Un consejero del CSN señala que aumentar la transparencia incrementaría la confianza de los ciudadanos en la nuclear
El consejero del CSN, Antonio Colino, ha indicado que es preciso que los científicos y tecnólogos difundan su información, pero teniendo presente al receptor.
No obstante, ha subrayado que el objetivo del CSN no es promocionar la energía nuclear sino garantizar la seguridad de las instalaciones y que, por lo tanto, no tiene que «comunicar» sino asegurar que se cumple todos los requisitos y que eso supone realizar su actividad «de forma transparente».
Sus declaraciones se enmarcaron en la mesa redonda ‘Comunicación, tecnología y sociedad‘ con motivo del 30 aniversario del organismo regulador que se celebra en el Senado.
Además, el periodista Miguel Ángel Aguilar ha subrayado que la demanda de transparencia en la comunicación sobre aspectos nucleares se centra en las anomalías de funcionamiento y ha recomendado a sus colegas que «desistan de seguir la línea más productiva que es la de alimentar los prejuicios y se afanen en atreverse con ellos para desactivarlos».
Por su parte, el director general del CIEMAT, Cayetano López, ha insistido en que, «a pesar de sus resistencias», los científicos han de comunicar sus resultados a otros científicos y a la sociedad, porque la mayor parte de la investigación se realiza con dinero público, y los ciudadanos tienen derecho a saber qué se hace con los fondos públicos.
A su juicio, la sociedad se basa en la ciencia, aunque ésta tiene el problema del lenguaje, que en muchas ocasiones no es entendido por el público. «La sociedad depende de la ciencia y no es sensato ni sostenible que la mayoría de la gente lo ignore. El pensamiento racional es esencial en nuestra sociedad para defenderse de charlatanes, embaucadores y gente que cuenta cosas absurdas que nada tienen que ver con la realidad», ha expresado.
Mientras, la vicepresidenta para Europa Occidental de consumo online de Microsoft, Rosa María García, ha explicado que se deben utilizar las tecnologías de la información para adaptar los mensajes al receptor para llegar a todos los públicos. Para ello, ha incidido en la importancia de mantener una comunicación «constante y fluida» con los periodistas para fomentar la confianza entre las partes y la comprensión de los mensajes.
A su vez, el director del Museo de las Artes y las Ciencias de Valencia, Manuel Toharia, considera que la información debe ser trasvasada desde el público a la ciencia y la tecnología y por otra parte, una parte de la ciencia y la tecnología tiene que ser trasladada a la sociedad.
Sin embargo, Toharia piensa que la comunidad científica adolece de algunos problemas como la tendencia a pensar que «lo que se comparte con el vulgo se vulgariza y degrada«, pero recuerda que esa es una actitud soberbia y que «no es rigor ser tan riguroso que nadie lo entienda».
Asimismo, ha añadido que la sociedad también tiene defectos, entre los que ha enumerado que ésta es «básicamente inculta y borrega» y ha criticado la falta de rigor general de los periodistas. En su opinión, hay que educar a la ciudadanía, pero sobre todo a los adultos y enseñarles lo que les interesa o les fascina.
«Hay que atender a lo que la gente quiere saber y que no sabe que quiere saber», ha apostillado, al tiempo que ha añadido que a los poderes públicos les interesa mantener una educación «permanente» porque tanto los organismos públicos como los privados tienen «mucho que ganar si la sociedad está informada».


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