgánicas, por lo que resultan también los más difíciles de romper, de ahí la gran dificultad de descomponer los compuestos orgánicos fluorados.

La relevancia de los resultados alcanzados llevó a que el trabajo, codirigido por José A. Mata y en el que participó la doctoranda Sara Sabater, haya sido publicado en la revista Nature Communications, donde recibió casi un millar de visitas en menos de un mes. El trabajo tiene un valor añadido para la universidad de Castellón, ya que fue desarrollado enteramente por tres investigadores de la UJI.

Debido a su elevada estabilidad, los CFCs experimentaron un gran desarrollo durante los años 80 del pasado siglo, fundamentalmente por su aplicación en productos como aerosoles, gases de nevera, entre otros, hasta que se evidenció su elevado efecto perjudicial, ya que, al llegar a la atmósfera y, por la acción del sol, se descomponen fotoquímicamente creando radicales libres que destruyen la capa de ozono.

Esto provocó que una gran cantidad de compuestos CFCs volátiles se quedaran en stock, sin posibilidades de eliminarse debido al elevado coste energético que ello supone.

El diseño del catalizador parte de la combinación de dos metales diferentes que actúen de forma sinérgica. Así pues, uno de los metales rompe el enlace carbono-flúor (paladio), y el otro introduce hidrógeno (rutenio).

La idea generó una gran expectación en los foros especializados, y la explotación de catalizadores heterometálicos (con dos metales diferentes), ya situó al grupo de investigación de la UJI en la vanguardia internacional de la investigación en catálisis, ya que el uso de catalizadores heterometálicos permite concatenar de forma secuencial procesos catalíticos, lo que facilita la obtención de moléculas muy sofisticadas minimizando costes y simplificando los procedimientos experimentales.

El grupo está trabajando ahora en una nueva fase de la investigación consistente en facilitar la reacción inversa, lo que facilitaría introducir flúor en otro tipo de compuestos. La obtención de moléculas fluoradas podría tener una gran repercusión en diferentes campos como, por ejemplo, en el de la industria farmacéutica para el desarrollo de medicamentos, según la UJI.

Las emisiones de CO2 aumentan un 0,7% en 2011 y bajan un 12,2% entre 2008 y 2011, según el INE

Por sectores, el 27,2% de los GEI se debió a la industria manufacturera; el 24,9% el suministro de energía eléctrica, vapor y agua; el 18,8% corresponde a las emisiones de los hogares; el 12,2%, a la agricultura, ganadería, selvicultura y pesca y el 12,1% al transporte y almacenamiento.

En este periodo que se considera y que comienza en 2008, primer año de compromiso en el Protocolo de Kioto, los sectores que más redujeron sus emisiones fueron la construcción (-31,4%), el transporte y almacenamiento (-17,4%), el suministro de energía eléctrica, gas, vapor, aire acondicionado y agua (-17%) y la industria manufacturera (12,4%).

Por tipo de GEI, los principales emisores son el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O). Concretamente, las emisiones de CO2 crecieron un 1,1% en 2011 respecto a 20101, aunque en el cuatrienio 2008-2011 se redujeron un 14,7%.

Mientras el CH4 decreció un 0,6% en 2011 y un 0,3 por ciento respecto a 2008. Mientras, las emisiones de N2O disminuyeron un 5,4% en 2011 y un 4,7% en el periodo 2008-2011.

Por ramas de actividad, la industria manufacturera emitió en 2011 un total de 89,3 millones de toneladas de CO2; los hogares, 61,5 millones y el suministro de energía y agua 73 millones. En total, estas representan el 77,3% del total de emisiones de CO2 a la atmósfera desde España.

La Agricultura, ganadería, selvicultura y pesca emitió un total de 17,8 millones de toneladas de CO2 equivalente de CH4 (el 53,8%) y 13,8 millones de tCO2e de N2O (75,9%).

Por su parte, el suministro de energía eléctrica, gas, vapor, aire acondicionado y agua el sector responsable de la emisión de 12,7 millones de tCO2e de CH4 y 1,8 millones de tCO2e de N2O, lo que representa el 38,2% y el 9,7%, respectivamente, del total de las emisiones de estos gases.

Asimismo, el informe de contabilidad ambiental refleja que la industria manufacturera fue el principal emisor de CO2, mientras que la Agricultura, ganadería, selvicultura y pesca fue el sector que emitió mayores cantidades de CH4 y N2O.

El segundo sector por importancia en cuanto a las cantidades emitidas para los tres gases fue el Suministro de energía eléctrica, gas, vapor, aire acondicionado y agua.

Por otro lado, el INE publicó también un estudio sobre la recaudación de los impuestos ambientales por el cual se recaudaron 16.676,9 millones de euros en 2011, lo que representa un 4,6% menos que en 2010 y un descenso del 8,2% en el periodo 2008-2011.

De este monto, el 59,8% fue sufragado por los hogares. Los impuestos ambientales incluyen los impuestos sobre la energía, sobre el transporte y sobre la contaminación y los recursos.

