¿Viernes de Dolores en la CNE o Miércoles de Pasión?
Desde la aprobación y publicación de la Ley de Economía Sostenible, se ha producido un intenso período especulativo respecto de la renovación de los órganos reguladores de nuestro país. Este proceso, si cabe, ha sido más intenso en lo que se refiere a la Comisión Nacional de Energía (CNE), por varios motivos: primero, porque en su Consejo permanecían con prolongación en tres años de mandato tres consejeros (en su momento designados por el Partido Popular); segundo, porque el calendario previsto, comparativamente con otros órganos reguladores, era mucho más inminente (el ‘cese’ de los consejeros vencidos tenía fecha de caducidad, dos meses, y la salida del resto de consejeros, a junio que es cuando expira su mandato); tercero, porque la actuación del Consejo saliente, su formato excesivo y su ejecutoria han estado marcados por la polémica y por acentuar el desprestigio de la institución, con independencia de los cantos de sirena que ahora se puedan invocar en el día de las alabanzas.
En términos temporales, cuestión que ya es muy relevante de por sí, se estaban manejando previsiones de que la sustitución de los consejeros vencidos se podría haber producido hoy, Viernes de Dolores, en la tradición del comienzo de la Pascua católica y el final de la cuaresma. De hecho, desde hace unas semanas, cada viernes con su correspondiente Consejo de Ministros es esperado con fruición, por si se arroja luz y decretos sobre los actuales consejeros vencidos, que incluso habrían solicitado su extensión al máximo.
Por otra parte, según fuentes cercanas al proceso de renovación, parece que la voluntad del Ejecutivo de dotar al organismo de un peso técnico relevante, frente a los intereses partidistas, se están viendo en parte saboteada por los propios comportamientos políticos derivados de las fuerzas internas dentro del arco parlamentario.
Por eso, el primer nombre conocido y la forma en que se ha producido su designación no da lugar al optimismo. Así, el nombre de Idoia Zenarruzabeitia, es indudablemente su perfil político y de partido, aunque también cuenta con un perfil técnico jurídico a tener en cuenta. Por otra parte, en la negociación parlamentaria, en el ámbito de las fuerzas políticas catalanas necesarias para el ejecutivo y sus equilibrios parlamentarios, se apunta al nombre de Marcel Coderch (actualmente Vicepresidente de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones) como candidato a que sea transvasado a la Comisión Nacional de Energía. La intensa campaña con presencia en los medios de comunicación constante referida a los asuntos energéticos parece constatarlo. Su nombre está hoy envuelto en la polémica en el sector energético: por su fuerte contenido ideológico, por la vinculación con ERC y sus posiciones antimercado defiendidas vehemente y abiertamente en el parlamento y en tercer lugar por su posición antinuclear, fuertemente beligerante y militante. Sería una forma de reintegro a posiciones intervencionistas, es decir, a la reedición del esperpento actual del Consejo de la CNE.
Por otra parte, en el Partido Popular también hay dos corrientes sobre todo de cara a la segunda fase del proceso de renovación del organismo que se operaría dentro de un mes y medio, en junio. La primera consiste en la colaboración con el Gobierno para rediseñar el órgano regulador independiente con perfiles técnicos. La segunda corriente, de tinte mucho más político, intentaría provocar una ruptura para que el Gobierno designara unilateralmente los consejeros de la nueva comisión, de forma que una vez que entrase en el gobierno el Partido Popular se sintiera con las manos libres para efectuar un movimiento catárquico, designando una comisión casi monocolor.
Por tanto, parece que existe una dialéctica abierta entre una renovación política (más que política, partidista) o una renovación técnica. De hecho, alguno de nuestros lectores ha mostrado su disconformidad por que el acento en el nombramiento de Zenarruzabeitia, en lo político y en lo partidista. La demanda, la reclamación es que un sistema de designación como el seguido hasta el momento debería garantizarse el derecho de todos los partidos a colocar a su gente en los órganos reguladores independientes. Es decir, aceptando las reglas de un escenario político-partidista, el mensaje es “nosotros no vamos a ser menos”, pero, en ningún caso, apelar a la necesidad de conocimientos técnico, económicos y jurídicos del sector energético y sus mercados. De todas formas, señores, esto no es un problema del club/partido de pertenencia, sino de forofismo.
Por tanto, parece que esta primera renovación se producirá en el Consejo de Ministros del próximo miércoles, con lo que a partir de la semana que viene empezamos con la segunda fase y nuevos referentes. Es decir, al parecer se producirá en la semana de pasión. Lo que está claro es que esta renovación tiene mucho morbo.



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