Las emisiones de monóxido de carbono y óxido de nitrógeno en España caen por debajo de la media de la UE entre 1990 y 2012

El informe constata que donde más han caído las emisiones de monóxido de carbono son en países como Reino Unido (78%) y Alemania (73%).

España emitió en 2012 el 8,6% de la cuota total de monóxido de carbono en la UE, por detrás de Alemania (14,7%), Francia (14,3%), Polonia (12,6%), Italia (9,4%) y Reino Unido (8,8%).

En el caso de las emisiones de óxido de nitrógeno, España fue el cuarto emisor principal en la UE, con el 10,9% de las emisiones totales, por detrás de Alemania (15%), Reino Unido (12,5%) y Francia (11,6%). Éstas han caído sobre todo en Reino Unido (-63%), Eslovaquia (-64% y República Checa (-72%) entre 1990 y 2012 y, donde menos, en Austria (-8%) y Malta (-15%).

Junto con los compuestos orgánicos volátiles distintos del metano (COVDM) constituyen los tres principales responsables del ozono (O3).

Los compuestos han caído por su parte un 60% en toda la UE entre 1990 y 2012 y sólo un 43% en España, que emitió el 8,9% de las emisiones totales en 2012, sólo por detrás de Alemania (14,2%), Italia (12,7%), Reino Unido (12,4%), Francia (10,6%) y Polonia (9,4%). Donde más cayeron entre 1990 y 2012 fue en Bulgaria (87%) y Francia (73%) y donde menos en Rumanía (1%) y Polonia (24%).

Las emisiones que más han caído en este periodo son las emisiones de dióxido sulfúrico (SOx), que han caído el 84% entre 1990 y el 2012 en la UE y constituye uno de los contaminantes principales responsables de la acidificación, según refleja el informe, que constata que estas emisiones cayeron en España un 81%.

España emitió el 10,2% de las emisiones de dióxido sulfúrico en la UE en 2012, por detrás de Polonia (21,3%) y Alemania y Reino Unido (10,7% en cada caso). Donde más cayeron estas emisiones entre 1990 y 2012 fueron en Letonia (98%) e Italia (96%), junto con Dinamarca (93%), Alemania y República Checa (92% en cada caso) y, donde menos, en Malta (51%) y Chipre (45%).

Mientras, las que menos han caído son las de amoníaco (NH3), que apenas han bajado un 28% en este periodo y junto con el óxido de nitrógeno es uno de los principales causantes de la eutroficazión, un tipo de contaminación química de las aguas debido a un aporte excesivo de nutrientes en un ecosistema.

España es el único país donde no se ha registrado un aumento de las emisiones de amoníaco en este periodo y de hecho han subido un 13% entre 1990 y 2012 y cuya cuota de emisiones total fue del 10,2% en 2012, sólo por detrás de Francia (18,2%), Alemania (14,6%) e Italia (10,9%). Junto con España, donde menos cayeron entre 1990 y 2012 las emisiones de amoníaco fue en Francia (-4%)) y Finlandia (-5%) y donde más cayeron fue en Países Bajos y Bulgaria.

Por lo que se refiere a los años 2011 y 2012, el informe de la Agencia Europea de Medioambiente constata que las emisiones de óxido de nitrógeno han caído un 3,4% y las de dióxido sulfúrico un 9,7% en la UE, mientras que las de amoníaco han caído un 1,5% y las de los compuestos orgánicos volátiles distintos del metano y del monóxido de carbono un 2,9% y un 3,2% respectivamente entre estos dos años.

La caída de óxido de nitrógeno se debe sobre todo a las reducciones en España, Italia y Grecia, mientras que las reducciones de dióxido sulfúrico también fueron mayores en España, Bulgaria y Rumanía. Mientras, las caídas de las emisiones de monóxido de carbono han caído gracias sobre todo a las reducción entre 2011 y 2012 registradas en Francia, Italia y Reino Unido y, por su parte, las emisiones de amoníaco han caído sobre todo gracias a las reducciones en Francia, Alemania y Polonia.

España, junto con Dinamarca, Finlandia y Croacia, excedieron en 2012 sus techos de emisiones respecto a 2010, mientras que otros siete países -Austria, Bélgica, Francia, Alemania, Irlanda, Luxemburgo y Eslovenia, excedieron sus niveles de óxido de nitrógeno.

Ningún Estado miembro excedió sin embargo sus techos de dióxido sulfúrico y de emisiones de compuestos orgánicos volátiles distintos del metano, según recoge el informe de la agencia europea.

