Bruselas advierte de que los cambios retroactivos a la hora de apoyar las renovables ahuyentan la inversión

Durante su intervención en la Convención Eólica 2014, López-Nicolás insistió en la necesitad de evitar estos cambios retroactivos y que las posibles modificaciones sean dialogadas y consensuadas con el sector, aunque recalcó que los estados tienen la responsabilidad de hacer cumplir los objetivos europeos del 20-20-20 «según la forma que creen más conveniente para conseguir el objetivo».

De hecho, evitó pronunciarse sobre la reforma eléctrica española y sólo apuntó que desconoce «los detalles del texto» y que, por tanto, no puede valorarlo, aunque la Comisión «evaluará» la normativa y «emprenderá acciones» en el caso de que contravenga los objetivos medioambientales de la Unión Europea.

López-Nicolás subrayó la «preocupación» que existe en torno a los cambios retroactivos por su posible impacto en la inversión «no solamente en España sino también en Europa», lo que «puede influir de forma muy negativa a los cumplimientos de los objetivos 2020 y 2030».

Las empresas prevén una ola de recursos contra la reforma

Por su parte, las empresas con activos eólicos anunciaron una oleada de recursos contra la normativa renovable, que consideraron «retroactiva» e «injustificada», y que se sumará a los seis arbitrajes a los que ya se enfrenta España por esta cuestión.

Durante su intervención en la Convención Eólica 2014, el director de Iberdrola en la Península Ibérica, José Oriol, señaló que la reforma «no es justa, ni proporcionada, por lo que habrá que replantearla», aunque no negó que la eléctrica tiene «abiertas todas las posibilidades» jurídicas para «buscar la mejor rentabilidad para nuestros accionistas».

De la misma manera, el vicepresidente para Europa de Enel Green Power, Roberto Deambroglio, señaló que «todo el sector va a recurrir», como ya hicieron algunas comunidades autónomas, al mismo tiempo que consideró que esta «retroactividad muy fuerte» hará cambiar la propia regulación, que ha hecho «mucho daño económico y de confianza» y destacó que «se nos ha querido dar el papel de benefactores y no estamos para eso».

El consejero delegado de EDP Renováveis Europe, Joao Paulo Costeira, coincidió en que hay «razones para que muchos se sientan maltratados» y criticó que «el Gobierno no ha ofrecido ninguna señal de querer discutir y dialogar».

Además, acusó a la patronal eléctrica, UNESA, de «intentar encontrar un culpable y de que las renovables paguen los platos rotos» por el déficit de tarifa y afirmó rotundo que «estamos tratando la problemática como si fuera una tienda de ultramarinos y la energía es un tema mucho más importante».

Los conferenciantes coincidieron en que la reforma provocó un «daño muy grande» en el sector eólico y abogaron por la puesta en marcha de una regulación «inteligente», basada en criterios que no puedan ser discutidos y que cuenten con el consenso del sector.

De hecho, según Deambroglio, el daño a la confianza en España ha sido tan grande que aunque se repare la regulación los inversores huirán del país, «no solo del sector renovable».

Oriol insistió en la posibilidad de aprovechar los años en que no será necesaria nueva capacidad, que calculó entre 5 y 10, para trabajar con el sector en una nueva regulación, puesto que actualmente «España no necesita más eólica, ni ninguna otra tecnología» y añadió que «mientras no haya demanda no vamos a producir más». No obstante, vaticinó que «de aquí a no mucho», el Gobierno nos tendrá que escuchar, «porque el capital se va rápido a otros lados».

Por su parte, el consejero delegado de Acciona Energía, Rafael Mateo, confió en que la recuperación de la demanda y el «cierre paulatino de las centrales fósiles (…) acabará poniendo las cosas en su sitio».

«Tenemos tiempo para hacer las cosas mejor», apuntó Mateo, al mismo tiempo que subrayó que España logrará tener a medio plazo una de las facturas eléctricas más baratas de Europa porque «el 30% ó el 40% de la energía que se producirá en este país no tendrá coste», a pesar del discurso falaz de que las renovables son las culpables del déficit tarifario.

En cualquier caso, el directivo de Acciona consideró que «no hay necesidad de seguir invirtiendo. Hay que ser más eficientes, esperar y focalizarse en mercados con necesidades».

Todos tacharon de injusta la reforma y Costeira incluso la calificó de «muy socialista y muy estatista» porque «ha buscado a quien todavía tenía algún dinero y se lo ha quitado». A pesar de eso, aseguró que las empresas eólicas «seguirán siendo punteras en el extranjero».

De cara al futuro, todos señalaron que las inversiones en España están descartadas porque no hacen falta ni hay estabilidad regulatoria, de manera que los fondos se dirigirán hacia países con mayor «credibilidad» y con planes de nueva capacidad para los próximos años.

Asimismo, confiaron en la capacidad de las empresas españolas de seguir exportando su tecnología, así como del margen existente para mejorar la eficiencia en los parques ya instalados.

En ese sentido, el consejero delegado de Gamesa para Europa y el resto del Mundo, Ricardo Chocarro, abogó por favorecer la exportación de tecnología, producto e innovación, donde España es «puntera» y pueda convertirse en un «hub eólico mundial», mientras que Mateo reconoció que «hay que enfocarse en la eficiencia» y que hay que exportar «Know How» e ingenieros en focos emergentes para deslocalizar la inversión nacional.

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