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Comienza una nueva fase para levantar el muro helado de Fukushima

EFE.- La construcción del muro de hielo subterráneo para proteger los reactores y evitar fugas de agua contaminada de la central nuclear de Fukushima ha entrado en una nueva fase, según comunicó la empresa operadora. Tokyo Electric Power (TEPCO) explicó que la primera de las tres etapas para levantar esta estructura ha entrado en su fase definitiva tras obtenerse la aprobación de la Autoridad de Regulación Nuclear (NRA) de Japón.

El muro tiene como objetivo evitar los vertidos contaminantes al mar aislando el subsuelo alrededor de los cuatro reactores afectados por el terremoto y tsunami de 2011para evitar así que penetre en ellos el flujo de los acuíferos naturales. Estas aguas subterráneas se mezclan en los sótanos con el refrigerante radiactivo y se filtran después al océano Pacífico. La NRA ha certificado que los sistemas de bombeo empleados para bifurcar algunos acuíferos funcionan correctamente y que las porciones del muro activadas no han generado contraflujos peligrosos de aguas subterráneas.

Ahora se congelará el 95% del perímetro alrededor de los reactores, lo que reducirá en un 50% el volumen de agua que entra a diario en los sótanos, unas 150 toneladas. Si esta fase se completa con éxito la segunda consistiría en gestionar el 5% restante y la tercera en el sellado completo del perímetro de 1,5 kilómetros de largo. Dado lo experimental del proceso, la empresa no ha establecido plazos concretos para completar el proyecto de levantar el muro.

Activan el muro de hielo de Fukushima para frenar los vertidos radiactivos

EFE.- La operadora de la accidentada central nuclear de Fukushima activó el «muro de hielo» subterráneo construido en torno a los reactores, una medida destinada a contener los vertidos de agua contaminada al océano Pacífico. La operadora de la planta, Tokyo Electric Power (TEPCO), puso en marcha el sistema de tuberías subterráneas que permitirá congelar el subsuelo y crear una barrera física alrededor de las 4 unidades dañadas por el terremoto y tsunami de marzo de 2011, según confirmó una portavoz de la empresa.

La instalación del sistema ha llevado 2 años, y pese a que TEPCO presentó el proyecto en 2013 la Autoridad de Regulación Nuclear (NRA) no había dado su visto bueno hasta ahora para analizar en profundidad la seguridad del proyecto, que costará unos 34.500 millones de yenes (271 millones de euros/307 millones de dólares). En la víspera, la NRA dio luz verde a una primera fase del «muro de hielo», que flanqueará la cara de Fukushima Daiichi que da al mar (oeste de la planta). Más adelante, la segunda fase de la barrera helada se extenderá a las zonas norte y sur de las instalaciones nucleares, lo que supondría completar aproximadamente el 95% de su perímetro total, detalló la portavoz.

Impedir agua entre a reactores

El primer tramo del «muro de hielo» tardará aproximadamente mes y medio en estar operativo; su fin es que el agua de los acuíferos subterráneos no penetre dentro de los edificios de los reactores, donde se mezclan con refrigerante contaminado. El objetivo es lograr reducir el volumen de agua radiactiva que se acumula en los sótanos de las unidades nucleares, donde se filtra después por efecto del rebalsamiento al Pacífico.

Una vez esté operativa la barrera helada, la cantidad de agua que se filtra diariamente en las instalaciones nucleares se reducirá desde las aproximadamente 200 toneladas actuales hasta unas 50 toneladas, según TEPCO. Esta cantidad se podría reducir aún más si se completa la tercera fase de la barrera subterránea, es decir si se sella el subsuelo del lado este de la central. La NRA aún no ha autorizado la construcción del «muro de hielo» en esta última zona, ya que teme que si el nivel de los acuíferos subterráneos en torno a los reactores es inferior al líquido radiactivo que se acumula dentro de ellos se podrían producir fugas.

El 38% del personal que intervino en Fukushima recibió excesiva radiación

EFE.- Al mismo tiempo que la operadora de la accidentada central de Fukushima, Tokyo Electric Power (TEPCO), anuncia que ha completado la instalación de un muro subterráneo ubicado en la costa frente a la planta y destinado a contener los vertidos al mar de agua radiactiva, el Gobierno nipón ha desvelado que casi el 40% de los militares, bomberos y policías que participaron en las tareas de evacuación tras el accidente nuclear de Fukushima de 2011 recibió dosis de radiación superior al límite anual recomendado.

