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El Gobierno de EE.UU. presenta una nueva ley para reducir las limitaciones federales al uso del carbón

EFE. – El Gobierno de Estados Unidos ha presentado una propuesta para reducir las limitaciones federales al uso de carbón por parte de la industria local, lo que supone un nuevo golpe al legado medioambiental del expresidente Barack Obama al dejar en manos de cada estado su regulación.

De esta manera, la nueva norma tiene por objeto reducir los costes energéticos en los que incurren las empresas debido al Plan de Energía Limpia -CPP, por sus siglas en inglés- implantado por la anterior Administración y que tenía por objetivo reducir la emisión de gases de efecto invernadero.

La nueva regulación, bautizada plan de Energía Limpia Asequible -ACE, por sus siglas en inglés- prevé reducir en 400 millones de dólares al año «la carga» que tiene que soportar la industria local debido a la anterior normativa, y así lo ha informado la Agencia de Protección Ambiental.

China y la organización ecologista WWF insta a Donald Trump a cumplir con los compromisos estadounidenses del Acuerdo de París

Redacción / Agencias.- La organización ecologista WWF criticó la decisión del Gobierno de Donald Trump de retirar «políticas clave contra el cambio climático» adoptadas por su predecesor, Barack Obama. En este sentido, el Gobierno chino instó al presidente Trump a cumplir con los compromisos del Acuerdo de París, que Estados Unidos ratificó durante el mandato de Obama, pese a la reciente orden del nuevo mandatario de desmantelar la política contra el cambio climático.

«Aún creemos que todas las partes deben cumplir sus compromisos e implementar el acuerdo», señaló el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Lu Kang, al ser preguntado por el decreto firmado por Trump, con el que busca la independencia energética del país y crear empleos a costa de desmantelar las políticas medioambientales y acabar con el legado climático de Obama. El portavoz reafirmó el compromiso chino con el clima y aseguró que el gigante asiático está «decidido» a cumplir con sus obligaciones «al 100%».

«Nosotros todavía mantenemos que todas las partes deben avanzar con los tiempos, aprovechar las oportunidades, cumplir sus compromisos y, con seriedad, dar pasos proactivos para presionar conjuntamente para el cumplimiento del acuerdo», ha afirmado el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, en referencia al pacto de París. «No importa cómo cambien las políticas sobre cambio climático de otros países, como un país grande y desarrollado, la resolución, las metas y las decisiones política de China en relación al cambio climático no cambiarán», ha asegurado Lu.

Acuerdo de París: un hito

Lu recordó que el Acuerdo de París, que Trump amenaza con abandonar, no fue fácil de lograr: «Es un hito en la campaña global» contra el cambio climático, subrayó. «Todas las partes involucradas han realizado contribuciones positivas, incluyendo a China y Estados Unidos«, añadió. El portavoz aseguró que China no se verá afectada por lo que hagan otros países: «Tanto si siguen comprometidos como si no lo hacen, China está decidida a cumplir los objetivos».

El Gobierno chino seguirá trabajando con otras naciones para fomentar el diálogo y tratará de incrementar sus esfuerzos para conseguir un desarrollo económico «verde», con un bajo consumo de energías contaminantes como el carbón, apuntó. El portavoz rehusó comentar si el presidente chino, Xi Jinping, tratará este asunto durante su primer encuentro con Trump en Estados Unidos. «De momento, no tengo información que ofrecer», se limitó a decir Lu Kang.

Con su iniciativa, Trump quiere «eliminar los excesos federales» y promover la «libertad económica», con el objetivo de recuperar unas políticas que se remontan «mucho más de 8 años» atrás, lo que implica también una crítica a otros exmandatarios. El decreto ordena a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) que comience a desmontar el Plan de Energía Limpia, una regulación de 2015 que obligaba a las plantas energéticas a recortar las emisiones de gases contaminantes. También se revisarán la moratoria para los permisos de explotación de carbón, las regulaciones sobre emisiones de metano y la técnica de fracturación hidráulica (fracking), la incorporación de protocolos medioambientales en proyectos federales y el denominado «coste social del carbono».

WWF también exige a Trump

Por su parte, WWF lamentó especialmente la desactivación del Plan de Energía Limpia, «una ley reconocida como la acción por el clima más significativa tomada nunca por Estados Unidos» y que iba a ser clave para el cumplimiento por este país de sus compromisos de reducción de emisiones dentro del Acuerdo de París. WWF cree que la decisión de Trump «ignora las acciones masivas tomadas por empresas, ciudades y comunidades locales por todo el país y el mundo que ya están avanzando para crear un futuro movido por energías renovables».

«Obstaculizar los planes de Estados Unidos para cumplir sus compromisos internacionales tendrá un impacto en los esfuerzos globales contra el cambio climático, pero no definirá el resultado final. Nuestra habilidad para cumplir los objetivos del Acuerdo de París no depende de un gobierno. En la COP22, celebrada en Marrakech, el presidente francés Hollande aseguró que el Acuerdo de París es un proceso irreversible. Estamos de acuerdo», declaró Manuel Pulgar Vidal, responsable del Programa de Clima y Energía de WWF Internacional.

Trump decreta anteponer la independencia energética en Estados Unidos levantando el veto al carbón frente a combatir el cambio climático

EFE / Europa Press.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un decreto con el que busca la independencia energética del país y crear más empleo, particularmente en la deprimida industria del carbón, a costa de empezar a desmantelar el legado contra el cambio climático de su predecesor en la Casa Blanca, Barack Obama. «Respecto al cambio climático, queremos seguir nuestro curso y hacerlo a nuestra propia manera», señalaron desde la Casa Blanca.

En un breve discurso antes de firmar la orden en la sede de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) en Washington, Trump proclamó el inicio de una «nueva era» para la producción de energía en Estados Unidos y la eliminación de la «intrusión» gubernamental en el sector. Trump declaró, además, que la «guerra al carbón» terminó al prometer la cancelación de regulaciones del Gobierno federal que, a su juicio, están «matando empleos», y anticipar una «nueva revolución energética», centrada en fomentar la producción nacional y reducir la dependencia del extranjero.

«La acción que estoy tomando eliminará la extralimitación del Gobierno federal y permitirá a nuestros trabajadores prosperar, competir y tener éxito en igualdad de condiciones por primera vez desde hace mucho tiempo», enfatizó Trump. Según el mandatario, se trata ante todo de recuperar empleos y «hacer a Estados Unidos rico de nuevo». Para lograrlo, la orden de Trump pide revisar las directrices del Plan de Energía Limpia de Obama, lanzado en 2015 con la meta de que Estados Unidos reduzca para 2030 en un 32% las emisiones de carbono de las centrales eléctricas con respecto a los niveles de 2005.

Con ese plan, pieza fundamental de los esfuerzos de Obama contra el cambio climático y bloqueado provisionalmente por el Tribunal Supremo en febrero de 2016, el expresidente pretendía ir reemplazando las centrales eléctricas de carbón por plantas abastecidas con gas natural y energías limpias como la eólica o la solar. Para el Gobierno de Trump, ese plan de Obama supone una «guerra» contra la industria del carbón y una prohibición de facto a la construcción de nuevas plantas. Otra de las medidas incluidas en el decreto presidencial consiste en levantar la moratoria vigente sobre nuevas concesiones para explotación de carbón en tierras de propiedad federal.

Por otro lado, la orden de Trump elimina el requisito de que las agencias del Gobierno federal consideren el impacto para el cambio climático en su toma de decisiones sobre proyectos relacionados con el medioambiente, así como el reconocimiento de Obama de que frenar el calentamiento global es un asunto de seguridad nacional. En la ceremonia estuvieron presentes trabajadores y mineros de la industria del carbón, una de las más afectadas por las «regulaciones devastadoras», en palabras de Trump, impuestas bajo el mandato de Obama.

Durante la campaña electoral, Trump prometió revivir la industria del carbón y recuperar empleos perdidos en los numerosos mítines que celebró en condados mineros. El sector celebró las medidas de Trump, pero los expertos advierten de que un aumento en la producción de carbón puede no ser sinónimo de nuevos empleos, dada la creciente mecanización. El decreto no menciona el Acuerdo de París sobre el cambio climático que establece en el marco de las Naciones Unidas medidas para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero y que entró en vigor a finales de 2016.

También prometió Trump sacar a Estados Unidos del Acuerdo de París y llegó a decir que la amenaza del cambio climático era un «invento» de China. Pero el Gobierno de Trump todavía no ha decidido si cumplirá los compromisos del Acuerdo de París y varios miembros del gabinete, entre ellos los secretarios de Defensa, James Mattis, y Estado, Rex Tillerson, han dado indicios de que están a favor de que Estados Unidos continúe siendo parte del pacto climático. Trump también se marca como objetivos la liberalización del sector energético y una menor dependencia del petróleo exterior como objetivos a alcanzar durante su mandato. Así, su Plan Energético busca un menor coste para los estadounidenses y la maximización de los recursos.

