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Putin transmite a Orban que una de las ramificaciones del gasoducto Turkish Stream podría llegar a Hungría

EFE.- El presidente de Rusia, Vladímir Putin, transmitió en Moscú al primer ministro húngaro, Víktor Orbán, que una de las ramificaciones del gasoducto ruso Turkish Stream, que unirá este país y Turquía a través del mar Negro, podría llegar en el futuro a Hungría.

«Se está estudiando la posibilidad de conectar a los socios húngaros a los nuevos proyectos de transporte del gas. No descarto que una de las ramificaciones terrestres del Turkish Stream podría atravesar Hungría», apuntó Putin, que recordó que Rusia cubre el 60% de la demanda del gas de Hungría, mientras que Orbán insistió en que su país está muy interesado en que el gasoducto Turkish Stream pase por su territorio.

Ambos líderes también hablaron de la marcha del gran proyecto económico que une a Rusia y Hungría: la construcción por parte de la corporación atómica rusa Rosatom de 2 nuevos reactores en la central nuclear de Paks, la única que existe en el país. Las obras debían empezar este año, pero la Comisión Europea mantiene bloqueado el proyecto desde 2015. «Es un proyecto abanderado de la cooperación Este-Oeste, y debemos llevarlo hasta el final», subrayó Orbán. La central nuclear de Paks consta de 4 reactores de hasta 500 megavatios de potencia cada uno, en explotación desde mediados de la década de 1980. La central produce más del 40% de toda la energía que consume Hungría.

Las obras del Turkish Stream, proyectado con la idea de suministrar gas a los países del sureste de Europa, siempre que lo permita la Unión Europea, concluirán en 2019 y los dos hilos del nuevo gasoducto tendrán una capacidad anual de bombeo de 15.750 millones de metros cúbicos de gas cada uno. Rusia ha advertido a la Unión Europea de que debe unir sus gasoductos con la frontera greco-turca para conectarse al Turkish Stream, al descartar que el tránsito de gas a través de Ucrania tenga los mismos volúmenes que hasta ahora, una vez que expire en 2019 el contrato actual entre Moscú y Kiev.

La primera central nuclear de Turquía ya está siendo construida por Rusia y empezará a operar en 2023

EFE.– Los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, inauguraron oficialmente las obras de la primera central nuclear turca, que se prevé que entre en funcionamiento a partir de 2023. Ambos mandatarios ofrecieron sendos discursos de inauguración durante su encuentro en Ankara, sin desplazarse a las obras de la central de Akkuyu, iniciadas de hecho hace varios meses en la provincia mediterránea de Mersin.

La labor de ingeniería de esta planta está en manos de la empresa rusa Rosatom, aunque el acuerdo preliminar estipula que el 40% de la construcción podría ser realizada por compañías turcas, si bien aún no se ha llegado a un acuerdo con ninguna firma. «Haremos lo que podamos y hemos acordado con Erdogan activar la primera unidad en 2023, centenario de la República de Turquía», apuntó Putin. «Es un paso nuevo en el desarrollo económico de Turquía. Nuestro proyecto será respetuoso con el medioambiente. Producirá energía barata y limpia. Proporcionará a Turquía el 10% de su electricidad», agregó Putin.

Por su parte, Erdogan recordó el «gran progreso en las relaciones bilaterales» en los últimos 15 años y, a modo de ejemplo, citó el TurkStream, el gasoducto que se está construyendo a través del mar Negro para llevar gas ruso a Turquía y a Europa. «Nuestro objetivo es convertirnos en una de las 10 mayores economías del mundo en 2023 y, para ello, necesitamos energía», indicó Erdogan. Tras los discursos, apretaron un botón con el que dieron comienzo los fuegos artificiales sobre Akkuyu. La central, que contará con 4 reactores, ha generado las protestas de movimientos ecologistas turcos, que han alertado de que el proyecto se sitúa sobre una falla geológica que produce frecuentes terremotos.

Putin vaticina que se prorrogará el acuerdo de Rusia con la OPEP para reducir la producción de crudo

EFE.- El presidente de Rusia, Vladímir Putin, vaticinó un nuevo acuerdo con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para prolongar el acuerdo de reducción de la producción de petróleo, que expira el próximo abril. «Es posible. Pero vamos a analizar la situación a finales de marzo. Todo lo que hemos hecho con la OPEP ha ido en beneficio de la economía mundial«, argumentó Putin durante la Semana Rusa de la Energía.

Putin, protagonista principal del foro internacional que cuenta con la presencia de numerosos ministros de Energía y Petróleo, adelantó que, en caso de consenso entre la OPEP y el resto de exportadores, el acuerdo se prolongaría, «como mínimo, hasta finales de 2018«. Llamó a ser «cautos» ya que el principal logro del acuerdo ha sido «estabilizar el mercado», pero cualquier declaración puede romper ese frágil equilibrio ahora que el precio ha ascendido por encima de los 50 dólares el barril.

Ese llamamiento a la prudencia fue respaldado por el ministro de Petróleo iraní, Bijan Zangeneh, que subrayó que aún es prematuro para saber si será posible extender el acuerdo y aseguró que habrá que esperar hasta noviembre. El acuerdo fue suscrito en diciembre de 2016 por los 14 países de la OPEP y 10 países que no pertenecen al grupo, liderados por Rusia. El objetivo es reducir su producción conjunta en 1,8 millones de barriles diarios para estabilizar los precios. El cartel petrolero debe reducir sus extracciones en 1,2 millones barriles diarios en relación a noviembre de 2016, y los demás firmantes deben asumir un recorte global de 558.000 b/d, de los que más de la mitad corresponden a Rusia.

Putin destacó que «todos está interesados» en el éxito del acuerdo, desde productores a consumidores, ya que nadie quiere un nuevo alza de los precios debido a la escasez de oferta, y que «prácticamente» todo los países firmantes cumplen lo acordado. En cambio, el acuerdo no es cumplido en su debida forma por todos los países, entre ellos Irak, Kazajistán, Emiratos Árabes Unidos y Malasia, entre otros, según la Agencia Internacional de Energía (AIE). «Rusia se comprometió a reducir la extracción en 300.000 barriles diarios. Así lo hicimos. Estamos cumpliendo totalmente con nuestras obligaciones», señaló.

Al respecto, advirtió de que el embargo turco e iraní a las exportaciones de petróleo del Kurdistán iraquí podría provocar en cualquier momento un indeseable aumento de los precios. Putin destacó que el acuerdo, además de estabilizar el mercado, ha permitido el retorno de las inversiones al sector y allana el camino a nuevos proyectos de cooperación tecnológica. Aludió al caso de Libia, que en su momento no apoyó el acuerdo, pero que ha reaccionado positivamente a sus resultados y se está replanteando sumarse a la reducción de la extracción.

De hecho, el ministro de Petróleo venezolano, Eulogio del Pino, aseguró que el cartel mantiene negociaciones con varios países, como Egipto, Turkmenistán y algunos de África, para que se sumen al esfuerzo global para estabilizar precios. «Estamos en permanente diálogo», indicó Putin, al tiempo que descartó que Rusia vaya a entrar a formar parte del cartel, al considerar que no es necesario para coordinar posturas con el resto de exportadores.

Putin acusó a algunos países de Occidente de «competencia desleal» por recurrir a sanciones para promover sus intereses y perjudicar a sus competidores, como las restricciones impuestas al consorcio gasístico Gazprom. Putin vaticinó que el consumo de energía aumentará un 30% en los próximos 20 años y que las energías renovables serán la primera fuente de energía dentro de «no antes de 30 años», mientras el carbón seguirá ocupando el primer lugar, seguido del petróleo.

