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Nadal pide no exigir al sector del automóvil ir más rápido que la tecnología en su transición al coche eléctrico

EFE / Servimedia.- El ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, considera que la industria del automóvil se dirige hacia el coche eléctrico, inteligente y conectado, pero ha pedido no exigir al sector «ir más rápido de lo que la tecnología avanza«. En este sentido, el ministro ve necesario «tener los pies en la tierra, porque ir demasiado tarde genera retraso, pero ir demasiado rápido genera despilfarro y expectativas poco sólidas».

«Está muy bien establecer prohibiciones al motor de combustión, pero todavía queda muchísimo para tener baterías que sean capaces de dar las prestaciones que nos tendrían que dar», ha recordado. Según Nadal, «se ha avanzado muchísimo, pero no al ritmo que a muchos ideológicamente les gustaría«. Ha destacado la importancia de la industria del automóvil y su papel en la nueva revolución digital que vive la industria y en la que el sector del motor está haciendo unas «inversiones enormes».

El sector del automóvil «nació de una gran revolución» y siempre va de la mano de estas grandes revoluciones, ha recordado el ministro durante su intervención. Nadal se ha preguntado también si España sabrá «estar a la altura» de este cambio energético y tecnológico que supone la revolución digital, ya que a su favor tiene ser un país mucho más rico que en las anteriores revoluciones y con una tradición industrial y de conocimiento. «A ver si no vamos a estar a la altura porque otra vez volvemos a los enfrentamientos, las disensiones políticas y los problemas territoriales», ha apuntado.

Situación del sector en Cataluña

Por otro lado, Nadal reconoció que desde el comienzo de la legislatura «las principales empresas de los tres sectores (turístico, energético y telecomunicaciones) que trabajan con el Gobierno han mostrado su preocupación por la deriva que estaba teniendo la situación política en Cataluña y nos lo reiteran en muchas ocasiones». Respecto al funcionamiento de los servicios en dicha comunidad por las huelgas convocadas, Nadal indicó que han estado preocupados por el funcionamiento de todos los servicios, pero «hemos visto que han funcionado a la perfección todos». En este sentido, el ministro comentó que «los servicios tanto energéticos, de gas, electricidad, gasolineras, como también los servicios de telecomunicaciones funcionaron y continúan funcionando a pleno rendimiento sin ninguna incidencia para los usuarios».

Por su parte, el vicepresidente mundial de Compras del Grupo Volkswagen, Francisco Javier García Sanz ha pedido al sector «remar en la misma dirección» y trabajar con el objetivo común de ofrecer a los ciudadanos vehículos más seguros, más limpios y más confortables. En su opinión, el futuro se presenta «cuanto menos prometedor para el sector», por lo que hay que estar preparados para «la cuarta revolución industrial en la que estamos inmersos«, ha dicho. La automoción se enfrenta a retos para los que es necesario invertir en I+D y apostar por desarrollar tendencias como la industria 4.0 y los sistemas de propulsión alternativos, señaló.

Trump elige a Rick Perry para ejecutar su «revolución energética»

EFE.- Donald Trump ha elegido a Rick Perry para ser titular de Energía y llevar a cabo la «revolución energética» que ha prometido el presidente electo para explotar al máximo los recursos naturales que tiene Estados Unidos.

Ese programa se asienta en principios que están en contra de las salvaguardas medioambientales que ha defendido la Administración de Barack Obama, receloso del uso de recursos como la explotación de la industria del carbón, que ahora quiere impulsar Trump.

Perry, de 64 años, que durante 15 años fue el gobernador de Texas, el mayor productor de hidrocarburos del país, fue confirmado por Trump en un comunicado oficial, una designación que ya habían anticipado los medios de comunicación en las últimas horas.

Como recordó Trump en ese comunicado, el Gobierno que encabezará a partir del 20 de enero garantizará que el país utiliza los «enormes recursos naturales» que tiene el país para impulsar su independencia energética.

Poco amigo de políticas para la protección del medio ambiente, Trump se ha fijado como una de sus metas convertir a Estados Unidos en una nación independiente en materia energética para que no dependa de las compras de petróleo externas.

De acuerdo con los últimos datos del Departamento de Energía, Estados Unidos tiene una producción de 8,70 millones de barriles diarios de petróleo y unas importaciones netas de crudo de 7,48 millones de barriles.

Cerca del 48% de esas importaciones proceden de Canadá, y el resto de distintos países, encabezados, por orden de importancia, por Arabia Saudí, Venezuela y México.

Los montos de crudo que se importan ahora se han venido reduciendo en los últimos años según ha ido explotando Estados Unidos yacimientos no tradicionales por extracción hidráulica o «fracking», muy criticada por grupos medioambientales.

Hace cinco años por estas fechas, Estados Unidos tenía una importación neta de 8,81 millones de barriles diarios, y hace diez años ese monto llegaba a los 10,02 millones de barriles, el 25% más que los niveles actuales.

Perry, que en un debate de 2011 sugirió eliminar la cartera de Energía, se pondrá ahora al frente de ese departamento, a las órdenes de Trump, para liderar los esfuerzos oficiales con el fin de desarrollar un sector que busca fomentar la creación de empleo.

Como gobernador de Texas, afirmó Trump, Perry «creó un clima de negocios que produjo millones de nuevos empleos y precios energéticos más bajos en ese estado, y traerá el mismo enfoque a nuestro país como secretario de Energía».

Estados Unidos «se asienta en un tesoro sin energía sin explotar», sostiene el programa de Trump, un político que en numerosas ocasiones se ha quejado de las regulaciones que afectan a los distintos sectores de la economía.

«En lugar de continuar con el actual camino para socavar y bloquear a los productores de combustibles fósiles de EE.UU., la Administración Trump fomentará la producción de estos recursos mediante el arrendamiento de yacimientos terrestres y marinos«, sostiene el programa del presidente electo.

Esa política ha estado sometida en los últimos años a limitaciones de parte de la Administración de Obama, tanto en la explotación de yacimientos no tradicionales de hidrocarburos como de carbón, algo que ha encontrado una fuerte oposición de Trump.

Ahora, la idea del nuevo gobierno es desarrollar «todos los proyectos energéticos», incluyendo los que están demorados por Obama y que, según la política oficial que regirá desde enero, generan una «destrucción» de puestos de trabajo.

«Terminaremos la guerra contra el carbón, y rescindiremos la moratoria en el arrendamiento de las minas de carbón«, dice el Equipo de Transición Presidencial en sus principios de gestión.

Además de estas tareas, el Departamento de Energía, creado en 1973, tiene la última responsabilidad en la supervisión de las reservas nucleares y garantizar que se mantienen en lugar seguro, así como la supervisión de la red eléctrica del país.