La compañía escocesa comenzó a perforar el pasado mes de octubre al noreste de Lanzarote en la cuadrícula llamada «Foum Draa 1», a 1.500 metros de profundidad bajo la superficie del mar, en un punto situado al 120 kilómetros al sur de Agadir (Marruecos).

Sin embargo, en diciembre decidió taponar ese pozo y abandonar los trabajos en esa zona tras haber alcanzado una profundidad de 5.255 metros sin encontrar reservas de hidrocarburos.

Cairn Energy anuncia ahora en su página web que ya está operando en su segundo objetivo de perforación, «Cap Juby I», al que ha trasladado la plataforma de exploración «Cajun Espress».

Su diana en este caso se sitúa unos 1.000 metros por debajo de la capa de subsuelo donde en 1969 se hallaron trazas de petróleo, en niveles correspondientes al Jurásico Superior.

Ese punto de perforación es colindante con la cuadrícula «Canarias 2» asignada a Repsol por el Gobierno español al este de Fuerteventura, en unos permisos que aún están pendientes de obtener la autorización ambiental, y está relativamente cerca de sus dos primeros objetivos, denominados «Sandía» y «Zanahoria», ubicados ligeramente más al norte, en las cuadrícula «Canarias 4».

Los estudios de Repsol apuntan a que en «Sandía» existen hasta un 20% de probabilidades de hallar petróleo o gas a una profundidad de entre 1.955 y 3.092 metros bajo la superficie del mar, con unos recursos potenciales de 330 millones de barriles de crudo.

Si la perforación en «Sandía» resultara fallida, Repsol pretende explorar el punto «Zanahoria», para hasta llegar a una profundidad máxima de 6.870 metros.

Allí estima que existe un 14% de probabilidades de encontrar unas reservas de crudo que podrían rondar los 107 millones de barriles.

Según explicaron al rotativo económico Nikkei fuentes cercanas al asunto, con esta alianza Cosmo Oil busca entrar en el sector gasístico para empezar a depender menos de las operaciones domésticas de sus refinerías, cada vez menos rentables.

Cepsa es propiedad de una entidad pública de Abu Dabi, International Petroleum Investment Company (IPIC), que a su vez tiene un 21% en Cosmo Oil, lo que la convierte en su mayor accionista

Ambas compañías trabajarán de forma conjunta para «identificar y desarrollar oportunidades ventajosas», tanto en la búsqueda de concesiones como en la promoción de los negocios de exploración y producción.

Además de compartir tecnologías y experiencia para lograr una producción de crudo más eficiente o nuevos avances en el sector petroquímico, el acuerdo busca contrarrestar la creciente influencia de muchas petroleras al calor de llamada revolución del gas de esquisto.

El fuerte crecimiento de este tipo de hidrocarburo promete redibujar el mapa de suministro energético a nivel global y colocar a Estados Unidos como unos de los principales proveedores del mundo.

Asimismo, el apoyo tecnológico y la experiencia de Cepsa en el Norte de África puede ayudar a que Cosmo Oil comience a desarrollar yacimientos gasísticos -terreno en el que carece de experiencia- en Oriente Medio o el norte del continente africano para comenzar a exportar gas natural licuado a Japón.

El consejero delegado de IPIC, Khadem Al Qubaisi, señaló que el fondo «busca oportunidades para maximizar sinergias y compartir la experiencia dentro de su» cartera.

Por su parte, el consejero delegado de Cepsa, Pedro Miró, consideró que «esta iniciativa proporcionará unos fuertes fundamentos desde los cuales ambas compañías puedan explotar nuevas concesiones de petróleo y gas».

El presidente de Cosmo, Keizo Morikawa, apuntó que ve este acuerdo «como la ocasión para poder capitalizar las fortalezas geográficas y las competencias técnicas de cada empresa».

Según informó la petrolera, las acciones de Coastal serán excluidas ahora de las Bolsas de Toronto y Londres.

La operación supuso la fusión de Coastal y Cepsa, a través de Condor Acquisition Limited, una sociedad creada por Strategic Resources Global Limited (SRG) y la petrolera española, en la que esta tiene una participación mayoritaria.

La oferta anunciada en noviembre y aceptada por los accionistas de Coastal supone pagar unos 13,4 euros en efectivo por cada acción de la petrolera con sede en Houston (EEUU), lo que conlleva una prima del 28% frente al cierre de cotización de la víspera del anuncio.

En aquel momento se señaló que la operación, que también incluye unos 36 millones de euros de deuda, se completaría en el primer trimestre de 2014.

Coastal Energy es una empresa de gas y petróleo con yacimientos en Tailandia y Malasia.