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El Gobierno lanza con la industria química y del refino una agenda sectorial para acompañarla en los retos futuros

Europa Press.- El Gobierno y la industria química y del refino han lanzado una agenda sectorial, la sexta tras las de automoción, papel, cemento y aeronáutica, con el fin de «trazar una hoja de ruta” con la que afrontar el futuro y buscar soluciones que permitan crear «valor social y económico» al sector.

Maroto, que valoró el carácter estratégico e innovador de la industria química y del refino, así como «su capacidad de creación de empleo y riqueza», destacó el compromiso del Gobierno con los sectores manufactureros. Concretamente, la agenda define 8 ejes prioritarios de actuación, en cada uno de los cuales se proponen medidas concretas para el desarrollo de este sector industrial, con el objetivo de alcanzar un crecimiento sostenible y justo.

Entre las medidas incluidas figura el Real Decreto-Ley 20/2018, que viene a legislar por primera vez dos temas reclamados por el sector, la regulación de las redes eléctricas cerradas y el Estatuto de la industria electrointensiva. Las medidas también se focalizan en la innovación, el empleo, la investigación, los recursos naturales, la economía circular o la energía para unos sectores que representan el 6,5% de la riqueza española, una cifra de negocio de más de 100.000 millones de euros y con unas inversiones de unos 2.800 millones de euros anuales.

Por su parte, el presidente de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), Luis Aires, destacó que esta agenda «es el pistoletazo de salida hacia un trabajo conjunto y eficiente entre la Administración y la industria química y del refino». No obstante, Aires aprovechó para volver a pedir que la transición energética se haga de una manera «eficiente, priorizando las alternativas con mayor capacidad de reducción de emisiones al menor coste para la sociedad en su conjunto» y respetando la neutralidad tecnológica, indicó refiriéndose al borrador del anteproyecto de Ley de Cambio Climático en el que se recoge la prohibición de vender vehículos de diésel, gasolina, e incluso híbridos, a partir de 2040.

Aires consideró que esta agenda debe ser el punto de partida para que el sector petrolero cumpla con el reto de «seguir suministrando las necesidades que demanda la sociedad para su desarrollo, reduciendo al mismo tiempo las emisiones de gases de efecto invernadero«. A este respecto, Maroto señaló que «ya todo el mundo está convencido de que la industria «tiene que contribuir al reto del cambio climático», por lo que el marco de esta agenda da espacio «al debate y a la búsqueda de soluciones».

Por su parte, el presidente de Feique, Carles Navarro, destacó el papel de los sectores químico y del refino, que representan el 20% de las exportaciones industriales y el 25% de la inversión y gasto en I+D+i del conjunto de la industria española. Navarro también pidió una legislación «eficaz», que no genere «impactos económicos indeseables» y subrayó que la transición energética no debe «ser disruptiva», permitiendo a las empresas adaptarse.

Moody’s eleva el rating de Repsol con perspectiva estable

Europa Press.- La agencia de calificación crediticia Moody’s ha elevado hasta Baa1, desde Baa2 el rating de Repsol como emisor a largo plazo debido al desempeño de la compañía en un momento de «precios del petróleo volátiles». Moody’s ha destacado la «mejora material» de los indicadores crediticios de la firma durante los dos últimos años y ha valorado de forma positiva la decisión de la compañía de «adaptar» su modelo de negocio a un modelo de transición energética.

Así, la agencia de calificación explicó que Repsol ha mejorado su beneficio bruto de explotación (Ebitda) y su flujo de caja con respecto a 2016, cuando decidió mantener el rating. Moody’s espera que las operaciones de downstream de Repsol seguirán siendo resilientes y mantendrán su sólida contribución a los ingresos. Eso sí,Moody’s ha advertido de que si la deuda no se reduce al ritmo «esperado», su nota como emisor podría volver a descender. En este sentido, aunque la posibilidad de otra subida a medio plazo es «limitada», una ejecución «exitosa» de su estrategia de transición energética y una mejora del negocio de upstream (exploración y producción) podría llevar a un alza adicional del rating.

La petrolera angloholandesa Royal Dutch Shell gana 5.130 millones de euros en el tercer trimestre del año, un 43% más

Europa Press.- La compañía petrolera Royal Dutch Shell obtuvo un beneficio neto atribuido de 5.839 millones de dólares (5.130 millones de euros) en el tercer trimestre de 2018, lo que equivale a un incremento del 42,8% con respecto al mismo periodo del anterior, según indicó la multinacional.

Entre julio y septiembre, la cifra de negocio total de Shell llegó hasta los 89.229 millones de euros, lo que equivale a un incremento del 30,6% con respecto al 2017, en gran medida debido al alza de los precios del petróleo en el último año. De la misma forma, los costes aumentaron al mismo ritmo, hasta llegar a los 80.674 millones de euros, un 27,3% más. Casi todo el incremento se debe al mayor gasto en compras de crudo que Shell emplea para realizar sus labores de refino. Así, el gasto en compras avanzó un 38,6% en comparación con el tercer trimestre de 2017, hasta los 66.842 millones de euros.

Downstream, principal volumen de ingresos

Por segmentos de negocio, la división de downstream se mantuvo como la principal por volumen de ingresos, tras contabilizar una facturación de 87.518 millones de dólares (76.901 millones de euros), un 32,9% más que en el tercer trimestre de 2017. En segundo lugar se situó la división de gas integrado, cuya cifra de negocio se elevó hasta 9.532 millones de euros, un 30,4% más. Por último, la división de upstream obtuvo un 6,9% más de ingresos, hasta los 1.554 millones de euros. Así, entre enero y septiembre, la multinacional petrolera contabilizó un beneficio neto atribuido de 15.607 millones de euros, un 93,7% más que un año antes, tras haber incrementado su facturación un 30,4%, hasta los 256.519 millones de euros.

Repsol obtiene unas ganancias récord hasta septiembre al alcanzar los 2.171 millones de euros tras elevar un 37% su beneficio

Europa Press.- Repsol obtuvo un beneficio neto de 2.171 millones de euros hasta septiembre, lo que representa un incremento del 37% con respecto al mismo periodo del año anterior y el mejor resultado en los 9 primeros meses de un ejercicio del grupo en los últimos 10 años, según indicó la compañía.

El resultado neto ajustado de la petrolera, que mide específicamente la marcha de los negocios, creció un 11%, hasta los 1.720 millones de euros, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) se situó en 5.833 millones de euros, con una subida del 24%. La compañía presidida por Antonio Brufau destacó que su modelo de negocio integrado continuó en este periodo «demostrando su flexibilidad y fortaleza, y contribuyó, junto con las medidas de eficiencia y creación de valor implantadas, a lograr este resultado, el mayor al final del tercer trimestre de los últimos 10 ejercicios».

Estos resultados récord de la petrolera se registraron en un periodo marcado por los mayores precios del crudo, con el Brent cotizando a una media un 39% más alta que en la misma etapa de 2017, y los menores precios del gas, con un descenso del 8% en la cotización media del Henry Hub. La deuda neta del grupo se redujo un 63% respecto al cerrar 2017, hasta situarse en 2.304 millones de euros. Por su parte, la liquidez, ascendía a unos 9.300 millones de euros a finales de septiembre.

El Upstream duplica su beneficio

Por su parte, el negocio de Upstream (Exploración y Producción) registró un resultado de 1.015 millones de euros, que duplica el obtenido entre enero y septiembre de 2017 (487 millones de euros). La producción media del grupo alcanzó los 713.000 barriles equivalentes de petróleo diarios (bep/d), con un incremento del 4% y en línea con el objetivo que se ha marcado la compañía para 2018. Este aumento se debió, principalmente, a la puesta en marcha de proyectos orgánicos en Trinidad y Tobago, Reino Unido, Argelia, Perú y Malasia, así como a la mayor aportación proveniente de Libia y Noruega. Las inversiones en Upstream fueron de 1.423 millones de euros, lo que supone un incremento de 50 millones respecto a 2017.

Mientras, el área de Downstream (Refino, Química, Marketing, Lubricantes, Trading, GLP y Gas & Power) obtuvo un resultado de 1.098 millones de euros, frente a los 1.431 millones del mismo periodo del ejercicio anterior. Los negocios industriales del grupo, Refino y Química, se vieron condicionados por un entorno internacional debilitado, a lo que se sumaron las paradas de mantenimiento y mejora acometidas en los complejos industriales de Puertollano, Tarragona y Sines (Portugal). La compañía destinó al negocio de Downstream inversiones por valor de 560 millones de euros en los primeros nueve meses del ejercicio, 115 millones más que en el mismo periodo del año 2017.

A finales de junio, Repsol alcanzó un acuerdo para la compra de los negocios no regulados de generación de electricidad de bajas emisiones de Viesgo y su comercializadora de electricidad y gas, que cuenta con 750.000 clientes. La compañía dispondrá de una capacidad total instalada de 2.950 megavatios (MW). Además, en el tercer trimestre del año adquirió el proyecto fotovoltaico Valdesolar, planificado en el municipio de Valdecaballeros (Badajoz) y que está en fase de tramitación administrativa. El proyecto contempla unas instalaciones con capacidad de generación de 264 MW. Con estas incorporaciones, el grupo alcanzará más del 70% de su objetivo estratégico de capacidad de generación eléctrica baja en emisiones, fijado para 2025 en 4.500 MW.

La industria petrolera necesitará invertir 9,3 billones hasta 2040 para cubrir una demanda mundial de 111,7 millones de barriles diarios

Europa Press.- La demanda mundial de petróleo subirá hasta 111,7 millones de barriles al día en 2040, un incremento de 14,5 millones de barriles diarios con respecto a 2017, según el informe Perspectivas mundiales del petróleo 2018, publicado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). En este sentido, la OPEP estima que la industria petrolera necesitará inversiones por valor de 11 billones de dólares (9,365 billones de euros) hasta 2040.

El sector upstream, centrado en la exploración, producción y extracción, necesitará 8,3 billones de dólares (7 billones de euros) hasta 2040, mientras que el sector midstream, que engloba el transporte y el almacenamiento, necesitará un billón de dólares (850.000 millones de euros) en inversiones. De su lado, el sector downstream, que abarca el refinamiento, el procesamiento, la comercialización y la distribución, requerirá 1,5 billones de dólares (1,277 billones de euros), de acuerdo a las previsiones del cártel radicado en Viena.

Las necesidades de inversión del sector downstream se deben, fundamentalmente, a mantenimiento y repuestos, que necesitarán 895.000 millones de dólares (762.000 millones de euros) entre 2018 y 2040. Por otro lado, el cártel petrolero asegura que el 72% de las inversiones a medio plazo, y hasta el 58% a largo plazo, tendrán lugar en el conjunto de países de la OCDE, especialmente en Estados Unidos.

111,7 millones de barriles diarios

Respecto a la demanda de crudo prevista para 2040, los países que componen la OCDE reducirán su consumo diario de oro negro en 8,7 millones de barriles entre 2017 y 2040, hasta un total de 38,7 millones de barriles por jornada. No obstante, ese descenso se verá compensado por el incremento de un millón de barriles diarios en la región de Eurasia y de 22,2 millones de barriles en los países emergentes, entre los que la OPEP cuenta los de Latinoamérica, África, Oriente Próximo y, sobre todo, China e India.

El cártel ha explicado que esta evolución en el consumo de petróleo se debe a que en los países emergentes habrá un aumento de la clase media, un mayor crecimiento de la población y un potencial de crecimiento económico más «fuerte». Asimismo, la reducción en el consumo en los países de la OCDE vendrá motivada por el decrecimiento de la población, la ralentización del crecimiento económico y por políticas energéticas que fomenten el uso de energías renovables y coches eléctricos.

Debido al mayor consumo mundial de oro negro, las exportaciones de esta materia prima también van a experimentar un incremento en las próximas dos décadas. Según las estimaciones de la OPEP, avanzarán en 5,5 millones de barriles diarios, hasta totalizar 44 millones de barriles por jornada en 2040. Las mayores ventas al exterior de barriles de crudo se verán motivadas por una mayor oferta de los países de Oriente Próximo y Rusia, así como una mayor demanda de los países de la región de Asia-Pacífico.

Por otro lado, hasta 2020 Estados Unidos y Canadá acumularán la mayoría del crecimiento en las exportaciones de crudo, hasta un total de 3,5 millones de barriles diarios de los cuatro millones a nivel global. Sin embargo, el cártel con sede en Viena ha asegurado que entre 2020 y 2040 los países de Oriente Próximo incrementarán en 5 millones de barriles diarios sus exportaciones, mientras que las de Estados Unidos y Canadá descenderán en 1,1 millones de barriles por jornada.

En esta misma línea, la OPEP ha previsto que los mercados de petróleo tenderán a volverse más regionales hasta 2040. Así, Oriente Próximo se convertirá en el principal suministrador de crudo de Asia-Pacífico, mientras que los países norteamericanos se convertirán en la principal fuente de petróleo para Latinoamérica y Europa tenderá a abastecerse de oro negro en Rusia y África.

La OPEP también ha estimado que, en barriles equivalentes de petróleo, la demanda energética total a nivel mundial crecerá hasta los 364,7 millones en 2040. No obstante, la demanda de energía variará mucho entre unas regiones y otras. Mientras que, en 2015, los países de la OCDE representaron el 39,7% de la demanda total, en 2040 su participación en la tarta energética caerá hasta el 30,1%. Los países emergentes, que ya consumían el 52,1% de la energía mundial en 2015, pasarán a demandar el 62,6% en 2040, y los países de Eurasia se mantienen y pasarán del 8,2% al 7,4%.

Más del 50% del crecimiento de la demanda energética del mundo entre 2015 y 2040 corresponderá a India y China, que consumirán 22 y 21 millones de barriles diarios de petróleo equivalentes más, respectivamente. No obstante, aunque el consumo de petróleo aumentará en las próximas dos décadas, la OPEP prevé que los mayores incrementos en el consumo energético sean de gas natural y de renovables.

Cepsa gana 441 millones de euros en el primer semestre, un 7% más, por la subida del precio del crudo

EFE.- La petrolera española Cepsa obtuvo un beneficio neto de 441 millones de euros en el primer semestre del año, un 7% más que en el mismo periodo del año pasado, impulsada por la subida del precio del crudo, que quedó parcialmente compensada por la reducción de los márgenes de refino.

Si se eliminan los elementos no recurrentes y se calcula la variación de inventarios a coste de reposición, el beneficio neto se situó en 335 millones, un 28% menos que en el primer semestre del año pasado. La facturación creció un 22%, hasta los 12.391 millones, mientras que la producción de crudo se situó en 86.108 barriles diarios, lo que supone un descenso del 10%. En el primer semestre se destilaron 80,3 millones de barriles con un nivel de utilización de la capacidad de refino del 92%. Además, se produjeron 10,8 millones de toneladas de derivados del petróleo, lo que representa un incremento del 5%.

En el primer semestre, el precio del Brent, crudo de referencia en Europa, subió un 36%, incremento que se vio parcialmente compensado por la apreciación del euro frente al dólar. Según Cepsa, esta subida no se ha trasladado de forma equivalente a los productos finales, lo que ha reducido el margen de refino, que se ha situado en 5,5 dólares por barril, frente a los 7,2 dólares por barril en el primer semestre de 2017.

Las inversiones en proyectos estratégicos ascendieron a 1.630 millones. La mayor parte de esta suma se destinó a tomar una participación del 20% en dos campos marinos en Abu Dabi (SARB y Umm Lulu) por un periodo de 40 años. Por áreas de negocio, la de Exploración y Producción registró un beneficio de 125 millones, un 51% más que en el primer semestre de 2017. El beneficio descendió en el área de Refino, en concreto un 59%, hasta los 91 millones; y en la de Marketing un 37%, hasta los 75 millones; y se mantuvo en Química, con 60 millones.

Repsol se lanza a generar y vender electricidad en su nuevo plan estratégico con la probable compra de ciclos combinados

EFE / Europa Press.– La petrolera Repsol comercializará gas y electricidad y se expandirá en generación eléctrica con su plan estratégico para el período 2018-2020, que destina 2.500 millones de los 15.000 millones de euros de inversión total contemplados a negocios de bajas emisiones de CO2, en los que incluye también la actividad mayorista de gas, consolidarse de cara al largo plazo en el comercio minorista de gas y electricidad y en generación eléctrica.

El consejero delegado de la compañía, Josu Jon Imaz, considera que la venta de la participación del 20% que la petrolera tenía en Gas Natural Fenosa, por la que obtuvo más de 3.800 millones de euros, abre la oportunidad a que Repsol empiece a desarrollar su propia actividad operada en el gas y la electricidad, pero eso sí fuera de negocios regulados que dependen de retribuciones fijadas por gobiernos. El plan presentado actualiza el que lanzó la compañía en 2015 tras la compra de la canadiense Talisman, al haberse cumplido con antelación los objetivos, y traza líneas para 2025 en esas nuevas actividades del que denomina «negocio de bajas emisiones».

Repsol contempla objetivos ambiciosos en cuanto a su participación en el mercado basado en el desarrollo del gas y la generación baja en emisiones. La petrolera actuará como mayorista de gas, actividad en la que quiere alcanzar una cuota del 15%, y comercializará gas y electricidad, ámbitos en los que espera tener 2,5 millones de clientes en 2025, que supondrían una cuota de mercado de más del 5%. Además, la petrolera, cuya actividad en generación eléctrica se limita ahora a la cogeneración que produce en sus plantas, quiere alcanzar una capacidad de 4.500 megavatios (MW) en producción eléctrica en 2025 y que la generación distribuida (fuentes no centralizadas de generación cercanas de un consumidor) sea un vector de su crecimiento.

