Berenguer se convierte en la cabeza visible del sector retroprogresivo
El pasado jueves el diario Expansión publicaba unas declaraciones tipo panzer, fuertemente agresivas, incendiarias y sin fundamentos, ni datos del Presidente de la Comisión Nacional de Competencia, Luis Berenguer, hacia el mercado eléctrico, introduciendo un fuerte cuestionamiento al mismo.
El presidente de la Comisión Nacional de Competencia Luis Berenguer se ha convertido, con sus declaraciones, en la cabeza visible el movimiento retroprogresivo de la energía: colectivo que niega el mercado, reniega del déficit tarifario y de la necesidad de subir las tarifas, promueve la intervención en el sector eléctrico, es favorable a la discrecionalidad administrativa discrecional (la discrecionalidad regulatoria y los rejonazos solucionan el déficit y lo que se ponga por delante), considera a las empresas un brazo ejecutor, un instrumento al servicio de la planificación, la gestionabilidad y decisiones públicas, incorpora prejuicios respecto de los datos económicos y financieros del sector haciendo una lectura apócrifa de las amortizaciones y las inversiones, para acabar pidiendo un modelo de retribución por tecnologías a modo del Marco Legal Estable, buscando romper con el mercado eléctrico, en aras de un concepto esotérico de eficiencia planificada regulando los ingresos por tecnologías.
Ello es posible porque los miembros de este colectivo están silentes, apostados en distintas posiciones dentro de los aparatos institucionales y empresariales de la energía, mientras que, en sentido contrario, Berenguer tiene acceso a la alcachofa y utiliza su tribuna de forma pública aprovechando el micrófono abierto, gestionando sus influencias (y también mediatizado por ellas) y, por qué no decirlo, merced a su aspiración al prolongarse en el cargo, cuando no, además, de la absorción de los órganos reguladores sectoriales en su seno e incremento de su preceptiva cuota de pantalla.
Por ejemplo, hay varios consejeros de la CNE adscritos intelectualmente a esta tendencia, que no hacen declaraciones directamente, de forma que trabajan en la sombra y elaboran opúsculos que cuelan como doctrina ex cátedra del organismo (por ejemplo, el Informe sobre Costes y Precios o las morcillas ideológicas que introducen en cada informe de tarifas o directamente en las notas de prensa del organismo cada vez que se tratan estos temas).
Otros elementos intelectuales dentro del dicasterio energético pertenecientes a este colectivo y con estas ideas asimiladas están amparados o recogidos en el seno de Red Eléctrica de España (REE). Y finalmente queda algún entrañable jubilata que escribe de vez en cuando apostillando tesis retroprogresivas en los medios de comunicación más conspicuos. Eso, más la hija de un Consejero de la Comisión Nacional de Energía, que como buen vástago, prolonga la estirpe, la tradición familiar y estos argumentos en el tiempo unido a los amparos contractuales de los trabajos encargados por este organismo.
Quede claro que en el caso de la energía, Berenguer habla, no por su experiencia, conocimiento o sabiduría en el sector energético, sino por sus expectativas primero y por sus influencias después. Entre los referentes de esta tendencia cercanos a Berenguer, hay que consignar a la consejera del organismo, Pilar Sánchez, ex Red Eléctrica de España (REE) y Jaime González, Consejero de la CNE, hoy vecinos y residentes en la calle Barquillo de Madrid, quienes comparten además de principios ideológicos, pasión furibunda frente al sector privado, atavismos ideológicos antiempresariales y, además, de vez en cuando desayunos con churros y porras.
Consecuentemente, Luis Berenguer, presidente de la Comisión Nacional de Competencia ha hablado trasplantando directamente, estos argumentos del segmento retroprogresivo de la energía negacionista del mercado eléctrico, fuertemente anticompetitivos y antimercado. La primera reflexión a hacer es cómo la CNE que debería ser garante del mercado y su liberalización se dedica a proferir documentos contrarios al mismo. Y cómo el presidente de la CNC también habla contra el mercado eléctrico pidiendo modelos que retribuyan un bien indiferenciado por mecanismos retributivos no competitivos. ¿No es esto una contradicción in términis? ¿No es el mundo al revés?
¿Y por qué lo ha dicho? En primer lugar, porque se ha ofrecido para ‘ocuparse’ de crear una emulsión suficiente para provocar involución competitiva en el mercado eléctrico. Además, se viene autopostulando indisimuladamente para dirigir un macroorganismo regulador que integre Comisión Nacional de Energía (desaparecida, ausente y fuera de combate de los principales debates y problemas presentes del sector energético), Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones y Comisión Nacional de Servicios Postales. Berenguer vuelve a la carga con esta pretensión con un argumento policial: vigilar la regulación ex ante. Y, todo ello, tras no haber conseguido convencer a su mentor, el alicantino Pedro Solbes, ex vicepresidente económico del gobierno y ministro de economía.
¿Cuándo lo ha dicho? Lo dice en un momento en que se va producir la primera subida sustancial de tarifas eléctricas (eso no quiere decir que la subida aprobada, necesaria, sea útil para reducir el déficit tarifario). También lo dijo en la mañana en que se iba a producir la aprobación del decreto de navidad en que se incorporaba a las generadoras la tasa por el uso de la red de distribución, se prolongaba el bono social (a cargo de las eléctricas) y se elevaba el techo del déficit tarifario para 2010, 2011 y 2012. Y, como tercer hito temporal, y probablemente el más determinante, también lo ha dicho en el comienzo del fin, en las vísperas de que también le caduque el cargo, por lo que es previsible que su campaña para pescar en rio revuelto no cese, con temas jugosos y como se dice en los medios de comunicación “de rabiosa actualidad”.
Mañana abordaremos en profundidad el contenido de estas declaraciones y su desapego de las propias actuaciones de la Comisión Nacional de Competencia como institución: no hay procesos abiertos frente al mercado mayorista de la electricidad y tenemos los precios más bajos de Europa en generación. Pero eso, es harina de otro costal. Continuará.



Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir