Este planteamiento de negocio forma parte de la información ofrecida la pasada semana por la compañía a un grupo de analistas, y en la que describe sus planes de crecimiento con los recursos procedentes de la indemnización por YPF.

Entre otros mensajes trasladados a los analistas, figura el de que se puede acometer una adquisición de tamaño relevante sin necesidad de desinvertir la participación del 30% de Gas Natural Fenosa, ya que existen otras opciones de financiación interesantes en el actual entorno de bajos tipos de interés.

La compañía presidida por Antonio Brufau analiza en la actualidad oportunidades que mejoren no sólo el área de «upstream», sino que procuren un flujo de caja capaz de sustituir al del negocio vendido de gas natural licuado (GNL) y que se encuentren preferentemente en la OCDE.

Más en concreto, se están mirando oportunidades en países como Estados Unidos, Canadá y Noruega, y se aspira a una rentabilidad del 8% sobre el coste medio de inversión. La compra no puede en ningún caso poner en peligro el balance, esto es, debe disponer de un «rating» al menos un escalón por encima del grado de inversión.

En cuanto a la política de dividendos, se mantendrá como mínimo el reparto de un euro por acción y el formato de «scrip dividend». Es en este punto en el que la compañía está dispuesta a devolver el dinero comprometido con las próximas adquisiciones en caso de que no se identifiquen oportunidades.

En el encuentro, los directivos de Repsol consideraron previsible que en la primavera de 2015 la compañía pueda ofrecer al mercado una actualización de su plan estratégico, una vez publicados los resultados de 2014, aunque el contenido dependerá del grado de maduración de las posibles adquisiciones.

Mientras, se prevén unas inversiones anuales estables, de entre 3.500 y 3.800 millones de euros de euros, hasta un máximo de 4.000 millones de euros en 2017. De este volumen, el 75% corresponde a «upstream» y un 25% a «downstream».

En cuanto al conflicto entre Rusia y Ucrania, la petrolera no espera que la evolución de la crisis tenga impacto sobre su actividad en la zona, que apenas representa el 1,5% del capital empleado del grupo. Las sanciones impuestas no afectan a la tecnología de Repsol.

En Libia, la producción se reanudó el pasado 8 de julio, aunque sigue por debajo de lo normal. En todo caso, Repsol prevé mantener una elevada tasa de reemplazo de reservas durante el año, tras haber alcanzado niveles del 204% en 2013, un nivel muy superior a las previsiones del trienio.

El precio medio en España de la gasolina subió en la última semana un 0,21%, hasta los 1,416 euros, frente a los 1,413 euros de hace siete días. Este precio supone un 0,64% más que a comienzos de año y un 3,6% menos que en la misma semana de 2013. Por su parte, el diesel registró un incremento semanal del 0,22%, al subir su precio desde los 1,324 euros de hace siete días a los 1,327 euros actuales. Este precio es un 2,21% inferior al registrado en enero y un 3,2% inferior al de la misma semana del año pasado. Asimismo, comparado con la primera semana de septiembre del 2012, fecha en la que se marcó el precio máximo histórico de ambos carburantes, la caída del precio del gasóleo asciende al 8,17% y la de la sin plomo al 6,96%.

Con estos precios, llenar un depósito de 55 litros de gasolina cuesta 77,88 euros, lo que supone 17 céntimos más respecto a los 77,71 euros de hace una semana, mientras que en el caso de un depósito de un vehículo de gasóleo es de 72,98 euros, desde los 72,81 euros. El verano se caracterizó por un nivel excepcionalmente alto de precios a finales de junio, cuando se marcaron máximos anuales, y por una fuerte bajada en julio, a la que siguieron leves subidas en agosto.

La actual contención de precios de los carburantes coincide con abaratamientos del petróleo en los mercados internacionales, de los que solo puede beneficiarse la zona euro de forma parcial debido a la devaluación de su divisa con respecto al dólar. El barril de crudo de Brent, de referencia en Europa, se cambia en la actualidad por 97,6 dólares, cinco dólares menos que hace una semana, mientras que el Texas sweet light americano se sitúa en 91,4 euros, cuatro dólares menos.

