Redacción / Agencias.- La petrolera boliviana YPFB Andina, participada por el Estado boliviano (51%) y por el grupo español Repsol (48,3%), descubrió petróleo en el este de Bolivia según anunció el presidente del país, Evo Morales. Este hallazgo, que se ha producido en el pozo Boquerón Norte, es el primer descubrimiento de crudo en Bolivia en 23 años. El yacimiento cuenta con unas reservas de 27,6 millones de barriles de petróleo, lo que permitirá triplicar las reservas de hidrocarburos líquidos de Bolivia y cubrir el 25% del diésel que importa el país.

Fuentes de la petrolera española destacaron que se trata de crudo «de gran calidad», no de un yacimiento de gas, a pesar de tratarse Bolivia de un país eminentemente gasífero. El pozo en el que se encontró el crudo tiene 2.500 metros de profundidad y en la perforación, que se inició en 2014, se han invertido 6 millones de dólares (aproximadamente 5,2 millones de euros). Repsol cuenta en Bolivia con derechos mineros sobre un total de 26 bloques, 4 de exploración y 22 de desarrollo, según datos de la petrolera española. La producción actual de crudo del país es de aproximadamente 5.200 barriles al día, de los cuales 2.900 corresponden a campos operados por Repsol.

Morales, que nacionalizó el sector de los hidrocarburos nada más llegar al poder en 2006, destacó que el descubrimiento generará para su país ingresos de más de 1.700 millones de dólares (unos 1.490 millones de euros). En el desarrollo de este descubrimiento, YPFB Andina invertirá 222,5 millones de dólares (195 millones de euros), que se destinarán principalmente a la perforación de 24 pozos adicionales a partir del primer trimestre de 2016. La producción comenzará en 2017 y alcanzará entonces los 5.500 barriles de petróleo diarios y los 6.500 en 2019, duplicando la producción de Bolivia.

Bolivia ejecuta una intensa política de exploración de nuevos yacimientos para ampliar sus reservas, que al actual ritmo de consumo alcanzarían hasta 2023, aunque, según expertos del sector, habrá déficit desde 2017. Según una certificación difundida en 2014, las reservas probadas de gas de Bolivia rondan los 10,45 billones de pies cúbicos, mientras que las de petróleo, según una auditoría del 2013, eran de 16 millones de barriles. La venta de productos energéticos a los mercados de Brasil y Argentina es, en este momento, el pilar de la economía boliviana.