Entradas

El caos reina en Libia con las milicias interrumpiendo de nuevo el suministro desde 3 yacimientos del sur del país

EFE.- Milicianos de la Guardia de Protección de las Instalaciones Petroleras en Libia bloquearon la producción de petróleo en el yacimiento de Hamada en protesta por los bajos salarios y la carestía de la vida, según anunció su portavoz, Moahamd al Haraj. Al mismo tiempo, milicianos del suroeste de libia bloquearon dos válvulas del oleoducto que comunica el puerto de Melitah, próximo a la ciudad de Sabratha, y el yacimiento de Sharara, explotado por las multinacionales Repsol, Total, OMV y Statoil.

La acción coincide con otra similar adoptada por otra milicia en el vecino yacimiento de El Feel, también en el sur del país, que ha obligado a interrumpir de nuevo las labores de carga en el puerto de Mellitah. En cuanto al campo de Hamada, explotado por la Compañía Nacional de Petróleo de Libia (NOC) se encuentra a unos 400 kilómetros al sur de Trípoli y alimenta la refinaría que gestiona la Compañía Árabe del Golfo a unos 40 kilómetros de la capital. Según explicó un responsable de la región de Zintan, el bloqueo pretende atraer la atención sobre las carencias y las pésimas condiciones socio económicas que atraviesa esta zona montañosa, próxima a Túnez.

Un Estado fallido desde 2011

El bloqueo de las instalaciones petroleras se ha convertido en una medida recurrente de protesta en Libia desde que en 2011 un alzamiento rebelde apoyado por la OTAN acabara con la dictadura de Muamar al Gadafi y el país deviniera en un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil. Seis años después, dos gobiernos se disputan el poder, uno sostenido por la ONU y otro bajo liderazgo del mariscal Jalifa Hafter, un exmiembro de la cúpula militar que aupó a Gadafi y que años después, reclutado por la CIA, se convirtió en su principal opositor desde Estados Unidos.

La situación ha favorecido el desarrollo de mafias dedicadas tanto al contrabando de petróleo como de armas, drogas y personas. También de grupos yihadistas y salafistas vinculados tanto al grupo takfirí Estado Islámico como a la Organización de Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI) y los tunecinos de Ansar al Sharia, que se extienden por todo el país. Esta situación afecta igualmente a la industria petrolera: Libia produce actualmente unos 700.000 barriles diarios de petróleo, cantidad muy alejada de los 1,6 que generaba durante la dictadura de Al Gadafi.

La milicia Guardia de Protección de las Instalaciones Petroleras es aliada del Gobierno de unidad sostenido por la ONU en Trípoli. El 26 de marzo pasado, otro grupo de trabajadores que exigían mejores condiciones bloquearon durante 10 días el yacimiento de Sharara, que produce en torno a 280.000 barriles de crudo diarios. Miembros de estas tribus cortaron también entonces el suministro de la estación 10 de bombeo del gasoducto que parte de Wafa en dirección a la localidad occidental de Ruwais a la altura de la zona de Al Jawabiya.

Bloqueado de nuevo en Libia el campo petrolero de Sharara, en el que participa Repsol

EFE.- El yacimiento petrolero meridional libio de Sharara, en el que trabaja Repsol, interrumpió su actividad debido a un problema en el oleoducto de salida, según indicó la Compañía Nacional libia de Petróleo (NOC). Según esta fuente, la autoridad petrolera en el puerto occidental de Zawiya, desde el que se exporta el crudo libio, «se vio obligada a interrumpir la actividad por razones de fuerza mayor» después de que se detectara un bloqueo en la tubería.

La fuente no detalló, sin embargo, que provocó la obstrucción, ni a qué altura se produjo. No es la primera vez que el yacimiento de Sharara, que produce en torno a 280.000 barriles de crudo diarios y es explotado por las multinacionales Repsol, Total, OMV y Statoil, ve interrumpida su producción desde que reanudara su actividad el pasado diciembre, tras más de dos años parado.

En marzo un grupo de trabajadores que exigían el pago de salarios y tribus que pedían una mejora de las condiciones de vida en el sur del país lograron asaltar la instalación principal y bloquear la actividad durante 10 días. Miembros de una de estas tribus cortaron también entonces el suministro de la estación 10 de bombeo del gasoducto que parte de Wafa en dirección a la localidad occidental de Ruwais a la altura de la zona de Al Jawabiya.

Libia es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la OTAN contribuyera a la victoria de los rebeldes sobre la dictadura de Muamar al Gadafi. 6 años después, dos gobiernos se disputan el poder, uno en el oeste sostenido por la ONU y otro en el este bajo el liderazgo del mariscal Jalifa Hafter, apoyado por Estados Unidos. La situación ha favorecido el desarrollo de mafias dedicadas tanto al contrabando de petróleo como de armas, drogas o personas. Esta situación afecta igualmente a la industria petrolera: Libia produce actualmente unos 700.000 barriles diarios de petróleo, cantidad muy alejada de los 1,6 que generaba durante la dictadura de Gadafi.