El Gobierno valenciano señala que el almacén de gas submarino de Vinaroz «podría situarse en ubicaciones mejores»
El portavoz del Gobierno valenciano, Vicente Rambla, manifestó el viernes que el Consell ve «con cautela» el proyecto para establecer un almacén de gas submarino en la localidad de Vinaroz (Castellón) y opina que «podrían encontrarse algunas ubicaciones físicas mejores».
Rambla señaló en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell que la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda, y la de Industria, Comercio e Innovación, están trabajando sobre el proyecto de establecer un almacén submarino de gas en un antiguo yacimiento de petróleo frente a la costa de Vinaroz.
El conseller manifestó la «cautela» del Gobierno valenciano sobre una iniciativa que conlleva «aspectos positivos», como es el que supone disponer de gas para esta Comunidad autónoma y otras.
No obstante, reconoció que hay «unas dificultades en cuanto a su ubicación física», ya que se ha elegido una zona del término de Vinaroz que «tiene una enorme trascendencia para el municipio».
Por ello, consideró que «podrían encontrarse algunas ubicaciones físicas mejores para que esto pueda desarrollarse», en ese municipio o en otros limítrofes del sur de la provincia de Tarragona, por lo que están trabajando en ello en estos momentos.
Oposición ciudadana al depósito submarino
La Plataforma Ciudadana de las tierras del Sènia sospecha que, tras la planta regasificadora que se prevé instalar en Vinaroz, se esconda la intención de crear una planta o central térmica «de ciclo combinado».
Así lo expresaron el portavoz de la Plataforma, Lluc Ulldemolins y el químico Aitor Mimendia, que ofrecieron anoche una conferencia en Vinaroz ante unas 70 personas para explicar los motivos por los que la Plataforma se opone al proyecto.
Entre los asistentes se encontraban el alcalde de Vinaroz, Jordi Romeu y varios concejales de los partidos PP, PSOE y Bloc además de otros de ERC procedentes del municipio tarraconense de Alcanar.
En esta ciudad está la mayor oposición al proyecto dada la proximidad del núcleo urbano (1,2 kilómetros) a la planta regasificadora prevista en tierra, dentro del termino castellonense de Vinaroz.
Los representantes de la Plataforma señalaron que, según sus datos, la planta regasificadora no será rentable por sí misma, por lo que se podría estar planteando por parte de los promotores del proyecto construir una central de ciclo combinado que aprovecharía el gas que llegará desde el depósito submarino a la costa para generar energía.
Aitor Mimendia clarificó que la Plataforma está en contra de la totalidad del proyecto porque el gasoducto submarino también provocará daños al sector pesquero, al quedar afectadas durante siete años las rutas habituales de pescas en la zona y descender la capacidad de reproducción de las especies de los dos arrecifes ratifícales junto a los que discurrirá la tubería submarina.
Agregó que los vertidos de la planta situada en tierra contaminarán la desembocadura del río Sènia.
Tanto Mimendia como Ulldemolins recordaron que el impacto será muy negativo también para la economía de la zona porque dará una imagen negativa de cara al turismo al contemplar el proyecto una chimenea de 60 metros de altura y otras dos de 50 a menos de 2 kilómetros de la costa en un lugar hasta la fecha muy valorado.
Ulldemolins recordó que la planta regasificadora prevista será de gas presurizado sesenta veces más explosivo que el licuado, como se trabaja en otras instalaciones previstas.
La plataforma ha convocado una marcha de protesta para hoy domingo desde el casco urbano de Alcanar hasta la finca donde está previsto construir la planta regasificadora, a sólo 1,2 kilómetros de distancia.
El lunes, el ayuntamiento de Vinaroz ha convocado un pleno extraordinario para aprobar una moción consensuada entre los cuatro grupos municipales rechazando el proyecto presentado por Escal USG. SL y pidiendo a la Generalitat Valencia que emita un informe de impacto ambiental negativo.



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