La expansión se desarrollará de forma orgánica, aunque el consejero delegado de Repsol no ha descartado la compra de ciclos combinados, así como de renovables pero, eso sí, siempre que éstas no estén ya en operación, aunque ha recordado que la compañía ya tuvo parques eólicos en el Reino Unido, de los que tuvo que desprenderse en 2015. Tampoco descarta otras compras para crear el negocio de gas y electricidad y ha señalado, al ser preguntado por una eventual adquisición para controlar Viesgo, la quinta eléctrica del país, que está en conversaciones con muchas compañías.

El grupo prevé que el plan estratégico 2018-2020 podrá autofinanciarse a 50 dólares/barril crudo Brent, un escenario especialmente conservador con el barril de crudo actualmente por encima de los 75 dólares y un precio en el que la compañía garantiza además el mantenimiento de una elevada flexibilidad financiera y de un nivel de deuda muy inferior a la media del sector. Asimismo, Imaz asegura que, pese a los actuales precios, «tenemos que estar preparados para un escenario a largo plazo que no va a ser de precios elevados» y en el que habrá mucha volatilidad.

Aumentar la producción de crudo

El plan estratégico destina 11.000 millones de los 15.000 millones de euros de inversión prevista al núcleo de la cartera de activos de la compañía, con 4.700 millones para aumentar la producción en el área de upstream (exploración y producción) y otros 4.000 millones en el de downstream (refino, química, comercialización). Repsol prevé incorporar 95.000 barriles adicionales en el período 2018-2020 con la entrada en producción de nuevos proyectos. La petrolera prevé una producción media en ese período de 750.000 barriles de petróleo equivalentes al día, frente a los 695.000 barriles de 2017, algo que se verá complementado por una activa gestión del portafolio, mediante la cual se sustituirán la producción de barriles por otros con mayor margen de beneficio.

Repsol busca garantizar un nivel de reservas óptimo a medio y largo plazo, y se priorizarán los proyectos onshore (en tierra) y en aguas someras. Así, las principales inversiones se concentrarán en activos ya existentes, que no requieren de importantes desarrollos, son grandes generadores de caja y permitirán aumentar la producción a corto plazo, como Sagari (Perú), Marcellus, Eagle Ford y Buckskin (Estados Unidos), Yme (Noruega), Bunga Pakma y Kinabalu (Malasia), Corridor (Indonesia), NC-115 y NC-186 (Libia) y Reggane (Argelia).

Dentro de los 4.000 millones destinados a downstream están los 2.500 millones para inversión en negocios de bajas emisiones, dentro de los cuales 1.000 millones serán para actividades de mayorista de gas y de comercialización minorista de gas y electricidad, y otros 1.500 millones para generación de energía solar, eólica, ciclos combinados de gas y otras tecnologías bajas en emisiones.

Los proyectos de downstream están repartidos entre la expansión internacional de algunos de sus negocios y el mantenimiento y mejora de los activos clave que garantizan un desempeño excelente. Esta expansión internacional incluye el negocio de estaciones de servicio, en mercados como México, donde Repsol ha abierto en tres meses 30 instalaciones, y Perú, país en el que la compañía ya dispone de casi 500 puntos de venta. En otros negocios, como lubricantes y Gases Licuados del Petróleo (GLP), donde Repsol es el primer operador en España, se impulsará el crecimiento en Asia y Sudamérica, en el primer caso; y en el sur de Francia y Marruecos, en el segundo.

También prevé un impulso del negocio del refino, que va a verse beneficiado por la nueva normativa de la Organización Marítima Internacional (IMO), que obligará a sustituir el fuel de alto nivel de azufre por gasóleo bajo en azufre. Con todas estas iniciativas, Repsol estima que el flujo de caja operativo de downstream aumentará en 700 millones de euros en 2020 en comparación con 2017, lo que supone un alza del 27% durante el período. Además, Repsol va a aumentar un 8% anual su dividendo, hasta llegar al euro en 2020, y mantendrá el dividendo flexible, que da opción a percibirlo en acciones o en efectivo, porque gusta a los accionistas minoritarios, que son un 20% del capital de Repsol.

Respecto a la presencia de Repsol en Venezuela, Imaz ha señalado que la exposición de la compañía en ese país es de sólo 1.300 millones de dólares, y en relación a la suspensión del proyecto Red Emperor, en aguas en disputa entre China y Vietnam, el consejero ha expresado su tranquilidad porque la ley vietnamita protege a las empresas de los costes que pueda causar la cancelación de un proyecto.