«A pesar de que la contaminación del aire no provoca tanto daño como antes, todavía tenemos dificultades para proteger a los ecosistemas sensibles de los efectos dañinos de la eutrofización. Esto cambia hábitats, pone en peligro una gran variedad de especies, desde peces a plantas», ha advertido el director ejecutivo de la Agencia Europea Medioambiental, Hans Bruyninckx, que ha reconocido que resulta «especialmente chocante que el problema parece ser igual de malo en las zonas naturales protegidas en Europa».

Los datos de la agencia europea muestran que la acidificación se ha reducido enormemente desde los niveles máximos de 1980, cuando casi la mitad de la zona de ecosistemas sensibles en los Estados miembros estaba afectada, hasta alrededor del 5 por ciento de los ecosistemas afectados en la actualidad.

Sin embargo, la eutrofización provocada por la contaminación del aire que llegó al techo en 1990 con cerca del 80 por ciento de los ecosistemas sensibles en la UE expuestos a niveles por encima de los seguros todavía afecta a cerca del 60% de los ecosistemas. El informe advierte de que la contaminación del aire todavía agravará el problema de la eutrofización durante algunos años.

La flota de vehículos eléctricos e híbridos de Endesa evita emitir más de 3.000 toneladas de CO2

Desde 2010, Endesa, en el marco de su plan de renovación de flotas, sustituyó el 32% de los vehículos de combustión de su flota de corto recorrido por vehículos eléctricos. Actualmente, la compañía cuenta con 26 vehículos eléctricos en su parque móvil, y está previsto incorporar 11 más en los próximos meses. Además, desde 2008 la red de ventas posee, en estos momentos, 407 modelos. Sólo con esta iniciativa, Endesa dejó de emitir a la atmósfera el equivalente a la capacidad de absorción de 28.800 árboles: cada vehículo de estas características emite una tonelada de CO2 menos al año que un automóvil de motor diesel.

El uso del vehículo eléctrico o híbrido comporta una importante mejora a escala medioambiental, pero también en lo relativo a gasto económico. Su utilización ha supuesto un ahorro anual de combustible de entre un 20 y un 40% en el caso de los vehículos híbridos mientras que, para los vehículos eléctricos puros, en los últimos 4 años se han ahorrado un 80% de los costes de combustible: un vehículo eléctrico consume una media de 18 kWh en 100 km, con un coste de 2,50 euros, lo que su pone un ahorro de 1,60 euros diarios.

Repuntan las emisiones de CO2 por quema de carbón, según WWF

WWF denunció que el Gobierno, con la nueva reforma energética y la reciente aprobación el pasado día 6 del Real Decreto que establece la nueva regulación de las energías renovables, cogeneración y residuos, está castigando fuertemente el desarrollo y la inversión en energías renovables en España, puesto que recorta en 1.700 millones de euros la retribución a las fuentes limpias.

«Si queremos hacer frente al grave problema del cambio climático que España sufrirá de forma acusada dentro de los países del Mediterráneo, debemos apostar por un modelo energético más sostenible y sin emisiones de CO2«, explicó Raquel García Monzón, técnico de energía de WWF España.

Según el Observatorio de la Electricidad, las emisiones específicas de dióxido de azufre (SO2) y óxidos de nitrógeno (NOx) registradas en mayo de 2014 aumentaron considerablemente con respecto a las cifras alcanzadas el mismo mes de 2013. Además, las emisiones medias fueron de 179 kilogramos de CO2/MWh generado, muy superiores al valor medio registrado en el mismo mes de 2013 (121 kg/MWh).

Al mismo tiempo, se produjo un aumento del 32,49% de las emisiones totales de CO2 respecto a las registradas en mayo del año pasado.

WWF analizó la situación del balance eléctrico del mes de mayo 2014 y destacó que la demanda eléctrica total del sistema peninsular este mes disminuyó un 0,68% respecto al mismo mes del año pasado, situándose en los 19.133 GWh, mientras que la producción aumentó un 0,26% respecto a mayo de 2013, quedándose en los 20.660 GWh.

La demanda eléctrica fue cubierta en primer lugar por la energía nuclear, seguida de la eólica, las centrales térmicas de carbón, la hidráulica y los ciclos combinados de gas natural. En relación a la producción de energía de origen renovable, WWF destacó que disminuyó un 43,3% respecto al mismo mes del año pasado.