El Ejecutivo nipón publica estos datos tras recopilar los registros de exposición a la radiación de los cerca de 3.000 efectivos que contribuyeron a la evacuación de los residentes del área de exclusión de 20 kilómetros decretada en torno a la planta. Estos trabajos se llevaron a cabo entre el 12 y el 31 de marzo de 2011, justo después del terremoto y el tsunami el 11 del mismo mes que provocaron la catástrofe nuclear.

Ejército, Policía y los bomberos

Un 38% del personal de la Fuerzas de Auto Defensa (Ejército), la Agencia Nacional de Policía y los bomberos resultó expuesto a un milisievert (que equivale a 1.000 microsievert) o más, el límite anual que recomienda la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP). De ellos, una quinta parte recibió una dosis superior a 2 milisievert y un 5% recibió entre 5 y 10 milisieverts, según datos difundidos por el Gobierno.

Mientras que la dosis máxima recomendada por la ICRP es de 1 milisievert al año, en el caso de los trabajadores de instalaciones nucleares la normativa nipona fija un límite de 100 milisieverts repartidos en cinco años y con un máximo de 50 anual. No obstante, durante la crisis de Fukushima, el Gobierno decidió elevar este tope anual hasta los 250 microsieverts de forma excepcional.

Los datos se han divulgado una semana después de que el Gobierno nipón reconociera por primera vez el vínculo entre el cáncer desarrollado por un exempleado de la central y sus tareas de limpieza y reconstrucción en la planta tras la catástrofe nuclear. El hombre, de 41 años, desarrolló leucemia tras quedar expuesto a unos 15,7 microsieverts anuales por su trabajo en la limpieza y reconstrucción de la planta, y recibirá una compensación del Estado en concepto de accidente laboral.

Muro para contener los vertidos

La barrera destinada a contener los vertidos al mar de agua radiactiva, que se comenzó a instalar en 2012, es una de las medidas que TEPCO ha tomado para evitar que el agua de los acuíferos subterráneos, que se filtra dentro de los reactores y se mezcla con el líquido altamente radiactivo empleado para refrigerar las unidades, vaya a parar al Océano Pacífico. El muro tiene 780 metros de largo y penetra a una profundidad de 30 metros bajo tierra, y ha sido instalado a lo largo de toda la franja costera frente de las instalaciones nucleares de Fukushima Daiichi.

TEPCO prevé que su instalación permita reducir la cantidad de agua contaminada que va a parar al mar desde las 400 toneladas diarias hasta unas 10 toneladas, según informó la eléctrica a través de Twitter. La barrera está formada por planchas de acero que han sido enterradas y selladas con cemento para evitar las filtraciones. Su instalación se suma a otros métodos destinados a reducir la gran acumulación de líquido tóxico que se produce cada día en las instalaciones nucleares, como un sistema de bombeo de agua subterránea contaminada para procesarla y verterla al mar de forma controlada, que se puso en marcha también recientemente.

Imputan a antiguos ejecutivos de la propietaria de Fukushima por el accidente nuclear

EFE.- Un comité judicial de Tokio falló a favor de imputar a tres antiguos directivos de la empresa propietaria de la central nuclear de Fukushima por su responsabilidad en el accidente atómico desatado por el terremoto y tsunami que golpeó el noreste de Japón el 11 marzo de 2011. Tras la decisión de este comité de investigación judicial, compuesto por ciudadanos, el Tribunal del distrito de Tokio está obligado a imputar a los tres exdirigentes de Tokyo Electric Power (Tepco) por negligencia con resultado de lesiones y muerte.

Los tres exdirectivos de la empresa eléctrica que serán procesados son Tsunehisa Katsumata, de 75 años y presidente de la compañía en el momento del accidente, y los exvicepresidentes de Tepco, Sakae Muto, de 65, e Ichiro Takekuro, de 69. Será la primera vez que se abre un proceso de responsabilidad penal en Japón por el accidente nuclear. El tribunal tokiota había desestimado a principios de año una decisión similar de este órgano de investigación, que raramente se utiliza en Japón y compuesto por 11 ciudadanos anónimos. Se consideró entonces que no existía suficiente base para imputar por negligencia a los tres exejecutivos. Sin embargo, el panel insistió en proseguir su investigación y volvió a votar a favor del procesamiento.

El seísmo de 9 grados de magnitud en la escala Richter y el tsunami que devastaron el noreste nipón el 11 de marzo de 2011 dejaron más de 18.000 muertos y desaparecidos y provocaron en la central de Fukushima Daiichi el peor accidente nuclear desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986. Las emisiones y vertidos resultantes mantienen desplazadas a miles de personas que vivían junto a la planta y dañó gravemente a la agricultura, la ganadería y la pesca local.