Una buena iluminación puede incrementar la productividad en un 10 por ciento, según expertos
Así, la regulación de la luz a lo largo del día, teniendo en cuenta los biorritmos de las personas, colabora con su motivación, y por ende a mejorar su rendimiento. Por ejemplo, la luz fría, que es más intensa y azul, «ayuda a activar el organismo cuando llegamos al centro de trabajo, después de comer y a última hora de la tarde», mientras que la luz cálida, que es menos intensa, ayuda a relajarse en los descansos.
Por otra parte, advirtieron de que una mala iluminación puede influir negativamente en las personas, ocasionando fatiga ocular, disminución del rendimiento cognitivo y de la capacidad de resolución de problemas, especialmente en aquellos profesionales que trabajan con ordenadores.
Además, la iluminación puede influir en el humor y en las relaciones interpersonales dentro del ámbito laboral, y por tanto, en la satisfacción el propio empleo, han afirmado
En este sentido, el Director de Alumbrado Interior de Philips, David Martínez Olmo, señaló que «las normativas que regulan las condiciones de iluminación cada vez se preocupan más de la importancia de la relación entre luz y salud visual de los trabajadores».
Concretamente, precisaron que la iluminación supone alrededor del 35% del consumo de energía de una oficina, lo que lo convierte, junto con una adecuada combinación de tecnología LED, en uno de los factores con mayor potencial para conseguir ahorros sustanciales de consumo energético.
En este contexto, el presidente de World Office Forum, Jorge Zanoletty, añadió que además de la luz, el aire y una correcta climatización, que mejore la higiene y los focos de contaminación de los edificios, también ayuda a mejorar la sensación de confort y salud.


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