Entradas

La primera central nuclear flotante, construida por Rusia, resistirá tsunamis y terremotos

EFE.- La primera central nuclear flotante del mundo, que ha sido construida a prueba de tsunamis y terremotos como los que causaron el desastre de Fukushima (2011), será instalada en la región ártica rusa de Chukotka, donde comenzará a generar electricidad en 2020. «En estos momentos la plataforma con los dos reactores a bordo está pasando las pruebas navales en los astilleros. Terminarán a finales de este año o en 2017», indicó Gueorgui Tijomírov, catedrático del Instituto de Ingeniería y Física de Moscú (MIFI).

Seguidamente, la planta será trasladada de San Petersburgo a la ciudad más septentrional de Rusia, Pevek (Chukotka), donde reemplazará a su central eléctrica. «La construcción de la infraestructura portuaria necesaria para el atraque de la planta comenzó a finales de 2015. Antes de apuntalar la plataforma, hay que tender las líneas de generación y transmisión de energía a la red general», explicó. Tijomírov pronosticó que «para 2020 la central flotante generará su primer kilovatio», un plazo que calificó de «realista», independientemente de las oscilaciones económicas.

La barcaza en la que están instalados los dos reactores nucleares tiene 144 metros de eslora, 30 de manga y 6 de calado, y una potencia de desplazamiento con lastre de 21.000 toneladas. El personal vivirá a bordo del barco. En cuanto a los reactores (KLT-40C), tendrán 40 megavatios de potencia cada uno, pueden funcionar simultáneamente y dispondrán de combustible suficiente para operar durante 3 años. «Cada 3 años debe repostar combustible y a los 12 debe someterse a mantenimiento general. En principio, el plazo de vida de la central es de 40 años», apunta.

La planta utilizará uranio poco enriquecido; el combustible utilizado permanecerá almacenado en la central, según el físico ruso, y generará el mismo volumen de electricidad que una central terrestre. Tijomírov considera que estos reactores son «absolutamente seguros y fiables«, como han demostrado sus años de pruebas a bordo de, “como mínimo, 3 rompehielos atómico”. «Son bloques compactos y autónomos. No son reactores estilo Chernóbil. Y la variante del desastre de Fukushima también se descarta», insiste.

El experto nuclear explicó que, en caso de alerta de «tsunami o terremoto», algo «improbable» en el Ártico, «la planta será elevada sobre el nivel del mar con ayuda de varios pilares de gran solidez a los que está apuntalada«. «Es una decisión técnica complicada, pero que garantiza tanto la seguridad como el suministro en todo momento«, indicó. Tras el desastre en la central japonesa de Fukushima (2011), las autoridades rusas prometieron que no desplegarían las centrales flotantes en las zonas de mayor actividad sísmica.

En cambio, Greenpeace considera que estas plantas son una «bomba de relojería» al almacenar grandes cantidades de uranio, además de «un regalo para los terroristas» y ser muy costosas, ya que se necesitará una flota de guerra para garantizar su seguridad. En respuesta a esas críticas, Tijomírov descartó una posible amenaza terrorista, ya que todas las centrales nucleares cuentan actualmente con extraordinarias medidas de seguridad para impedir el acceso a los materiales fisibles. «Por el momento, no ha habido ataques contra instalaciones nucleares. Chukotka es además un lugar seguro, ya que está muy alejado«, recordó.

Además de suministrar energía no contaminante a un área remota, la central flotante puede proveer calefacción, lo que permitirá ahorrar en carbón, gas y petróleo. Del éxito de este primer proyecto depende que el Gobierno apruebe su construcción «en serie», aunque la agencia nuclear rusa, Rosatom, ya tiene en cartera la construcción de 5-7 plantas móviles «para explotar los recursos del Ártico ruso«. De hecho, considera que «si se encuentra petróleo en la plataforma continental ártica, la variante más natural sería instalar una central flotante».

«¿Por qué? Porque construir una central eléctrica sería mucho más costoso», resalta y añade que el deshielo y la apertura de la ruta marítima ártica como alternativa al canal de Suez disparará la demanda de centrales nucleares flotantes en el mercado. Tijomírov cree que esas plantas podrían ser «un buen producto comercial», pero considera «prematuro» hablar de su exportación, aunque países como Chile, Brasil o Indonesia ya han mostrado interés en el proyecto, mientras China ha optado por lanzar su propia versión de este proyecto.

China comenzará este año a construir su primera central nuclear flotante

EFE.- China comenzará a finales de este año la construcción de su primera central nuclear flotante en aguas marinas, según reveló el presidente de la Corporación Nuclear de China, Sun Qin. La planta comenzará a operar en 2019 y su principal misión será brindar energía a proyectos de prospección de petróleo y gas, así como al desarrollo de «islas y áreas remotas», subrayó Sun. China tiene actualmente 30 reactores nucleares en operación y 24 más en construcción, todos ellos terrestres.

Un informe del Gobierno chino en enero ya subrayó que el país, en sus planes de diversificar sus fuentes de energía y reducir la dependencia del carbón, estudiaba construir centrales atómicas en el mar. Hasta ahora sólo Rusia había mostrado tener la tecnología necesaria para estas centrales nucleares; de hecho el consorcio atómico ruso, Rosatom, tuvo negociaciones con China pero, según Sun, el diseño de la nueva planta atómica es propiedad intelectual de su compañía. Rusia pondrá este año en funcionamiento la primera central nuclear flotante de la historia, que abastecerá a la inhóspita región del Ártico y será capaz de desplazarse en el mar y atracar en cualquier puerto.

Putin ofrece tecnología para construir la sexta central nuclear de Argentina

Con esta asociación Fernández se refería al memorando de intenciones para la construcción de la sexta central nuclear en Argentina, confirmado por Putin. «La implementación de los acuerdos alcanzados en el ámbito de la energía atómica permitirá a Argentina acceder a tecnología puntera rusa, que cumple la normas más estrictas en materia de seguridad nuclear», dijo el jefe del Kremlin.

La presidenta argentina, insistió en que la energía nuclear va camino de hacerse imprescindible, pues «es barata, segura y no está sujeta a los vaivenes del mercado ni de la geopolítica«. Por ello, señaló que espera que en el próximo Foro Económico de San Petersburgo, en junio, «podamos llegar al acuerdo definitivo para la construcción» de la central nuclear argentina.

Fernández subrayó, además, que se firmó por parte de la Comisión Nacional de Energía Atómica de Argentina y TVEL, subsidiaria de la rusa Rosatom, un importante convenio para la compra de uranio metálico para los reactores nucleares de fabricación argentina. «Es una provisión vital para los reactores que hemos vendido a países como Argelia o Egipto» entre otros países, destacó.