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La Cámara de Comercio propondrá varias medidas para que el Gobierno las incluya en la futura Ley de Cambio Climático

Europa Press.- La Comisión de Energía de la Cámara de Comercio de España anunció que elaborará un conjunto de propuestas que remitirá al Gobierno para que las incluya en la futura Ley de Cambio Climático y de Transición Energética, anunciada por el Ejecutivo para la presente legislatura.

Así lo acordó la Comisión de Energía, en la que participan las grandes empresas españolas, que plantearán un conjunto de medidas para que el Gobierno las valore de cara a facilitar el cumplimiento de los objetivos que debe cumplir España para reducir los gases de efecto invernadero. La Comisión está presidida por el director de Políticas Energéticas y Cambio Climático de Iberdrola, Carlos Sallé, que ha destacado la «oportunidad de realizar aportaciones en base a la experiencia» que pueden aportar las empresas españolas para alcanzar los fines de la Ley y, al mismo tiempo, preservar los objetivos de crecimiento económico y de creación de empleo.

En su última reunión se analizaron informes sobre la Calidad del Aire Urbano y Tráfico Rodado y Vehículo Eléctrico, así como los resultados del Programa STEEEP, de mejora de la eficiencia energética de las pymes. Sobre calidad del aire y cambio climático, el profesor del departamento de Ingeniería Química Industrial y Medio Ambiente de la Universidad Politécnica de Madrid, Rafael Borge, presentó un análisis que refleja que en España se calcula que el número de muertes prematuras asociadas a la contaminación con partículas, dióxido de nitrógeno y ozono troposférico está cerca de 30.000. En los entornos urbanos, esa contaminación procede sobretodo del tráfico rodado, por lo que se hace imprescindible tomar medidas en este sector.

En cuanto a vehículo eléctrico, el director de vehículo eléctrico de Renault España y Portugal, Luis Valerio, ha presentado un análisis en el que destaca que España ocupa «los últimos puestos en la lista de ventas de coches eléctricos», donde las posiciones de cabeza están ocupadas por Francia y Noruega. Así, ha apuntado que en España las ventas de diésel han caído un 6% tras calar la imagen en la población de los efectos contaminantes de estos vehículos que, sin embargo, siguen siendo los más vendidos, con el 61% del total, frente a los eléctricos que apenas suponen el 0,22% y los híbridos enchufables, el 0,12% del total de ventas.

Valerio expuso la necesidad de medidas políticas que promuevan la electrificación del parque automovilístico como las que se han tomado en Francia, con ayudas a la compra de este tipo de automóviles, y un plan para instalar corredores con puntos de recarga rápida en las rutas de carretera con más tráfico. En España ahora mismo hay 1.700 puntos de recarga que se han quedado obsoletos. Sin renovarlos, será imposible el despegue del coche eléctrico y el desarrollo de los vehículos industriales movidos con la misma tecnología. Para conseguir ese impulso al vehículo eléctrico, Valerio considera que es preciso un plan de infraestructuras específico o un sistema de ayudas estable a la adquisición de los vehículos.

Por su parte, el Proyecto STEEEP, sobre el que el responsable del servicio de estudios de la Cámara de España, Raúl Mínguez, ha presentado los resultados de un programa desarrollado por la Unión Europea para promover la eficiencia energética entre las pequeñas y medianas empresas. El proyecto STEEEP ha sido implantado por la Cámara de Comercio de España a través de las Cámaras de Madrid, Oviedo, Sevilla, Valencia y Zaragoza.

En total se beneficiaron 108 pymes de estudios personalizados de su consumo que han supuesto la elaboración de informes a medidas con las medidas que podían tomar para ahorrar en su factura energética y reducir su huella de CO2. Al cierre del programa, el ahorro ha sido de 441.604 euros, un 6% de media, y se han reducido las emisiones de gases de efecto invernadero en 1.109 toneladas, un 8,2%.

Un programa europeo coordinado por la Cámara de Comercio reduce un 8,2% las emisiones de 108 pymes españolas

Europa Press.- El programa de la Unión Europea STEEEP (Support and Training for an Excellence Energy Efficiency Performance) ha permitido la reducción de un 8,2% de las emisiones de gases invernadero a 108 pymes españolas. El programa, coordinado por Eurochambres a nivel europeo y por la Cámara de Comercio en España, implementado por las Cámaras de Madrid, Oviedo, Sevilla, Valencia y Zaragoza, pretende reducir el consumo de energía de las empresas, mejorar su eficiencia y crear una red de asesores camerales en esta materia.

El resultado de estos trabajos ha sido una rebaja de la factura energética de estas compañías en 441.604 euros, un 6% de media, y una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en 1.109 toneladas, un 8,2%. El desarrollo del programa se basa en la formación especializada de técnicos, que posteriormente han visitado las empresas y elaborado para la pyme en cuestión un Plan de Gestión de la Energía, en el que se resume la situación energética de la compañía y se incluyen propuestas para mejorarla. Asimismo, estas actuaciones se han complementado con 45 talleres dirigidos a las empresas participantes, algunos de ellos abiertos al público en general.

Las pymes participantes han incorporado a su actividad mejoras en la iluminación, refrigeración o procesos industriales que les han permitido ahorrar costes. Una de las medidas más comunes ha sido modificar el término de potencia, porque la contratación se hizo de forma incorrecta. En ciertos casos se ha requerido algún tipo de inversión para la adquisición de equipos que sustituyen a otros obsoletos, pero esa inversión, asegura la Cámara «se ha amortizado en plazos de tiempo muy breves gracias al ahorro en la factura energética que han supuesto las renovaciones». En otros, el ahorro provino del cambio de ciertos hábitos de producción, con lo que el coste ha sido cero.

El 45,4% de las 108 pymes españolas que han formado parte de este programa pertenecen al sector industrial, frente al 15,7% que desarrolla su actividad en la actividad comercial y el 9% que se dedica a alojamientos y establecimientos de restauración. Las 33 restantes eran empresas de otros servicios. En cuanto a su tamaño, 52 tenían entre 10 y 49 empleados, 32 entre 1 y 9, y 20 contaban con entre 50 y 249 empleados.

El ahorro llega al 20%

Por ejemplo, las empresas Comercial Sermasa y Dema Gestión han logrado ahorrar un 20% en su consumo de energía gracias al programa STEEEP. Ambas empresas madrileñas, con tradición en el sector de manipulados promocionales y que desarrollan su actividad en tres naves, conforman algunos de los mejores ejemplos de compañías que experimentan un fuerte ahorro de costes. Las medidas implementadas gracias al programa STEEEP se han concentrado en el cambio de iluminación de los centros de trabajo. Si antes las plantas estaban iluminadas durante todo el día con luminarias muy ineficientes, ahora se sustituyeon por paneles que dejan pasar la luz natural y las luminarias se han cambiado por LED.

Este cambio ha permitido mejorar las condiciones de trabajo y reducir el consumo. En concreto, el ahorro gracias a las medidas aplicadas asciende al 20,7% del consumo energético en los nueve primeros meses de 2016 en comparación con 2013. Además, estas empresas han experimentado un descenso de 2,80 y 2,22 en el número de kilovatios hora (kWh) de producción, así como una rebaja de 0,92 euros a la hora de producción a 0,36 euros, según indica la Cámara de Comercio.

Otro caso paradigmático es el de la Farmacia Ramírez de Diego, situada en la localidad costera de San Juan de la Arena, en Asturias, que tenía un problema de refrigeración. Gracias al programa STEEEP, han instalado una bomba de calor y un aerotermo. La inversión necesaria fue de 13.000 euros, pero los propietarios esperan amortizarlos en unos 5 años con el ahorro del 50% en la factura energética. Gracias a ambos aparatos, la temperatura en el interior del local es constante y agradable tanto para el público como para los empleados. La bomba de calor, además, soluciona otro problema, el de la humedad, que afectaba al trabajo en el laboratorio.