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Vicente López-Ibor ve el futuro de la transición energética en el «maridaje» entre la energía solar y las baterías eléctricas

EFE.- El paso de fuentes de energía tradicionales hacia las renovables se hará por una combinación, o un «maridaje», entre la energía solar fotovoltaica y los almacenamientos eléctricos en baterías, según el experto español Vicente López-Ibor.

A su paso por Miami, el expresidente de la compañía Lightsource, destacó que el desarrollo tecnológico, la innovación y la demanda del sector han generado un «nuevo ecosistema de la energía» en el que una de sus columnas vertebrales son «los sistemas inteligentes de baterías«.

«Ha bajado el precio y han aumentado las prestaciones» de los sistemas de almacenamiento, precisó López-Ibor, quien puso de relieve que ello está produciendo una «convergencia» de industrias que se observa en especial en las telecomunicaciones, el transporte y la construcción.

El experto, que ejerció hasta diciembre pasado la presidencia de la firma europea de energía solar más grande, poco antes del acuerdo de tres años que la compañía hizo con la petrolera BP y que dio pie a Lightsource BP, cree que «los ciudadanos serán los protagonistas de esa transición energética.

«Podemos esperar también una gran colaboración de sectores que a veces han estado en paralelo o de espaldas y ahora convergerán», añadió López-Ibor, quien participó en Miami en una reunión de exalumnos de la escuela de negocios de la Universidad de Harvard.

El español, que fue miembro de la Comisión Nacional de Energía, destacó que desde el año 2013 la «industria energética que más ha crecido por capacidad disponible» es la solar, y puso de manifiesto el liderazgo en este campo de los países nórdicos, Alemania y Reino Unido.

Llamó la atención además del «desarrollo extraordinario» alcanzado en los últimos años por China, de manera especial en el caso de la energía solar fotovoltaica aunque también en la eólica, y avisó de los «grandes progresos» que se verán en el continente africano.

«Es una tendencia irreversible y positiva para las economías, ciudades y ciudadanos», resaltó el presidente de Fundación Lightsource BP sobre la marcha indefectible hacia las renovables como consecuencia de la lucha contra el cambio climático, un hecho aceptado por la comunidad internacional y la científica, destacó.

Por lo pronto, el crecimiento de la energía solar en Estados Unidos ha permitido que este país cuente ya con una capacidad fotovoltaica instalada de 53 gigavatios (GW), suficientes para atender la demanda de 10,1 millones de hogares.

Dichas cifras, calculadas por la organización Frontier Group y difundidas el pasado mes de abril, suponen un aumento 26 veces superior a los registros del año 2010, lo que se debe a la inversión de las principales ciudades en energías renovables y a pesar de la posición en esta materia del actual Gobierno del presidente Donald Trump.

Además de retirar a EEUU del Acuerdo de París a favor de la lucha contra el cambio climático, Trump ha puesto al frente de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) a Scott Pruitt, un escéptico del cambio climático que está siendo investigado por malgastar fondos públicos.

«No se puede ir contra la realidad», aseveró López-Ibor, quien ve en muchos estados del sur de EEUU escenarios naturales muy positivos para la expansión de la energía renovable, aunque hace falta una regulación favorable y más determinada en este campo.

Prevé «una nueva ola de la terciariazacion avanzada de la economía en el que una vez más la electricidad será un motor para su desarrollo«, como lo fue en el período entre finales del siglo XIX y comienzos del XX.

Auguró en ese sentido que en las siguientes décadas se verá «un incremento muy considerable» de las energías compatibles con el medio ambiente que estarán apoyadas por «estos nuevos instrumentos de almacenamiento inteligente» así como de la digitalización, «que es un motor del cambio».