Argentina afirma que revisará «el valor verdadero» de YPF y que no pagará el precio que pide Repsol

«Estamos en condiciones de decir que los números que hablaban acerca del valor de la compañía, de manera imprudente, van a ser revisados a medida que vayamos conociendo vericuetos e información secreta que la empresa manejaba«, indicó Kicillof en su intervención ante el Senado argentino.

Además, acusó a Repsol de «pretender que el precio del petróleo en Argentina tuviera el mismo nivel que en el internacional» y de haber «retenido y atesorado el combustible» sin extraerlo, para mantener sus valores altos.

Kicillof aseguró que, según el criterio del Gobierno argentino, el precio de los combustibles son los costos reales de una empresa, y subrayó que YPF, aun después de la administración española de Repsol, sigue siendo el actor clave». «Que ningún payaso venga a decir que la empresa no tenga importancia», añadió al respecto.

Así, el dirigente fundamentó la decisión de expropiación en el hecho de que no se puede dejar el control estratégico «en manos de quien no confió en Argentina» y sostuvo que Repsol «ha tenido beneficios extraordinariamente grandes», al tiempo que afirmó que «nadie puede decir se le está sacando algo que era suyo».

Además, añadió en su alegato de defensa de la decisión de expropiar YPF que el Gobierno «no puede darse el lujo de esperar a que el Repsol se siente a discutir qué va a hacer con el gas, con el petróleo y el precio de los combustibles».

Con esta decisión de expropiar YPF, Kicillof destacó que los empresarios ahora van a entender lo que está haciendo Argentina «cuando están pensando en la expansión de un grupo que lo ha hecho con los dividendos que les dio una compañía argentina».

Por otra parte, el viceministro de Economía cuestionó que ahora «se agite el fantasma de la seguridad jurídica» por la medida que se adoptó con YPF, y recordó que Repsol, «antes de apropiarse de YPF, era muy pequeña» y «ha exprimido hasta la última gota» los beneficios de la compañía.

Así, Kicillof garantizó que el Gobierno argentino va a asegurar la rentabilidad de YPF, «pero con tarifas que quiebren a las empresas», y citó a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, cuando usó la palabra «extorsión» porque Repsol «decía que no te abastecía si no subías el precio».

YPF «tendrá que pagar» por «daños ambientales»

Por su parte, el ministro argentino de Planificación, Julio de Vido, afirmó que la petrolera YPF «tendrá que pagar» por supuestos daños ambientales en el país porque, dijo, «el medio ambiente no se rifa y tiene precio».

«Hablamos con cada uno de los gobernadores para que liquiden provincia por provincia los daños ambientales que hicieron (desde la compañía)», aseguró De Vido durante la exposición en el Senado sobre el proyecto gubernamental para expropiar el 51% de las acciones de la compañía.

El ministro consideró que «el costo de la empresa» va a haber que «conversarlo» porque «los señores gobernadores también tienen muchos reclamos para hacer» en torno al funcionamiento de la mayor empresa del país sudamericano.

Duro intercambio entre el oficialismo y la oposición en el debate sobre YPF

Los interventores de YPF nombrados por el Gobierno, Julio De Vido y Axel Kicillof, protagonizaron un rifirrafe dialéctico con senadores de la oposición en la sesión del Senado que trata la expropiación del 51% de las acciones de la española Repsol en la petrolera YPF.

La discusión subió de tono cuando el senador Luis Naidenoff, de la Unión Cívica Radical (UCR), la principal fuerza opositora del país, recordó que el justicialismo, al que pertenece el partido gobernante, «autorizó» en 1999 la privatización de la petrolera y que Fernández «votó en favor» de la operación.

Kicillof reclamó al senador «terminar con las chicanas políticas» y en ese marco se desataron los gritos de uno y otro lado, que desembocaron en descalificaciones entre De Vido y Naidenoff, que tildó de «caradura» y «mentiroso» al ministro.

El radical Gerardo Morales pidió moderación tanto a los legisladores de su bloque como a los funcionarios del Ejecutivo y minutos más tarde volvió a cargar sobre De Vido al acusarle de «corresponsable» de la crisis energética que afecta al país. «De Vido y el secretario de Energía, Daniel Cameron, son tan responsables como Repsol del vaciamiento de YPF y de la crisis de la matriz energética», apuntó Morales, que opinó que es una «contradicción» que De Vido sea el interventor de la petrolera.

Pese a las críticas al Gobierno argentino, Morales se refirió a la actuación de las autoridades españolas para señalar que actuaron en duros términos por el proyecto gubernamental de expropiación, por lo que sugirió que «revisen qué hacer con sus empresas».

Arabia Saudí no podrá reemplazar a largo plazo el suministro de petróleo de Irán a escala mundial

Las declaraciones de Qasemi se producen al tiempo que se inauguraba este martes la XVII Feria Internacional de la Industria del Petróleo, Gas, Refinado y Petroquímica de Teherán, en la que participan empresas de 44 países, algunas de ellas de estados que han impuesto sanciones al sector petrolero de Irán, según los organizadores.

Tras las sanciones impuestas por EEUU y la UE a Irán en materia petrolera, que en el caso europeo prevén un embargo total de compras de crudo iraní a partir del 1 de julio próximo, numerosos países, entre ellos España, han apuntado a Arabia Saudí para reemplazar sus suministros a largo plazo.

«Esto no es factible y, si lo es, lo será temporalmente y tendrá efectos negativos en el futuro» para Arabia Saudí, dijo Qasemi, quien señaló que ese país produce ya petróleo a su capacidad máxima y no puede sobreexplotar sus yacimientos por mucho tiempo.

Arabía saudí, con unos 9,8 millones de barriles diarios, e Irán, con 3,3 millones de barriles al día, son los dos principales productores de crudo de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP).

Los doce países miembros de la OPEP producen en total 31,3 millones de barriles al día, de los 100 millones de barriles que se extraen en el mundo, según datos del mes pasado del propio cártel.

El ministro iraní, también aseguró que, a pesar de las sanciones de la Union Europea y EEUU, la producción de crudo de Irán no se ha reducido: «No ha habido disminución en la exportación de petróleo iraní», dijo Qasemi, después de que Irán anunciase que tiene suficientes clientes en Asia y África para mantener sus ventas.

Por otro lado, apuntó que Irán «siempre ha pedido que el techo de producción de la OPEP se mantenga» y que los países miembros no superen las cuotas que les adjudica la organización, para no dañar al mercado o perjudicar a sus socios.

Respecto a algunos países europeos (Grecia, España y Alemania) a los que Irán ha anunciado que dejaba de suministrar crudo, Qasemi dijo que «Teherán está dispuesto a reanudar las exportaciones de su petróleo a los países que revisen su política hostil a la República Islámica».

«La decisión de Irán de cortar las exportaciones de petróleo a algunos países europeos ha tenido un efecto negativo en sus economías», opinó el ministro.

Según él, «las sanciones (de la UE) al petróleo iraní han afectado al mercado europeo debido a que han creado tensión allí y han hecho aumentar los precios del petróleo».

Los precios internacionales del crudo se han incrementado considerablemente desde principios de este año, debido, entre otras cosas, a la tensión generada por las sanciones a Irán por su programa nuclear y las amenazas de Israel y EEUU de atacar el país y la contestación de Teherán de que respondería a cualquier agresión.

Por su parte, los organizadores de la Feria de la Industria del Petróleo de Teherán, que durará cuatro días, han asegurado que los participantes se han incrementado un 10 por ciento respecto a 2011 y que asisten 940 empresas iraníes y 315 de otros 44 países, entre ellos Estados Unidos, España, Alemania, Reino Unido e Italia.

Brufau afirma que Argentina debe lanzar una OPA por el 100% de YPF y no «expropiar a precio de saldo»

En una rueda de prensa para valorar la decisión del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, el presidente de Repsol aseguró que las autoridades argentinas desean «expropiar a precio de saldo» YPF, «sin formular oferta pública de adquisición de acciones».

«Con este mecanismo, el Gobierno pretende tomar el control de YPF sin formular una oferta pública de adquisición de acciones por el 100% por la que viene obligado por ley y por los estatutos de YPF, como compromiso como garantía a los inversores a los que quería cautivar», señaló.

Repsol calculó que el valor de YPF es de 18.300 millones de dólares (unos 14.000 millones de euros), o de 46,55 dólares por acción, mientras que el de la participación del 57% de la española en la argentina asciende a 10.500 millones de dólares (unos 8.000 millones de euros). «Todos los Estados tiene derecho a expropiar, pero a pagar también el precio justo», afirmó Brufau.

«No está justificada la medida desde el punto de vista de la utilidad pública y resulta inadmisible tachar la política de YPF de cortoplacista y reductora de reservas», afirmó, antes de señalar que la motivación podría ser las «ganas de bronca» debido al origen español de Repsol.

Brufau recordó que la nacionalización «viene acompañada de una campaña de hostigamiento, de coacciones y de filtraciones interesadas para provocar la caída del precio de las acciones de YPF y facilitar su expropiación». Un gobernador de Patagonia, dijo, llegó a asegurar que el daño a YPF es «un beneficio para los patagónicos», ya que afecta a la cotización de las acciones.

El presidente de la petrolera consideró que «la expropiación es una forma de tapar la crisis social que vive Argentina» y explicó que ese país sufre, entre otros problemas, una inflación desmesurada, una crisis del transporte y una crisis le hace ser un país muy poco competitivo.

Por ello, afirmó que Cristina Fernández de Kirchner trata «a través de esta crisis de levantar la bandera de la expropiación y buscar un responsable en YPF» y sostuvo que la nacionalización de YPF es «un acto ilegítimo e injustificable» que, además, discrimina a la empresa argentina sobre otras del país y a Repsol sobre otros accionistas.

Además, consideró que otro factor que explica esta actuación es el interés del Gobierno argentino de controlar los yacimientos de petróleo no convencional descubiertos por YPF en los últimos siete años y, «sin duda», el gran hallazgo de hidrocarburos no convencionales en Vaca Muerta «está detrás» de esta decisión.

«Alguien tiene que explicar por qué el administrador piensa que somos los culpables de todo lo que le pasa a Argentina, de su crisis energética, y por qué se nos somete a una vil expropiación», afirmó el presidente de la petrolera.

En este sentido, Brufau señaló que «más de la mitad» del discurso de Kirchner acerca de la expropiación giró en torno a Vaca Muerta, cuyo valor es de entre 13.000 y 14.000 millones de dólares.

Por este motivo, Repsol anunció «un amplio abanico de medidas legales» y exigirá en los tribunales un «resarcimiento por daños y perjuicios», a la par que presentará demandas que van de lo contencioso administrativo, a la vía constitucional, reclamaciones ante los mercados de valores, de carácter civil y mercantil y los tribunales internacionales de arbitraje.

Brufau aseguró que la nacionalización «no va a quedar impune» y consideró además previsible que «otros accionistas» de YPF tomen medidas legales contra el Ejecutivo argentino.

«Esta no es la Argentina querida, que merece más cosas», afirmó el presidente de la petrolera, quien consideró que «un país debe legislar a partir de la realidad, y no de lo que le gustaría ver». Brufau expresó además su «respeto» por «la sociedad y el pueblo» argentinos y dijo sentir «orgullo» por la forma en que Repsol YPF ha «unido culturas».

Por otro lado, el máximo dirigente de Repsol denunció la negativa de la presidenta argentina a reunirse con los responsables de la petrolera española así como con los del Gobierno español, algo que contrasta con las declaraciones de la presidenta argentina en 2010 cuando se mostró «extraordinariamente feliz por las inversiones de YPF en el país y por que fuera el mayor contribuyente».

Por otro lado, Brufau lamentó que la entrada de funcionarios argentinos en la sede de YPF para expulsar a directivos españoles fue «patética», «vergonzosa» e «impropia de un país moderno, amparándose en una ley del dictador Videla» y aseguró que a los directivos españoles «se les obligó a marcharse» cuando todavía no había concluido el discurso de la presidenta del país.

Asimismo, esta medida se tomó contra una empresa que «ha invertido 20.000 millones de dólares» en el país, cuando el segundo principal inversor del sector «no llega a un tercio» de esta cifra, señaló.

Los juristas de Repsol consideraron que el acto de toma de control de la sede de YPF supone de por sí una asunción del control de la empresa, lo que supone una vulneración jurídica adicional a la propia nacionalización.

«Ahora, el señor De Vido (Julio de Vido, ministro argentino de Planificación) debe de estar disfrutando sentado en mi silla, imaginándose cosas», aseguró Brufau.

El presidente de la petrolera aseguró que Repsol es «una familia» y que los altos directivos y técnicos afectados por el desalojo son más de cuarenta, entre los que figuran tres españoles.

Brufau mostró su confianza en que la decisión del Gobierno argentino «no sea irreversible», pero reconoció no ser «optimista» con la situación. La nacionalización «supone una gran decepción» para la compañía, que siente «tristeza» y que sufrió un «impacto emocional fuerte» al conocerla, afirmó.

Brufau propuso a Kirchner un plan para desbloquear la situación en YPF

Por otro lado, el presidente de Repsol también dijo que propuso, en una carta remitida el pasado 2 de abril, a la presidenta de Argentina un plan con participación pública e inversores internacionales para desatascar la situación en YPF.

En la misiva, Brufau, que expresaba su «máximo respeto y lealtad», desvelaba que YPF contaba con «avanzadas negociaciones con significados ofertantes que representan compañías internacionales de enorme capacidad inversora y de manifiesto compromiso con los mismos planes de crecimiento del Gobierno argentino».

Además, en uno de sus últimos intentos por arreglar la situación sobre YPF con el Gobierno argentino, Brufau indicó que la petrolera había encarado un plan de búsqueda de asociaciones «para ceder parte de su participación en sus concesiones, tanto convencionales como no convencionales, a empresas e inversores nacionales e internacionales«.

A este respecto, señaló que YPF propondría en cada área la participación que sería ofrecida a terceros, «que deberían reunir requisitos mínimos de solvencia y fiabilidad y decidir en cada caso quién será el operador».

El presidente de Repsol aseguraba a Cristina Fernández de Kirchner que, «en este enorme esfuerzo inversor», se podía considerar una presencia pública «de acuerdo al interés de cada provincia y del Estado nacional».

La expropiación no afectará al suministro de hidrocarburos a España

El presidente de Repsol también explicó que la nacionalización de su filial argentina YPF no afectará ni al suministro de hidrocarburos a España ni al precio de los combustibles, ya que el negocio en Argentina es «cerrado» y tiene como destino el propio mercado del país.

Brufau señaló que el petróleo extraído en las cuencas argentinas tiene como destino las refinerías del país, y dejó claro que España no importa combustibles del país austral.

Asimismo, la compañía española aseguró que la expropiación no afectará a sus planes de desarrollo ni a su estrategia en materia de dividendos, debido a la «solidez» de su posición financiera, según comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

En concreto, según anunció el pasado mes de febrero, el consejo de administración de Repsol propondrá a la próxima junta general de accionistas un nuevo sistema de retribución (‘scrip dividend’), en cuya virtud se ofrecerá a los accionistas la posibilidad de recibir su retribución en efectivo o en nuevas acciones liberadas de la sociedad.

De esta forma, la compañía prevé que la retribución por acción correspondiente al ejercicio 2011 será, aproximadamente, un 10% superior a la percibida con cargo a los resultado de 2010.

