Las reservas de hidrocarburos de Ecopetrol crecen un 5,7% en 2014

De ese total, el 94% procede de la empresa matriz, mientras que el 6% restante es de las filiales Hocol, Ecopetrol América y las participaciones de la empresa en Equión y Savia Perú, según afirmó la compañía.

En 2014, Ecopetrol incorporó 355 millones de barriles de reservas, cifra superior a la registrada en 2013, cuando se incorporaron 340 mbpe.

La producción total acumulada del año pasado fue 243 millones de barriles de petróleo equivalente.

Según la información facilitada por Ecopetrol, el 70,3% es petróleo, mientras que el 29,7% es gas natural.

Este dato muestra que en los últimos cinco años la petrolera aumentó sus reservas netas un 22%, lo que le permitió alcanzar un índice de reposición del 150% en promedio.

Los operadores petrolíferos dicen que no hay «efecto cohete» en las subidas de los precios de los carburantes

Este «efecto cohete» en los momentos de subidas se contrapone al «efecto pluma», por el que los precios de los carburantes responden a menor ritmo a los abaratamientos del crudo. AOP, que representa a compañías como Repsol, Cepsa y BP, también negó la existencia de este «efecto pluma».

Al aludir a las subidas experimentadas en los mercados internacionales de carburantes, la asociación aseguró que «los precios han reflejado la misma variación que su precio al por mayor» en los siete últimos días.

Si el litro de gasóleo se encareció en 8 céntimos en los mercados internacionales entre el 19 de enero y el 16 de febrero, el precio antes de impuestos de este carburante subió de forma parecida, en 7 céntimos. En el caso de la gasolina, las subidas fueron de 8 céntimos en ambos casos.

En cuanto al posible «efecto pluma» en los momentos de bajadas de precios, indicó que, entre el 30 de junio del año pasado y el 19 de enero de este año, los descensos en la cotización internacional, de 23 céntimos el litro en el gasóleo y de 28 céntimos en la gasolina, se convirtieron en bajadas de 24 céntimos en el precio antes de impuestos del gasóleo y de 28 céntimos en el de la gasolina.

De esta forma, la AOP subrayó que «se observa claramente cómo los precios han reflejado el abaratamiento del coste de aprovisionamiento».

La asociación también indicó que, a la hora de hacer comparativas, debe tenerse en cuenta que los precios publicados los jueves en el Boletín Petrolero de la Unión Europea corresponden a la media de los precios diarios de la semana anterior. Por este motivo, existe un decalaje entre los precios publicados en el Boletín cada semana y los precios reales.

A pesar de que las petroleras negaron en varias ocasiones ambos efectos en los carburantes, las organizaciones de consumidores volvieron a criticar esta supuesta política en el mercado tras la vuelta de la tendencia alcista en los precios, y la falta de competencia en el sector.

OCU denuncia la «crónica falta de competencia» en los carburantes y la reaparición del «efecto cohete»

La asociación de consumidores recordó que la gasolina subió un 2,6% en la última semana, al tiempo que el gasóleo lo hizo un 2,8%, lo que, sumado a los incrementos iniciados a mediados de enero, situó en el 8% el encarecimiento de los carburantes.

«Una vez más se pone de manifiesto la diferente velocidad de variación del precio del combustible en función del precio del petróleo», ya que las subidas se incorporan «de forma inmediata al precio del carburante, mientras que las bajadas lo hacen de una forma mucho más pausada».

Esta velocidad en el traslado de las subidas del petróleo a los carburantes, conocida como «efecto cohete», contrasta con la lentitud en el traslado de las bajadas, conocida como «efecto pluma», según definió por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Esta circunstancia «impide que el consumidor se beneficie plenamente de las bajadas de precios y, al contrario, se vea afectado de forma inmediata por las subidas», explicó la OCU.

Para la asociación, «sólo la crónica falta de competencia en el sector de la distribución de carburantes permite este tipo de políticas de precios claramente desfavorables para los consumidores».