El importe medio de ambos carburantes en España sigue por debajo tanto de la media de la Unión Europea como de la zona euro. Esta última semana, el precio de la gasolina se moderó en la Unión Europea hasta los 1,557 euros, y el del gasoil hasta los 1,406 euros. En el caso de la zona euro, incluyendo la incorporación de Letonia, se mantuvo el precio de la gasolina en 1,585 euros y se redujo el del diesel a 1,383 euros. El menor nivel de precios en España se debe a que, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiesel, cuenta con una menor presión fiscal.

Por productos, las gasolinas disminuyeron un 0,4% y el gasóleo de automoción aumentó un 2,0%.

En su conjunto, las salidas de los carburantes de automoción se elevaron un 1,5% y se situaron en 2,30 millones de metros cúbicos.

En cuanto al total de gasóleos (A+B+C), las salidas alcanzaron los 2,18 millones de metros cúbicos, un 0,3% más que en el mismo periodo de 2013.

Por su parte, las salidas de querosenos ascendieron a 578.000 metros cúbicos, lo que representa una subida del 3,7% respecto a agosto del año pasado.

La mayoría de los expertos calculó un descenso en la semana que finalizó el 29 de agosto de en torno a dos millones de barriles.

La agencia informó que las reservas de crudo se encuentran por debajo del promedio para esta época del año y son un 0,2% menores que las de hace un año.

En las últimas cuatro semanas, las importaciones de crudo tuvieron un promedio diario de 7,653 millones de barriles, comparado con la media de 8,124 millones de barriles diarios en el mismo período de 2013, lo que representa una disminución del 5,8%.

Después de que los datos oficiales, el precio de futuros del petróleo crudo para entrega en octubre bajó 1,14 centavos de dólar hasta los 94,37 dólares el barril (159 litros) en la Bolsa Mercantil de Nueva York.

Por lo que se refiere a los inventarios de gasolina, el informe precisó que bajaron en 2,3 millones de barriles (un 1,1%) y se ubicaron en 210 millones de barriles, frente a 212,3 millones de barriles la semana anterior.

Las reservas de combustible para calefacción subieron en 600.000 barriles (un 0,5%) y quedaron en 123,4 millones de barriles, frente a 122,8 millones de barriles la semana anterior.

El informe indicó, asimismo, que en la semana pasada las refinerías petroleras en Estados Unidos operaron al 93,3% de su capacidad, comparado con un 93,5% de la semana anterior. Estas cifras excluyen la Reserva Estratégica de Petróleo del Gobierno de Estados Unidos, que se mantuvo en 691 millones de barriles.

El total de existencias de crudo y productos refinados en Estados Unidos, incluida la Reserva Estratégica, alcanzó la pasada semana 1.815,4 millones de barriles, comparado con 1.813,9 millones de barriles la semana anterior.

CCOO y UGT se reunieron este miércoles con responsables de Industria para mostrar su «preocupación» ante los supuestos incumplimientos en seguridad y calidad de servicio que, en su opinión, suponen las estaciones de servicio desatendidas.

Los sindicatos aseguraron haber detectado «graves incumplimientos» en «seguridad, perjuicio a los consumidores, pérdida de puestos de empleo y menosprecio a las personas con capacidades diferentes con imposibilidad de suministrase por sí solos».

Ante esta situación, según UGT, Industria recordó que las competencias en estaciones de servicio están transferidas a las comunidades autónomas, por lo que su actuación es «limitada», aunque avanzó que trabaja en un cambio en la reglamentación de la seguridad, que se articulará en forma de real decreto y que incorporará una instrucción técnica complementaria.

Asimismo, Industria ofreció a los sindicatos la posibilidad de incorporar propuestas a este real decreto, algo que tanto CCOO como UGT se comprometieron a trasladar «a la mayor brevedad posible».