También admitió que el gas, al contrario que el petróleo, sigue siendo un mercado regional y no mundial, y destacó el estancamiento en la demanda de gas licuado y el incremento brusco del consumo de gas natural. También se congratuló de las previsiones que apuntan a que la ruta ártica aumentará su importancia en el mercado mundial como alternativa al Canal de Suez para el transporte de hidrocarburos gracias a la flota de rompehielos atómicos y al calentamiento global terrestre.

Putin adelantó que la reducción de la producción petrolera también la abordaría personalmente con el rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdelaziz, en su primera visita a este país. Ambos países firmarán el acuerdo para crear un fondo de inversiones común dotado de 1.000 millones de dólares «para la realización de proyectos energéticos«, según anunció el ministro de Energía de Rusia, Alexandr Nóvak. También está prevista la firma de un acuerdo entre el gigante petroquímico ruso SIBUR y la petrolera estatal Saudí Aramco para un proyecto conjunto en el ámbito petroquímico en el país árabe.

El acuerdo de reducción de la producción también fue tratado en el Kremlin por Putin y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que abogó por crear un nuevo mecanismo «para la formación de precios que rompa con la especulación de los mercados de futuro». «Venezuela parte de la necesidad de construir una nueva fórmula» a partir del acuerdo alcanzado en noviembre de 2016 por los países de la OPEP y no OPEP para reducir la producción mundial de crudo, indicó.

El presidente venezolano afirmó que «ese acuerdo fue un primer paso que se dio en medio de una contingencia y de la caída más abrupta y extensa de los precios en la historia del petróleo». Un acuerdo que calificó de «histórico» y que, según Maduro, ha permitido «una recuperación aún muy moderada». El acuerdo conllevó la creación de un comité de monitoreo integrado por 24 países OPEP y no OPEP, entre ellos Venezuela y Rusia.

Putin llega a Budapest por segunda vez este año con la planta nuclear de Paks sobre la mesa

EFE.- El presidente ruso, Vladímir Putin, llegará este lunes a Budapest, donde se entrevistará con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, el único jefe de Gobierno dentro de la Unión Europea que se identifica como aliado suyo. Es la segunda visita de Putin a Hungría este año, pero el comunicado oficial del Gobierno de Budapest solo ha indicado que fue invitado para participar en la primera jornada del campeonato mundial de Judo que se celebra en la ciudad.

Sin embargo, la prensa húngara cree que entre los temas que tratarán en la reunión prevista entre Orbán y Putin podría estar la ampliación de la planta nuclear de Paks, la única de Hungría. El aumento de capacidad de la planta de Paks, aprobado en marzo pasado por la Comisión Europea, requerirá unos 12.500 millones de euros, que se financiará al 80% a través de un préstamo ruso. El presidente ruso también será nombrado «ciudadano de honor» por la Universidad de Debrecen. Según la propia universidad, la Federación Rusa prevé para esta institución un papel importante en la ampliación de la planta nuclear de Paks.

La multinacional suiza Glencore y Qatar completan la adquisición del 19,5% de la petrolera rusa Rosneft

EFE.- La multinacional de materias primas Glencore y el Fondo Soberano de Qatar cerraron la transacción por la cual adquieren el 19,5% de la petrolera rusa Rosneft por 10.200 millones de euros, según indicó la compañía suiza. «El acuerdo se ha finalizado y se ha logrado su cierre para la transacción», señaló Glencore. Para la adquisición del 19,5% que Moscú privatizó de Rosneft, Glencore y Qatar crearon un consorcio al 50%.

Rusia confirmó la operación el pasado 7 de diciembre a través del presidente ruso, Vladímir Putin, quien calificó la venta de las acciones de Rosneft como «la mayor transacción del año en el mercado energético mundial». Putin expresó su confianza en que la privatización del 19,5% de la petrolera contribuya a aumentar su capitalización y su transparencia, ya que se considera el consorcio menos eficiente en cuanto a gestión, según los expertos. La privatización de Rosneft, petrolera que se convirtió en la mayor del país gracias a la expropiación hace una década de la desaparecida Yukos de Mijaíl Jodorskovski, fue anunciada en septiembre pasado por el primer ministro, Dimitri Medvédev.

Rusia inaugura un gasoducto para suministrar gas natural a la península de Crimea

EFE.- El presidente de Rusia, Vladímir Putin, inauguró por videoconferencia un gasoducto que unirá Crimea al sistema de gasoductos del país y que permitirá a los habitantes de la península ocupada recibir gas de manera ininterrumpida. «Esta es otra importante decisión para el desarrollo de Crimea y su futuro», señaló el jefe del Estado, que anunció que entre 2017 y 2018 se construirán dos centrales eléctricas en Crimea que satisfarán todas sus necesidades de este tipo de energía.

Putin agregó que en los próximos cuatro años en Crimea se construirán 70 kilómetros de gasoductos mayores, 2.500 kilómetros de gasoductos menores, rurales, y ocho estaciones compresoras. «Junto con las autoridades regionales y federales, haremos todo lo posible para que el gas llegue cuanto antes a cada consumidor«, subrayó Putin. La longitud del gasoducto puesto en marcha es de 358,7 kilómetros, e incluye el paso de dos tubos a través del lago Tuzla y el estrecho de Kerch, así como una extensión, de 27,3 kilómetros, hasta la ciudad de Simferópol.

El 18 de marzo de 2014, en un ceremonia oficial en el Kremlin, Putin firmó un tratado con los dirigentes independentistas de Crimea y el puerto de Sebastopol, situado en esa península ucraniana, decisión de adherirse a Rusia que fue condenada unánimemente por Occidente y que le valió a Rusia la adopción de sanciones en su contra. Ucrania no renuncia a recuperar Crimea, que considera un territorio ocupado por Rusia.

Las petroleras rusas dan el visto bueno al recorte de la producción mientras el Estado privatiza un 19,5% de Rosneft

EFE.- Rusia anunció que ha ingresado 10.500 millones de euros al privatizar el 19,5% de la mayor petrolera del país, Rosneft, que ha sido adquirida a partes iguales por el consorcio de materias primas Glencore y el Fondo Soberano de Qatar. Asimismo, las petroleras rusas dieron el visto bueno al recorte de producción acordado en la reciente cumbre de países exportadores de crudo, incluido los no miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

«Todas las compañías han respaldado nuestra propuesta de reducción del nivel de extracción», desveló Alexandr Novak, ministro de Energía ruso, que se reunió con los dirigentes de Rosneft, Lukoil, Gazprom Neft, Tatneft, Bashneft, Transneft y Surgutneftegaz. El Kremlin explicó que el presidente ruso, Vladímir Putin, acercó posturas con las principales compañías petroleras antes de acordar reducir la producción de crudo. «El aumento de los precios del petróleo proporcionará ingresos adicionales, tanto al presupuesto nacional como a las propias petroleras», reivindicó Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.

Rusia, que ha reducido en los últimos tres años la dependencia de las exportaciones de hidrocarburos, se comprometió a reducir su producción en 300.000 barriles diarios, lo mismo que todos los países al margen del cartel en su conjunto. Según la prensa rusa, el papel de mediación de Putin fue crucial para que Arabia Saudí e Irán aceptaran reducir la producción, que en el caso de la OPEP asciende a los 1,2 millones de barriles diarios. El petróleo de la OPEP se ha encarecido ya casi un 14,5% desde que el grupo anunciara el recorte de producción, el primero desde 2008. No obstante, algunos expertos creen que a largo plazo la anunciada reducción no será suficiente para estabilizar el mercado.

Recibe 10.500 millones por Rosneft

Respecto a la privatización del 19,5% de Rosneft, Putin calificó la venta de esas acciones como «la mayor transacción del año en el mercado energético mundial«, según el Kremlin. Además, se congratuló de que la operación coincidiera con la tendencia al alza de los precios del petróleo tras el acuerdo de reducción de la producción alcanzado entre países exportadores. Al reunirse con el presidente de Rosneft, Ígor Sechin, considerado uno de sus más estrechos colaboradores, destacó que el Estado ruso mantendrá el control sobre ese activo estratégico. Putin expresó su confianza en que la privatización del 19,5% de la petrolera contribuya a aumentar su capitalización y su transparencia, ya que es considerado el consorcio menos eficiente a nivel de gestión.

Sechin dio las gracias al presidente Putin por su respaldo desde el comienzo de la operación, estimó en una treintena las compañías con las que mantuvo negociaciones y calificó el precio del paquete de acciones como «el mejor posible». En su momento, Sechin valoró ese paquete en unos 11.000 millones de dólares, estimación que el Ministerio de Economía consideró acertada.

La privatización de Rosneft, petrolera que se convirtió en la mayor del país gracias a la expropiación hace una década de la desaparecida Yukos de Mijaíl Jodorskovski, fue anunciada en septiembre por el primer ministro, Dmitri Medvédev. Según la prensa, Sechin intentó resistirse a la privatización del consorcio, pero la dura realidad de la recesión en la que se encuentra sumida la economía rusa desde 2014 y la urgente necesidad de ingresos le obligó a dar su brazo a torcer.

La privatización de Rosneft se vio recientemente salpicada por el escándalo cuando el hasta hace poco ministro de Economía, Alexéi Uliukáev, fue detenido y acusado de sobornar a la petrolera con 2 millones de dólares. Según la investigación, Uliukáev exigió a Sechin esa cantidad de dinero a cambio de su autorización para comprar acciones de la petrolera Bashneft. De hecho, se comentó que el denostado ministro se oponía a la participación de Rosneft en esa operación, al considerar a la petrolera una empresa estrictamente estatal.

Los productores de crudo estudian juntos cómo reducir el exceso de oferta mientras la OPEP sigue en máximos

EFE / Europa Press.- Los 14 miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) continuaron abriendo sus grifos en septiembre hasta extraer juntos 33,39 millones de barriles diarios (mbd) de crudo, marcando un nuevo máximo histórico. Mientras, los grandes países productores de petróleo, tanto de la OPEP como sus competidores, discuten sobre cómo limitar de forma conjunta la extracción y reducir así el exceso de oferta petrolera que presiona los precios a la baja.

Así funciona la estrategia de la OPEP para tratar de sumar a otros países a su propósito de congelar los niveles de bombeo para elevar los precios. El objetivo es «reequilibrar el mercado en el interés de todos, no sólo en el de productores y exportadores, sino en el interés de la economía mundial», aseguró el ministro de Energía de Qatar, Mohamed Saleh Al Sada. El qatarí compareció junto a sus homólogos de Rusia, Alexander Novak, y Argelia, Nuredín Buterfa. Precisamente el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ya había anunciado su respaldo a la estrategia de la OPEP. México fue otro de los invitados a una reunión que estuvo encabezada por el secretario general de la OPEP, Mohamed Sanuso Barkindo.

El resultado inmediato será una reunión técnica en Viena, los días 28 y 29 de octubre, donde se tomarán una serie de decisiones más prácticas. Novak confirmó que su país acudirá a ese encuentro de Viena para «crear una hoja de ruta y discutir procedimientos de interacción» con la OPEP. La base de la negociación será el acuerdo concluido el mes pasado en Argel, donde la OPEP decidió limitar la producción a una horquilla de entre 32,5 y 33 millones de barriles diarios, frente a los 33,4 mbd de media que extrajo el pasado septiembre. Ese nivel de bombeo fue de 220.000 barriles más que en agosto y marca un nuevo máximo histórico de producción.

Ese incremento se debe, sobre todo, al mayor bombeo de Irak, que aumentó en 105.000 barriles y alcanzó la cota inédita de 4,45 millones de barriles diarios (mbd), consolidándose como segundo productor del grupo, por detrás de Arabia Saudí. También Libia y Nigeria lograron recuperar parte de sus actividades interrumpidas y alcanzaron una producción de 0,36 mbd y 1,52 mbd, al tiempo que Irán elevó sus suministros hasta 3,6 mbd. En menor medida aumentaron también sus extracciones Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Ecuador. Venezuela, uno de los actores más empeñados en avalar el acuerdo de Argel y limitar la extracción, redujo su producción hasta 2,08 millones, algo que también hizo Arabia Saudí, que redujo su producción hasta 10,49 mbd.

Pero también fuera de la OPEP hubo incrementos de la oferta petrolera en septiembre con lo que el «suministro global aumentó en 1,46 mbd hasta los 96,4 mbd», un volumen que superaría en 2 mbd la demanda calculada por la OPEP. El informe mantiene casi sin cambios su pronóstico sobre el crecimiento del consumo de oro negro del planeta para 2016 y el próximo año. «La demanda mundial de crudo en 2016 está creciendo en 1,24 mbd (un 1,33%) hasta 94,4 mbd, tras una revisión al alza marginal de 10.000 bd» con respecto a lo previsto en septiembre, señalan la OPEP. En 2017 el consumo subirá a un ritmo menor, de 1,15 mbd o un 1,22%, hasta los 95,56 mbd.

Con respecto a la oferta de crudo que compite con la de los 14 socios de la OPEP, el informe la ha recortado para este año y revisado al alza la de 2017, hasta un incremento de 240.000 barriles diarios debido principalmente a los nuevos proyectos en Rusia. «Se espera ahora que la oferta No-OPEP se contraiga en 2016 en 0,68 mbd, tras una revisión a la baja en cerca de 70.000 bd respecto al informe de septiembre, hasta los 56,3 mbd», indica el informe. Asimismo, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) advirtió que el exceso de petróleo en el mercado va a prolongarse en 2017 a menos que la OPEP reduzca su producción.

Será en Viena donde se tendrá que discutir el siempre delicado problema de las cuotas por país, aún no aclarado en la reunión de Argel, por lo que de momento el mercado sigue sobreabastecido. En cualquier caso, no es probable que se tome una decisión al respecto hasta la conferencia ministerial de la OPEP del 30 de noviembre. «Hay un exceso de stock de crudo en el mercado y ese exceso impide respaldar un precio justo. No hay precio justo y eso hace disminuir los niveles de inversión, lo que sufrimos duramente en los últimos dos años. Esa tendencia continuará probablemente el año que viene», vaticinó el qatarí Al Sada.

La reunión en Viena será por tanto un nuevo paso para limitar el exceso de oferta. Aunque Al Sada no reveló la lista de invitados a ese encuentro, subrayó que se tratará de incluir a «tantos países no OPEP como sea posible». Alexander Novak aseguró que espera de la OPEP que invite a «los mayores productores no OPEP» y recordó que «Estados Unidos es el tercer mayor productor». Preguntado por Irán, Al Sada recordó que ya en el preacuerdo de Argel acordaron «dar una consideración especial a los países que han pasado por circunstancias anormales, como Libia, Irán y Argelia».

Barril de OPEP en máximos

Por otro lado, el crudo de la OPEP se vende a 48,81 dólares por barril, un 1,03% más que, con lo que se situó en el nivel más alto en más de 14 meses, según indicó el grupo petrolero. El precio del barril usado como referencia por la OPEP no se situaba por encima de los 48,80 dólares desde el 31 de julio de 2015. Este valor supera en más del 100% al del 20 de enero, de 22,48 dólares, un mínimo en 12 años. No obstante, continúa a menos de la mitad de los más de 100 dólares que tenía a mediados de 2014.

No obstante, desde que el 28 de septiembre la OPEP anunciara en Argel un preacuerdo para limitar su oferta conjunta en 2017, el crudo de la organización ha mantenido una sostenida senda alcista, con un encarecimiento del 15,5%. Una tendencia fortalecida con el respaldo de Putin a que su país, Rusia, que no pertenece a la OPEP aunque es uno de los tres mayores productores de crudo del mundo, está dispuesto a adherirse al pacto. Por su parte, el presidente venezolano Nicolás Maduro insiste en que «los precios justos, realistas» del petróleo deben estar por encima de los 70 dólares.

Putin respalda los esfuerzos de la OPEP para impulsar el precio del petróleo anunciando que Rusia podría congelar su producción

EFE.- El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha elogiado los esfuerzos de la OPEP para impulsar el precio del petróleo y ha avanzado que su país está dispuesto a unirse a otros en una hipotética congelación de la oferta petrolera. Desde Estambul, en el 23 Congreso Mundial de la Energía, los grandes productores de crudo evidenciaron su acuerdo de que es preciso tomar medidas para reforzar los precios del crudo y recuperar el control del mercado.

«Rusia tiene la voluntad de adherirse a los esfuerzos de otros países productores», anunció Putin, en relación a la búsqueda de un acuerdo para congelar la producción y reducir el sobreabastecimiento que lleva dos años empujando los precios a la baja. «Creemos que congelar o incluso reducir la producción petrolera es la única forma para mantener la sostenibilidad de todo el sector energético. Eso va acelerar el reequilibrio del mercado», apuntó Putin, en su primera manifestación de apoyo a esa estrategia. «Rusia está lista para limitar la producción e insta a otros exportadores de petróleo a hacer lo mismo«, añadió el mandatario de Rusia, uno de los tres mayores productores mundiales de crudo, junto a Arabia Saudí y Estados Unidos.

Expresó así su apoyo a «la reciente iniciativa de la OPEP (Organizaciones de Países Exportadores de Petróleo) de limitar su producción», y espera que en la reunión de la OPEP de noviembre se concreten las medidas para enviar una señal positiva a los mercados y a los inversores. El estadista ruso se refirió al preacuerdo de los 14 socios de la OPEP para limitar su producción a entre 32,5 y 33 millones de barriles diarios (mbd) en 2017. La suma de Rusia a la estrategia de la OPEP, que controla el 40% de las exportaciones de crudo, es un gran apoyo a esa estrategia para evitar la depreciación del petróleo.

Venezuela avanza para el acuerdo

Una presión bajista que, según el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, hace que, en los dos últimos años, el precio del petróleo haya caído a sus mínimos en 40 años y una presión contra la que es necesario establecer mecanismos nuevos y una alianza de productores. «Ha llegado la oportunidad de que los países productores de petróleo de la OPEP y No OPEP definitivamente nos pongamos de acuerdo en una ruta para estabilizar el mercado petrolero y llegar a un nivel de precios que permitan inversiones para reponer inventarios y para nuevas tecnologías«, apuntó Maduro. El desplome de los precios del crudo ha reducido drásticamente la inversión en el sector.

Maduro confía en que en los próximos 6 meses se puedan establecer nuevos mecanismos que aseguren estabilidad y un precio «realista y justo» a medio plazo. «Estamos planteando construir nuevos mecanismos para la estabilidad del mercado petrolero para precios realistas y justos de un ciclo de 10 años«, aseguró. Maduro aseguró que trató este tema con Putin, con el presidente de Azerbaiyán, Ilham Alíev, y con los representantes de la OPEP, que aspira a sumar al acuerdo a otros grandes productores. «Los dueños del petróleo debemos tener el papel de mando en los nuevos mecanismos para establecer la estabilidad del mercado, garantizar la reposiciones de las inversiones y para garantizar un nuevo ciclo, de precios estables, justos y realistas», resumió.

