Tejerina quiere que se considere a las infraestructuras hidráulicas como de «adaptación al cambio climático»

En concreto, García Tejerina manifestó que «cambiarán los regimenes pluviométricos» y que las infraestructuras hidráulicas «se tienen que acondicionar a las nuevas situaciones». «Deben ser consideradas de adaptación al cambio climático», insistió.

Así se expresó la ministra durante su intervención en la apertura del seminario internacional «Gestión de la Sequía y la Escasez del agua en tierras semi-áridas: Los casos de California y España«, organizado por la Fundación Botín y el Rosenberg International Forum on Water Policy.

«Estamos todos llamados a actuar en medidas de mitigación del cambio climático, es decir, que no se llegue a producir, pero también necesariamente tenemos que adoptar medidas de adaptación a este cambio climático. La gestión de las sequías es una de estas grandes necesidades y las infraestructuras hidráulicas son, sin ninguna duda, una parte importante de esta adaptación«, argumentó.

La titular de Medio Ambiente recordó que la edición 2015 de la reunión anual de Foro Económico Mundial que se celebró en la localidad suiza de Davos-Klosters la semana pasada situó «las crisis del agua como la primera amenaza global en el largo plazo», por lo que hizo hincapié en que «todo lo que contribuya, por lo tanto, a mejorar la gestión de este recurso escaso es sin ninguna duda trascendental».

Asimismo, García Tejerina explicó a los asistentes a este seminario que el año 2015 es «de enorme importancia» por el desarrollo de «grandes negociaciones para llegar a acuerdos en París» sobre cambio climático. En este sentido, manifestó que «habrá que llegar a un acuerdo global para evitar, entre todos, que la temperatura suba no más de 2ºC por encima de la época preindustrial».

Habrá periodos secos o muy secos

Por otra parte, García Tejerina recordó que España, como otras regiones y países con climas mediterráneos, ha sufrido y sufrirá «sin ninguna duda períodos secos o muy secos». «El más severo de nuestra historia reciente en España tuvo lugar entre los años 1992 y 1995. Entonces, hubo restricciones de abastecimiento urbano de hasta 18 horas en ciudades de la importancia de Sevilla y, por su puesto, hubo pérdidas millonarias para el regadío de muchas zonas de España», recordó.

En este sentido, señaló que aquellas restricciones de abastecimiento, «en su día, fueron aceptadas por la población» y se mostró convencida de que «hoy se considerarían inaceptables» por parte de los ciudadanos. Por ello, defendió que resulta «imprescindible y estratégico» gestionar las sequías de la forma «más eficiente, más sostenible» posible.

Según afirmó la ministra, «tradicionalmente», en España las sequías se abordaban como «situaciones de emergencia adoptando medidas, movilizando recursos con carácter extraordinario» y se ponían en marcha actuaciones de urgencia «no siempre adecuadamente planificadas» lo que acarreaba «a menudo un importe económico negativo y lo que es peor muchas veces producía situaciones que solamente servían para agravar sequías posteriores».

De este modo, explicó que hoy en día las situaciones de sequía se abordan bajo la coordinación de un Comité Permanente para situaciones de adversidad climática y medioambiental.

El regadío, la principal solución técnica

Además, indicó que, para hacer frente a esas situaciones de sequía, el regadío es la «principal solución técnica adoptada para reducir las pérdidas económicas y para dar una cierta estabilidad a la agricultura».

«España es el país con mayor superficie de regadío de la Unión Europea, tres millones y medio de hectáreas de las cuales al menos millón y medio han sido objeto de modernización, se han adoptado medidas para ahorrar agua en esas hectáreas en el marco de lo que comenzó siendo el Plan Nacional de Regadío horizonte 2008, puesto en marcha en 2002″, concretó.

En esta línea, agregó que España cuenta con una herramienta «fundamental» para paliar los efectos sobre las rentas de agricultores y ganaderos, que son los Seguros Agrarios. A su juicio, es uno de los «grandes activos» de España, «único» en la Unión Europea y «referente» para muchos países en el mundo.

De forma complementaria, según detalló la ministra, «el Gobierno adopta en su caso otras medidas de carácter fiscal o de carácter financiero que contribuyan al mantenimiento de la actividad agraria que es tan importante para el mantenimiento de la economía y del empleo».

En relación con las sequías hidrológicas, Tejerina indicó que en al actualidad se abordan mediante un esquema en el que concurren «instrumentos legales, institucionales y técnicos, cuyo núcleo fundamental son los planes especiales de sequía».

La ministra defendió que la puesta en marcha de «elementos que han permitido llevar las sequías por la senda de las situaciones previsibles y abordarlas conociendo en tiempo real el papel y la responsabilidad que cada parte tiene en su gestión».

Por último, entre ellos, destacó el establecimiento de las prioridades de uso; los análisis de riesgo y los protocolos de actuación de los planes de sequía de cada cuenca hidrográfica; los estados de sequía de cada cuenca; el régimen de caudales necesario en cada río; los planes de contingencia de las ciudades medianas y de gran tamaño; la posibilidad de establecer intercambio de aguas entre usuarios o centros de intercambio; el manejo conjunto de las aguas subterráneas y las campañas de concienciación ciudadana.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *