El descenso de julio se produce después de que el consumo de gasóleo, que asciende a 2,3 millones de toneladas y que equivale a casi la mitad del total, cayese un 8%, mientras que el de fuelóleo se situó en 883.000 toneladas, tras descender un 13%, según el último boletín mensual de la Corporación de Rservas de Productos Petrolíferos (Cores).

En los siete primeros meses del año, la demanda de productos petrolíferos acumuló un descenso del 6,5%, hasta 35,5 millones de toneladas, y cayó especialmente en el segmento del fuelóleo, un 8%, hasta 5,7 millones de toneladas.

El gasóleo consumido hasta julio rondó las 17,2 millones de toneladas, un 5,8% menos, mientras que las gasolinas alcanzaron 2,8 millones de toneladas, un 5,9% menos. Los querosenos registran descensos del 5,7%, hasta 3 millones de toneladas.

Cores constató que todos los productos registran descensos de demanda en julio y atribuyó la caída tanto a la menor actividad económica como a la contracción de la demanda privada.

En el caso de los combustibles de automoción, la demanda acumuló un descenso del 5,6% hasta julio, cuando ya se había iniciado la temporada vacacional, en la que se registraron máximos históricos en los precios de la gasolina y del gasóleo.

«Se lo garantizo», afirmó Mazarrasa en una entrevista con RNE, al ser preguntado acerca de si el precio de la gasolina y del gasóleo en los surtidores es justo. De cada 50 euros de repostaje, unos 23 se dedican al coste del producto, 21 a impuestos, 4,5 a transporte y «sólo» entre 1 y 0,5 euros al margen del operador, explicó.

Por este motivo, el director general de la asociación de los principales operadores del sector consideró que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, cometió un «grave error» al decir que el margen empresarial por cada litro ronda los 15 céntimos, cuando en este dinero entran costes ajenos al beneficio final como el transporte, almacenamiento, comercialización, existencias de seguridad o incorporación de biocombustibles.

«Nos dicen que el margen es excesivo, pero el margen del operador no supera el 1%», señaló, antes de negar la falta de competencia en el sector y de asegurar que «los operadores están peleando por cada litro con todo tipo de campañas, promociones y descuentos».

«Se nos acusa de falta de competencia, y llevamos desde 2007 como toda la economía sufriendo» los efectos de la crisis, lamentó Mazarrasa, quien advirtió de que el de las estaciones de servicio es «un negocio de mucho volumen un poco margen».

En cuanto a los informes de la CNE y del Boletín Petrolero en los que se aprecia que en agosto el precio de los combustibles antes de impuestos eran en España los más altos de Europa, sólo por detrás de Dinamarca, Mazarrasa señaló que los datos se han extraído de un «ránking muy volátil» en el que la posición del país «depende de la semana o fecha que se mire». «Ayer habíamos bajado y éramos séptimos», dijo.

Sobre la posible adopción de medidas para liberalizar la instalación de estaciones de servicio en autopistas y autovías, advirtió de que, en los casos de concesiones públicas,»hay que pagar una cantidad millonaria» que «no está al acceso de cualquiera».

«Sólo se pueden amortizar entre 20 y 25 años» y «hoy en día son una auténtica ruina. Muchos operadores están dispuestos a traspasar estas estaciones de servicio», aseguró.

Por otro lado, el director general de AOP insistió en que su asociación no puede hacer previsiones acerca de la evolución de los precios en los próximos meses, si bien en las cotizaciones internacionales del crudo se aprecia «una cosa buena», que es la determinación de Arabia Saudí de contener el precio del barril en torno a 100 dólares y, para ello, elevar la producción.

Los cálculos de la empresa contemplan una producción inicial de 30.000 barriles diarios que se elevará hasta una horquilla de entre 120.000 ó 150.000 barriles cuando se cumpla un año de operación, dijo Moreno a periodistas durante la feria Rio Oil & Gas, en Río de Janeiro.

Repsol Sinopec participa en un 25 por ciento de este campo, situado a cerca de 300 kilómetros de la costa de São Paulo, en el que Petrobras es la operadora y también participa BG Group.

Moreno dijo que la compañía ya ha presentado a la Agencia Nacional del Petróleo (ANP), el regulador brasileño, el programa de desarrollo de los tres campos que integran del bloque BM-C-33, donde realizó recientemente grandes descubrimientos de hidrocarburos.

El campo Pão de Azúcar, en el que Repsol Sinopec posee un 35 por ciento y es el operador, hay un volumen estimado de 700 millones de barriles de petróleo y tres millones de pies cúbicos de gas (tcf).

El responsable de Repsol Sinopec explicó que la perforación de ese campo solo se iniciará en el tercer trimestre del año que viene porque el equipo que ha contratado está implicado actualmente en un proyecto en Corea del Sur que concluirá previsiblemente el próximo julio.

Moreno argumentó que el Pão de Azúcar es «el campo de mayor profundidad descubierto en Brasil», lo que exige utilizar equipos de perforación complejos que en este momento no están disponibles en el mercado.

Una vez terminada la perforación, se hará una nueva evaluación del volumen de hidrocarburos que contiene el yacimiento, lo que se podría producir entre 2014 o 2015, según Moreno.

El directivo dijo que el objetivo de la compañía es «crecer» en Brasil y utilizar los 17.800 millones de dólares de que dispone la empresa en proyectos de exploración y producción.

«El objetivo es crecer. El dinero de la ampliación de capital es para eso», dijo Moreno, en alusión a los 7.100 millones de dólares que aportó Sinopec en 2010 al fusionarse con la filial brasileña de Repsol.

Repsol participa desde 2006 en el campo de Albacora Leste, en el que es socia de Petrobras, que posee un 90 por ciento, tiene dos proyectos en evaluación, Piracucá y Carioca, y once bloques exploratorios, entre ellos el citado BM-C-33.