UNEF afirma que el autoconsumo fotovoltaico es «una hormiga» a la que el Gobierno «dispara con misiles»
Para Donoso, el Gobierno actuó con «voluntad disuasoria» frente al autoconsumo para que «nadie instale fotovoltaica», sin atender las recomendaciones del Consejo de Estado, de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) y de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC), lo cual supone una circunstancia «inédita» en el mundo.
Los autoconsumidores no sólo deberán soportar un «peaje de respaldo» por la producción para uso instantáneo, sino que además, al contratar una potencia más elevada para la instalación, tendrán que pagar más. El Gobierno incrementó el peso de la parte fija del recibo, correspondiente precisamente a la potencia contratada, y redujo la parte variable, que depende del consumo de energía.
Por ello, la patronal fotovoltaica afirmó que el «peaje de respaldo» acaba de raíz con la posibilidad de que el consumidor produzca su propia electricidad a un precio más económico que el del suministro convencional y paraliza la entrada de nueva competencia en el mercado eléctrico.
UNEF calculó que, con el «objetivo oficial de que no caiga la demanda eléctrica», el Gobierno diseñó un marco regulatorio «prohibitivo» para el autoconsumo en el que la amortización de una instalación en un hogar pasará de 12 a 34 años. «El impuesto al sol nos ha convertido en el hazmerreír del mundo», lamentó Donoso, que añadió que la normativa «no regula sino que prohíbe» esta opción.
Sobre el nuevo esquema de retribución a las renovables, el director general de la asociación consideró «tramposo» que el Gobierno quiera recortar en 1.350 millones de euros la partida del régimen especial sin haber definido aún los estándares de cobro.
«Hay muchas incógnitas», lamentó, antes de advertir de que la rentabilidad actual, impuestos incluidos, es del 6%, por lo que «cualquier retoque» puede impedir a los promotores pagar el servicio de la deuda y empujará a muchas instalaciones a la «quiebra».
Donoso comparó el problema de la fotovoltaica con el de las «prefentes», pero con la salvedad de que ahora fue inducido por el BOE, y señaló que el Banco de España, la CECA y la AEB son «muy conscientes» del problema que pueden originar los impagos en un sector con 20.000 millones de euros de deuda. En este sentido, reconoció que se siguen manteniendo reuniones con la banca que les plantea extender la financiación de los proyectos.
La nueva regulación contempla la posibilidad de entrega de proyectos renovables, pero no desarrolla sus condiciones. Para el director general de UNEF, la norma es tan genérica que «deja abiertas las puertas» para que «el secretario de Estado de Energía (Alberto Nadal) pueda hacer lo que quiera en cualquier momento». En suma, la nueva regulación convierte al productor fotovoltaico en «un rehén».
El vicepresidente de UNEF, Luis Torres, aseguró que la fotovoltaica es una tecnología «bien computada que ha hecho los deberes». En 2012, señaló, apenas se desvió en 1 millón de euros de la previsión, y pese a ello sufre un «ataque sistemático» por las primas que recibe, indicó.
Torres sostuvo, al aludir a las causas del déficit de tarifa, que hasta 2006 la deuda eléctrica se debió a la desviación de componentes ajenos a las primas a las renovables, y que una vez analizada la evolución del desajuste en 2012 se puede apreciar que las tecnologías verdes «como máximo pueden ser autor intelectual del 22% del déficit», que el año pasado alcanzó la cifra de 1.467 millones de euros.
Por eso, aseguró que el Gobierno «miente» y que quiere «enfrentar» a la opinión pública con las energía renovables al lanzar mensajes de que son los causantes del déficit eléctrico, la deuda que acarrea el sistema español por la diferencia entre costes e ingresos.
Mientras, «las sucesivas normas retroactivas contra la fotovoltaica redujeron su rentabilidad en más del 30% e imposibilitan la liquidez de los proyectos», señaló, por lo que desde el punto de vista económico «nadie está interesado en la colocación de placas».
Para Torres, la «prohibición» al desarrollo de esta opción también supone cercenar una industria «madura y competitiva», que ha bajado sus costes casi un 80% en los últimos años, y tenía en esta vía su opción de «resistir».
La patronal fotovoltaica también dio una estimación del impacto global de los cambios regulatorios en la retribución de esta fuente que se verá mermada en 5.800 millones entre 2010 y 2020, lo que supone un 20% de sus ingresos totales para el periodo en el caso de que no se revierta la situación.
UNEF indicó en su informe anual «Hacia nuevos modelos de desarrollo para la energía solar fotovoltaica» que el año pasado se instalaron 273 megavatios (MW) nuevos de fotovoltaica. La asociación prevé además que en 2013 se instalen entre 75 y 100 MW nuevos, de los que la mayor parte son fruto de la inercia y otra parte menor corresponde a proyectos de autoconsumo emprendidos antes de que se conociese la nueva regulación.
En total, la potencia fotovoltaica asciende a 4.529 MW, repartidos entre 60.045 instalaciones, frente a la potencia total instalada 108.298 MW. Esta tecnología, que produce un 3% de la electricidad, acumula 38.000 MW de solicitudes ante Red Eléctrica de España (REE) para producir electricidad sin prima. Según la patronal fotovoltaica, 30.000 MW aspiran a entrar en el sistema para vender a precios de mercado.
Ante las dificultades en España, el sector está apostando por la internacionalización, señaló UNEF, que cifró en 7.500 el número de empleados de los que dispone en la actualidad, frente a 9.000 en 2012 y 41.700 en 2008. Según el informe, el sector perdió 4.500 empleos y el 90% de su tejido industrial.
Finalmente, desde esta asociación, insistieron en que el consumidor paga en España menos que Alemania, Italia, Chipre y Dinamarca por la luz (precio final con impuestos), aunque más que la media europea, mientras que el consumidor industrial paga por la luz menos que la media europea y que Alemania (precio final con impuestos).



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