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Estados Unidos adoptará sanciones contra el gasoducto ruso Nord Stream 2 en el caso de que se mantenga el proyecto

EFE. –  Estados Unidos adoptará sanciones contra el gasoducto ruso Nord Stream 2 si el proyecto se mantiene. Además, el Gobierno americano está pensando aprobar nuevas medidas contra el sector energético de este país, como ha anunciado en Moscú el secretario de Energía estadounidense, Rick Perry.

«Sí, es la respuesta a ambas preguntas», ha dicho Perry al responder a esas dos cuestiones en la rueda de prensa conjunta con su colega ruso, Alexandr Novak, después de la reunión que han mantenido los dos ministros en Moscú.

De esta manera, Estados Unidos se pronuncia enérgicamente en contra del gasoducto que unirá Rusia y Alemania por el fondo del mar Báltico, y aunque por un lado argumentan que quieren evitar la dependencia energética de la Unión Europea, por otro no esconden su interés en vender su propio gas al viejo continente.

Según ha remarcado Perry, «estamos en contra del Nord Stream 2, que significará que dos tercios de los recursos (gasísticos de Europa) llegarán de un mismo suministrador». Del mismo modo, en la rueda de prensa, insto a Rusia «a comportarse como un suministrador responsable y a no permitir la influencia de los recursos energéticos en la política», en referencia a que Moscú puede chantajear a los países europeos con cortarles el gas.

Así, la secretaría de Energía de EEUU, en una nota remitida a los medios después de la reunión, no dudó en admitir que el país norteamericano quiere quitarle una parte del pastel a Rusia. «Ahora EEUU puede ofrecer a esos países una fuente alternativa de suministros. EEUU respalda el deseo de los países europeos de minimizar su dependencia de Rusia y espera con impaciencia incrementar las exportaciones de Gas Natural Licuado a la región», apunta la nota del departamento norteamericano.

En el mismo sentido, el departamento del Gobierno estadounidense ha añadido que «el presidente Trump ha dejado claro que EEUU se posiciones con determinación contra el gasoducto Nord Stream 2″.

Perry ha advirtido a Moscú contra la continuación del proyecto, defendido por Alemania y defenestrado por Ucrania, que teme perder todo el tránsito de gas ruso que pasa por su territorio hacia la UE.

«Creo que ambos, el ministro Nóvak y yo, entendemos que no queremos avanzar hacia el punto en el que se adoptarán las sanciones», afirmó Perry al ser preguntado sobre las circunstancias en las que Washington podría decidir tomar medidas contra el Nord Stream 2.

Algo que refllejó la preocupación del ministro ruso «ante la postura y las declaraciones sobre las posibles sanciones contra un proyecto de todo competitivo».

En este contexto, el Kremlin considera que EEUU ejerce una competencia desleal en sus intentos de enterrar un proyecto participado por varias empresas energéticas europeas, y presiona a los países de la UE para que compren gas licuado estadounidense a un precio más elevado del que ofrece Rusia.

 

Trump elige a Rick Perry para ejecutar su «revolución energética»

EFE.- Donald Trump ha elegido a Rick Perry para ser titular de Energía y llevar a cabo la «revolución energética» que ha prometido el presidente electo para explotar al máximo los recursos naturales que tiene Estados Unidos.

Ese programa se asienta en principios que están en contra de las salvaguardas medioambientales que ha defendido la Administración de Barack Obama, receloso del uso de recursos como la explotación de la industria del carbón, que ahora quiere impulsar Trump.

Perry, de 64 años, que durante 15 años fue el gobernador de Texas, el mayor productor de hidrocarburos del país, fue confirmado por Trump en un comunicado oficial, una designación que ya habían anticipado los medios de comunicación en las últimas horas.

Como recordó Trump en ese comunicado, el Gobierno que encabezará a partir del 20 de enero garantizará que el país utiliza los «enormes recursos naturales» que tiene el país para impulsar su independencia energética.

Poco amigo de políticas para la protección del medio ambiente, Trump se ha fijado como una de sus metas convertir a Estados Unidos en una nación independiente en materia energética para que no dependa de las compras de petróleo externas.

De acuerdo con los últimos datos del Departamento de Energía, Estados Unidos tiene una producción de 8,70 millones de barriles diarios de petróleo y unas importaciones netas de crudo de 7,48 millones de barriles.

Cerca del 48% de esas importaciones proceden de Canadá, y el resto de distintos países, encabezados, por orden de importancia, por Arabia Saudí, Venezuela y México.

Los montos de crudo que se importan ahora se han venido reduciendo en los últimos años según ha ido explotando Estados Unidos yacimientos no tradicionales por extracción hidráulica o «fracking», muy criticada por grupos medioambientales.

Hace cinco años por estas fechas, Estados Unidos tenía una importación neta de 8,81 millones de barriles diarios, y hace diez años ese monto llegaba a los 10,02 millones de barriles, el 25% más que los niveles actuales.

Perry, que en un debate de 2011 sugirió eliminar la cartera de Energía, se pondrá ahora al frente de ese departamento, a las órdenes de Trump, para liderar los esfuerzos oficiales con el fin de desarrollar un sector que busca fomentar la creación de empleo.

Como gobernador de Texas, afirmó Trump, Perry «creó un clima de negocios que produjo millones de nuevos empleos y precios energéticos más bajos en ese estado, y traerá el mismo enfoque a nuestro país como secretario de Energía».

Estados Unidos «se asienta en un tesoro sin energía sin explotar», sostiene el programa de Trump, un político que en numerosas ocasiones se ha quejado de las regulaciones que afectan a los distintos sectores de la economía.

«En lugar de continuar con el actual camino para socavar y bloquear a los productores de combustibles fósiles de EE.UU., la Administración Trump fomentará la producción de estos recursos mediante el arrendamiento de yacimientos terrestres y marinos«, sostiene el programa del presidente electo.

Esa política ha estado sometida en los últimos años a limitaciones de parte de la Administración de Obama, tanto en la explotación de yacimientos no tradicionales de hidrocarburos como de carbón, algo que ha encontrado una fuerte oposición de Trump.

Ahora, la idea del nuevo gobierno es desarrollar «todos los proyectos energéticos», incluyendo los que están demorados por Obama y que, según la política oficial que regirá desde enero, generan una «destrucción» de puestos de trabajo.

«Terminaremos la guerra contra el carbón, y rescindiremos la moratoria en el arrendamiento de las minas de carbón«, dice el Equipo de Transición Presidencial en sus principios de gestión.

Además de estas tareas, el Departamento de Energía, creado en 1973, tiene la última responsabilidad en la supervisión de las reservas nucleares y garantizar que se mantienen en lugar seguro, así como la supervisión de la red eléctrica del país.