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La ONU inaugura su Banco de Uranio de Bajo Enriquecimiento en Kazajistán para asegurar combustible nuclear a los Estados

Europa Press.- El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de Naciones Unidas, Yukiya Amano, y el presidente de Kazajistán, Nursultan Nazarbayev, inauguraron el Banco de Almacenamiento de Uranio de Bajo Enriquecimiento (LEU), emplazado en la Planta Metalúrgica de Ulba, en la ciudad de Ust-Kamenogorsk (Kazajistán), según indicó el Foro de la Industria Nuclear de España.

Según ha señalado Amano, el banco de LEU, que ha costado 150 millones de dólares (unos 134 millones de euros) y tendrá una vida útil de 20 años, «aportará una valiosa contribución a los esfuerzos internacionales para garantizar la disponibilidad de combustible para las centrales nucleares». Esta instalación albergará una reserva de hasta 90 toneladas de uranio de bajo enriquecimiento, el componente básico para la fabricación del combustible nuclear, y actuará como «suministrador de último recurso» para aquellos Estados miembros que no puedan conseguir LEU en el mercado global. Además, han señalado que también podrán acogerse a este recurso los Estados que no estén sujetos a conformidad con los criterios de idoneidad establecidos por el Comité de Gobernadores del OIEA.

Combustible nuclear para 3 años

La instalación tiene una superficie de 880 metros cuadrados y consta de una estructura de acero. La compra y el almacenamiento de las 90 toneladas de uranio de bajo enriquecimiento, suficientes para poder proporcionar energía eléctrica a una gran ciudad durante tres años, se completará a lo largo de 2018. En 2010, este Comité autorizó la construcción y operación del Banco LEU, y en julio de 2011, Kazajistán se ofreció a albergarlo en respuesta a la solicitud de Expresiones de Interés por parte del Organismo. En mayo de 2016 se firmó el acuerdo de colaboración entre el OIEA y la Kazajistán para el lanzamiento del proyecto, cuya «primera piedra» para la construcción se puso el 28 de agosto de 2016.

Kazajistán será responsable de la seguridad nuclear y física, para lo que se aplicarán todos los requisitos legales y regulatorios del país, y el OIEA es el propietario del almacenamiento, a cuyas salvaguardias estará sometido. La construcción y el funcionamiento de este Banco LEU está completamente financiada mediante los Estados miembros del OIEA y otros países e instituciones donantes (entre los que se encuentran Estados Unidos, la Unión Europea, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Noruega, Kazajistán y la Nuclear Threat Inititative).

La ONU abre mediante el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) una reserva de combustible nuclear para garantizar el suministro

EFE.- Garantizar el suministro de combustible nuclear en caso de interrupción por problemas políticos o del mercado es el objetivo del banco de uranio que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) abre este martes en Kazajistán. Esta reserva almacenará 90 toneladas de uranio de bajo enriquecimiento (LEU, por su siglas en inglés), el ingrediente esencial para fabricar el combustible que alimenta los reactores atómicos de agua ligera para generar electricidad.

Este material es adquirido habitualmente en el mercado abierto o por acuerdos bilaterales entre países, un circuito que este nuevo banco no quiere entorpecer. Así, el OIEA insiste en que esta reserva es un «mecanismo de último recurso» para situaciones en las que un Estado miembro de este organismo no pueda acceder al combustible por las vías habituales. De hecho, esas 90 toneladas suponen una cantidad discreta en relación al consumo mundial. Alcanzarían para una carga completa de un reactor tipo de agua ligera, capaz de suministrar electricidad a una gran ciudad durante tres años.

El OIEA, que gestiona esta reserva, estableció estrictos criterios para que un Estado miembro pueda solicitar y comprar uranio de este banco. Para empezar, tiene que haber una interrupción de suministro «debido a circunstancias extraordinarias» que hagan que el país no pueda obtener el combustible por los medios habituales. El país comprador debe comprometerse a usar el uranio sólo para producir combustible, nunca para armas, y a no volver a procesarlo o transferirlo a terceros sin expreso consentimiento del OIEA.

De cumplir esas condiciones y una vez abonado, a precio de mercado, el coste de reponer el uranio, el material será introducido en unos cilindros especiales que serían trasladados desde el norte de Kazajistán, donde se ubica el banco, hasta una instalación donde el LEU pueda ser transformado en combustible. Para asegurar el transporte, el OIEA firmó en 2015 un acuerdo con Rusia para permitir el tránsito de material por el territorio de este país.

«El banco de combustible es una excelente idea», afirma Heinz Gärtner, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Viena y asesor del Ministerio de Defensa austríaco. Según Gärtner, el banco asegura a los Estados el uso pacífico de la energía atómica sin necesidad de desarrollar un costoso programa de enriquecimiento. Además, afirma, reduce la dependencia que los países sin armas nucleares tienen del mercado.

El banco se ha instalado en la planta metalúrgica de Ulba, en el norte de Kazajistán. Gärtner recuerda queKazajistán es el principal miembro de la Zona Libre de Armas Nucleares de Asia Central, lo que reduce el riesgo de un ataque atómico, y además podría contribuir a que países como Mongolia e Irán se sumen también a ese acuerdo. Según el OIEA, la planta de Ulba «es una instalación nuclear con operaciones a escala comercial y la infraestructura completa para almacenar, transportar y procesar el LEU de forma segura».