Las reservas de petróleo de Estados Unidos aumentaron en 7,7 millones de barriles durante la última semana

En las últimas cuatro semanas, las importaciones de crudo tuvieron un promedio diario de 7,300 millones de barriles, un 3,6% menos que en el mismo periodo del año anterior.

En la semana que terminó el 30 de enero, las refinerías operaron al 88,7% de su capacidad, frente al 90% de la pasada semana.

Una vez conocido el dato, el precio del barril de petróleo de Texas (WTI) para entrega en marzo bajaba 2,25 dólares y se situaba en 49,89.

El informe precisa que las reservas de gasolina crecieron en 500.000 barriles, con lo que se situaron en 243,1 millones de barriles, un 0,2% más que la semana anterior.

Por su parte, las reservas de combustible para calefacción bajaron en 3,8 millones de barriles, hasta los 127,4 millones, un 2,9% menos que la semana precedente.

Estas cifras excluyen la Reserva Estratégica de Petróleo del Gobierno, que se mantuvo en 691 millones de barriles.

El total de existencias de crudo y productos refinados, incluida la Reserva Estratégica, alcanzó la pasada semana los 1.868,2 millones de barriles, comparado con los 1.866,9 en la semana precedente.

Los precios de gasolina y gasóleo suben un 2,8% en apenas una semana y suman un mes al alza

En concreto, el litro de gasolina se situó en 1,209 euros y acumula un encarecimiento del 8,24% desde mediados de enero. Su precio superó el umbral de los 1,2 euros por primera vez desde diciembre de 2014.

En cuanto al gasóleo, que cuesta de media 1,141 euros en los surtidores, un 7,95% más que a mediados de enero y un 3,4% más que al inicio del año. Su precio regresa de esta forma a niveles de diciembre.

De esta manera, los carburantes marcan máximos anuales y continúan con esa tendencia al alza iniciada a mediados de enero debido al repunte en el precio del barril de crudo y que rompía así con la racha bajista en la que se encontraban inmersos los precios de los carburantes desde que a mediados del año pasado tocaran máximos anuales (de 1,456 euros para la gasolina y de 1,346 euros para el gasóleo) y arrancaran una secuencia de bajadas al abrigo del desplome en los precios del petróleo.

Esta nueva subida refleja los precios medios de los combustibles durante la semana pasada, en la que el barril de crudo repuntó hasta situarse por encima de la barrera de los 60 dólares. En la actualidad, el Brent cuesta 59,1 dólares, mientras que el Texas «sweet light» se cambiaba a 50,14 dólares, un encarecimiento que se ha traducido rápidamente a los precios de los carburantes.

Con los precios de la última semana, llenar un depósito de 55 litros de gasolina cuesta 66,49 euros, lo que supone 1,65 euros más respecto a los 64,84 euros de la semana anterior, mientras que un depósito de un vehículo de gasóleo conlleva un gasto de 62,75 euros, esto es 1,81 euros más que la referencia anterior que reflejaba un coste de 60,94 euros.

A pesar del repunte de las últimas semanas, la gasolina y el gasóleo son todavía un 13,4% y un 14,72%, respectivamente, más baratos que hace un año.

Además, los precios se sitúan todavía lejos de los máximos anotados en septiembre de 2012, con una rebaja del 20,57% en el caso de la gasolina y del 21,04% en el del gasóleo.

Los carburantes siguen costando en España menos que en la media de la Unión Europea, donde el precio de la venta al público del litro de gasolina se sitúa en 1,352 euros y en 1,374 euros en la zona euro. Por su parte, el litro de gasóleo cuesta 1,244 euros de media en la Unión Europea de los 28 y 1,217 euros en la eurozona.

En el caso de la Unión Europea de los 18, incluyendo la incorporación de Letonia, tanto el precio de la gasolina, en 1,374 euros el litro, como el del diésel, en 1,217 euros, también subieron en un contexto de alza del precio del crudo.

