ACOGEN señala que el Real Decreto de Renovables y Cogeneración «puede convertirse en un instrumento desalentador» para el desarrollo de ésta última
Siete meses después de publicado el Real Decreto 661/2007, sobre energías renovables y cogeneración, la Asociación Española de Cogeneración, ACOGEN, ha hecho un balance del mismo. Y, según sus conclusiones, no sale bien parado.
En el momento de su publicación el pasado mes de junio, ACOGEN se mostró moderadamente optimista sobre el nuevo Real Decreto, tal como refleja la entrevista que Energía Diario realizó en noviembre a su director general, Andrés Seco. Entonces, la asociación de cogeneradores auguró una reactivación de inversiones que haría posible un incremento de la aportación de la cogeneración al mix de generación eléctrica, lo que permitiría elevar notablemente la eficiencia energética de España.
Unas expectativas que se quedaron en meros augurios. 2007 ha sido el segundo peor año de la historia para el sector, por detrás de 2006, en que se paralizó la industria. En ningún momento, a lo largo del año pasado, se superaron los 1.500 GWh de producción, manteniéndose una media de unos 1.375 GWh a lo largo del año.
El nuevo marco legislativo sienta las bases para fomentar esta forma de generación, más eficiente que el resto de las energías al generar conjuntamente calor y electricidad. Sin embargo, según señala ACOGEN, el Ministerio de Industria lo está aplicando erróneamente, y su permisividad con el resto de entidades que deben aplicarlo impiden alcanzar los objetivos que lo impulsaron. De hecho, la asociación de cogeneradores señala que hay cuatro principios que establecía la norma y que no se están cumpliendo como deberían.
En primer lugar, la cesión de la producción a las redes se encuentra con una pared, constituida por una parte por el operador del sistema, Red Eléctrica, y por otra, por las propias compañías distribuidoras. Ambos grupos, afirma ACOGEN, están poniendo barreras tecnológicas que dificultan el vertido a la red de la energía generada (antes de publicarse el nuevo Real Decreto, sólo se permitía el vertido a la red de la energía excedentaria, mientras que el 661 faculta a las cogeneraciones a vender toda la energía al sistema). Según José Manuel Collados, presidente de ACOGEN, solamente el 30% de las instalaciones están trabajando en este sentido de acuerdo a lo que establece el Real Decreto; el 70% no están vendiendo toda su energía al sistema.
En segundo lugar, el nuevo sistema de facturación que contempla el RD, que, aunque se adecúa a la directiva europea y a los objetivos de sostenibilidad, está produciendo problemas en la facturación de las compañías eléctricas de algunos complementos retributivos.
En tercer lugar, la metodología de actualización de las primas. El RD establece que la actualización de las primas, que debe hacerse en función de la evolución de los combustibles, debe tener un efecto neutro sobre la rentabilidad de las cogeneraciones (es decir, compensar la subida de precios para que éstas no ganen ni más ni menos que antes). Sin embargo, ACOGEN denuncia que estas actualizaciones de precios no se están realizando de forma transparente y no reflejan la evolución de los precios reales, de modo que el sector se está viendo perjudicado por una merma de su rentabilidad. El problema reside en que el Ministerio se basa en una información unilateral de las comercializadoras de gas, pero esos no son los precios que obtienen los cogeneradores. Por tanto, si no se vincula el precio de la electricidad al precio del gas, se pierde rentabilidad.
En cuarto lugar, los cogeneradores aluden a la desaparición del complemento por garantía de potencia. La regulación del régimen especial reconoce desde un primer momento este complemento, y con él en mente se han diseñado las primas. Por lo tanto, al ser derogado este pago en octubre, sin tener un sistema sustitutivo, la rentabilidad de la cogeneración vuelve a sufrir una merma por el importe de dicho complemento, lo que ACOGEN describe como una situación de inseguridad jurídica. En este sentido, la asociación espera que se publique un Real Decreto que compense esta situación (el Ministerio de Industria ha reconocido el fallo pero ahora tiene que dar el paso de corregirlo, un paso sobre el que el sector no se ha mostrado muy optimista).
Los cogeneradores no pretenden centrar tanto sus esfuerzos en que se arreglen los problemas de rentabilidades pasadas, sino en que para el futuro inmediato, se apliquen los parámetros adecuados para que la rentabilidad se mantenga en los niveles calculados por el Real Decreto 661/2007. «Las pérdidas del último trimestre podrían ser pequeñas si se comparan con lo que suceda en este trimestre si los precios del gas siguen subiendo y a nosotros no se nos reconoce el precio real», reconoce José Manuel Collados.
Una situación que ahuyenta a los inversores
El presidente de ACOGEN señaló, por otra parte, que en una situación de inestabilidad regulatoria como la presente, los inversores necesitan una mayor rentabilidad para hacer inversiones. El Real Decreto 661 prevé una rentabilidad de alrededor de un 7% para el sector, lo que resultaría adecuado si el marco regulatorio fuera estable. Los cogeneradores sostienen que, no siendo así, hace falta poder ofrecer una rentabilidad cercana al 20% para poder atraer la inversión.
Algunos datos sobre la cogeneración, según ACOGEN
– Es la tecnología térmica más eficiente para generar electricidad y calor
– Cubre el 10% del esfuerzo nacional para cumplir con Kyoto
– Ahorra al año 7 millones de barriles de petróleo en energía primaria, 40 millones de metros cúbicos de agua y 10 millones de toneladas de emisiones de CO2
– En 2007, ha supuesto un ahorro de 900 millones de euros en la factura energética española y cerca de 3.000 millones de euros a lo largo de toda la legislatura.

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