Los 150 millones de dólares presupuestados para el funcionamiento del banco durante sus primeros diez años provienen de aportaciones voluntarias. Las principales provienen del empresario Warren Buffet (50 millones de dólares), Estados Unidos (49 millones) y la Unión Europea, que aporta 25 millones de euros. El OIEA también gestiona una reserva de 123 toneladas de uranio en la ciudad rusa de Angarsk, mediante un acuerdo con el Gobierno ruso, y participa en un mecanismo liderado por el Reino Unido para asegurar que no se interrumpe el suministro entre países proveedores y receptores de combustible nuclear. Estados Unidos dispone de su propia reserva de combustible nuclear.

La nuclear fue la primera fuente de generación en 2015 al aportar el 20,8% de la electricidad en España

Europa Press.- La energía nuclear se mantuvo en 2015 como la primera fuente de generación eléctrica en España, ya que aportó al sistema eléctrico el 20,8% del total, un 0,32% más que en 2014, según los datos de Foro Nuclear recopilados con información del Avance 2015 de REE.

El Foro Nuclear indicó que la potencia instalada en 2015 fue de 7.864,7 MW (7,26% del total) y funcionó 7.744 horas, el 88,4% del total. Respecto a la demanda de energía eléctrica en 2015, fue de 262.871 GWh, un 1,8% más que en 2014. Una vez corregida la influencia del calendario y las temperaturas, la demanda de energía eléctrica fue un 1,6% superior a la registrada en 2014. Según el presidente de Foro Nuclear, Antonio Cornadó, en la última década «la energía nuclear ha producido alrededor de la quinta parte de la electricidad generada en España, consolidándose como una fuente de generación indispensable en el mix eléctrico español por su fiabilidad y la garantía de suministro que ofrece al sistema».

En relación con la producción de electricidad sin emisiones contaminantes generada en España, la procedente del parque nuclear ha supuesto el 37% (3,6 puntos porcentuales más que en 2014). Finalmente, ha apuntado que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) refleja que existen 441 reactores en situación de operar y 67 más en construcción en todo el mundo y que en 2015 se conectaron a la red 10 nuevas unidades (1 en Corea del Sur, 1 en Rusia y 8 en China); comenzó la construcción de 7 reactores nucleares (1 en Emiratos Árabes Unidos y 6 en China) y se clausuraron definitivamente 7 unidades (1 en Alemania, 1 en Reino Unido y 5 en Japón).

El OIEA votará a favor de la puesta en marcha del acuerdo nuclear con Irán

EFE.- La Junta de Gobernadores del OIEA, la agencia nuclear de la ONU, adoptará mañana en Viena una resolución que permitirá la pronta entrada en vigor del histórico acuerdo atómico pactado en julio entre Irán y la comunidad internacional.

El objetivo, según indicaron esta semana varios diplomáticos, es adoptar el texto -acordado por Irán y seis grandes potencias- de forma unánime entre los 35 países miembros de la Junta, el órgano ejecutivo del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

Quedará así allanado el camino para que el acuerdo nuclear pactado el pasado 14 de julio en Viena pueda entrar en vigor en las próximas semanas, probablemente a mediados de enero.

El histórico acuerdo, negociado durante casi dos años entre Irán y seis grandes potencias (EEUU, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania), prevé una limitación de varios aspectos del programa nuclear iraní a cambio de levantar las sanciones internacionales que pesan sobre la República Islámica.

A su vez, el acuerdo estipula un estricto y exhaustivo régimen de verificación y supervisión nuclear en Irán por parte del OIEA. Ningún otro país del mundo está sometido a una verificación de este alcance, recordaron esta semana varios diplomáticos en Viena.

El director general del organismo, Yukiya Amano, emitió a comienzos de diciembre un informe final sobre las posibles dimensiones militares del programa nuclear iraní en el pasado. En ese documento, los expertos del OIEA concluyen que hasta 2003 hubo un esfuerzo coordinado para hacerse con un arma nuclear en Irán, mientras que hasta 2009 hubo otras actividades, que no llegaron más allá de estudios de viabilidad y experimentos. Desde entonces, los inspectores del OIEA aseguran no tener evidencias sobre actividades sospechosas en Irán.

Esta evaluación final, que fue más dura y clara de lo esperado, era una de las condiciones para que entrara en vigor el tratado nuclear de Viena.

Una vez aclaradas las dudas sobre el pasado del programa nuclear iraní, el OIEA se dedica ahora a verificar las condiciones previas a la entrada en vigor al acuerdo y luego vigilará el cumplimiento de los compromisos asumidos por Irán.

Concretamente, la República Islámica debe reducir hasta menos de 300 kilos sus reservas de uranio poco enriquecido y desmantelar gran parte de sus centrifugadoras para producir ese material, que tiene un posible doble uso, civil y militar.

Una vez que Irán haya cumplido lo exigido, podrá pactar con el OIEA la entrada en vigor del acuerdo, que coincidirá con el levantamiento de las sanciones, tanto de las del Consejo de Seguridad de la ONU, como de las impuestas por la Unión Europea (UE) y EEUU.