Advertencia sobre subir los impuestos

Por otro lado, Imaz ha advertido del riesgo de aplicar una subida de impuestos indirectos a los carburantes, ya que al final «los pagan los consumidores», y ha afirmado que plantearse mantener las carreteras subiendo el impuesto a los hidrocarburos, tal y como proponía el informe del Comité de Expertos para la Transición Energética con un incremento del 28% en el gasóleo, sería una medida «regresiva«. En este sentido, Imaz indicó que «a las administraciones les toca tomar las decisiones y a las empresas cumplirlas», aunque pidió «racionalidad y progresividad» al aplicar medidas si se quiere construir una sociedad igualitaria.

Así, mostró su «máximo» respeto a las instituciones y aseguró que a la compañía le toca cumplir con las «reglas del juego» y buscar crear valor, generar empleo y mantener el compromiso con los accionistas. Asimismo, Imaz pidió a la nueva ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que España apueste por reducir sus emisiones de CO2, «pero con la máxima eficiencia y los menores costes para la industria y para que el consumidor no tenga que pagar costes añadidos». Finalmente, el directivo subrayó que Repsol es una empresa «que produce mucho gas, más que petróleo», que es un vector para reducir las emisiones de CO2 en el mundo», que quiere ser «parte de la solución en esa transición energética».

Grecia inicia el proceso para vender una participación mayoritaria, de más del 50,1%, de la petrolera Hellenic Petroleum (Helpe)

EFE.- El fondo estatal de privatizaciones griego, HRADF, abrió un proceso público para vender una participación mayoritaria (nunca menor del 50,1%) del capital social de Hellenic Petroleum (Helpe), la mayor compañía de refino de petróleo del país. Helpe tiene en la actualidad como principales accionistas al fondo estatal de privatizaciones y a Paneuropean Oil and Industrial Holdings.

El proceso de venta de Helpe se hará en dos fases, una de precalificación y otra vinculante, en la que ya se presentarán ofertas, según indicó el fondo. En la primera fase, los inversores deberán expresar su interés antes del próximo 18 de mayo y después los interesados que cumplan los criterios de precalificación (inversores seleccionados) serán invitados a participar en la fase vinculante, en la que ya tendrán acceso a material informativo sobre Helpe y podrán presentar sus ofertas.

El volumen total de ventas de Helpe, un grupo energético con diferentes actividades y presencia en 6 países, proviene en más de un 50% de exportaciones, según el fondo. La gama de actividades del grupo incluye suministro, refino y comercialización de productos derivados del petróleo; comercialización de combustibles; producción y comercialización de productos químicos y petroquímicos; exploración y producción de petróleo y gas; generación de energía, renovables y actividades de consultoría e ingeniería en el sector de la energía. Helpe también se dedica al transporte de crudo y productos petrolíferos por mar y por tubería.

Energía asevera que cerrar las nucleares compromete el objetivo de reducir emisiones y defiende una transición ordenada para el transporte

EFE / Europa Press.- El secretario de Estado de Energía, Daniel Navia, defiende una «transición ordenada» en el ámbito del sector transporte de cara a cumplir con los objetivos de reducción de emisiones de CO2 al horizonte de 2030, sin discriminar ninguna de las alternativas existentes. Asimismo, Navia indicó que el cierre de las centrales nucleares sacaría a España de la actual «situación de cumplimiento creíble» de sus objetivos de emisiones de CO2. «Es fundamental no revertir el buen trabajo hecho hasta ahora», subrayó.

Navia destacó la importancia que tiene para cumplir los objetivos de emisiones que no se produzcan “reversiones en las políticas”. En este sentido, indicó que «no podemos tomar decisiones que nos lleven atrás en el cumplimiento de los objetivos» como, por ejemplo, el cierre de las centrales nucleares, lo que incrementaría las emisiones del sistema eléctrico, y señaló además que, las emisiones contaminantes deben reducirse con el menor coste posible pues, si no, acaban no cumpliéndose los objetivos, como ha ocurrido en otros países europeos.

En el ámbito del transporte, Navia se ha mostrado a favor de una «transición ordenada» y ha señalado que parece lógico no discriminar ninguna de las alternativas existentes, promocionando al vehículo eléctrico pero también con el fomento del vehículo de gas y reconociendo que hay un margen para que sigan funcionando durante un tiempo los vehículos que usan combustibles fósiles. «Tenemos margen para promocionar todas las alternativas de movilidad eficiente», ha dicho el secretario de Estado, que ha manifestado que también es “lógico” acompasar los cambios en el sector al desarrollo industrial del país, por lo que en Europa el Gobierno velará por que no se generen ventajas para otros países que cuentan con industrias que España todavía no tiene.

