Redacción / Agencias.- La sección sindical de UGT en Repsol Butano convocó 53 días de huelga, comprendidos en el periodo que va desde el 24 de diciembre hasta el 4 de abril, en protesta por las desinversiones en gas canalizado que «afectará directamente a cientos de empleos directos e indirectos». Las movilizaciones serán del 24 de diciembre al 11 de enero de 2016, del 25 de enero al 15 de febrero y del 21 de marzo al 4 de abril.
El sindicato explica que Repsol Butano está planeando desde el mes de febrero una desinversión en varias áreas de su negocio, vendiendo el total de sus clientes de gas canalizado (gas propano) a otras empresas, y abandonando diversas áreas de negocio. La división de Butano de Repsol está formada por un total de 950 trabajadores, incluyendo 100 empleados eventuales, según detallaron fuentes del sindicato. La empresa anunció en febrero a los representantes legales de los trabajadores la decisión de vender el total de los 122.000 clientes de lo que la empresa denomina «Poblaciones» (gasificación en núcleos urbanos mediante gas propano). Con las huelgas UGT quiere exigir «buscar opciones de viabilidad», que «no actúen de esta manera devastadora sobre el empleo».
Como consecuencia de dicha operación, toda la red comercial de Repsol Butano se vería reforzada por un incremento de las inversiones en gas auto y en la captación de nuevos clientes de otras poblaciones que en un principio fueron descartadas por un inferior ratio en la rentabilidad. Sin embargo, UGT denuncia que «no ha pasado un año desde esta última decisión tomada por Repsol y ya han efectuado la venta efectiva de 365.000 clientes de gas canalizado y queda abierta a la venta de los otros 140.000 clientes más, para el próximo año 2016, siempre que el importe obtenido sea superior al valor que este negocio supone para Repsol Butano».
Indignación de UGT con Repsol
De esta manera, «estaría incumpliendo su promesa del 19 de febrero de reforzar las inversiones dirigidas a la captación de nuevos clientes en otras poblaciones». De hecho, la compañía realizó en septiembre una desinversión de activos de GLP canalizado a nivel estatal, donde el Consejo de Administración de Repsol, aprobó la venta de activos de propano canalizado a Gas Natural Distribución SDG y Redexis Gas. Así, el importe global aproximado de ambas ventas se cifra en 652 millones de euros. El traspaso de puntos de suministro a clientes (365.000) se realizará entre 2015 y 2016.
En cuanto a la posible venta del resto de los otros 140.000 clientes, corresponden al ámbito geográfico de Naturgas (Asturias, Cantabria y País Vasco), la compañía Madrileña de Gas, y Gas Extremadura (70.000 clientes para la primera y otros tantos para las dos siguientes), la compañía afirma estar abierta a la venta, siempre que el importe obtenido sea superior al valor que este negocio supone para Repsol Butano. Este volumen de ventas de clientes «motivadas por la compra de Talisman y la caída del crudo» suponen casi 300.000 toneladas menos de propano, un tercio del total de las ventas y de operaciones. Según UGT, también supone la pérdida de más de la mitad del transporte y del almacenamiento de propano.
La sección sindical entiende que Repsol Exploración y Repsol Butano, aunque por razones opuestas, llevarán «el mismo camino durante los próximos cinco años». Repsol, en base a las previsiones del precio del crudo y las exigencias de las agencias de calificación, divide su actuación en dos periodos: para 2016-2017 ahorrará entre reducción de costes, paralización de inversiones y ventas de activos 3.100 millones, que debe completar con otros 3.100 millones más, hasta los 6.200 millones, en el periodo 2018-2020. En Repsol Exploración, esto «se traduce en que 250 profesionales tendrían que retornar a la base y posiblemente se les reubicará en el resto del grupo».