La organización conservacionista reclamó un modelo energético más sostenible y limpio, libre de emisiones de CO2 y que mitigue de forma efectiva el cambio climático, con una alta participación de las energías renovables en el mix, así como con el fomento de la generación distribuida, el autoconsumo energético, la eficiencia energética y la rehabilitación de los edificios.

«Las energías renovables son la mejor alternativa para generar electricidad 100% limpia en nuestros hogares y edificios, a través del autoconsumo con balance neto. Los ciudadanos pagaremos menos por la luz si se genera cada vez más electricidad con renovables puesto que contribuyen a bajar los precios del mercado eléctrico y reducen nuestra dependencia energética exterior en la importación de petróleo y gas», concluyó García Monzón.

La Unión Europea se acerca al objetivo de reducir las emisiones de CO2 un 20% de cara al año 2020

Todos estos datos están incluidos en el informe final de las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión Europea en 2012: las emisiones se redujeron en 1.082 millones de toneladas en los países comunitarios desde 1990, cifra que supera las emisiones combinadas de Italia y el Reino Unido.

Las emisiones se redujeron desde los 5.626,3 millones de toneladas de 1990 hasta los 4.544,2 millones de 2012, de manera que la Unión Europea se aproxima a cumplir sus objetivos sobre clima y energía para 2020. En términos absolutos, la lista de los países más contaminantes en 2012 la encabeza Alemania (939,1 millones de toneladas), por delante del Reino Unido (580,8), Francia (490,1), Italia (460,1), Polonia (399,3) y España (340,8).

España disminuyó sus emisiones un 1,5% el año 2012, ligeramente por encima de la media comunitaria, pero todavía acumula un incremento del 20,1% en comparación con 1990, lo que la convierte en el tercer país de la Unión Europea que más incrementó las emisiones de gases de efecto invernadero (principalmente de CO2) desde entonces, sólo superada por Malta, que incrementó sus emisiones en un 57,7%, y por Chipre, en un 52,1%. Portugal (13,1%), Irlanda (5,9%), Grecia (5,8%) y Austria y Eslovenia (2,5%) son el resto de países de la Unión Europea que incrementaron las emisiones. Por contra, en el grupo cabecero de países más eficientes se sitúan Letonia (-58,1%), Lituania (-55,6%), Estonia (-52,8%), Rumanía (-52%), Bulgaria (-44,1%), Eslovaquia (-41,7%), Hungría (-36,5%) y República Checa (-33%).

Los primeros 15 Estados miembros de la Unión Europea son firmantes además del protocolo de Kioto, que les imponía un objetivo colectivo de recorte de emisiones del 8% durante el periodo 2008-2012. Este grupo de países redujo finalmente sus emisiones de media un 11,8% contando únicamente las medidas domésticas. Este recorte supera cuantitativamente las emisiones totales de España en 2012.

Además, las emisiones cayeron un 1,3% entre 2011 y 2012 sobre todo gracias a las reducciones en los sectores del transporte y la energía y a la creciente proporción de renovables. Italia supuso el 45% del total de la reducción de la Unión Europea por las menores emisiones del transporte y la industria, mientras que Polonia registró la segunda mayor caída por la fuerte disminución en el consumo de carbón. En contraste con esta tendencia, el Reino Unido, en un 3,2%, y Alemania, en un 1,1%, aumentaron sus emisiones durante el año 2012 por el mayor uso de combustibles sólidos.

En consecuencia, el director ejecutivo de la Agencia Europea de Medio Ambiente, Hans Bruyninckx, subrayó que «no hay ningún conflicto entre una economía en crecimiento y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero» y animó a los países a desarrollar políticas encaminadas a una sociedad «baja en carbono» y con «energía segura».

Iberdrola se compromete a reducir un 30% sus emisiones de gases contaminantes para el año 2020

«Nuestra compañía se ha comprometido a alcanzar una reducción de su intensidad de emisiones del 30% para el 2020 y ser neutrales en carbono en el 2050″, es el objetivo que se ha marcado Iberdrola en materia de emisiones según apunta el presidente del grupo, Ignacio Sánchez Galán, en la carta de presentación del Informe de Biodiversidad 2011-2013 de Iberdrola.