Expresó su convicción de que en los próximos seis meses se puedan desarrollar «mecanismos no especulativos, no sujetos a los vaivenes de factores extraños a la actividad económica energética». Por su parte, el ministro de Energía de Arabia Saudí, Jalid al Fali, señaló que apoyan la congelación de la producción, al señalar que «es hora de que la OPEP se coordine». Prometió que iba a ser «un giro del timón muy leve» y «nada dramático», pero vaticinó que los precios del barril iban a estar en 60 dólares a finales del año, con una neta subida desde enero, cuando el barril cotizaba a 30 dólares.

El Brent en máximos anuales

Mientras tanto, las palabras de Putin provocaron que el barril de petróleo Brent para entrega en diciembre subiera un 2,33%, hasta 53,14 dólares, su máximo en un año, aunque durante la sesión llegó a superar esa cota y se intercambió a más de 53,7 dólares. El crudo del mar del Norte, de referencia en Europa, terminó la sesión en el International Exchange Futures por encima de los 52,55 dólares, el anterior máximo anual que alcanzó recientemente. Este impulso llevó al precio a niveles que no se veían desde octubre de 2015, cuando el crudo de referencia en Europa acabó por encima de la barrera de 53 dólares por última vez.

En lo que va de año, el barril de petróleo Brent se ha encarecido un 43%, mientras que desde el mínimo de 27,10 dólares del pasado enero ya sube más de un 96%. Por su parte, el precio del barril de petróleo Texas, de referencia para Estados Unidos, escalaba por encima de los 51 dólares por primera vez desde junio, hasta alcanzar un máximo intradía de 51,01 dólares por unidad.

Rusia y Turquía firman un acuerdo para construir el gasoducto Turkish Stream, que Gazprom prevé empezar a partir de 2018

EFE.– El presidente del consorcio gasístico ruso Gazprom, Alexéi Miller, afirmó que el tendido del gasoducto Turkish Stream, concebido para suministrar gas ruso al sur de Europa a través del mar Negro y del territorio turco, comenzará en 2018. Así lo anunció después de que Rusia y Turquía firmaran un acuerdo para construir el gasoducto Turkish Stream y evitar así el tránsito a través de Ucrania.

El documento fue firmado en presencia de los presidentes de los dos países, el ruso Vladímir Putin, y el turco Recep Tayyip Erdogan, que participaron en el Congreso Mundial de la Energía en Estambul. «Hemos firmado el acuerdo del Turkish Stream. Habrá una reducción del precio del gas natural para Turquía. Avanzamos hacia el objetivo del presidente turco de hacer de Turquía un centro de operaciones de energía», explicó Putin junto a su homólogo turco.

Erdogan indicó que las relaciones entre ambos países se están normalizando «a toda velocidad», después de la crisis diplomática abierta en noviembre de 2015 cuando un caza turco derribó dos aviones de combate rusos sobre la frontera con Siria. Entre las medidas tomadas entonces por Moscú se incluyó la cancelación de las negociaciones sobre el gasoducto. Asimismo, los contactos se complicaron después de que Ankara exigiera a Moscú un descuento en el precio del gas antes de firmar el acuerdo. Este proyecto debería reemplazar al South Stream, al que Gazprom renunció ante la oposición de la Unión Europea al proyecto.

Gazprom hace planes para 2018

«Según nuestro plan, la construcción propiamente como tal comenzará en 2018″, aseveró Miller en referencia al Turkish Stream. El gasoducto contará con dos ductos, cada uno con capacidad de transportar 15.750 millones de metros cúbicos de gas al año. Uno de los ductos del Turkish Stream estará destinado a los suministros de gas al mercado turco, y el otro, a exportaciones a países del sur de Europa. «El tramo marítimo del gasoducto pertenecerá totalmente a Gazprom, que financiará la construcción de los dos ductos», desveló.