Para la organización Sierra Club, el principal grupo medioambiental de Estados Unidos, la orden de Trump es el «mayor ataque» a las políticas contra el cambio climático «en la historia» del país. El director ejecutivo de Sierra Club, Michael Brune, denunció que, además, el decreto de Trump «ignora» la realidad de que la economía vinculada a las energías limpias está creciendo en estados tanto demócratas como republicanos, «creando empleos» y protegiendo el aire y el agua. Mientras, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, acusó a Trump de ofrecer un «regalo» a la gran industria petrolera a expensas de la «salud y seguridad» del pueblo estadounidense y de todo el planeta.

El Supremo bloquea cautelarmente las medidas de Obama sobre las centrales eléctricas para reducir sus emisiones de CO2

EFE / Europa Press.- El Tribunal Supremo de Estados Unidos bloqueó las regulaciones federales implementadas por el presidente Barack Obama para reducir las emisiones de dióxido de carbono de las centrales eléctricas, lo que supone un duro golpe para el mandatario ya que eran una pieza clave de su estrategia para combatir el cambio climático. Con una votación 5 a 4, el tribunal accedió a una solicitud presentada por 27 estados, varias compañías y grupos empresariales para bloquear el Plan De Energía Limpia de la Administración.

La decisión implica que las regulaciones no entrarán en vigor mientras continúe el litigio sobre su legalidad, algo que la Casa Blanca lamentó. «No estamos de acuerdo con la decisión del Supremo de suspender el Plan De Energía Limpia mientras continúa el litigio», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest. El llamado Plan De Energía Limpia impulsado por Obama pretende que Estados Unidos reduzca para 2030 en un 32% las emisiones de carbono de las centrales termoeléctricas respecto a los niveles de 2005.

Los Estados Unidos están desunidos

Los 27 estados, encabezados por el gran productor de carbón, Virginia Occidental, y el productor de petróleo, Texas, y varios de los principales grupos de empresas del sector lanzaron varias demandas el pasado octubre para detener la iniciativa del presidente. Más de una docena de otros estados y la Liga Nacional de Ciudades, que representa a más de 19.000 ciudades de Estados Unidos, presentaron documentos judiciales que respaldan al Gobierno y a la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA).

No obstante, esta decisión del Supremo no es definitiva sobre la regulación, ya que el caso está pendiente del veredicto de una corte de apelaciones. Aun así, es probable que tras su veredicto el caso se eleve de nuevo al Supremo y esta decisión sea un síntoma del escepticismo de los jueces sobre la regulación. La corte de apelaciones aún debe escuchar los argumentos orales el próximo junio y decidir si las regulaciones son lícitas.

La Casa Blanca defendió que el plan de Obama se apoya «en una base legal y técnica muy sólida» y que concede a los estados «el tiempo y flexibilidad que necesitan para desarrollar planes a medida y lo menos costosos posibles para reducir sus emisiones«. «Estamos seguros de que prevaleceremos en cuanto a los méritos» del plan, aseguró Earnest. Mientras avanza el litigio, la EPA «trabajará con los estados que elijan seguir adelante con el desarrollo de sus planes y preparará las herramientas que necesiten». «Al mismo tiempo, esta Administración seguirá dando pasos agresivos para hacer avances en la reducción de emisiones de carbono», subrayó.

La Cámara Baja de Estados Unidos vota contra el Plan de Energía Limpia de Obama

EFE.- La Cámara de Representantes de Estados Unidos votó contra el Plan de Energía Limpia del presidente estadounidense, el demócrata Barack Obama, que busca reducir las emisiones de carbono de las plantas termoeléctricas del país. En la Cámara Baja, controlada por la oposición republicana, 242 congresistas votaron por el bloqueo del plan de Obama, quien ha advertido de que vetaría cualquier oposición a su iniciativa. Además, 235 legisladores votaron también a favor de bloquear los límites a la emisión de carbono en plantas de nueva construcción.

Ambas votaciones tienen el valor simbólico de sembrar dudas sobre los planes de Obama contra el cambio climático mientras la Cumbre del Clima de París, a la que ha asistido el presidente esta semana, busca un acuerdo para frenar el calentamiento del planeta. Ambas resoluciones ya se aprobaron en el Senado, por lo que quedan pendientes de la firma de Obama, quien ha amenazado con un veto para proteger su política contra el cambio climático, una de las piedras angulares de su legado como presidente.

