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La central nuclear de Cofrentes cifra en 12 los sucesos notificados al CSN y permanecerá parada esta semana por mantenimiento

Europa Press.- El director de la central nuclear de Cofrentes, Tomás Lozano, explicó que la instalación comunicó al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) 10 sucesos notificables en 2017 y 2 en enero de 2018 que «no han afectado a personas, a la instalación, ni al medio ambiente» e indicó que la planta permanecerá parada esta semana para el mantenimiento de algunos accionadores de las barras de control.

Así lo indicó Lozano en una comparecencia en las Cortes de la Comunidad Valenciana para explicar los incidentes ocurridos durante los últimos 10 meses en la central nuclear, en donde ha restado importancia al número de sucesos registrados en la planta porque ha puntualizado que entran dentro de la «normalidad». «Notificar no significa que exista anomalía ni que haya algún incidente», explicó antes de reivindicar que Cofrentes es «absolutamente segura».

En este sentido, detalló que de los 10 sucesos de 2017, 9 se calificaron con nivel 0 en la Escala Internacional de Sucesos (INES) del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), mientras que uno de ellos fue nivel 1 (anomalía), el más bajo de la escala en importancia y se produjo por defectos en una válvula del sistema de agua de alimentación, lo que provocó la parada de la planta.

Lozano explicó que esta única anomalía de nivel 1 obligó a parar la producción para inspeccionar las líneas y las válvulas del lazo A del sistema de agua de alimentación al observar un desequilibrio de caudales de agua entre el lazo A y el lazo B, que aportan agua a la vasija para producir el vapor necesario para mover la turbina. Señaló que fue entonces cuando se inició un proceso de inspecciones «exhaustivas» hasta que se determinó que la anomalía se debía al desprendimiento de fragmentos de dicha válvula en el sistema de agua de alimentación, que finalmente fueron recuperados.

Respecto a la situación actual de la central, indicó que se encuentra realizando una parada de una semana de duración para completar trabajos de mantenimiento preventivo en algunos de los accionadores hidráulicos de las barras de control, dado que han observado que en dos de ellos las juntas «no ofrecen un perfecto sellado y hay un leve goteo en la parte inferior». Ante esta situación, Lozano ha avanzado que se ha adoptado la decisión de cambiar no solo estas piezas, sino todas las juntas de la pasada recarga por si hubiera «un problema de fabricación«.

En este sentido, ha remarcado que la prioridad absoluta en la central es la seguridad por lo que pararán cuantas veces sea necesario para llevar a cabo labores de mantenimiento. «La prioridad de Cofrentes es la seguridad y si hay que parar y dejar de ingresar se hace. La seguridad prima frente a la producción y los ingresos», aseveró. El máximo responsable de la instalación también ha insistido en que todos los indicadores que miden la seguridad en la planta apuntan a que Cofrentes está «al mejor nivel de seguridad». Por tanto, ha reivindicado que la central es «absolutamente segura».

Por otro lado y respecto al proyecto para el licenciamiento y construcción del Almacén Temporal Individualizado (ATI) en el emplazamiento de la central, el director de la planta ha indicado que todo avanza según lo previsto y ha insistido en que es una instalación «totalmente segura», «extendida en la mayoría de países» y que será necesaria en cualquier escenario futuro.

Lozano ha destacado que Cofrentes es una de las instalaciones energéticas más importantes de España y de la Comunidad Valenciana, que en 2017 generó 7.340 millones de kWh, cerca de un 3% de la demanda eléctrica a nivel nacional. Ha señalado que desde 2009 la instalación valenciana ha mantenido factores de funcionamiento medios superiores al 90%, lo que la sitúa dentro de las centrales con mejor fiabilidad a nivel internacional.

La central de Cofrentes advierte de que su almacén temporal individualizado (ATI) de residuos nucleares debería estar construido en 2019

EFE.- El almacén temporal individualizado (ATI) de residuos, cuya construcción reclama la central nuclear de Cofrentes, debería estar acabado en 2019, para poder realizar los protocolos de pruebas al año siguiente y estar operativo en 2021 cuando está previsto que se agoten sus piscinas de combustibles.

Así lo ha explicado el director de la central, Tomás Lozano, en una comparecencia en las Cortes de la Comunidad Valenciana, en la que ha defendido que el ATI tiene «absoluta garantía de seguridad incluso en escenarios improbables» como la desaparición de presas, lluvias milenarias o vientos de más de 140 kilómetros por hora. A petición de Compromís y PSOE, Lozano ha comparecido en la Comisión de Medio Ambiente, donde ha manifestado que el ATI «será necesario en cualquier escenario» y, aunque permite «continuar la operación de Cofrentes en 2021,» es «independiente» del proceso de autorización de explotación, que prevén solicitar en marzo de 2020.

Lozano expuso que la planta generó en 2016 el 35% de la demanda eléctrica de la Comunidad Valenciana, evita la emisión de 6,5 millones de toneladas de CO2 al año, su siniestrabilidad laboral es cero, invierte de media 46 millones al año, su seguridad se sitúa en la excelencia y ofrece 750 empleos directos y 800 indirectos. Asimismo, explicó que solicitaron el almacén temporal cuando la empresa pública ENRESA confirmó el retraso en el almacén temporal centralizado (ATC) programado en Villar de Cañas (Cuenca), ya que sus piscinas de combustibles se encuentran actualmente al 88% de su capacidad y prevén que se completen en 2021.

Respecto a la nueva instalación explicó que su refrigeración es por convección de aire natural, «el método más seguro», estará ubicada al oeste de las torres de refrigeración y, además de estar semisoterrada para evitar cualquier impacto ambiental, está diseñada con los más altos márgenes de sismicidad e inundabilidad. Especificó que estará construida 46 metros por encima del nivel del Júcar, lo que supone 30 metros más de lo que marca el Plan de acción territorial sobre prevención del riesgo de inundación en la Comunidad Valenciana (Patricova) y 2 metros por encima de la cota para sucesos como roturas de presas, vientos o lluvias milenarias.

Respecto a la sismicidad, ha explicado que los márgenes de diseño son «5 veces superiores a lo que establece la normativa sismoresistente aplicable en la zona para edificaciones convencionales», y además ha incidido en que cumplirá todos los criterios nucleares de seguridad. «Es la solución más extendida y se impone como solución temporal al almacenamiento de combustible gastado», ha afirmado.

El director de la central nuclear de Cofrentes ha hecho hincapié en que la política energética en los países occidentales se dirige a «permitir la energía nuclear más allá de los 40 años porque es necesaria para la transición energética cumpliendo los requisitos medioambientales y de rentabilidad». En esa línea ha afirmado que de los 445 reactores del mundo, 115 tienen concedida la operación más allá de 40 años, de ellos 80 de Estados Unidos (de un centenar) y 30 de Europa, con la excepción de Alemania, que ha optado por el cierre progresivo y que, según ha indicado, tiene el segundo precio más caro de la energía en Europa.