Repsol tacha de ilícita la decisión de Argentina y tomará medidas legales

En un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Repsol añadió que se reserva todos los derechos y acciones «conforme al derecho argentino, la normativa de valores de los mercados en que YPF cotiza y el derecho internacional, incluyendo el tratado de protección de inversiones Argentina-España».

La petrolera afirmó que no se justificó «la utilidad pública» que se persigue con esta decisión, que supone un «patente incumplimiento» de las obligaciones asumidas por el Estado argentino en la privatización de YPF y que «viola los más fundamentales principios de seguridad jurídica y de confianza de la comunidad inversora internacional».

Ante esto, Repsol dice «que llevará a cabo todas las medidas legales que procedan para preservar el valor de todos sus activos y los intereses de todos sus accionistas» y añadió que afecta a las acciones Clase D de la empresa, todas ellas pertenecientes a la petrolera española.

Repsol detalló que su participación del 57,43% en YPF tenía un valor patrimonial de 4.122 millones de euros al cierre de 2011. Adicionalmente, la petrolera recordó que mantiene un préstamo con el grupo Petersen valorado en 1.542 millones de euros.

A cierre de 2011, YPF representaba un 25,6% del resultado operativo del grupo y un 21% del resultado después de impuestos, así como un 33,74% de las inversiones.

Repsol añadió que, como consecuencia de la medida anunciada por el Gobierno argentino, la deuda neta del grupo se reducirá en 1.600 millones de euros.

También, señaló que, además del proyecto de ley, el Gobierno argentino aprobó un decreto de Necesidad y Urgencia, efectivo desde este lunes, que dispone la intervención de YPF por un plazo de 30 días y que nombra como interventor de la compañía a un ministro del Gobierno, con todas las facultades del consejo de administración de la empresa.

Argentina expropia YPF a Repsol

El anuncio de la nacionalización de YPF, cuya cotización en la Bolsa de Buenos Aires fue suspendida, se produjo después de cuatro meses de presiones del Gobierno argentino contra la petrolera, a la que acusó de una caída en la producción por falta de inversión y que se tradujo en la retirada de hasta una quincena de licencias a la empresa en seis de las diez provincias petroleras del país.

En un acto que no figuraba en la agenda oficial del día y que se convocó formalmente con apenas media hora de margen, la presidenta argentina aseguró que, de haber proseguido esta política de «vaciamiento, con no producción y no exploración, prácticamente nos convertiríamos en un país inviable, no por falta de recursos sino por políticas empresariales», subrayó Fernández antes de señalar que «la curva de la desinversión de Repsol se parece mucho a la trompa de un elefante».

Según afirmó, YPF invirtió 8.813 millones de dólares entre 1999 y 2011, lapso en el que obtuvo ganancias netas por 16.450 millones de dólares, de los cuales repartió 13.246 millones entre sus accionistas. YPF, que negó reiteradamente las acusaciones de la presidenta argentina , anunció que este año invertiría en Argentina un récord de 3.400 millones de dólares, cifra que supera los 3.000 millones de dólares invertidos en 2011.

Además, justificó también su decisión al subrayar que en 2011 el país registró «por primera vez en 17 años» un saldo comercial negativo de combustibles.

En su discurso, que duró más de una hora y durante el cual permaneció acompañada por varios miembros de su Gobierno y una imagen de Eva Perón a su espalda, Fernández de Kirchner aseguró que «el modelo no es de estatización, que quede claro, sino de recuperación, por parte del Estado, de la soberanía y control de un instrumento fundamental: los hidrocarburos», pero «manteniendo la estructura de sociedad anónima». De este modo, prometió que llevará a cabo una «conducción de la empresa absolutamente profesionalizada».

Del total expropiado, el 51% será propiedad del Estado nacional, o un 26,01% del total del accionariado, mientras que el 49% restante, o un 24,99% del total, se distribuirá entre las provincias petroleras. Ambas partes establecerán un pacto de sindicación de acciones en el que votarán «siempre en la misma forma», de acuerdo con el proyecto de ley, que consta de 19 artículos, «con 50 páginas de fundamentos claros y precisos».

«Durante muchos años, en distintos sectores de la economía manejados por el Estado se aplicó un criterio partidario, que siguió dando argumento a que el Estado era inútil y que solo los privados podían manejar recursos del Estado», añadió. La presidenta dijo que «Argentina es el único país latinoamericano, y diría del mundo, que no maneja sus recursos naturales».

Fernández de Kirchner, que en 1992 ya defendió la privatización de la petrolera cuando era diputada en el Congreso nacional por la provincia de Santa Cruz, aseguró que esta decisión no es un «hecho inédito» y subrayó que los recursos pueden «ser administrados correctamente también» por el Estado, poniendo como ejemplo los casos de Arabia Saudí, Rusia (Gazprom, Rosneft), Irán, China (Sinopec), México (Pemex), Brasil (Petrobras) o Noruega, entre otros, donde el Gobierno controla estos recursos.

«No estamos inventando absolutamente nada y charlando con importantes ejecutivos de compañías petroleras de otros lugares me contaban que hace un tiempo las empresas han empezado a estudiar nuevos modelos de negocio, porque han aprendido que los países son absolutamente contrarios a desprenderse del manejo de un recurso que siempre fue estratégico«, afirmó.

Proceso de la normativa aprobada por el Gobierno argentino

Para esta operación, la presidenta señaló que será necesaria la autorización del Congreso con las dos terceras partes, al igual que para realizar una reforma de la Constitución. «¿Qué les puede cambiar la vida la reforma de la Constitución o qué no tengamos combustible y energía?», preguntó.

La norma elaborada por el Gobierno, y que el Parlamento deberá verificar en las próximas semanas, contempla que el proceso de nacionalización se active al día siguiente de la aprobación del texto por parte del poder legislativo. En ese momento, Comisión Nacional del Valores (CNV) convocará una junta general de accionistas en la que se destituirá a la totalidad de los actuales directivos de la filial de Repsol.

Además, como parte del proceso de nacionalización, el Tribunal argentino de Tasaciones deberá determinar el precio que pagará el Estado por el 51% de YPF. Este tribunal faculta al poder ejecutivo y al interventor del Estado en la empresa a «adoptar todas las acciones y recaudos necesarios hasta que asuma el control de YPF S.A. a efectos de garantizar el abastecimiento de hidrocarburos».

En este sentido, y aunque Fernández de Kirchner no quiso arrojar ninguna cifra al respecto, el 51% de YPF que el Gobierno tiene previsto expropiar tiene un valor de mercado de 3.525 millones de euros, tras las últimas caídas experimentadas en las últimas semanas por la filial de Repsol al abrigo de los rumores de nacionalización.

YPF, que costó a Repsol a finales de los años noventa 13.000 millones de euros, tiene un valor tras las últimas caídas de 6.918 millones de euros. No obstante, la expropiación de YPF no se realizará a precio de mercado.

Dentro del decreto de nacionalización, el Gobierno argentino creó un Consejo Federal de Hidrocarburos, en el que participarán los ministerios de Economía, Planificación, Trabajo e Industria, y cuya función será la de coordinar las actuaciones del Estado y las provincias.

Kirchner advierte a las empresas extranjeras y se niega a contestar «exabruptos»

Asimismo, la presidenta de Argentina advirtió a las empresas extranjeras con intereses en el país, como «las telefónicas o bancos», sobre la «necesidad» de que reinviertan en el país austral y aseguró que no se trata de un problema de «rentabilidades, sino de reinversiones». Según Fernández de Kirchner «tenemos problemas con la necesidad de que inviertan en el país».

Entre las principales empresas españolas con intereses en el país destacan, además de la petrolera presidida por Antonio Brufau, otras empresas energéticas, como Gas Natural Fenosa y Endesa, entidades financieras y de seguros, como Santander, BBVA y Mapfre, operadoras de telecomunicaciones, como Telefónica, grupos constructores, como ACS y OHL, empresas pertenecientes al sector turismo, como NH y Sol Melia, y textil, como Inditex.