El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal.

Más del 99% de los accionistas de Talisman Energy votan a favor de la oferta de compra de Repsol

Aunque el respaldo de dos tercios de los accionistas era más que suficiente jurídicamente para que la operación siguiera adelante, Repsol había mostrado su deseo de obtener una aceptación máxima a su oferta. Esta junta, celebrada en Calgary (Canadá), representaba un momento clave en el calendario del proceso de adquisición de Talisman Energy por la petrolera española, que se prevé cerrar para mediados de este año. Dentro de este proceso, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, ya presentó también a las autoridades canadienses el proyecto.

La compañía canadiense presentó a sus accionistas dos informes favorables a la operación elaborados por Nomura y Goldman Sachs que valoraban la oferta de Repsol como «justa desde el punto de vista financiero». La dirección de la compañía también describió ante los accionistas la posición del consejo de administración, que apoyaba de forma «unánime» la transacción tras recibir asesoramiento financiero y jurídico. Tras la venta, pendiente de la aprobación de los organismos reguladores, la compañía quedará excluida de las Bolsas de Nueva York y Toronto.

El fondo Templeton Investment Counsel (13,34%) y los multimillonarios estadounidenses Carl Icahn (7,34%) y John Paulson (6,76%) son los máximos accionistas de Talisman Energy. En diciembre, Repsol acordó la adquisición del 100% de Talisman por un importe de 8.300 millones de dólares (6.640 millones de euros), más una deuda de 4.700 millones de dólares (3.760 millones de euros), lo que eleva la operación a unos 13.000 millones de dólares (10.400 millones de euros). Se trata de la mayor operación internacional realizada por una empresa española en los últimos cinco años y permitirá a Repsol situarse entre las 15 compañías petroleras privadas más importantes del mundo con más de 27.000 empleados.

El acuerdo con Talisman supone el pago a sus accionistas de 8 dólares estadounidenses (6,4 euros) por cada acción, lo que representa una prima del 24% sobre la cotización media de los últimos tres meses. La transacción añadirá una extensa cartera exploratoria con activos productivos de alta calidad y potencial exploratorio, que aseguran el crecimiento de la actividad en los próximos años. Concretamente, Talisman aportará a Repsol activos en producción de primera calidad y áreas de gran potencial exploratorio en Canadá y Estados Unidos, países del sudeste asiático como Indonesia, Malasia y Vietnam, así como Colombia y Noruega, entre otros.

Una vez culminada la operación, Norteamérica aumentará su peso en Repsol, al suponer casi el 50% del capital empleado en el área de exploración de hidrocarburos de la compañía. El capital empleado en Latinoamérica será del 22%. La incorporación de Talisman incrementará la producción de Repsol un 76%, hasta los 680.000 barriles equivalentes de petróleo al día, y aumentará el volumen de reservas un 55%, hasta alcanzar los 2.353 millones de barriles equivalentes de petróleo.

Para financiar la operación, Repsol tiene previsto desinversiones por al menos 1.000 millones de dólares, unos 800 millones de euros, en los próximos 12 meses, aproximadamente un 2% del total de activos del grupo, una vez se complete la adquisición. Además, la petrolera, con una liquidez de 6.400 millones de euros en efectivo y equivalentes, articulará unas líneas de crédito a largo plazo de 2.600 millones de euros y opciones financieras adicionales a corto plazo, al tiempo que llevará a cabo una emisión de hasta 5.000 millones de bonos híbridos para mantener la calificación crediticia, no dilutiva para los accionistas.

Oceana denuncia que los sondeos en el Golfo de León afectarán a 40 especies pesqueras prioritarias

Así, aseguran que el estudio de impacto ambiental de SeaBird incumple la normativa vigente y su análisis de los hábitats y especies presentes en la zona carece de rigor y tiene «numerosos errores y deficiencias«. Según Oceana, el proyecto de estos sondeos se ubica en «pleno corredor migratorio» de cetáceos, en un área con 39 especies calificadas como prioritarias para la Comisión General de Pesca del Mediterráneo de la FAO.

