Antonio Peris, presidente de Sedigás: «España es el país Europeo más diversificado en relación con el aprovisionamiento de gas»

PREGUNTA.- Ustedes valoran de forma positiva las nuevas medidas que impulsa la Comisión Europea para la liberalización del sector gasista. ¿En qué consisten? ¿Cómo contribuyen a que sea un mercado más liberalizado? ¿Por qué existen reticencias en determinados países?

RESPUESTA.- El objetivo que persigue la Comisión con el tercer paquete de propuestas en materia de política energética es lograr una apertura real de los mercados de gas y electricidad en todos los países de la Unión Europea, que implante efectivamente un marco homogéneo para el mercado interior de la energía. La industria española del gas apoya estas propuestas, que en parte han tomado como referencia el modelo gasista español que las tiene ya en funcionamiento con resultados satisfactorios.

Entre las principales medidas que propugna la Comisión destaca una efectiva separación entre la gestión de las redes y las actividades competitivas. Sin ella, hay un riesgo inherente no sólo de discriminación en la operación del sistema gasista, sino también de falta de incentivos de las empresas verticalmente integradas para invertir lo adecuado. La mejora del acceso a los almacenamientos y terminales de GNL, y la limitación de las infraestructuras exentas de esta obligación de acceso son otras de las medidas que persigue este organismo.

A nivel de relaciones entre estados, la Comisión propugna una cooperación eficiente entre los gestores europeos de sistemas nacionales de transporte, el reforzamiento de los reguladores energéticos nacionales, y la implantación de una cooperación mutua entre ellos mediante una Agencia de Cooperación de los Reguladores de Energía.

Otra medida a destacar es la exigencia a las empresas extracomunitarias que quieran actuar en el mercado energético europeo del cumplimiento de las mismas normas de competencia y el establecimiento de convenios bilaterales.

En definitiva, el objetivo de la Comisión es el avance gradual efectivo hacia un mercado europeo para los clientes pequeños: residenciales y pymes, así como la consecución de una solidaridad interna en caso de necesidad y una mayor seguridad de suministro.

Las medidas de la Comisión Europea encuentran eco favorable en los países de la Unión Europea que hemos avanzado firmemente en la liberalización del mercado (Reino Unido, España, Holanda …). Pero también encuentran resistencias serias por parte de algunos países, entre ellos Alemania y Francia, que si bien sobre el papel han cumplido la legislación vigente, sus modelos difieren de forma sensible con las medidas que propugna la Tercera Directiva.
Junto con el Reino Unido, somos el mercado más abierto, si bien en nuestro país con el mérito añadido de no disponer de la producción nacional de gas que le ha asegurado la autosuficiencia a Gran Bretaña hasta muy recientemente.

PREGUNTA.- ¿Cómo ve las relaciones de la Unión Europea con Rusia en el ámbito gasista? ¿Y con Argelia?

RESPUESTA.- Argelia es un país con importantes reservas de gas natural y que, con el paso de los años, ha fortalecido el sistema de explotación y gestión de este combustible. Argelia, a través de su compañía pública, establece contratos con compañías de otros países en un ámbito estrictamente privado. Este hecho no afecta a los suministros que recibe España de este país, sometidos a contratos de larga duración. Actualmente, el 32% del gas que consumimos proviene de Argelia (cerca de 12 puntos por debajo del porcentaje correspondiente a 2005, que era del 43,7%) y el resto está diversificado en 8 países más. España es el país Europeo más diversificado en relación con el aprovisionamiento de gas.

Por otro lado, en relación con el mercado Ruso, si bien es el responsable del abastecimiento gasista de buena parte del continente europeo, su gas no llega a nuestro país. Rusia exporta la mayor parte de su combustible a través de gasoductos que nutren el mercado centro europeo. Del total de gas natural que importa España, el 69% llega a través de buques metaneros y el 31% restante, vía gasoducto.

En este contexto, las relaciones de la Unión Europea con Rusia (que dispone de las mayores reservas de gas del mundo) y con Argelia (principal productor de gas del área mediterránea) seguirán basándose, como hasta la fecha, en un marco de beneficio mutuo y de acuerdos a largo plazo que garanticen el suministro de gas en condiciones competitivas y estables.