Y añadió que toda empresa argentina cuyos accionistas sean extranjeros pueden tener la «certeza» de que, en la medida que acompañen el crecimiento del país, «vamos a seguir trabajando codo a codo», insistió.

Por otra parte, la presidenta argentina advirtió que no va a «contestar a ninguna amenaza» de las recibidas por su país y recordó algunos de los titulares publicados por los medios de comunicación desde que se conoció la intención del país sudamericano de llevar a cabo esta operación.

«No voy a responder a ningún exabrupto», sostuvo Fernández, quien agregó que «no se va a hacer eco de frases insolentes que algunos dijeron», en referencia a las advertencias recibidas en los últimos días desde el Gobierno español y organismos internacionales. «Represento a los argentinos y soy una jefa de Estado, los que esperen que responda pierden el tiempo», aseveró.

Fernández de Kirchner, que incluso llegó a mostrar en su intervención un tubo que contenía el primer petróleo argentino procedente de un pozo descubierto el 13 de diciembre de 1907, indicó que esta historia termina «con el nacimiento de una empresa nacional y profundamente federal».

Mientras que el «kirchnerismo» se mostró ampliamente favorable al paso dado por la presidenta, diputados de la Coalición Civica o la Unión Cívica Radical ya se posicionaron en contra y anunciaron que presentarán un texto alternativo al proyecto de ley.

Por su parte, el ministro de Trabajo argentino, Carlos Tomada aseguró que el Gobierno de su país no tiene «hostilidad contra el Gobierno de España. La empresa no invirtió como debía hacerlo», dijo Tomada en la red social Twitter y sostuvo que la decisión adoptada por la presidenta argentina es parte del «eje de la defensa de la soberanía» nacional.

«Con este proyecto sobre YPF ponemos fin a la desinversión y la segmentación de un mercado que excluía a los sectores productivos argentinos. Importar gas y petróleo es inadmisible para un país con nuestros recursos«, dijo Tomada.

Por otro lado, unos 200 militantes de grupos favorables al gobierno de Fernández de Kirchner se manifestaron en la céntrica Plaza de Mayo de Buenos Aires para apoyar la intervención de YPF. Apoyados por algunos diputados del gubernamental Frente para la Victoria, las kirchneristas levantaron pancartas con mensajes como «YPF, pública y argentina», «YPF de los argentinos», o «Gracias Presidenta. Soberanía, justicia social y energía».

«Ningún país puede desarrollar modelo económico industrial sin poder sobre sus recursos», aseguró el diputado nacional del Frente para la Victoria Leonardo Grosso.

Para manifestantes como Andrea, del Movimiento Evita, no se trata de una expropiación sino de «recuperar» lo que era de los argentinos. «Es algo positivo porque el recurso es nuestro», coincidió Mauro, del área juvenil de Juventud Peronista.

En la actualidad, YPF está participada en un 57,43% por Repsol y en un 25,46% por el Grupo Petersen, de la familia de Enrique Eskenazi, mientras que el «free float» ronda el 17%. El Estado argentino tiene una participación residual de apenas el 0,02%, pero capacidad para pronunciarse sobre algunas cuestiones estratégicas.

Los directivos españoles expulsados de la sede de YPF

Poco después de que Fernández de Kirchner pronunciara el discurso en el que anunciaba la expropiación de un 51% de YPF, una delegación del Gobierno argentino se presentó en su sede, expulsó de las dependencias a varios directivos españoles, entre ellos el español Antonio Gomis, director general de Repsol en Argentina, y ordenó cambios en los sistemas de seguridad del edificio empresarial, según comentaron fuentes de la petrolera argentina.

La delegación estaba encabezada por el representante del Estado argentino en el directorio de YPF y subsecretario de Coordinación del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta.

El actual ministro argentino de Planificación Fenderal, Julio de Vido, será el «interventor» de YPF durante el proceso de nacionalización de la filial de Repsol, según explicó la presidenta del país.

De Vido, que fue uno de los encargados de supervisar en los últimos años las relaciones con Repsol, estará acompañado en la gestión de YPF del actual viceministro de Economía, Axel Kicillof, y asumirá sus funciones un día después de la entrada en vigor de la norma.

Las sanciones bloquean el envío de crudo a España, según dice Irán

Así lo manifestó en Zagreb el portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Ramín Mehmanparast, al ser preguntado sobre si Teherán interrumpió el suministro de crudo a España, en respuesta a la decisión de la Unión Europea de cortar a partir del verano la importación de petróleo.

«Si ellos no pueden realizar las necesarias transacciones financieras, entonces nosotros venderemos nuestro petróleo a otro que lo pueda hacer», indicó Mehmanparast.

El portavoz recordó que tras la aprobación del embargo petrolero por parte de Bruselas, Irán decidió cortar los envíos de «oro negro» a Francia y al Reino Unido.

También aseguró que esta política de sanciones no pondrá a Irán de rodillas y advirtió: «Cada vez que nos imponen sanciones, sube el precio del petróleo, así que nosotros vendemos poco y tenemos la misma ganancia» y reiteró que las sanciones son «ilegales, injustas e infundadas».

El portavoz también se refirió al resultado de la reunión que su país mantuvo el pasado sábado en Estambul con las grandes potencias para abrir el diálogo sobre el polémico programa atómico iraní.

Mehmanparast destacó la importancia de que las negociaciones empezaron en una atmósfera muy positiva y mostró su optimismo de que los argumentos iraníes vayan a ser tenidos en cuenta.

«Consideramos muy importante el que ambas partes estén dispuestas a la continuación de las negociaciones y que hayan expresado disposición a cooperar, no solo con respecto a las negociaciones nucleares», comentó.

En su opinión, el logro más importante de la reunión de Estambul es que las partes acordaron a que el NPT – Tratado de No Proliferación Nuclear (1968)- sea la base de las futuras negociaciones.

En el encuentro en Estambul se acordó mantener una nueva sesión negociadora el 23 de mayo en Bagdad para buscar un acuerdo sobre el programa atómico iraní, que Estados Unidos y la Unión Europea sospechan oculta intenciones militares, mientras que Teherán afirma que sólo tiene objetivos pacíficos.

Sobre si su país está dispuesto a dejar de enriquecer uranio a un determinado nivel de pureza, uno de los ejes centrales de la disputa, Mehmanparast afirmó que aún hay que esperar a ver cómo se desarrollan las negociaciones.

Respecto a las amenazas israelíes de ataque contra Irán, Mehmanparast evaluó que en primer lugar se trata de una «guerra psicológica». «Consideramos que la posibilidad de guerra es muy, muy pequeña. Nunca el régimen sionista ha sido tan débil como hoy y nosotros nunca hemos sido tan fuertes», aseguró.

Soria asegura que la situación de YPF con Argentina «se encauza»

El titular de Industria aseguró que él no tuvo contacto en las últimas horas con las autoridades argentinas y recalcó que España desea tener las mejores relaciones con todos los países.

Destacó la especial relación que España quiere mantener con los países de América Latina y señaló que este es un camino «de ida y vuelta».

«A lo largo de las últimas horas las cosas parece que se encauzan y esperemos que eso siga siendo así«, reiteró Soria.

Por su parte, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, habló en las últimas horas con el presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, quien expresó su confianza en que surtan efecto las gestiones que está efectuando el Ejecutivo español y la propia empresa y se produzca una pronta solución ante la polémica nacionalización por parte del Gobierno argentino de YPF, filial de la española Repsol.

El Gobierno español advirtió a Argentina de que actuará para defender los intereses de Repsol en su filial YPF, después de que este jueves la prensa difundiera un presunto proyecto oficial para que el Estado compre el 50% del capital accionarial de YPF y ante el «silencio oficial» del Gobierno de Fernández de Kirchner ante las advertencias de España y la Unión Europea.