Ha destacado la buena posición en que se encuentra España para cumplir sus objetivos de reducción de emisiones para 2020 y 2030, ya que en el caso de los sectores ETS, los sujetos a la compraventa de derechos de emisión, la reducción llega al 42% y en los no difusos al 15%, lo que excede del compromiso que tiene España para 2020. Navia considera que «hasta ahora el trabajo se ha hecho bien» y ha pedido continuar así, «sin precipitaciones que supongan cambios drásticos». A este respecto, Navia ve «fundamental» que España sea un «actor relevante» en todas las tecnologías que se planteen, ya que «no podemos ser meros usuarios de las mejoras tecnológicas que se produzcan en el mundo».

Por su parte, el presidente de AOP y BP España, Luis Aires, destacó la importancia del sector del petróleo y la petroquímica como uno de los motores de crecimiento de la economía española, a la que aporta el 2,5% del PIB y más de 271.000 empleos directos e indirectos, representando, además, más del 50% de la energía final consumida en España. Asimismo, Aires señaló «el pilar» para el sector que representa la industria del refino, con un programa de inversión de más de 6.500 millones en los últimos años para su modernización. Por ello cree que el sector «no puede quedarse al margen del debate público» sobre reducción de emisiones para ver qué puede hacer.

Informe sobre emisiones en España

España tiene capacidad para conseguir reducir, a costes eficientes, 46 millones de toneladas anuales de CO2 hasta 2030, cantidad muy superior a la que tiene fijada, según el estudio elaborado por la consultora KPMG con la Asociación de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), Perspectiva para la reducción de emisiones de CO2 en España a 2030. En concreto, KPMG estima que los sectores ETS, sujetos a comercio de emisiones, tienen potencial para llegar a un ahorro con costes eficientes de 22 millones de toneladas anuales de CO2 (14,5 millones correspondientes a generación eléctrica y 7,4 millones a la industria). En el caso de los sectores «difusos» o «no ETS», el ahorro potencial según el informe asciende a 24 millones de toneladas.

El informe indica que ya desde 1990 en España se han reducido un 40% las emisiones de CO2, ahorros que en el caso de los sectores ETS supone un 43% y en los no ETS del 30%. Actualmente, la reducción de emisiones en los sectores ETS está en el 42% desde 2005, muy cerca del objetivo a 2030, mientras que en emisiones difusas es sólo del 13%, frente a un objetivo del 26% para 2030.

KPMG también evalúa los ahorros en el sector del transporte, aunque no recoge dos subsectores (marítimo y aviación), y, además, proyecta cómo será la evolución de la introducción de las nuevas tecnologías de transporte. En general, el transporte tiene un potencial de ahorro de cerca de 8,8 millones de toneladas al año, según el estudio de KPMG, que señala que los coches de gasolinas e híbridos en el escenario analizado reducirán emisiones a menor coste que los eléctricos. También el tren, en términos de coste-eficiencia en reducción de emisiones, es, según arroja el estudio, más eficiente que los autobuses eléctricos.

En el caso de la industria, el potencial de ahorro es de 7,4 millones de toneladas anuales de CO2 a 2030, destacando el sector del cemento, con una reducción del 60%, y el refino, con un potencial del 30%. Respecto al sector residencial, su potencial de reducción de emisiones se estima en 9,2 millones de toneladas de CO2, siendo los electrodomésticos los que más aportarían, seguidos de la calefacción y la iluminación. Por lo que respecta al sector comercial, el potencial de ahorro se estima en 6 millones de toneladas de CO2 anuales y las medidas que más contribuirían serían, por este orden, las de iluminación, equipos eléctricos y climatización.

Repsol logra un beneficio de 2.121 millones en 2017, un 22,2% más y el mayor de los últimos 6 años

Europa Press / EFE.– Repsol obtuvo un beneficio neto de 2.121 millones de euros en 2017, lo que supone un incremento del 22,2% respecto al alcanzado un año antes, según comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En un escenario de precios bajos de las materias primas, la compañía, apoyada en las fortalezas de sus negocios y sus planes de eficiencia, alcanzó el mayor resultado neto de los últimos 6 años.

El modelo de negocio integrado de Repsol facilitó que la compañía afrontase de «manera satisfactoria» la coyuntura y aprovechase la leve recuperación de los precios del crudo y del gas a partir de junio. Repsol ha destacado que la gestión con foco en la creación de valor y la flexibilidad y diversificación que proporciona la integración de los negocios impulsaron el beneficio neto ajustado, que creció un 25,1%, hasta los 2.405 millones de euros, frente a los 1.922 millones de 2016, también el más alto de los últimos seis años.

La buena marcha de los negocios de Repsol se tradujo en una subida del 29% del resultado bruto de explotación (Ebitda), que con 6.723 millones de euros, logró el mejor dato del último quinquenio. Paralelamente, Repsol redujo su nivel de deuda un 23%, hasta situarla en 6.267 millones de euros al cierre del ejercicio. La ejecución del programa de sinergias y eficiencias generó cerca de 2.400 millones de euros de ahorro, con lo que Repsol batió las expectativas y superó un año antes de lo previsto el objetivo que se había fijado para 2018 en el plan estratégico, que era de 2.100 millones de euros.

El resultado del área de Upstream (exploración y producción) se situó en 632 millones de euros, lo que supone un aumento de 580 millones de euros respecto a los 52 millones que se obtuvieron en 2016, lo que supone multiplicar por 12 su resultado. A este aumento contribuyeron las medidas adoptadas en su plan de sinergias y eficiencias, el reinicio de la actividad en Libia y la subida de los precios internacionales de referencia. Estos resultados del negocio de exploración y producción se registraron con una cotización media de las materias primas que se mantuvo en un rango bajo durante 2017, con 54,2 dólares por barril en el caso del Brent y 3,1 dólares por Mbtu en el Henry Hub.

Además, la compañía presidida por Antonio Brufau aumentó su producción un 0,7% respecto al 2016 hasta alcanzar una media de 695.000 barriles equivalentes de petróleo diarios, la mayor producción desde 2011 y superando el objetivo de 680.000 barriles marcado para 2017, gracias al reinicio de la actividad en Libia, a los incrementos obtenidos en distintos activos y a la puesta en marcha de proyectos como Juniper (Trinidad y Tobago), Lapa y Sapinhoa (Brasil )y Shaw, Cayley y Flyndre (Reino Unido).

En cuanto al Downstream (refino, química y marketing), el resultado, de 1.877 millones de euros, se mantuvo en línea con los de ejercicios anteriores, cayendo apenas un 0,3% respecto a los 1.883 millones del 2016, lo que referencia a esta división de negocio como el «gran generador» de caja de la compañía. Durante 2017, las áreas de Refino, Marketing, Trading y Gas&Power aumentaron sus resultados, el área de Lubricantes incrementó sus ventas y el área de Química mantuvo la robustez de los dos últimos años. La petrolera situó su margen de refino el año pasado en los 6,8 dólares por barril, un 7,9% superior a los 6,3 dólares por barril obtenidos en el ejercicio 2016.

Retribución del consejo de administración

Por otro lado, los principales directivos de Repsol, Antonio Brufau y el consejero delegado Josu Jon Imaz, ganaron 3,08 millones y 4,03 millones de euros, respectivamente, en 2017, un 5,8% más en el caso de Brufau y un 34% más en el de Imaz. En el caso de Antonio Brufau el total de la retribución la percibió en metálico y en el de Imaz 3,84 millones fueron en metálico y 187.000 euros en acciones. Además, en el caso de este último se contabilizan 254.000 euros de aportación a sistemas de ahorro, en los que ya acumula 1,62 millones de euros.

El presidente de Repsol, Antonio Brufau, percibió en 2017 2,5 millones de euros de remuneración fija y 589.000 euros por otros conceptos. Por su parte, el CEO Josu Jon Imaz recibió 1,2 millones en concepto de sueldo, 177.000 euros de remuneración fija y 1,44 millones de euros en retribución variable a corto plazo y 821.000 euros en variable a largo.

En cuanto a otros miembros del consejo de administración de Repsol, Gonzalo Gortázar, que es consejero delegado también de Caixabank, percibió 376.000 euros en 2017 en Repsol, un 22% más que el año anterior. El exvicepresidente de Caixabank, Antonio Masanell, que a finales del año pasado renunció a su puesto en el consejo de Repsol, percibió 243.000 euros en 2017 como consejero de la petrolera, el triple que un año antes, en que percibió 81.000 euros. Por su parte, el presidente de Caixabank, Jordi Gual, que fue nombrado en diciembre consejero externo dominical en sustitución de Masanell, no ha tenido tiempo de recibir ninguna cantidad.

Mario Fernández, que el pasado 20 de febrero dimitió como consejero de Repsol tras conocer que el Tribunal Supremo había desestimado el recurso que interpuso contra una sentencia que lo condenó por un delito de apropiación indebida en su etapa de presidente de Kutxabank, percibió en la petrolera el año pasado 309.000 euros, lo mismo que en 2016. El consejo de administración de Repsol recibió en conjunto 14,46 millones de euros en 2017, un 13,6% más que el año anterior.