Una comisión asesora recomienda al gobierno japonés la reanudación de la producción de energía nuclear
La comisión, entre cuyos miembros hay directivos de empresas como Toyota Motor, Nippon Steel y Toshiba, dijo en el borrador de su informe que el terremoto y el tsunami del pasado 11 de marzo hizo temer la posibilidad de que los costes de la electricidad aumenten, puso de manifiesto situaciones de vulnerabilidad en la cadena de suministro y dañó la imagen de Japón.
Más de tres meses después del desastre, aún se está intentando estabilizar los reactores de la central nuclear Fukushima, controlada por la Compañía de Energía Eléctrica de Tokio (TEPCO), se sigue sin producir energía atómica en otras plantas del país y hay dudas sobre si a Japón le conviene depender de la energía nuclear.
Según la comisión, si no se ponen a funcionar de nuevo los reactores que están siendo sometidos a labores de mantenimiento habrá cortes en el suministro eléctrico en varias zonas del país, y si toda la energía que generan los reactores nucleares se intenta producir mediante generadores termoeléctricos se crearán costes enormes para la industria.
El panel también pidió a las empresas públicas que recompren la energía conservada por las compañías y solicitó medidas que contribuyan a la consolidación de las empresas y que paguen menos impuestos.
El Ministerio de Comercio pretende aplicar las recomendaciones de la comisión en sus políticas porque su intención es impedir un éxodo de compañías.
Un alto cargo del Ministerio, Shuzo Takada, reconoció que «muchos clientes extranjeros se han llevado sus negocios a otros lugares porque creen que puede haber problemas en la cadena de suministro de Japón». «Hay directivos japoneses que se están planteando trasladar la producción al extranjero», añadió.
Por otro lado, TEPCO dijo que, según sus cálculos, tendrá que pagar 765,6 millones de euros en indemnizaciones por los daños psicológicos causados a las personas que tuvieron que irse de sus casas por la crisis desatada en Fukushima, que expulsó una gran cantidad de radiación.
En un radio de 20 kilómetros desde la central nuclear –la zona de exclusión– vivían más de 70.000 personas. Se cree que la mayoría de ellas han sido evacuadas.
La compañía eléctrica también indicó que prevé que la resolución de la crisis en la central, situada al norte de Tokio, le costará 329 millones de euros más de lo que había previsto anteriormente, es decir, 7.235,7 millones de euros.


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