Concretamente, los impuestos sobre la energía alcanzaron 13.638 millones de euros, es decir, el 81,8% del total. A estos le siguen los recaudados sobre el transporte, que llegaron a 2.803 millones (el 16,8%) mientras que los impuestos sobre la contaminación y los recursos representaron el 1,4% restante.

Asimismo, el INE apuntó que los impuestos sobre la energía se redujeron un 4,3% en 2011 respecto a 2010; los de transporte descendieron un 6,7% y los impuestos sobre la contaminación y los recursos aumentaron un 7,8%.

Al mismo tiempo, reflejó que en el periodo comprendido entre 2008 y 2011 los impuestos sobre la energía descendieron un 5,6% y los impuestos sobre el transporte bajaron un 19,7%. Por su parte, los impuestos sobre la contaminación y los recursos registraron un incremento del 2,6%.

Del montante, los consumidores finales, los hogares pagaron el 59,8%del total en 2011, es decir 9.965,3 millones de euros en impuestos ambientales, un 1,4% más que en 2010. Tras estos se sitúan los servicios, que incluyen el transporte y el almacenamiento, un 18,3% del total –1,2% de aumento– y el resto de servicios, un 9,9%, que supone una reducción del 26,1%.

La Contabilidad Medioambiental (CMA) es una operación estadística de síntesis cuyo objetivo general es la integración de la información medioambiental de manera coherente en el sistema central de Cuentas Nacionales, siguiendo la metodología del Sistema de Contabilidad Económica y Ambiental Integrada (SCEAI) desarrollado por Naciones Unidas, que constituye el marco conceptual de la CMA.

Las emisiones globales de carbono podrían alcanzar los 36.000 millones de toneladas en este año

El informe, publicado en «Earth System Science Data«, prevé un crecimiento del 2,1% para 2013, lo que significa que las emisiones de la quema de combustibles fósiles están un 61% por encima de los niveles de 1990, el año de referencia del Protocolo de Kyoto. El incremento previsto para el año 2013 se produce tras un aumento similar de las emisiones de carbono del 2,2% en 2012.

«Los gobiernos reunidos en Varsovia esta semana tienen que ponerse de acuerdo sobre la forma de revertir esta tendencia. Las emisiones deben caer sustancial y rápidamente si se quiere limitar el calentamiento mundial por debajo de dos grados. Las emisiones adicionales cada año causan más calentamiento y cambio climático», afirmó la directora del trabajo, la profesora Corinne Le Quéré, del Centro Tyndall para la Investigación del Cambio Climático en la Universidad de East Anglia.

Junto con a este «Global Carbon Project», los investigadores diseñaron un «Atlas de carbono», una nueva plataforma digital que muestran las mayores emisores de carbono del mundo con más claridad que nunca. Sus usuarios también pueden comparar las emisiones de la Unión Europea y ver qué países están proporcionando los mayores servicios ambientales para el resto del mundo mediante la eliminación de carbono de la atmósfera.

«Todo el mundo puede explorar sus propias emisiones pasadas, presentes y futuras y compararlas con sus países vecinos», destacó Le Quéré. El «Presupuesto de Carbono Global» revela que los mayores contribuyentes a las emisiones de combustibles fósiles en 2012 fueron China (27%) , Estados Unidos (14%), la Unión Europea (10%) e India (6%).

El aumento de las emisiones de combustibles fósiles en 2012 y 2013 fue más lento en comparación con el promedio de 2,7% de los últimos diez años. Las principales tasas de crecimiento de CO2 en 2012 fueron las de China (5,9%) e India (7,7%), mientras que las de Estados Unidos disminuyeron un 3,7% y en Europa bajaron un 1,8%.

Las emisiones por persona en China coinciden con las cifras de la Unión Europea de siete toneladas en 2012, pero Estados Unidos sigue registrando las cantitades más altas de emisiones por persona en 16 toneladas, mientras en relación a la población, India deja una huella de carbono de sólo 1,8 toneladas. La mayoría de las emisiones provienen del carbón (43%), cuyo aumento supone el 54% del crecimiento de las emisiones de combustibles fósiles; seguido por el aceite (33%), el gas (18%), el cemento (5,3%) y la quema de gas (0,6%).

Las emisiones de CO2 derivadas de la deforestación y otros cambios de uso del suelo suponen el 8% de las emisiones de la quema de combustibles fósiles. Las emisiones acumuladas de CO2 desde 1870 llegarán a los 2.015 millones de toneladas en 2013, con el 70% causado por la quema de combustibles fósiles y el 30% de la deforestación y otros cambios de uso del suelo.

«Hemos agotado aproximadamente un 70% de las emisiones acumuladas que mantienen el cambio climático global probablemente por debajo de los dos grados en términos de emisiones de CO2. Estamos siguiendo el escenario de cambio climático más alto del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático publicado en septiembre», alertó el profesor Pierre Friedlingstein, de la Universidad de Exeter.