PREGUNTA.- Del mismo modo, ¿cómo valoran las relaciones con Argelia y los distintos hechos del último año en este sector en nuestro país, a cuenta de la ampliación de capacidad de comercialización de Sonatrach, la situación del Medgaz, etc…, entre otras cuestiones?

RESPUESTA.- Como he comentado antes, las relaciones con Argelia, a través de su compañía nacional Sonatrach, se mueven en un ámbito privado, con excepciones puntuales que precisan de la intervención de organismos energéticos, como es el caso de la fijación de la capacidad de comercialización de Sonatrach. Una vez más, reitero mi convicción en la consecución de acuerdos razonables.

PREGUNTA.- ¿Podría comentarnos el estado actual de la organización del proceso de ‘switching’ en nuestro país ¿por qué se han creado dos sociedades en el ámbito gasista? ¿Es razonable que esta situación se mantenga? ¿Cómo cree que se puede resolver esta situación?

RESPUESTA.- El proceso de “switching” en el gas —entendido como cambio de suministrador de mercado a tarifa a mercado liberalizado, o cambio de comercializadora ya dentro del mercado liberalizado— se ha desarrollado correctamente en nuestro país. Durante los últimos años, los traspasos de información relativa a clientes entre compañías se han realizado de una manera eficiente. Muestra de ello es nuestro grado de abertura: a día de hoy, el 89% de las ventas de gas se realizan en el mercado liberalizado.

Con el fin de culminar correctamente con el proceso liberalizador, que se inició en el año 2000, el Gobierno, a través de un requerimiento legislativo, ha impulsado la creación de una Oficina de Cambio de Suministrador para el gas y la electricidad, con el fin de establecer procedimientos comunes en estos sectores. Actualmente, las empresas (responsables de la constitución de esta Oficina) se encuentran en proceso para definirla.

PREGUNTA.- ¿Cómo valora la situación de las infraestructuras de almacenamiento de gas en España?

RESPUESTA.- La capacidad de almacenamiento de un país —ya sea a través de almacenamientos subterráneos, como de tanques de gas natural licuado (GNL)— es necesaria para hacer frente a la variación estacional de la demanda residencial, a las variaciones de la demanda para generación de electricidad y para garantizar las existencias mínimas estratégicas de seguridad establecidas por el Gobierno. En relación con este último punto, a día de hoy, la Ley de Hidrocarburos marca unas existencias mínimas de gas de 35 días. Con el fin de cumplir con todas estas premisas, creemos que es necesario un inmediato desarrollo de este tipo de infraestructuras, si bien, los nuevos proyectos planificados prevén incrementos significativos de capacidad.

Recientemente, la Administración ha aprobado la concesión administrativa a Enagás para la explotación del almacenamiento subterráneo de Yela, en Guadalajara, que permitirá un incremento del 50% en la capacidad de almacenaje existente hasta el momento —actualmente, existen dos almacenamientos subterráneos: Gaviota, en la costa de Bilbao y Serrablo, en Huesca. Además, actualmente también podemos hablar de otros 6 proyectos pendientes de realizar. En relación con los almacenamientos de GNL, contamos con los tanques de las 6 plantas regasificadoras que se encuentran en operación.

PREGUNTA.- ¿Cómo valora la situación actual y las previsiones de instalaciones de regasificación?

RESPUESTA.- Como he comentado antes, a nivel estatal existen 6 plantas de regasificación que absorben más del 65% del volumen del gas natural licuado (GNL) que recibe la Unión Europea. Estas centrales están ubicadas en Barcelona, Bilbao, Cartagena, Huelva, Mugardos (Galicia) y Sagunto. Existe una séptima planta en planificación que se ubicará en El Musel (Gijón). Tanto la situación actual como la evolución de los últimos años son muy positivas. España ha pasado de tener 3 plantas en el 2000 a 6 en el 2007, además de los procesos de ampliación de las existentes que se han llevado a cabo.

PREGUNTA.- ¿Cuáles son sus previsiones respecto de la evolución de los precios internacionales del gas?

RESPUESTA.- El 99% del mercado gasista español depende de las importaciones. En este sentido, el nivel de precios vendrá muy marcado por el precio que deban pagar las empresas comercializadoras a los proveedores externos. El precio del gas, a nivel global, se encuentra directamente vinculado al precio del crudo y a la relación euro/dólar.

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