Varios miembros del Gobierno español, con el apoyo de la Comisión Europea, lanzaron advertencias al Ejecutivo de Cristina Fernández de Kirchner sobre las posibles consecuencias de una intervención que pudiera vulnerar los intereses de Repsol, mientras que el Gobierno argentino guarda silencio al respecto.

De hecho, el Gobierno de Mariano Rajoy desplegó una «estrategia internacional» para evitar que Argentina nacionalice YPF y, entre otras medidas, mantuvo «contactos» con países latinoamericanos y la Unión Europea para trasladarles «la gravedad de la situación», según informó la vicepresidenta y portavoz del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría.

Sáenz de Santamaría advirtió que el gabinete que dirige Rajoy «no va a permanecer parado» ante este asunto y trasladó su preocupación «a todos los niveles» con la situación en el país y «la gravedad del momento actual».

Por este motivo, «reforzó los contactos con los países de la zona y otros organismos», como los Ejecutivos de Estados Unidos, México, que actualmente ejerce la presidencia del G-20, y Colombia, anfitrión de la VI Cumbre de las Américas, para tejer alianzas que frenen las pretensiones argentinas, y «constató la preocupación en muchos estados y empresas» por el paso con el que amagó Argentina, al querer nacionalizar la filial de Repsol en ese país.

Sáenz de Santamaría señaló que esta estrategia internacional pretende trasladar a los vecinos europeos y latinoamericanos que el inicio de un proceso de nacionalización «no sólo afecta a los intereses españoles».

Sáenz de Santamaría advirtió de que si la presidenta de Argentina persiste en el empeño de nacionalizar YPF desde España se adoptarán todos los «instrumentos que tiene a su alcance» para defender los intereses generales de España.

Aseguró que por ahora «no nos consta que se haya tomado una decisión en firme» de nacionalizar la filial española YPF, pero indicó que si se llega a adoptar sería una decisión «muy negativa para los intereses españoles».

La vicepresidenta evitó referirse a los instrumentos que tiene en mente el Ejecutivo, al considerar que «las decisiones no se anuncian, se adoptan» y confió en que «el Gobierno no tenga que adoptarlas, pero si tiene que adoptarlas, lo hará».

Con el fin de evitar la nacionalización argentina de YPF, explicó que el Gobierno «lleva trabajando intensamente y con discreción muchas veces sobre este asunto, en concreto desde el mes de enero» y recordó que el ministro de Industria y Energía, José Manuel Soria, viajó a principios de año a Argentina para conocer las pretensiones del país.

Los contactos del Ejecutivo se están realizando a todos los niveles, con especial implicación del propio presidente, Mariano Rajoy, y del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.

Precisamente, García-Margallo, avisó que una hipotética ruptura con Argentina a resultas de la posible nacionalización del 50,01% de la petrolera YPF «no sería sólo económica» y así se lo hizo saber al embajador argentino en Madrid, Carlos Bettini, con quien mantuvo un reunión que calificó de «muy respetuosa» y en la que interpretó que el diplomático había comprendido las motivaciones de España y las trasladaría a su Gobierno.

Él, por su parte, aseguró que comprendía la importancia que tiene para Argentina la producción energética, pero pidió a su Ejecutivo que entienda también la importancia que tiene para el español la defensa de sus empresas. «YPF es importante para Repsol y Repsol es importante para España», sintetizó.

En este escenario, apuntó que la trascendencia de la polémica trasciende la dimensión empresarial. «Estamos hablando de términos económicos, pero no sólo, ni sobre todo, de términos económicos» y dijo que la ruptura de la relación «fraternal» entre ambos países sería «el peor escenario que se puede imaginar», pero sin descartarlo.

García-Margallo advirtió de que cualquier «agresión» a la empresa española Repsol en tanto que propietaria mayoritaria de YPF, «violando el principio de seguridad jurídica, será considerada como una agresión por parte del Gobierno español», que tomará las medidas que considere oportunas y recabará los apoyos necesarios de sus socios europeos; cosa que, precisó, ya hizo.

García-Margallo dijo que, en este tiempo, las exigencias argentinas habían pasado de la distribución de dividendos, a la petición de mayores inversiones de Repsol en el país, a la fijación de precios para empresas como Aerolíneas Argentinas y había desembocado en la retirada de licencias a YPF en algunas provincias, imposibilitando el desarrollo normal del negocio y provocando una caída del 40% en el valor de sus acciones.

El ministro explicó que su departamento está haciendo dos cosas: Tratar de resolver la situación por medio del «diálogo» y el «sentido común» y estudiar las medidas que tomaría en caso de que no se solucionara, si bien rehusó por dos veces enumerar cuáles serían, pues ahora es el momento de buscar el entendimiento, dijo.

No obstante, García-Margallo se preocupó de recordar que España es el primer inversor extranjero en Argentina y de que, en 2001, durante la crisis del «corralito», el Gobierno de José María Aznar ayudó al país sudamericano con un préstamo de 1.000 millones de dólares, gesto que espera se vea ahora correspondido por el de Cristina Fernández de Kirchner.

El PSOE afirma que Repsol «se ha portado muy bien» con el país

Por su parte, la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, apeló a la «responsabilidad y sensibilidad» del Gobierno de Argentina para solucionar la situación de YPF, porque Repsol «se ha portado muy bien» con aquel país, y permaneció allí incluso en los peores momentos del corralito, cuando otras muchas empresas lo abandonaron. Repsol generó «muchísimo empleo», contribuye a su fisco «de manera muy importante» y ejerció su responsabildad allí «durante muchos años», agregó.

Valenciano reiteró el respaldo del PSOE a todas las gestiones del Gobierno para tratar de solucionar la situación de Repsol-YPF, y sin querer desvelar si los socialistas están dessarrollando alguna gestión, aseguró que alguna ayuda «podremos brindar».

Mientras tanto, el diputado de IU Gaspar Llamazares pidió al Gobierno que se deje de amenazas y aparque su actitud colonialista con el fin de facilitar el diálogo y defender los intereses de los españoles y de Repsol en Argentina.

«Lo que sobran son amenazas», señaló Llamazares y criticó el tono «amenazante» de las declaraciones efectuadas por José Manuel Soria, ministro de Industria, Energía y Turismo.

«No son las relaciones deseables del Gobierno, que pasa de la diplomacia a las amenazas y de ahí a un colonialismo duro», afirmó Llamazares, que advirtió de que esa posición «inaceptable» puede traer «muy malas consecuencias en las relaciones internacionales y para el futuro de la propia Repsol».

El parlamentario de IU también criticó a la petrolera española, a la que pidió que lo que tiene que hacer es convencer a los gobiernos español y argentino «que tiene compromisos de rentabilidad, pero también sociales». En su opinión, en el segundo de esos campos «deja bastante que desear» ya que tiene «empresas o intereses en paraísos fiscales y una responsabilidad social corporativa que a veces no parece digna de tal nombre.

Para Irene Lozano, portavoz de UPyD en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados, el Gobierno español debe «mantener mucho la calma» ante el «arrebato nacionalista que le ha dado a la presidenta argentina», Cristina Fernández Kirchner y aseguró que «no llegará la sangre al río».

A su juicio, «lo fundamental es que todo el mundo mantenga la calma, que se intente encauzar las discrepancias que haya por la vía de la negociación». Recordó que «Argentina es un país amigo», razón de más para «intentar solucionar las cosas».

Para el portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Josu Erkoreka, esta situación «unilateral» del Gobierno argentino es un «precedente preocupante» y afirmó que la actuación del Gobierno de Kirchner «no es seria» y genera incertidumbre en las empresas que puedan tener inversiones en Argentina.

Según Erkoreka, la posibilidad de una nacionalización pone «en entredicho la seguridad jurídica» de todas aquellas empresas que tengan inversiones o se planteen invertir en ese país del cono sur.

El PNV consideró que la reacción del Gobierno español es «lógica» y en el futuro deberá seguir siendo «contundente» para tratar de solucionar esta situación por vías diplomáticas.

La CE apoya a España y exige a Argentina que respete sus compromisos con YPF

Por otro lado, la Comisión Europea declaró que respalda a España ante los planes de Argentina de tomar el control de la petrolera YPF, perteneciente a la española Repsol, e instó al Gobierno argentino a respetar sus compromisos con las inversiones extranjeras en su territorio. «Nos ponemos del lado de España en esta situación», declaró tajantemente el portavoz comunitario Olivier Bailly.

La Comisión Europea espera que las autoridades argentinas «garanticen el respeto de sus compromisos internacionales sobre la protección de las inversiones extranjeras en su territorio», señaló, y manifestó que el Ejecutivo comunitario permanece en contacto con el Gobierno español y sigue la situación «con mucha atención».

La Comisión Europea envió una nota diplomática a través de su delegación en Buenos Aires a la oficina de Cristina Fernández para expresar su malestar por sus planes de nacionalizar parte de la petrolera, según confirmó el portavoz, quien negó que por el momento haya habido un contacto directo entre el presidente del Ejecutivo europeo, José Manuel Durao Barroso, y la mandataria argentina.

En ese mensaje, la Comisión Europea insistió en la necesidad de que Argentina y España encuentren una «solución acordada conjuntamente», de manera que no se cause perjuicios a las buenas relaciones y al clima empresarial entre el país suramericano y la Unión Europea, declaró Bailly.

El portavoz también recalcó que, desde la entrada en vigor del Tratado de Lisboa en diciembre de 2009, la Comisión Europea pasa a tener competencia sobre las inversiones de los Estados miembros en países terceros. «Estamos aquí para defender las inversiones extranjeras hechas por los Estados miembros o por compañías con su sede en Europa», dejó claro Bailly. Así pues, la Comisión Europea «tiene interés en intervenir» en este caso, puntualizó una fuente comunitaria.

«La situación actual es, fundamentalmente, un problema bilateral desde un punto de vista jurídico entre Argentina y España, puesto que en el acuerdo existente con el Mercosur no hay disposiciones sobre las inversiones», indicó.

Desde la Unión Europea informaron que llevará su preocupación por los planes del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner a una reunión bilateral que mantendrá en Buenos Aires la próxima semana con representantes de las autoridades argentinas en el marco de su cooperación comercial.

Se trata de una reunión técnica en el marco del acuerdo de cooperación comercial y económica que mantienen las partes desde 1991. Este marco abre la puerta a acciones conjuntas, pero no da «ninguna posibilidad» a la Unión Europea de emprender acciones contra Argentina en caso de conflicto comercial o relacionado con inversiones, advirtieron las mismas fuentes.

«En cualquier caso, en el comité conjunto de los próximos 19 y 20 de abril en Buenos Aires sacaremos el tema y expresaremos nuestras preocupaciones por el posible impacto negativo que este caso puede tener en los intereses económicos y comerciales de la Unión Europea y en las relaciones bilaterales«, explicaron desde Bruselas.

La situación de los inversores españoles en suelo argentino está sujeta a un acuerdo de protección bilateral entre los dos países y por ello la Unión Europea no cuenta con «ningún instrumento jurídico» que le permita intervenir directamente en este caso.

Tampoco la Organización Mundial del Comercio (OMC) cubre la protección de las inversiones y no hay compromisos que Argentina haya asumido sobre este punto con el organismo internacional, por lo que fuentes comunitarias descartaron que la Unión Europea pudiera elevar la situación de la filial argentina de Repsol a este foro.

Así las cosas, Bruselas se ofrece a jugar un papel de «facilitador» para un acuerdo entre las partes o de mediador del conflicto e insistió en que no hay instrumentos jurídicos con los que la Unión Europea pueda responder.

Argentina insiste en que trabaja para el auto-abastecimiento de hidrocarburos

El ministro argentino de Economía, Hernán Lorenzino, insistió en que el Gobierno trabaja para «revertir el alza» de la importación de combustibles con la mira puesta en «lograr el auto-abastecimiento de petróleo».

«Analizamos cada una de las concesiones» con las provincias productoras de hidrocarburos, que exigen «el cumplimiento de los contratos acordados (con las petroleras) y cuando eso no ocurre se revierten» las áreas adjudicadas, «como ocurrió hasta ahora», dijo sin comentar el conflicto con YPF.

«La política del Gobierno es mantener la ecuación competitiva en el rubro de energía», manifestó el ministro al precisar que en 2003 Argentina gastó 4.300 millones de dólares en importaciones de combustibles, «y esa cuenta en 2011 ascendió a 9.300 millones de dólares».

«Los argentinos necesitamos que el petróleo que está debajo de la tierra sea extraído y utilizado en función de los costos argentinos, para sostener la competitividad de la economía», insistió.

En las últimas semanas, seis provincias petroleras quitaron sus concesiones a YPF con el argumento de falta de inversiones, con lo que la compañía perdió alrededor del 18% de su producción de crudo. Con el mismo razonamiento, también se le retiró una concesión a la brasileña Petrobras, aunque se trata de una zona marginal de la provincia de Neuquén, rica en gas natural.

Asimismo, la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (AEMEC) advirtió de que la expropiación de YPF acarrearía para el país austral «probables indemnizaciones astronómicas» y «enormes costes judiciales» por las reclamaciones de pequeños inversores.

En un comunicado, la asociación indicó que «una expropiación o pérdida forzada de la mayoría -de Repsol- en YPF supondría una expropiación a cientos de miles de accionistas minoritarios por valor de miles de millones de euros».

AEMEC reclamó al gobierno argentino «que cumpla con la legalidad nacional e internacional y respete los derechos de los accionistas minoritarios», porque sus «decisiones arbitrarias» provocaron una depreciación «de la acción -de YPF- del 30%, con el consiguiente perjuicio a los accionistas minoritarios de Repsol».

Por ello, advirtió de que la asociación «acudirá a los tribunales de Buenos Aires, Madrid, Bruselas y Nueva York para trata de impedir» la nacionalización de YPF «y solicitar, en caso contrario, las correspondientes indemnizaciones millonarias».

AEMEC explicó que «la mayoría de los accionistas actuales de Repsol compraron sus títulos contando con su participación mayoritaria en YPF», que aporta la mitad de su producción de crudo, el 40% de sus reservas y la cuarta parte de su beneficio.

YPF está controlada por Repsol, que tiene el 57,43% de las acciones; el grupo argentino Petersen, de la familia Eskenazi, posee el 25,46% y el Estado argentino, el 0,02%, mientras que el restante 17,09% se cotiza en las bolsas de Buenos Aires y Nueva York.

En cuanto al accionariado de Repsol, Caixabank controla el 12,972%; Sacyr Vallehermoso, el 10,01% y Petróleos Mexicanos (PEMEX), el 9,492%. La compañía posee en autocartera el 10% del capital que adquirió a Sacyr a finales del año pasado.

Rajoy despliega una «estrategia internacional» para evitar que Argentina nacionalice Repsol

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Sáenz de Santamaría advirtió que el gabinete que dirige Mariano Rajoy «no va a permanecer parado» ante este asunto y trasladó su preocupación «a todos los niveles» con la situación en el país y «la gravedad del momento actual».

Por este motivo, «reforzó los contactos con los países de la zona y otros organismos», como los Ejecutivos de Estados Unidos, México, que actualmente ejerce la presidencia del G-20, y Colombia, anfitrión de la VI Cumbre de las Américas, para tejer alianzas que frenen las pretensiones argentinas, y «constató la preocupación en muchos estados y empresas» por el paso con el que amagó Argentina, al querer nacionalizar la filial de Repsol en ese país.

