Un asesor de la Comisión Europea invita a España a «actuar» para «no desanimar» a inversores energéticos
Furfari, profesor de la Universidad Libre de Bruselas, indicó que la desaparición de las primas a las renovables no supone «un peligro» hoy por hoy para alcanzar el objetivo del 20% sobre el consumo final bruto para 2020, pero lo sería si no se define pronto «un plan de visión claro de futuro».
«No podemos criticar a España por no haber hecho algo» para cumplir los objetivos intermedios de la directiva 28/2009 sobre el desarrollo de las renovables, indicó Furfari, quien, sin embargo advirtió de la necesidad de «animar otra vez» la inversión, aun consciente de que en España ha habido «demasiados incentivos».
Este experto entiende que las compañías eléctricas demanden «una visibilidad más segura» para seguir invirtiendo en el país tras la aprobación de la reforma energética, y reconoció que «no es sencillo» encontrar una fórmula que las mantenga «satisfechas».
Recientemente, Iberdrola anunció su decisión de poner el foco inversor en países «con una regulación predecible y estable», lo que el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, desvinculó de la reforma energética al remitirse a la tendencia inversora de la compañía en los últimos años.
«Cada uno -administración y operadoras- entiende que es algo que no se puede resolver sólo hablando, hay que buscar soluciones», insistió Furfari, quien tiene en cuenta el «enorme» déficit tarifario (desfase entre el coste real de la electricidad y lo que efectivamente paga el consumidor final) de 29.000 millones de euros.
Respecto al nuevo modelo de tarifa eléctrica, contra el que cargaron las compañías al considerarlo muy complejo e incluso «antimercado», consideró que es «más justo y más necesario» con vistas al ahorro energético, ya que el consumidor puede «actuar» sobre sus hábitos al disponer de información instantánea.
Furfari indicó que los sistemas de cobro son nacionales y ahí la Comisión Europea «tiene poco que decir», no así en otras cuestiones, como por ejemplo la petición a España y a un tercio de países de la Unión Europea de que «se abra más el mercado de la electricidad» para permitir una «competencia transparente» entre productores y distribuidores.
La Comisión Europea también trata de «animar» a los Estados miembros, mediante «medidas suaves», a minimizar el impacto de la subida de los precios de la energía para los consumidores, y es que, según indicó Furfari, existe preocupación por la llamada precariedad energética, las dificultades para pagar el recibo de la luz o del gas.
Con todo, subrayó que el precio que los consumidores españoles pagan por la energía está en la media comunitaria.
«Comprendo que a los españoles les parezca demasiado porque ha subido mucho la luz estos últimos años: un 4% cada año durante cinco años, pero está en la media europea. Es un problema, pero no es exclusivo de España».



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