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Un consorcio participado por Enagás compra por 535 millones un 66% de la distribuidora gasista griega DESFA en su privatización

EFE.- El consorcio en el que participa la compañía española Enagás comprará el 66% de las acciones de la empresa pública de distribución de gas natural en Grecia (DESFA) por un total de 535 millones de euros. El Fondo de Privatizaciones Heleno (TAIPED) y el grupo Hellenic Petroleum (HELPE) aceptaron la oferta mejorada presentada por el consorcio formado por Enagás, que tiene un 20% en el mismo, la italiana Snam, que posee el 60%, y la belga Fluxys, con un 20%.

Según comunicó Enagás a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el consorcio ha comenzado las negociaciones con un grupo de banco griegos e internacionales para obtener financiación y que, de fructificar, espera que la misma alcance en torno al 60% de la inversión. El cierre de la transacción se espera que tenga lugar en la segunda mitad de 2018, cuando se obtengan todas las aprobaciones por parte de las autoridades de competencia. De la cuantía total que pagará el consorcio, 283,7 millones irán a HELPE y el resto a TAIPED, señaló Hellenic Petroleum.

Competían con un segundo consorcio, compuesto por la española Reganosa, la rumana Transgaz y el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD). Ambos consorcios habían presentado ofertas muy similares, por lo que TAIPED les pidió mejorarlas. Grecia retendrá un porcentaje del 34% y, según las reglas de la privatización, mantendrá el derecho a nombrar al presidente de DESFA.

En 2013, el 66% de Desfa había sido adjudicado en una primera licitación a la petrolera estatal de Azerbaiyán, SOCAR, a cambio de 400 millones de euros, pero finalmente el trato no se llegó a materializar. Como parte del programa de rescate firmado con los acreedores, el Gobierno griego tiene como meta ingresar este año 2.000 millones de euros de la privatización de empresas estatales, lo que parece más cercano tras el cierre de la operación de DESFA y las expectativas para la venta del 50,1% de las acciones de HELPE, cuya licitación está abierta.

La gallega Reganosa y un consorcio con presencia de Enagás competirán por hacerse con la compañía de gas de Grecia

EFE.- Las empresas españolas Enagás y Reganosa se disputarán el control del 66% de las acciones de la empresa pública de distribución de gas natural en Grecia (DESFA), según anunció el Fondo de Privatizaciones Heleno (HRADF). Enagás se ha presentado en consorcio con la belga Fluxys, la italiana Snam y la neerlandesa Gasunie, mientras que Reganosa lo ha hecho en solitario.

El fondo Macquarie, el consorcio integrado por la rumana Transgaz y la francesa GRTgaz, Integrated Utility Services (Intus) y Powerglobe, quedaron descartadas por HRADF tras una primera fase, que finalizó en el mes de agosto. Se vende un 66% de DESFA después de que los accionistas de la griega Hellenic Petroleum dieran luz verde en julio a un acuerdo entre el Gobierno griego y HRADF para sumar el 35% de las acciones de su propiedad al 31% del fondo y proceder a su venta conjunta.

Reganosa y Enagás son las dos únicas empresas gasistas españolas que pueden participar en proyectos para la gestión o construcción de redes de transporte de gas tanto a nivel internacional como europeo, ya que están certificadas para ello. No es la primera vez que se intenta privatizar la compañía griega ya que la petrolera estatal de Azerbaiyán, SOCAR, ya ganó una licitación en 2013 para la compra de una participación de 66% en DESFA a cambio de 400 millones de euros, aunque finalmente el trato no se llegó a materializar.

Reganosa indicó que tras superar la criba «tendrá acceso a información que le permita estudiar la operación con el fin de valorar si presenta o no una oferta vinculante» con DESFA, que gestiona «una red de gasoductos de 1.459 kilómetros, así como una terminal de gas natural licuado situada en Revithoussa«. Fuentes de Reganosa subrayaron su «creciente actividad en el mercado global» tras haber surgido «inicialmente para promover y gestionar la terminal de gas natural licuado de Mugardos y 130 kilómetros de gasoductos» y destacaron que tiene «presencia en 4 de los 5 continentes, tanto prestando servicios de asesoramiento e ingeniería como operando infraestructuras gasísticas».

Reganosa participa desde el año pasado en operaciones de mantenimiento de las instalaciones de la planta de la zona de Delimara, al sureste de Malta, propiedad de la firma ElectroGas Malta. Reganosa es una empresa controlada actualmente por el grupo gallego Tojeiro, con el 50,5% de sus acciones, y una participación de 24,3% del capital por parte del Gobierno de la Xunta de Galicia. Los demás accionistas son la multinacional First State Investment con un 15% del capital y la firma pública argelina de energía Sonatrach con el 10% restante.

Enagás, entre los aspirantes a comprar 66% de la distribuidora de gas griega

EFE.- Enagás forma parte de una de las seis candidaturas que aspiran a hacerse con el 66 % de las acciones de la empresa pública de distribución de gas natural en Grecia (DESFA), anunció hoy el Fondo de Privatizaciones Heleno (HRADF).

Enagás se ha presentado en consorcio con la belga Fluxys, la italiana Snam y la neerlandesa Gasunie.

Fuentes de la compañía española han precisado que, de momento, se trata únicamente de una muestra de interés sin carácter vinculante.

