El estudio internacional, presentado por el profesor del IESE Pablo Fernández en un acto de la London School of Economics (LSE) en Londres, concluye que el valor de las acciones de YPF confiscadas a Repsol es de 51,2 dólares. El 70% de los resultados contempla dos cifras, 47,3 dólares o 56,7 dólares.

De la red internacional de expertos participantes en la evaluación, los 32 procedentes de Argentina han ofrecido cifras medias de 50,2 dólares por acción, casi el mismo importe que los 50,8 dólares de los consultados en España. Los suizos consultados, con 58,3 dólares por acción, aportan la cifra más alta.

El anuncio de la expropiación de YPF en abril del año pasado provocó una caída del precio de las acciones de la compañía del 29%. Antes de la intervención del Gobierno argentino, los títulos recibían una valoración de entre 50 y 55 dólares por parte de bancos internacionales como Deutsche Bank, Santander o Morgan Stanley.

Esta horquilla concedía a Repsol, sin prima de control, un valor para su participación del 57,4% en YPF de entre 11.300 y 12.400 millones de dólares. A la vista de la devaluación de todo el paquete accionarial, incluido el 6% no expropiado, una justa valoración debería incluir tanto el valor del 57,4% como una prima de control del 20%, indican algunos consultados.

Esta prima de control podría elevar el valor de la participación total de Repsol en YPF a entre 13.600 y 14.900 millones de dólares en caso de que el Estado argentino hubiese cumplido con los estatutos de la empresa y lanzado una oferta formal de compra.

Además, la evaluación no tiene en cuenta el lucro cesante de Repsol, especialmente elevado a la vista del potencial del yacimiento de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta, lo cual, según indican algunos expertos, podría implicar un valor adicional del 30% para las acciones.

Durante el acto de la LSE, el vicesecretario general de Repsol, Miguel Klingenberg, indicó que el principal objetivo de la compañía sigue siendo alcanzar un acuerdo amistoso con las autoridades argentinas, sin renunciar en paralelo a ninguna de las acciones legales a su alcance, incluido el arbitraje internacional.

Dentro de los frentes legales, se denunciará en los tribunales argentinos la inconstitucionalidad de la expropiación de YPF, mientras que en Estados Unidos y en España se tomarán medidas para evitar que terceras partes puedan aprovecharse de la confiscación.

El arbitraje internacional se centrará en exigir la restitución de los bienes expropiados o una compensación justa tanto por su valor como por los daños ocasionados.

Así lo ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la empresa, cuyo incremento del 10,8% en sus reservas se contempla sin contabilizar las que tenía la argentina nacionalizada YPF a cierre de 2011, cuando llegaban a 1.011 millones de barriles equivalentes del petróleo crudo y que ahora no pueden compararse.

Así, las reservas crecieron más de un 10% a cierre de 2012 debido a las nuevas incorporaciones en Venezuela, Brasil y Norteamérica.

En 2012, las de Trinidad y Tobago suponen (329 millones de barriles equivalentes de petróleo crudo); Perú (282); Venezuela (240); Resto de Sudamérica (182); África (152 millones); Norteamérica (53); Asia (51) y Europa (6 millones).

La energética acabó el pasado año con reservas probadas desarrolladas de petróleo crudo, condensado y gas natural de 635 millones de barriles, frente a los 600 de un año antes.

Si se tuviesen en cuenta las de la nacionalizada YPF (758 millones de barriles a cierre de 2011), las de la entonces petrolera hispano-argentina llegaban a 1.358 millones.

Repsol cerró 2012 con la mayor tasa de reemplazo de reservas de hidrocarburos de su historia (del 204%), cifras que triplica la de 2008, ejercicio en el que su capacidad de reposición era del 68%.

La tasa de reemplazo de una petrolera refleja la relación entre el petróleo que extrae la petrolera y las nuevas reservas que descubre, por lo que indica sus posibilidades futuras de extracción y suministro.

Respecto a 2011, año en el que este indicador fue del 162%, Repsol mejora su capacidad de reemplazo 42 puntos tras incorporar a sus reservas 156 millones de barriles equivalentes de petróleo (mboe), principalmente en Venezuela, Perú, Norteamérica, Asia y Sudamérica (Brasil y Colombia).

«Esperamos que la ejecución exitosa de esa transacción -valorada en 6.653 millones de dólares- permita a Repsol reducir significativamente su nivel de endeudamiento», ha señalado François Lauras, analista de la agencia.

La nota de la petrolera no obstante se mantiene en un aprobado bajo (Baa3), la misma que la deuda del país, aunque en este caso la perspectiva que adjudica Moody’s es negativa.

En virtud del acuerdo de venta a Shell, que incluye los activos de GNL de Repsol en Trinidad y Tobago, Perú y Bahía de Bizkaia Electricidad (BBE) en España, Repsol se embolsará 4.400 millones de dólares y se liberará de deudas y compromisos financieros por 2.253 millones de dólares.

El éxito de esta operación, cuyo cierre se espera para finales de 2013, permitirá a Repsol reducir su deuda neta ajustada -excluyendo Gas Natural Fenosa- en 4.600 millones de euros de una estimación de 12.700 millones a finales de 2012, según Moody’s.

De este modo, la agencia espera que la compañía que preside Antonio Brufau disponga de suficiente flujo de caja para apuntalar la ejecución de sus principales proyectos «upstream».

A la hora de efectuar esta revisión, la agencia de calificación tuvo también en cuenta las mejoras en la rentabilidad de los negocios clave del grupo y la mejora de su posición de liquidez por otras desinversiones u operaciones de capital.

Repsol tiene un saldo de caja de 4.600 millones de euros y líneas de crédito por 4.400 millones de euros, mientras que sus obligaciones de deuda hasta junio de 2014 suman 4.200 millones de euros, indicó la agencia, lo que le sitúa en una «buena posición para hacer frente a una potencial volatilidad de los mercados de capital».

Repsol registró en 2012 un beneficio neto de 2.060 millones de euros, un 6,1% menos que en 2011, debido al efecto de la menor valoración de los inventarios, según los resultados presentados esta semana.

Las cuentas estuvieron impulsadas por el área de «upstream», que engloba exploración y producción, cuyo resultado de explotación creció un 56,3%, hasta situarse en 2.208 millones de euros.