Galán recuerda que «la comunidad científica coincide en señalar que, actualmente, se está produciendo un serio declive en todo el mundo en lo que a capital natural y biodiversidad se refiere» y advierte de que esto «trae aparejadas serias consecuencias ambientales, económicas y sociales». Por esta razón, incide en la necesidad de un «cambio de mentalidad» entre los actores del desarrollo económico y social para que se sitúen en sintonía con los objetivos establecidos en el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 suscrito por interlocutores de todo el mundo.

Iberdrola también recuerda que en 2013 suscribió el Pacto por la Biodiversidad, promovido por la Fundación Biodiversidad y en el marco de la Iniciativa Española Empresa y Biodiversidad, como signo de adhesión al compromiso de propiciar «un marco sólido» de cooperación entre compañías y administraciones públicas para aunar esfuerzos en este ámbito. La compañía eléctrica cuenta con cuatro instrumentos de gestión para cumplir con sus objetivos medioambientales, como son la política de biodiversidad, las evaluaciones de impacto ambiental, el sistema de gestión ambiental y los planes de acción de biodiversidad.

El informe presentado por Iberdrola recoge las acciones y estrategias desarrolladas por la empresa en orden a «sensibilizar» y «conservar la biodiversidad» con el fin de «minimizar el posible impacto negativo» derivado del desarrollo económico de la compañía. Además, detalla las líneas prioritarias de sus actuaciones entre las que destacan, por un lado, la protección, conservación y uso sostenible del entorno y, por otro, el desarrollo y aplicación de directrices sobre biodiversidad para nuevos proyectos de la compañía así como acciones para formar y sensibilizar a los trabajadores de la compañía y al público en general en estas materias ambientales.

Además se recogen en el documento acciones concretas y políticas desarrolladas en estas áreas por Iberdrola y sus empresas filiales y entre las que se encuentran proyectos para la protección de la fauna en las instalaciones de la compañía, campañas para la recuperación de áreas naturales o la conservación de especies animales y vegetales amenazadas, así como nuevas iniciativas de investigación en el área de la conservación de la biodiversidad y la sostenibilidad medioambiental. También destacan acciones en colaboración con otros interlocutores externos como el programa de investigación ‘Migra’ impulsado por SEO/Birdlife, la recuperación de 8.000 hectáreas pantanosas en Reino Unido, de la mano de su filial ScottishPower, o la protección de especies como el águila pescadora en Estados Unidos o la zarigüeya en Brasil.

El Consejo Rector del Fondo de Carbono aprueba la creación de los Proyectos Clima Plus para reducir las emisiones de CO2 en sectores difusos

Según informó el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, estos nuevos proyectos se tratan de iniciativas con una especial singularidad para la reducción de CO2, y suponen una variante de los tradicionales «Proyectos Clima» que, por sus determinadas características, su potencial de reducción y por su capacidad de convertirse en un modelo a seguir, se considera interesante explorar.

En este sentido, el Ministerio señaló que los «Proyectos Clima Plus» tendrán tres años más (7 años, en vez de los 4 habituales) de consideración, para poder así lograr su pleno desarrollo y reducción de emisiones, que serán adquiridas al mismo precio (7,1 euros por tonelada de CO2) por el Fondo de Carbono.

En el Consejo Rector, al que asistió la directora general de la Oficina Española de Cambio Climático, Susana Magro, también se informó de la convocatoria de los «Proyectos Clima» para este año, a la que se presentaron 106 propuestas en toda España, de las que 80 superaron la primera fase. Al final de año se conocerán los ganadores de la convocatoria de «Proyectos Clima» correspondiente a 2014.

El Fondo de Carbono, de Economía Sostenible, se concibe como un instrumento de financiación climática que busca reorientar la actividad económica hacia modelos bajos en carbono, al mismo tiempo que se contribuye a cumplir los objetivos internacionales en reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

Los gases debidos a la generación eléctrica a partir de carbón son los que más aumentaron en España

Según el estudio «Análisis de datos de las emisiones de CO2 en España entre 2008 y 2012«, del economista y consultor ambiental Arturo de las Heras y presentado en Barcelona, el país registró en 2012 un aumento global de sus emisiones de un 2,22% respecto al año anterior, ligeramente por encima del 1,96% del conjunto de Europa.

Según este análisis, basado en el Protocolo de Kioto y coordinado por la Fundación Empresa y Clima, las emisiones de CO2 de las empresas y las industrias en España se mantuvieron en 2012 respecto a 2011, con un ligero aumento (del 22,32% al 22,97%), tras tres años de descensos.

El autor, España tiene un «nivel plano», puesto que las comunidades donde prima el carbón como política energética han aumentado emisiones (Andalucía, Asturias, Galicia), lo que compensó el descenso logrado en otras autonomías más dedicadas al sector servicios como Madrid, Aragón y Cataluña por el cierre de empresas y la implementación de medidas correctoras.

De las Heras afirmó que la moderación de la reducción de las emisiones se debe a la expectativa de los procesos de la recesión: «Durante la crisis han ido bajando las emisiones y ahora estamos en un ‘impasse'», con lo que habrá que ver si con la recuperación económica aumentarán proporcionalmente los niveles de CO2 y señaló que «cuando se salga de la crisis, se tendrá que ver si las empresas han hecho sus deberes en materia de inversión ambiental».

Este escenario se puede dar si las empresas no han aprovechado la crisis para mejorar sus procesos y hacerse más eficientes a través de cambios tecnológicos, aseguró, y defendió que apostar por estas mejoras permitirá a las industrias «salir reforzadas de la crisis y ser más competitivas».

Sin embargo, los efectos de la crisis comportaron que sectores especialmente proclives a la emisión de gases ligados a la construcción, como el de las cementeras, hayan reducido sensiblemente su nivel de producción de C02.

De hecho, en 2012, el 78,49% de las instalaciones españolas sujetas a la directiva europea, que regula su nivel de emisiones, produjo gases por debajo de sus permisos asignados.

En cambio, las emisiones por generación eléctrica de ciclo combinado fueron las que descendieron en mayor medida (-22,82%).

Andalucía es la comunidad con más emisiones de CO2

España ocupa la séptima posición continental en materia de emisiones de gases de efecto invernadero, siendo Andalucía la comunidad con más emisiones de CO2 del Estado, al emitir 24,5 millones de toneladas de dióxido de carbono, un 18,11% del total. Por detrás están Asturias con el 13,25%, Galicia con el 10,70%, Cataluña con el 10,69%, Castilla y León con el 10,51%, Aragón con el 5,95%, País Vasco con 5,48% e Islas Canarias con un 4,82%.

La comunidad más ahorradora fue Cataluña, que logró reducir un 7,42% sus emisiones en 2012 respecto al año anterior, con 1.162.252 toneladas/CO2 menos, al pasar de 15.665.414 a 14.503.162 en 2012. Este descenso se debe a la reducción de emisiones de ciclo combinado porque las centrales nucleares han estado paradas; al descenso de la cogeneración de los procesos industriales por el cierre de empresas y mejora de estos procesos, y por la bajada de la actividad de las industrias cementeras y también por las mejoras tecnológicas aplicadas, si bien el resto de sectores han mantenido los niveles.

En 2012 se verificaron en el conjunto del Estado 902 instalaciones (en 2008 fueron 984, por la crisis), 382 de las cuales, un 42,35%, son de procesos de cogeneración por combustión, de las que 260 emitió por debajo de los permisos otorgados y 122 superaron estos límites.

El segundo sector más destacado es el correspondiente a tejas y ladrillos con 184 empresas, un 20,40%, de las que sólo una superó sus permisos de emisión, seguido por la industria de pasta y papel con 81 instalaciones activas, de las que 11 superaron el umbral permitido.

Los países que siguen liderando la tabla de las emisiones son Estados Unidos y China. En Europa, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia son los que más emiten, aunque son los países del este y sobretodo Turquía los que experimentaron un crecimiento de sus emisiones más pronunciado.

Las emisiones de las industrias de la UE cayeron un 3% en 2013, pero aún continúa un excedente de cuotas

«La buena noticia es que las emisiones se han reducido más rápidamente que los años anteriores incluso aunque las economías europeas han empezado a salir de la recesión», dijo la comisaria de Acción por el Clima, Connie Hedegaard.

«No obstante, persiste un excedente de cuotas de emisión que sigue creciendo y que pone en peligro el buen funcionamiento del mercado de carbono», avisó Hedegaard. La Unión Europea ya ha aprobado retrasar la subasta de 900 millones de permisos de emisión que estaba previsto que salieran al mercado entre 2013 y 2014 con el fin de limitar el exceso de oferta y forzar así una subida de precios del carbono.

Además, Bruselas propuso crear en el futuro una reserva de permisos para cuando se produzcan nuevos excedentes en el futuro y Hedegaard reclamó a los Estados miembros y a la Eurocámara que apoyen este plan.

De acuerdo con el informe de la Comisión Europea, el excedente acumulado de cuotas de emisión ha pasado de cerca de 2.000 millones de euros a finales de 2012 a más de 2.100 millones de euros para el año 2013. Bruselas espera que empiece a reducirse este año por las medidas adoptadas.

España es el tercer país de la Unión Europea que más ha reducido las emisiones de CO2 en 2013, un 12,6%

Tras Chipre, Rumanía y España, las mayores tasas de reducción correspondieron a Eslovenia (-12%) y Bulgaria y Grecia (-10,2%), en tanto que únicamente aumentaron en Dinamarca (+6,8%), Estonia (+4,4%), Portugal (+3,6%), Alemania (+2%), Francia (+0,6%) y Polonia (+0,3%)

Asimismo, los Estados miembros con niveles más altos de emisiones de CO2, en términos absolutos, son Alemania (759,960 millones de toneladas), seguida de Reino Unido (454,9 millones de toneladas), Francia (345,7 millones de toneladas), Italia (341,5 millones de toneladas), Polonia (290,2 millones de toneladas), España (224 millones de toneladas) y Holanda (162 millones de toneladas). Juntos, estos siete países representaron el 77% de las emisiones de la Unión Europea en 2013.

Por otra parte, España es el país de la Unión Europea que más rebajó en términos absolutos las emisiones de CO2 procedentes de combustibles fósiles y para uso energético durante el año pasado, con una reducción de 32,4 millones de toneladas, por delante de Italia (24 millones de toneladas), Reino Unido (11,1 millones de toneladas) y Rumanía (10,9 millones de toneladas), mientras que Alemania destacó en el lado contrario, al emitir 14,7 millones de toneladas más.

En 2013, las emisiones de CO2 bajaron de media en la Unión Europea un 2,5%, tras la reducción del 1,6% experimentada en 2012. De hecho, Eurostat señaló que la Unión Europea emitió 3.351 millones de toneladas de CO2 en 2013, lo que supone 87 millones menos que el año anterior.

Las emisiones de CO2, procedentes de los combustibles fósiles, contribuyen al calentamiento de la atmósfera y representan alrededor del 80% del conjunto de gases de efecto invernadero en la Unión Europea. Están influidas por factores como las condiciones climáticas, el crecimiento económico, el tamaño de la población, los transportes y las actividades industriales.

El Gobierno asigna 13,5 millones de euros de derechos de emisión de CO2 a 13 instalaciones

Cuatro de las 13 instalaciones son nuevas, en tanto que las nueve restantes corresponden a ampliaciones de industrias ya existentes, según informó el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

La cuantía de derechos de emisión otorgados asciende a 13,5 millones de euros, que se tomarán de la reserva de nuevos entrantes entre 2013 y 2020, común a todas las instalaciones de la UE afectadas por este régimen. Esta reserva representa el 5% de la cantidad de derechos de emisión asignados a escala comunitaria para este periodo.

Una vez descontados los 300 millones de derechos que se destinan al programa de financiación de proyectos de demostración de renovables innovadoras y de captura y almacenamiento geológico de carbono (NER300), el Gobierno dispone de unos 480 millones de derechos.

El Ejecutivo ha realizado el cálculo de las asignaciones aplicando la metodología de asignación establecida en la Decisión 2011/278/UE, así como las guías interpretativas elaboradas por la Comisión Europea.

Asimismo, se ha seguido el procedimiento establecido en el artículo 19 de la Ley 1/2005, de 9 de marzo, por la que se regula el régimen del comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero que incluye consulta a la Comisión de Coordinación de Políticas de Cambio Climático, trámite de información pública, aprobación de las asignaciones preliminares por parte de la Comisión Europea y elevación al Consejo de Ministros a propuesta de los Ministros de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, de Economía y Competitividad, y de Industria, Energía y Turismo.

El acuerdo del Consejo de Ministros contiene un anexo con las asignaciones a los proyectos que constituyen este grupo de nuevos entrantes del periodo 2013-2020. En el caso de las ampliaciones, la asignación aprobada refleja la asignación como instalación existente más lo correspondiente a la ampliación significativa de capacidad.

Además, se han evaluado algunos proyectos a los que no se concede asignación gratuita de derechos de emisión, por no haber satisfecho todos los requisitos que impone la normativa.

Las asignaciones finalmente aprobadas por el Consejo de Ministros pueden sufrir en determinados casos ajustes o modificaciones a lo largo del periodo, de acuerdo con lo que contemplan, a este respecto, la normativa comunitaria y estatal.