Sáenz de Santamaría señaló que esta estrategia internacional pretende trasladar a los vecinos europeos y latinoamericanos que el inicio de un proceso de nacionalización «no sólo afecta a los intereses españoles».

Sáenz de Santamaría advirtió de que si la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, persiste en el empeño de nacionalizar YPF desde España se adoptarán todos los «instrumentos que tiene a su alcance» para defender los intereses generales de España.

Aseguró que por ahora «no nos consta que se haya tomado una decisión en firme» de nacionalizar la filial española YPF, pero indicó que si se llega a adoptar sería una decisión «muy negativa para los intereses españoles».

La vicepresidenta evitó referirse a los instrumentos que tiene en mente el Ejecutivo, al considerar que «las decisiones no se anuncian, se adoptan» y confió en que «el Gobierno no tenga que adoptarlas, pero si tiene que adoptarlas, lo hará».

Con el fin de evitar la nacionalización argentina de YPF, explicó que el Gobierno «lleva trabajando intensamente y con discreción muchas veces sobre este asunto, en concreto desde el mes de enero» y recordó que el ministro de Industria y Energía, José Manuel Soria, viajó a principios de año a Argentina para conocer las pretensiones del país.

Los contactos del Ejecutivo se están realizando a todos los niveles, con especial implicación del propio presidente, Mariano Rajoy, y del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.

Precisamente, García-Margallo, avisó que una hipotética ruptura con Argentina a resultas de la posible nacionalización del 50,01% de la petrolera YPF «no sería sólo económica» y así se lo hizo saber al embajador argentino en Madrid, Carlos Bettini, con quien mantuvo un reunión que calificó de «muy respetuosa» y en la que interpretó que el diplomático había comprendido las motivaciones de España y las trasladaría a su Gobierno.

Él, por su parte, aseguró que comprendía la importancia que tiene para Argentina la producción energética, pero pidió a su Ejecutivo que entienda también la importancia que tiene para el español la defensa de sus empresas. «YPF es importante para Repsol y Repsol es importante para España», sintetizó.

En este escenario, apuntó que la trascendencia de la polémica trasciende la dimensión empresarial. «Estamos hablando de términos económicos, pero no sólo, ni sobre todo, de términos económicos» y dijo que la ruptura de la relación «fraternal» entre ambos países sería «el peor escenario que se puede imaginar», pero sin descartarlo.

García-Margallo advirtió de que cualquier «agresión» a la empresa española Repsol en tanto que propietaria mayoritaria de YPF, «violando el principio de seguridad jurídica, será considerada como una agresión por parte del Gobierno español», que tomará las medidas que considere oportunas y recabará los apoyos necesarios de sus socios europeos; cosa que, precisó, ya hizo.

García-Margallo dijo que, en este tiempo, las exigencias argentinas habían pasado de la distribución de dividendos, a la petición de mayores inversiones de Repsol en el país, a la fijación de precios para empresas como Aerolíneas Argentinas y había desembocado en la retirada de licencias a YPF en algunas provincias, imposibilitando el desarrollo normal del negocio y provocando una caída del 40% en el valor de sus acciones.

El ministro explicó que su departamento está haciendo dos cosas: Tratar de resolver la situación por medio del «diálogo» y el «sentido común» y estudiar las medidas que tomaría en caso de que no se solucionara, si bien rehusó por dos veces enumerar cuáles serían, pues ahora es el momento de buscar el entendimiento, dijo.

No obstante, García-Margallo se preocupó de recordar que España es el primer inversor extranjero en Argentina y de que, en 2001, durante la crisis del «corralito», el Gobierno de José María Aznar ayudó al país sudamericano con un préstamo de 1.000 millones de dólares, gesto que espera se vea ahora correspondido por el de Cristina Fernández de Kirchner.

El PSOE afirma que Repsol «se ha portado muy bien» con el país

Por su parte, la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, apeló a la «responsabilidad y sensibilidad» del Gobierno de Argentina para solucionar la situación de YPF, porque Repsol «se ha portado muy bien» con aquel país, y permaneció allí incluso en los peores momentos del corralito, cuando otras muchas empresas lo abandonaron. Repsol generó «muchísimo empleo», contribuye a su fisco «de manera muy importante» y ejerció su responsabildad allí «durante muchos años», agregó.

Valenciano reiteró el respaldo del PSOE a todas las gestiones del Gobierno para tratar de solucionar la situación de Repsol-YPF, y sin querer desvelar si los socialistas están dessarrollando alguna gestión, aseguró que alguna ayuda «podremos brindar».

Mientras tanto, el diputado de IU Gaspar Llamazares pidió al Gobierno que se deje de amenazas y aparque su actitud colonialista con el fin de facilitar el diálogo y defender los intereses de los españoles y de Repsol en Argentina.

«Lo que sobran son amenazas», señaló Llamazares y criticó el tono «amenazante» de las declaraciones efectuadas por José Manuel Soria, ministro de Industria, Energía y Turismo.

«No son las relaciones deseables del Gobierno, que pasa de la diplomacia a las amenazas y de ahí a un colonialismo duro», afirmó Llamazares, que advirtió de que esa posición «inaceptable» puede traer «muy malas consecuencias en las relaciones internacionales y para el futuro de la propia Repsol».

El parlamentario de IU también criticó a la petrolera española, a la que pidió que lo que tiene que hacer es convencer a los gobiernos español y argentino «que tiene compromisos de rentabilidad, pero también sociales». En su opinión, en el segundo de esos campos «deja bastante que desear» ya que tiene «empresas o intereses en paraísos fiscales y una responsabilidad social corporativa que a veces no parece digna de tal nombre.

Para Irene Lozano, portavoz de UPyD en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados, el Gobierno español debe «mantener mucho la calma» ante el «arrebato nacionalista que le ha dado a la presidenta argentina», Cristina Fernández Kirchner y aseguró que «no llegará la sangre al río».

A su juicio, «lo fundamental es que todo el mundo mantenga la calma, que se intente encauzar las discrepancias que haya por la vía de la negociación». Recordó que «Argentina es un país amigo», razón de más para «intentar solucionar las cosas».

Para el portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Josu Erkoreka, esta situación «unilateral» del Gobierno argentino es un «precedente preocupante» y afirmó que la actuación del Gobierno de Kirchner «no es seria» y genera incertidumbre en las empresas que puedan tener inversiones en Argentina.

Según Erkoreka, la posibilidad de una nacionalización pone «en entredicho la seguridad jurídica» de todas aquellas empresas que tengan inversiones o se planteen invertir en ese país del cono sur.

El PNV consideró que la reacción del Gobierno español es «lógica» y en el futuro deberá seguir siendo «contundente» para tratar de solucionar esta situación por vías diplomáticas.

La CE apoya a España y exige a Argentina que respete sus compromisos con YPF

Por otro lado, la Comisión Europea declaró que respalda a España ante los planes de Argentina de tomar el control de la petrolera YPF, perteneciente a la española Repsol, e instó al Gobierno argentino a respetar sus compromisos con las inversiones extranjeras en su territorio. «Nos ponemos del lado de España en esta situación», declaró tajantemente el portavoz comunitario Olivier Bailly.

La Comisión Europea espera que las autoridades argentinas «garanticen el respeto de sus compromisos internacionales sobre la protección de las inversiones extranjeras en su territorio», señaló, y manifestó que el Ejecutivo comunitario permanece en contacto con el Gobierno español y sigue la situación «con mucha atención».

La Comisión Europea envió una nota diplomática a través de su delegación en Buenos Aires a la oficina de Cristina Fernández para expresar su malestar por sus planes de nacionalizar parte de la petrolera, según confirmó el portavoz, quien negó que por el momento haya habido un contacto directo entre el presidente del Ejecutivo europeo, José Manuel Durao Barroso, y la mandataria argentina.