El director ejecutivo de Oceana en Europa, Lasse Gustavsson, advirtió de que los pescadores de la anchoa de l’Escala y la langosta de Menorca, por citar algunos de los ejemplos más emblemáticos, se verían «seriamente afectados». Sin embargo, según añadió, el estudio de impacto ambiental no hace «ninguna estimación» de las pérdidas económicas que supondría para el sector pesquero realizar estos trabajos. La organización calcula que 200 especies se verían amenazadas, incluyendo cetáceos «muy sensibles» a los ruidos porque dependen del oído para su supervivencia.

Oceana asegura que los sondeos sísmicos afectarán también a una zona de Menorca en la que cría el cachalote, un mamífero tan sensible que sufre los efectos de los ruidos hasta a 370 kilómetros de distancia del foco emisor. Se estima que en el área tan solo quedan unos 400 ejemplares de esta especie, considerada en peligro de extinción al igual que el rorcual común.

Por otro lado, Oceana añade que el proyecto no cumple con la normativa vigente en España respecto a evaluación de impacto ambiental, ya que se refiere a la normativa de 2008 en lugar de la nueva de 2013. Del mismo modo, agrega que no se sometió a información pública ni se contempla la consulta a otros países afectados, como Francia. Además, no se indican aspectos ambientales como el peligro que representaría este proyecto para el cumplimiento de normativas como la Directiva marco sobre la estrategia marina o la Directiva Hábitats.

«Los errores detectados por Oceana son suficientemente graves como para que se emita una Declaración de Impacto Ambiental Negativa, impidiendo inmediatamente la realización de este proyecto», concluyó el director de Investigación de Oceana en Europa, Ricardo Aguilar. A su juicio, es «inadmisible» la falta de rigor mostrada por SeaBird, teniendo en cuenta que está poniendo en peligro a centenares de especies, de las que casi 200 están protegidas y son hábitats de «gran importancia ecológica».

Deutsche AWM pronostica que el precio del barril del petróleo subirá hasta los 65 dólares a finales de año

Para el analista, esta evolución de precios se irá definiendo conforme las compañías informen de aspectos como la reducción de gastos, los planes de producción, la bajada de costes y las presiones en los márgenes de beneficio.

En un primer momento, «la caída del precio del petróleo debería estimular la economía global», ya que esta circunstancia provocará un «aumento progresivo del consumo», si bien también vendrá acompañado de un «efecto negativo» que no se apreciará «hasta dentro de un tiempo», señaló Wöhrmann.

«El mayor riesgo del bajo precio del petróleo», aseguró, se encuentra en las economías dependientes de la exportación de crudo, «que son financiera y políticamente frágiles», y entre las que figuran Colombia, Venezuela, Kazajistán, Argelia, Angola, Arabia Saudí o Irak, explica.

Al citar el efecto positivo de los bajos precios del petróleo, Wöhrmann aludió, además de al consumo, a la mejora del entorno de negocio para las aerolíneas y las compañías de bienes de consumo y los bancos asiáticos.

Entre «los perdedores» por la depreciación del crudo figuran «obviamente» las propias petroleras y las compañías del sector de bienes industriales, así como los bancos estadounidenses, muy expuestos al sector del «shale oil».

Los precios de los carburantes se encarecen más de un 3% y encadenan tres semanas al alza

En concreto, el precio medio en España de la gasolina sin plomo 95 se incrementó en la última semana un 3,79%, hasta 1,179 euros, frente a los 1,136 euros de hace siete días. Su precio es por primera vez superior al de comenzar el año, en un 2,45% más, aunque se sitúa un 15,06% por debajo del registrado en la misma semana del año anterior y cuesta un 22,54% menos que en los máximos históricos anotados de septiembre de 2012.

Por su parte, el diésel registró un incremento algo menor, del 3,36%, hasta fijar su precio en 1,108 euros, frente a los 1,072 anteriores, con lo que vuelve a superar el umbral de los 1,1 euros que no registraba desde principios de año. Este combustible cuesta ahora un 0,54% más que al comenzar el mes de enero, pero un 17,07% menos que en la misma semana del 2014 y un 23,32% menos que en los máximos de septiembre de 2012.

Estos incrementos en el precio de los carburantes se producen coincidiendo con el leve repunte de precio del Brent, que subió en los últimos días hasta situarse en 58 dólares. La actual tendencia al alza es la primera desde que a mediados del 2014 los combustibles tocaran máximos anuales, de 1,456 euros para la gasolina y 1,346 para el gasóleo, e iniciaran una secuencia de bajadas al abrigo del desplome en los precios del petróleo, que se intensificó a partir de octubre. Eso sí, los precios aún permanecen en sus niveles más bajos desde 2010.

Con estos precios, llenar un depósito de 55 litros de gasolina cuesta 64,84 euros, lo que supone 2,36 euros más respecto a los 62,48 euros de la semana anterior, mientras que un depósito de un vehículo de gasóleo conlleva un gasto de 60,94 euros, esto es 1,98 euros más que la referencia anterior que reflejaba un coste de 58,96 euros. En el último informe de supervisión del mercado minorista de la CNMC se apreciaba que los márgenes brutos de los operadores aumentaron un 4% en diciembre, cuando los carburantes registraron la mayor bajada desde 2008.

El precio de los carburantes depende, aunque de forma indirecta, de la cotización del crudo en los mercados internacionales, una relación que no es paralela, según las petroleras, porque hay que incorporar la elaboración del producto y un gran número de costes fijos, como la distribución y la comercialización. El precio del barril pasó de más de 100 dólares en verano a menos de 50 dólares al terminar el 2014, un desplome que obedece al exceso de oferta ante la entrada de más crudo, fundamentalmente de hidrocarburos no convencionales, y la negativa de los operadores tradicionales a cortar la producción.

Los carburantes siguen costando en España menos que en la media de la Unión Europea, donde el precio de venta al público del litro de gasolina se sitúa en 1,331 euros y en 1,349 en la zona euro. Por su parte, el litro de gasóleo cuesta 1,218 euros de media en la Unión Europea y 1,189 en la eurozona. El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal.

CLH augura que el precio del barril de petróleo oscilará entre los 60 y 80 dólares a medio plazo

Asimismo, López de Silanes, que indicó que hay reservas de petróleo para «100 o 150 años», valoró el «esfuerzo innovador» de la industria petrolera americana y pronosticó que la oferta pasará de 90 millones de barriles a 100 millones en 2035. «Estamos ante un éxito típico norteamericano», subrayó, una innovación desarrollada por el incentivo que ofrecían los precios altos marcados por productores tradicionales a los que «les cuesta sacar el petróleo 10 dólares el barril».

Ahora son los hidrocarburos no convencionales los que marcan el precio de cotización, que por primera vez procede de «fuera del cártel» de la Organización de Países Productores de Petróleo. López de Silanes, aseguró que el papel de la innovación y de la tecnología «ha cambiado totalmente el panorama y las reglas del juego» en el sector petrolífero al conseguir un petróleo no convencional a un precio más bajo que el de los productores tradicionales.

El presidente de CLH centró su intervención en el «nuevo paradigma» que presenta el petróleo, sobre lo que recalcó que la Unión Europea debe «tomar cartas en el asunto» en el tema del petróleo para no quedarse en una situación de dependencia exterior de un 95% en su consumo. Por ello, abogó por una normativa europea que fije «cómo se localiza lo que tengamos de petróleo y gas», siendo «muy respetuosos» con el medio ambiente.