Reducir 32% emisiones de carbono

El pasado agosto, el mandatario presentó el denominado Plan de Energía Limpia, que plantea que Estados Unidos reduzca para 2030 en un 32% las emisiones de carbono de las centrales termoeléctricas respecto a los niveles de 2005. Sin embargo, una coalición de 24 estados, en su mayoría muy dependientes de la industria del carbón, está tratando de bloquearlo en los tribunales. El Plan de Energía Limpia complementa el objetivo general con el que Estados Unidos se ha comprometido ante la ONU en París. Esa meta, formalizada en marzo, consiste en que Estados Unidos reducirá para 2025 sus emisiones de gases de efecto invernadero, en total, no solo las procedentes de centrales termoeléctricas, entre un 26-28%respecto a los niveles de 2005.

Los republicanos también están tratando de bloquear en el Congreso los 3.000 millones de dólares prometidos por Obama para el Fondo Verde para el Clima. En París, Obama aseguró que el mundo se encuentra ante «un punto de inflexión», que supone «el momento en el que decidimos firmemente salvar nuestro planeta», en su discurso ante la COP21, que durará hasta el 11 de diciembre. El mandatario subrayó que Estados Unidos, como primera economía mundial y segundo emisor de gases de efecto invernadero, reconoce su papel en el calentamiento global y asume «su responsabilidad de hacer algo» para atajar el problema.

Envía a Kerry a París

Por otra parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, viajará el próximo lunes a París para asistir a la Cumbre del Clima en busca de alcanzar un acuerdo mundial para frenar el calentamiento de la Tierra, según comunicó su portavoz adjunto, Mark Toner. Kerry «participará en numerosos actos de la COP21, donde subrayará la importancia de una acción ambiciosa y global para atajar el cambio climático y su impacto devastador en todo el mundo«, afirmó el portavoz adjunto, sin dar más detalles.

Obama presenta su plan para combatir el cambio climático y cifra en un 32% el recorte de emisiones para 2030

Europa Press.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, presentó su plan para luchar contra «la gran amenaza» del cambio climático, alertando de que «somos la última generación con capacidad para hacer algo». «Ningún desafío supone una amenaza mayor para las generaciones futuras que el cambio climático», avisó desde la Casa Blanca, desvelando la propuesta que Estados Unidos defenderá en la cumbre que se celebrará en París el próximo diciembre. El objetivo: reducir las emisiones de CO2 en un 32% para 2030.

Obama recordó que incluso el Pentágono ha afirmado que «el cambio climático supone un riesgo inmediato para la seguridad nacional«, por lo que advirtió en contra de «llegar demasiado tarde» a la lucha contra este fenómeno. «Los niveles de CO2, que es lo que calienta nuestra atmósfera, son los mayores de los últimos 800.000 años», indicó, señalando como consecuencia directa, entre otras, que el ratio de asma se ha triplicado en las últimas tres décadas».

El líder norteamericano ha defendido la oportunidad de esta hoja de ruta contra el calentamiento global recodando que «cuando el mundo afronta sus mayores desafíos Estados Unidos siempre señala el camino a seguir, que es lo que estamos haciendo ahora». «Hemos sido la primera generación en sentir el impacto del cambio climático y somos la única que puede hacer algo. Es el momento de dejar la mejor herencia a nuestros hijos porque solo tenemos una casa, solo tenemos un planeta, no hay plan B», argumentó.

Obama aprovechó para contestar a quienes desde la oposición republicana alertan de que el plan contra el cambio climático de la Administración Obama servirá para multiplicar la factura energética de los hogares estadounidenses. «En contra de lo que se ha dicho, este plan permitirá ahorrar a los estadounidenses una media de 85 dólares anuales en sus facturas energéticas», afirmó Obama. La industria y algunos diputados de los estados que suelen utilizar carbón ya han adelantado que impugnarán la nueva legislación en los tribunales y tratarán de pararla en el Congreso.

La Casa Blanca, por su parte, se mostró desafiante y aclaró que esta hoja de ruta es «el pistoletazo de salida para una campaña climática sin cuartel». El nuevo Plan de Energía Limpia tratará de recortar las emisiones de carbono en un 32% en 2030 respecto a 2005, lo que supone un 9% más que la propuesta anterior. La regulación marcará el comienzo de una transformación radical del sector eléctrico estadounidense, por medio del fomento de energías renovables en lugar del carbón. «Ahora estamos generando 3 veces más energía eólica y 20 veces más energía solar que en 2008», destacó.

País Vasco valora este compromiso

La consejera de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno vasco, Ana Oregi, consideró «un gran paso adelante» la decisión de Estados Unidos de reducir en 2030 sus emisiones de CO2 un 32%. Asimismo, subrayó que ello indica que la Conferencia Mundial del Clima que se celebrará en diciembre en París para avanzar sobre los acuerdos de Kioto va a suponer un «gran avance en el compromiso internacional para conservar el Planeta y actualizarán lo conseguido en Kioto». «Las medidas que Obama promueve responden a ese necesario compromiso internacional que requiere el planeta«, indicó Oregi.

En este sentido, Oregi recordó que varios estados norteamericanos ya están dando esos pasos de la mano de organizaciones internacionales como The Climate Group en las que participan junto a Canadá, Europa o Australia. «El calentamiento global, los cada vez más frecuentes indicios de cambios climáticos, las afecciones meteorológicas, la pérdida de biodiversidad o la grave situación de muchos ecosistemas constituyen un cuadro preocupante en el que la comunidad internacional debe actuar con decisión«, advirtió.

Pese a reconocer que la intención de Estados Unidos «no es suficiente», la consejera defendió que «marca un camino que también ha de ser recorrido por otros grandes productores industriales como China, India o Brasil, cuyas legislaciones precisan una actualización similar a la que estamos acometiendo en Europa». En su opinión, la «nueva actitud» de Estados Unidos marca una «gran esperanza» en el trabajo previo a la Conferencia sobre el Clima de París de diciembre».

Estados Unidos anunciará este lunes un plan para recortar sus emisiones en un 32% para 2030

EFE.- El Gobierno de Barack Obama anunciará este lunes un plan para que Estados Unidos haya reducido en un 32% las emisiones de carbono de las centrales termoeléctricas en 2030 respecto a los niveles de 2005, según adelantaron los principales diarios norteamericanos. La medida es la versión definitiva de una orden ejecutiva conocida como Plan de Energía Limpia que el Gobierno estadounidense adelantó hace un año y que, después de un periodo de comentarios y cambios, parece aún más ambiciosa.

La norma presentada entonces por la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por su sigla en inglés) ponía como objetivo la reducción de las emisiones en un 30% para 2030, y su versión definitiva aumenta esa meta hasta el 32%. «El cambio climático no es un problema para otra generación. Ya no», dijo Obama en un vídeo publicado por la Casa Blanca. «Por eso, mi Administración presentará la versión final del Plan de Energía Limpia de Estados Unidos, el paso más grande y más importante que hemos tomado nunca para combatir el cambio climático«, añadió Obama en el vídeo, que no especifica las metas de reducción de emisiones que se anunciarán.

El carbón es el objetivo

Obama subrayó en el vídeo que se niega a «condenar a nuestros hijos y nietos a un planeta que ya no puede arreglarse». El plan, considerado la pieza clave de la agenda de Obama contra el cambio climático, enfrentará con toda certeza una notable resistencia de la oposición republicana, de la industria del carbón y de los estados más dependientes de esa fuente de energía. Cada estado deberá elaborar planes para reducir sus emisiones en base a unas metas personalizadas que les otorgará la EPA, y tendrán dos años más de lo previsto para comenzar a avanzar hacia esas metas.

La norma complementa el objetivo general con el que Estados Unidos se comprometió ante la ONU con miras a la conferencia global sobre cambio climático que se celebrará en diciembre en París. Esa meta, formalizada en marzo, consiste en que Estados Unidos reducirá para 2025 sus emisiones de efecto invernadero, en total, no solo las procedentes de centrales termoeléctricas, entre un 26 y un 28% respecto a los niveles de 2005. La cumbre de París pretende cerrar un acuerdo global vinculante que evite que el calentamiento global sobrepase los dos grados centígrados con respecto a los valores preindustriales; asimismo, Estados Unidos busca con sus medidas convertirse en un referente para otros países industrializados y emergentes.

Además de combatir el cambio climático, la Administración de Obama argumenta que su nueva norma para reducir la dependencia del carbón repercutirá en facturas eléctricas más bajas para los consumidores en 2030 y en mejoras en la salud pública. No obstante, cuando se publicó la regla preliminar en 2014, tanto la oposición republicana como la Cámara de Comercio estadounidense argumentaron que destruiría puestos de trabajo y costaría miles de millones de dólares a la economía.