En ese mensaje, la Comisión Europea insistió en la necesidad de que Argentina y España encuentren una «solución acordada conjuntamente», de manera que no se cause perjuicios a las buenas relaciones y al clima empresarial entre el país suramericano y la Unión Europea, declaró Bailly.

El portavoz también recalcó que, desde la entrada en vigor del Tratado de Lisboa en diciembre de 2009, la Comisión Europea pasa a tener competencia sobre las inversiones de los Estados miembros en países terceros. «Estamos aquí para defender las inversiones extranjeras hechas por los Estados miembros o por compañías con su sede en Europa», dejó claro Bailly. Así pues, la Comisión Europea «tiene interés en intervenir» en este caso, puntualizó una fuente comunitaria.

«La situación actual es, fundamentalmente, un problema bilateral desde un punto de vista jurídico entre Argentina y España, puesto que en el acuerdo existente con el Mercosur no hay disposiciones sobre las inversiones», indicó.

Desde la Unión Europea informaron que llevará su preocupación por los planes del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner a una reunión bilateral que mantendrá en Buenos Aires la próxima semana con representantes de las autoridades argentinas en el marco de su cooperación comercial.

Se trata de una reunión técnica en el marco del acuerdo de cooperación comercial y económica que mantienen las partes desde 1991. Este marco abre la puerta a acciones conjuntas, pero no da «ninguna posibilidad» a la Unión Europea de emprender acciones contra Argentina en caso de conflicto comercial o relacionado con inversiones, advirtieron las mismas fuentes.

«En cualquier caso, en el comité conjunto de los próximos 19 y 20 de abril en Buenos Aires sacaremos el tema y expresaremos nuestras preocupaciones por el posible impacto negativo que este caso puede tener en los intereses económicos y comerciales de la Unión Europea y en las relaciones bilaterales«, explicaron desde Bruselas.

La situación de los inversores españoles en suelo argentino está sujeta a un acuerdo de protección bilateral entre los dos países y por ello la Unión Europea no cuenta con «ningún instrumento jurídico» que le permita intervenir directamente en este caso.

Tampoco la Organización Mundial del Comercio (OMC) cubre la protección de las inversiones y no hay compromisos que Argentina haya asumido sobre este punto con el organismo internacional, por lo que fuentes comunitarias descartaron que la Unión Europea pudiera elevar la situación de la filial argentina de Repsol a este foro.

Así las cosas, Bruselas se ofrece a jugar un papel de «facilitador» para un acuerdo entre las partes o de mediador del conflicto e insistió en que no hay instrumentos jurídicos con los que la Unión Europea pueda responder.

La AIE constata una moderación en el alza de los precios del petróleo

En su informe sobre el mercado del petróleo hecho público este jueves en París, la AIE estima además que ha comenzado a verse un cambio de tendencia respecto a lo observado desde 2009 y que han empezado a reconstituirse las reservas de crudo en varios países.

El informe constata que los precios del crudo cedieron en los últimos días los 5 dólares por barril en los que se había incrementado durante el mes de marzo hasta quedar en torno a los 120 dólares para el Brent y alrededor de los 102 para el West Texas Intermediate.

La demanda global de crudo aumenta para el conjunto de 2012 según las últimas previsiones de la AIE, que la sitúa en los 89,9 millones de barriles diarios, un 0,9% más que en 2011.

La oferta procedente de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) quedó en marzo en un nuevo máximo de los últimos tres años y medio, al alcanzar los 31,43 millones de barriles diarios; la oferta de otros países cayó hasta los 52,7 millones de barriles diarios en el mismo mes.

En su informe, la agencia explica que las manifestaciones de Arabia Saudí sobre sus garantías por el lado de la oferta, así como la especulación sobre una eventual puesta en el mercado de reservas estratégicas, y la esperanza de solución sobre el conflicto con la estrategia nuclear de Irán contribuyen a un cambio de tendencia.

El incremento de la oferta de crudo ha tenido sin embargo por el momento un impacto relativo sobre los precios puesto que gran parte de ese aumento ha ido a parar a reservas en tierra o se mantiene en el mar.

Según los datos de la AIE, las reservas industriales de los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) aumentaron durante el primer trimestre de 2012 en 500.000 barriles diarios.

También tiene información la AIE sobre el aumento de las reservas por parte de Arabia Saudí y China y recuerda las manifestaciones de responsables saudíes en alusión a ese incremento en esos dos países, así como en Holanda y Egipto.

Esos elementos de los que dispone la agencia le permiten considerar que el ciclo repetitivo de tensión en relación con los datos fundamentales del mercado que se dieron desde 2009 por el momento ha terminado.

En cuanto a la demanda de los países de la OCDE, la agencia constata que se espera una reducción del 1,1% en 2012 con relación a la del año pasado, consecuencia en parte del mantenimiento de un nivel de precios elevado.

Se refiere la AIE a las previsiones de crecimiento económico de los países de la OCDE, que solo será del 1,1% en 2012, frente al 1,6% de 2011.

En relación con Japón, el informe comenta que la demanda real de crudo de ese país para compensar las consecuencias que tuvo para su producción de energía nuclear por la catástrofe de Fukushima fue la mitad de la esperada y se incrementó en 145.000 barriles diarios.

Eso se debió esencialmente a un recurso mayor de lo esperado al gas natural licuado como fuente de energía y a la aplicación de medidas de control de la demanda.

La OPEP alerta de la necesidad de estabilizar los precios del crudo ante la incertidumbre económica

La cifra estimada en el Informe Mensual sobre el Mercado Petrolero de la OPEP publicado este jueves supone un crecimiento del consumo de «oro negro» en 860.000 bd (un 0,97%) respecto de 2011.

Sin embargo, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) resalta que permanecen «muchos desafíos», entre los que destaca la fragilidad de la zona del euro «debido a los altos niveles de desempleo».

«Cuando la situación económica parece bajo control, nuevas preocupaciones pueden emerger dadas las previstas elecciones en Francia, Grecia y el referéndum en Irlanda sobre la unión fiscal», señalan los expertos de este grupo de doce países productores de crudo. También la economía estadounidense, aunque mejora, afronta «aún un mercado laboral relativamente débil», mientras que el crecimiento en China, India o Brasil, si bien sigue sólido, se está ralentizando.

Desde el primer pronóstico para 2012 efectuado el año pasado, la OPEP ha reducido su estimación de la demanda de crudo del planeta desde 1,3 mbd hasta la cifra actual, si bien esta vez ha mantenido la del mes pasado pues considera que, pese a todo, hay señales esperanzadoras de una estabilización.

En el mismo periodo de tiempo ha aumentado la oferta mundial de crudo, tanto de la OPEP como de fuera, lo que ha propiciado una considerable subida en el nivel de las reservas comerciales almacenadas de esta materia prima y sus derivados.

El informe corrige al alza, en 30.000 bd, su estimación sobre la producción de fuera de la OPEP, al cifrarla en una media anual de unos 60.000 bd (52,8 mbd en el primer trimestre). A esa oferta se añaden 5,6 mbd de GNL (Gas Natural Licuado) y crudo no convencional de la OPEP, así como el bombeo del grupo de doce países, que se situó en marzo en 31,3 mbd, 136.100 bd más que el mes anterior.

«Dadas las circunstancias reales del mercado, es claro que los altos precios existentes no pueden estar justificados por los fundamentos (la relación entre la oferta y la demanda) del mercado actual«, señalan los expertos de la organización.

Y en una clara alusión al conflicto en torno al polémico programa nuclear de Irán -segundo productor de la OPEP y cuarto del mundo-, añaden que la carestía del «oro negro» está impulsada por «factores geopolíticos», que a su vez se ven «amplificados por actividad especulativa».

El barril de crudo de la OPEP se vendió a una media de 122,97 dólares en marzo, un 4,7% más que en febrero, si bien se ha moderado hasta situarse en 117,80 dólares el pasado miércoles.