Unesa asegura que «la situación del sector eléctrico es francamente crítica» por el impacto de la reforma
Durante la presentación del cuaderno «La energía que precisamos. Lo que el directivo debe saber sobre el sector energético» elaborado por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), Gas Natural Fenosa y el Club Español de la Energía, Montes cargó contra el intervencionismo, que hace que el 60% de la factura eléctrica no esté relacionada con el suministro sino con la «política energética y la política fiscal, territorial y social». El 40% restante pertenece al sistema eléctrico, cuyas cinco grandes eléctricas pagaron 4.600 millones de euros en impuestos.
El presidente de Unesa aseguró que en España «estamos volviendo a una intervención» del sector eléctrico, en especial en lo que se refiere a la tarifa, y que «tenemos que ir hacia la liberalización total del sector energético» hasta que llegue un momento en el que «no exista la tarifa regulada» y se permita que las empresas compitan entre sí.
En este sentido, recordó que en el sector de telecomunicaciones hubo una «encrucijada» similar a la actual en el sector energético sobre si apostar por más intervención o por una mayor liberalización, alternativa finalmente escogida que sirvió para que el precio de telefonía móvil se haya dividido por seis en los últimos años, subrayó.
Así, se preguntó de qué sirve que en los últimos años la energía se haya mantenido «barata» si luego el recibo es «el más caro», al incluir costes que «nada tienen que ver con el recibo eléctrico».
«Si queremos buscar comparabilidad hay que comparar peras con peras, ya que al final se hace que nadie entienda nada», afirmó
Además, Montes destacó que hay que prestarle una atención «muy especial» al impacto de la reforma en el sector, que ya supuso 10.000 millones de euros, y dijo esperar que la publicación del libro sirva para «darnos cuenta de que la energía eléctrica es un bien, un servicio bueno, y la necesitamos absolutamente todos».
En esta línea, consideró que «es el momento de llegar a sentarnos» y analizar la casuística del sector con el fin de conseguir que «España tenga energía eléctrica más segura y una de las redes más importantes de Europa».
También criticó el déficit tarifario, el desfase entre ingresos y gastos del sistema eléctrico, que según Montes supera ya los 30.000 millones de euros, un dato «no muy lejano del rescate bancario» y consecuencia de un «fatal entorno regulatorio».
«No deberíamos haber incurrido nunca en los costes», lamentó pero, sin embargo, «una vez incurridos, alguien lo tiene que pagar».
Montes subrayó que «el principio de suficiencia tarifaria es una necesidad», porque los consumidores tendrán que pagar finalmente esta deuda con intereses. «Estamos jugando con cosas de comer. Es pan para hoy y hambre para mañana», aseveró en alusión a los políticos.
También destacó que «todo el mundo opina de energía eléctrica, desde ingenieros sesudos (…) hasta juristas, pasando por filósofos, lo cual no es malo», aunque en este sector «la realidad es muy tozuda» y el sector tiene una características propias con «un equilibrio dificilísimo de mantener».
POSIBLES «CAMBIOS» EN EL SECTOR GASISTA
Por su parte, el presidente de Sedigás, Antoni Peris, sostuvo que en el sector energético «nunca había tenido tanta ebullición como la que estamos viendo ahora», en materia normativa, aunque en el sector gasista en concreto la situación es «un poco más tranquila», a pesar de que también «hay señales de que pueden haber cambios».
Peris explicó que hay un «atraso importante» en el sector dado que la expansión como tal del mismo no se produjo hasta 1986, y depende «en gran medida» de convencer a los clientes de que «nuestra energía es más adecuada que otras».
«Aunque creamos que todo se decide en Europa, en energía casi todo se decide en Bruselas», apostilló Peris, que recordó que las directivas europeas son las que marcan las políticas del mix energético.
A su juicio, «Europa ha encarecido de forma sustancial su coste de energía», no tanto por la materia prima utilizada, ya que «tenemos capacidad instalada superior a la que necesitamos», como por el coste «muy alto» de instalación que ha requerido de primas.
Asimiso, Peris sostuvo que «lo que dice Eurostat no es comparable» en referencia a los datos del mercado, ya que mientras en España la parte regulada de la tarifa «pesa mucho», en otros países se recauda a través de otros impuestos.
El presidente de Sedigás subrayó además el «potencial de crecimiento» del sector gasista, ya que todavía no ha alcanzado el 30% de viviendas en España, «cuando la media está en el 50%», y empezó a tener un «peso específico» en Europa en transporte de pasajeros y mercancías, así como en el sector marítimos, por lo que dijo esperar que «en los próximos meses y años» se produzca su «expansión».
Por último, Peris recordó que el sector, «liberalizado y regulado al mismo tiempo», al contar con «monopolios naturales», arroja cifras como las de 50 millones de lecturas al año, más de un millón de inspecciones anuales y medio millón de atenciones telefónicas al año, unas 350 por día.




Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir