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Petrochina construye una reserva subterránea de gas natural para evitar problemas de desabastecimiento como el ocurrido el pasado invierno

EFE.– Petrochina, la mayor productora de petróleo y gas del país asiático, ha iniciado la construcción de una reserva subterránea de gas natural en Chongqing en colaboración con firmas locales, dado el propósito de Pekín de fomentar las energías limpias y evitar el desabastecimiento del pasado invierno.

Según anunció la matriz de la compañía, China National Petroleum Corporation (CNPC), la nueva infraestructura, que se ubicará en la zona montañosa de Chongqing, podrá almacenar un total de 1.500 millones de metros cúbicos de gas natural cada año. La planta empezará a funcionar en 2020 y tendrá una capacidad para abastecer con 9 millones de metros cúbicos de gas cada día, un volumen equivalente al consumo diario de más de 4 millones de familias de 3 miembros de media. «La demanda máxima en Sichuan y Chongqing llegará a los 6.200 millones de metros cúbicos en 2022 y superará los 8.000 millones en 2030″, indicó CNPC, por lo que las autoridades planean construir 8 plantas de almacenaje en la zona.

Este plan se presentó después de que el pasado invierno la elevada demanda de gas natural provocara importantes problemas de desabastecimiento en China lo que, unido a la prohibición del Gobierno chino de utilizar otros combustibles por ser altamente contaminantes, llevó a muchas personas a vivir situaciones de frío extremo. «El Estado dictó políticas relevantes para acelerar la construcción de infraestructuras de almacenamiento de gas y para mejorar el funcionamiento de este mercado», explicó CNPC. La compañía participará en el acuerdo estratégico para la construcción de la planta de almacenaje de Chongqing con un 57% del capital, mientras que el 43% restante lo aportarán una compañía estatal de esa municipalidad china y otras empresas privadas.

China lanza una reforma del sector petrolero y gasístico para introducir capital privado mientras cierra su mina submarina de carbón

EFE.- El Gobierno chino cerrará el próximo mes de octubre la única mina submarina de carbón del país dentro de sus esfuerzos para recortar el exceso de capacidad de producción de este mineral. Asimismo, el Consejo de Estado y el Comité Central del Partido Comunista de China publicaron un plan de reforma del sector petrolero y gasístico del país, que impulsará una mayor entrada de capital privado en un mercado dominado por las grandes firmas estatales.

El proyecto de reforma, que se circunscribe dentro del XIII Plan Quinquenal (2016-2020), destaca que «el mercado deberá jugar un papel decisivo en la redistribución de recursos», aunque también pide que el Gobierno «mejore su papel en la salvaguarda de la seguridad energética y el fomento de la producción». El plan llama a la incorporación de accionistas privados a las firmas de hidrocarburos, en un mercado actualmente dominado por los tres gigantes estatales PetroChina, Sinopec y CNOOC. Estas firmas «han sido acusadas durante largo tiempo de monopolizar los recursos de petróleo y gas, con exceso de mano de obra y baja eficiencia en costes», reconocen.

El plan indica la necesidad de que firmas no estatales inviertan en empresas de almacenamiento de gas y petróleo, y anima a trabajar de forma independiente a compañías de equipamiento e ingeniería. La reforma «reafirma el compromiso del Gobierno en profundizar las compañías estatales de gas y petróleo, animando a ciertas firmas a diversificar su accionariado e introducir propiedades mixtas«.

Cierra su única mina submarina

La clausura de la mina Beizao, ubicada en la provincia de Shandong, forma parte de la reconversión industrial iniciada por las autoridades chinas el pasado año en el sector del acero y del carbón, por exceso de capacidad. Propiedad del grupo minero Shandong Energy Longkou, Beizao dejará de extraer carbón del fondo marino el próximo octubre después de 34 años en funcionamiento, período durante el cual ha producido más de 8 millones de toneladas de carbón, pero en los últimos años había bajado su producción.

El director de la mina, Li Gongjian, explicó que los costes operativos de la explotación son hasta 3 veces superiores a otras minas. El pozo está 5 kilómetros mar adentro, y para llegar a él los mineros deben bajar por un ascensor 180 metros y tomar un tranvía que los lleva durante 20 minutos en el subsuelo por debajo de las aguas. Li explicó que, a pesar de estos costes tan superiores, la mina se abrió en un momento en que China estaba muy necesitada de energía para su desarrollo y pudo presumir de operar una explotación de este tipo.