En este tipo de procesos, existe una primera fase en la que los potenciales compradores comunican sus muestras de interés y posteriormente se abre un plazo para presentar ofertas vinculantes.

Los accionistas de la griega Hellenic Petroleum dieron luz verde en julio a un acuerdo entre el Gobierno griego y HRADF para sumar el 35% de las acciones de su propiedad al 31% del fondo y proceder a su venta conjunta.

La petrolera estatal de Azerbaiyán, SOCAR, ya ganó una licitación en 2013 por la compra de una participación de 66% en DESFA a cambio de 400 millones de euros, aunque finalmente en trato no se llegó a materializar.

Comienzan en Grecia las obras del gasoducto Transadriático (TAP) en el que participa Enagás

Europa Press / EFE.- La ceremonia de inauguración de las obras de construcción del gasoducto Trans Adriatic Pipeline (TAP), en el que participa Enagás, tuvo lugar este martes con la participación del primer ministro griego, Alexis Tsipras. TAP es una joint venture cuyos accionistas son la británica BP (20%), la azerbaiyana Socar (20%), la italiana Snam (20%), la belga Fluxys (19%), la española Enagás (16%) y la suiza Axpo (5%).

En el acto, celebrado en Tesalónica (Grecia), Tsipras destacó que este inicio de las obras tiene lugar «en un momento crucial para la economía griega» y subrayó que el proyecto constituye «la primera piedra tanto de la estrategia energética del país como de la planificación europea en general», señaló la sociedad. Por su parte, el director general de TAP, Ian Bradshaw, indicó que el evento marca «un hito importante» para la sociedad, sus accionistas y para el panorama energético de Europa. En concreto, el proyecto TAP supone la construcción de un gasoducto que transportará gas natural desde el mar Caspio en Azerbaiyán hasta la Unión Europea a partir de 2020.

El viceprimerministro de Azerbaiyán, Yaqub Eyyubo, aseguró que este proyecto «no compite con los proveedores actuales», sino que suministra nuevas rutas y fuentes de suministro. El Corredor Gasista del Sur de Europa se compone de una red de gasoductos que recorren 3.500 kilómetros: el Gasoducto del Sur del Cáucaso, que atraviesa Azerbaiyán y Georgia, el Gasoducto Transanatolia, que pasa por Turquía, y el Gasoducto Transadriático, que recorre Grecia, Albania, el Adriático e Italia El TAP mide 871 kilómetros, de los cuales 547 transcurren por Grecia, 211 por Albania y 105 por el Adriático hasta llegar a Italia, donde transcurren los últimos 8 kilómetros. Todo el Corredor Gasista del Sur de Europa supone una inversión total de 40.000 millones de euros.

Corredor Gasista del Sur: TAP

El gasoducto Trans Adriatic es la parte europea del Corredor Gasista del Sur, que conectará el mercado comunitario con nuevas fuentes de gas y contará con una capacidad inicial de 10.000 millones de metros cúbicos de gas al año. En concreto, transportará gas desde Shah Deniz II en Azerbaiyán hasta el mercado de la Unión Europea desde 2020. El gasoducto Trans Adriatic comenzará en la frontera helena y continuará a través de Albania hasta Italia bajo el mar Adriático. El proyecto está incluido en la lista de proyectos de interés común (PIC) de la Comisión Europea, que persigue la creación de un mercado energético integrado en la Unión Europea y es esencial para poder alcanzar los objetivos en política energética.

Así se pretende asegurar la seguridad energética de la Unión Europea y reducir la dependencia de Rusia. Al estallar el conflicto entre Ucrania y Rusia, el peligro de que este último cortara el suministro de gas natural a la Unión Europea se hizo palpable. Durante años la Comisión Europea intentó sacar adelante el proyecto Nabucco, un gasoducto que conectaría el este de Turquía y Austria, pasando por Bulgaria, Rumanía y Hungría. El consorcio azerbaiyano Shah Deniz II, que significa rey del mar, eligió finalmente el proyecto TAP por suponer una menor amenaza frente a Rusia por su situación al sur de Europa, sin atravesar países del este, potenciales clientes de Gazprom, el gigante energético ruso responsable del gasoducto South Stream.

Capacidad inicial de 10 bcm

La capacidad inicial del gasoducto será de 10 bcm (miles de millones de metros cúbicos), lo que según sus impulsores equivale al consumo energético de 7 millones de hogares en Europa. En años posteriores se podría doblar su capacidad, llegando a los 20 bcm, añadiendo dos estaciones de compresión. «El TAP puede ser una vía para reducir nuestras emisiones de CO2, porque hará el gas natural más competitivo en la batalla contra el carbón», aseguró el director de la Oficina de Energía suiza, Walter Steinmann.

Además, el TAP asegura que la construcción de este gasoducto permitirá que el precio del gas natural en Europa sea más competitivo, ya que diversifica el origen y la ruta del gas, que históricamente, ante la falta de reservas dentro de la Unión Europea, tenía que ser importado desde Rusia. Según el conglomerado, los países europeos pagan un precio significativamente mayor por el gas, cuatro veces más que en Estados Unidos o Rusia, comparando datos de 2012. La ventaja para Grecia de este proyecto es que, además de recaudar impuestos, garantiza la creación de puestos de trabajo sin necesidad de que haya una inversión estatal.