Ayuntamiento de Barcelona, Red Eléctrica y Fecsa-Endesa acuerdan resolver los apagones en 3 horas

El ayuntamiento de Barcelona, junto a Red Eléctrica Española y Fecsa-Endesa, han puesto en marcha un protocolo para que si se produjera un incidente como el que el 23 de julio dejó sin luz a 350.000 barceloneses, algunos de ellos durante tres días, se pudiese restablecer el suministro en cuatro horas.

Las obras de urgencia de interconexión entre las subestaciones eléctricas, que está previsto que finalicen esta misma semana, y la «reserva» de 69 generadores disponibles para cualquier nueva incidencia permitirían que el corte de electricidad no tuviera el alcance de aquella avería, que además de los problemas generados a los ciudadanos y comerciantes provocó una tormenta política.

El primer teniente de alcalde, Carles Martí, y la concejal de Movilidad, Assumpta Escarp, se han reunido hoy con responsables de las compañías Fecsa-Endesa y Red Eléctrica para hacer el seguimiento de la normalización de la red eléctrica en la capital catalana.

Escarp ha informado, en una rueda de prensa posterior a esta reunión, de que en los próximos días -previsiblemente en una semana- se habrán retirado de la vía pública los 69 grupos electrógenos que habían permanecido en la calle por si se repetía el apagón, y que ahora quedarán en depósito en las instalaciones de las empresas distribuidoras, también a disposición ante cualquier posible alerta.

El ayuntamiento ha previsto además un «espacio de reserva» en la vía pública que facilite la ubicación rápida de estos generadores si fuera necesario (en chaflanes o en zonas que resulten menos molestos), ha explicado Escarp, quien ha señalado que se han reservado precisamente los grupos electrógenos menos ruidosos y contaminantes.

La concejal ha informado de que mañana está previsto que se instale el segundo de los transformadores de la subestación de Maragall (el primero lo hizo ya hace unas semanas).

Fecsa tiene previsto además finalizar también este fin de semana los trabajos de conexión entre las subestaciones de Les Corts-Urgell y Espanya-Urgell, mientras que ya se han acabado las actuaciones para establecer «líneas redundantes» entre las de Tánger-Clot-Maragall, Tánger-Maragall (por otro circuito) y entre las de Sant Martí-Meridiana.

Escarp confía en que estas actuaciones sirvan para el «mallado» definitivo de la red y que no se requiera abrir de nuevo zanjas en las calles afectadas.

Con todas estas actuaciones, el ayuntamiento considera que la red estará preparada para poder abordar la demanda eléctrica en septiembre, cuando se produzca un aumento tras el final de las vacaciones, y que además podrá atender las «puntas» de consumo que se producen durante el invierno antes de que finalicen los trabajos de acondicionamiento en la subestación de Maragall, en febrero.

El primer teniente de alcalde de Barcelona, Carles Martí, ha afirmado que se está haciendo un «ejercicio de previsión» ante posibles incidentes ya que, a su juicio, «ha quedado claro» que la estructura de distribución no estaba «mallada» para ofrecer alternativa de suministro y «que no nos deje colgados» en caso de un incidente de este alcance.

Martí ha recordado que el ayuntamiento está elaborando el expediente informativo, que estará finalizado el mes que viene, para intentar establecer si las empresas eléctricas «estuvieron a la altura de las circunstancias», y ha subrayado que en un caso como éste el consistorio no tiene capacidad para realizar los trabajos de mejora de forma subsidiaria, y que son las compañías las que se tienen que encargar de los mismos.

Para el primer teniente de alcalde este apagón debe haber servido para que las empresas hayan «aprendido la lección» y dispongan de los recursos y los mecanismos que impidan que se repita, y ha insistido en que si hoy mismo volviera a producirse el incidente del 23 de julio, éste no sería tan grave, ya que se han puesto en marcha varias de las conexiones entre las subestaciones.

El expediente informativo que elabora el consistorio incluirá, ha dicho Escarp, los gastos que el apagón ha generado a los servicios municipales (bomberos, grúas, Guardia Urbana, y otras emergencias), y formará parte de la «reclamación patrimonial» que el ayuntamiento de Barcelona formulara a las empresas responsables.

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