Entradas

El Observatorio de la Sostenibilidad urge al Gobierno a rescatar las concesiones hidroeléctricas para abaratar el precio de la electricidad

Europa Press.- El Observatorio de la Sostenibilidad ha recomendado al Gobierno recuperar el total de los aprovechamientos hidroeléctricos como política de Estado con el fin de abaratar el precio de la electricidad y tener un mayor control de las emisiones de CO2 y de la gestión del agua una vez que las concesiones a grandes empresas realizadas por periodos de 75 años ya han sido «suficientemente amortizadas».

El Observatorio de la Sostenibilidad ha detallado en un informe por comunidades autónomas todas las concesiones hidroeléctricas para que los organismos públicos vigilen y soliciten la reversión de estas concesiones, de forma que el beneficio se pueda revertir a la sociedad, sobre todo a aquellos municipios que «ya han soportado» los efectos ambientales de la presencia de las presas, que coincide con territorios de menor nivel de riqueza. Entre las principales razones que han llevado al Observatorio de la Sostenibilidad a realizar dicho informe se encuentran los elevados precios de la electricidad registrados este verano, cuando han alcanzado niveles récord de los últimos 10 años a pesar de que el país cuenta con «abundantes» reservas hídricas en los embalses hidroeléctricos.

La entidad también ha denunciado que la electricidad que pagan los españoles se encuentra entre «las más caras de Europa», lo que supone una «fuerte» traba para la competitividad de las empresas y un «grave» problema para las capas de la población «que no pueden enfriar sus casas en verano o calentarlas en invierno». Además, el OS ha mostrado su preocupación por las concentraciones de CO2 en la atmósfera, que llegaron a los 411 partes por millón (ppm), y ha señalado que la economía española fue entre 2014 y 2017 la mayor emisora de este contaminante entre los países desarrollados.

El informe también destaca que alrededor del 7% de las concesiones medidas en volumen de agua ya han expirado y que otro 8% irá caducando hasta el 2030. Junto a esta recomendación, el OS también solicita que se reduzca el periodo de concesión de las grandes hidráulicas a menos de 50 años, desde los actuales 75 años, que se analice con detalle la priorización del uso del agua y que las futuras licitaciones tengan en cuenta unos resultados favorables para el bien común y no las determinadas hace 75 años, en un periodo de autarquía.

Pedro Linares señala que el reto de la transición energética es el transporte y no el sector eléctrico

EFE / Europa Press.- El coordinador de la Cátedra BP de Energía y Sostenibilidad, Pedro Linares, que ha formado parte del comité de expertos sobre transición energética, considera que los grandes retos para afrontarla no están en el sector eléctrico, sino en el del transporte. De hecho, el transporte supone un 40% de los usos finales de la energía en España y representa un 28% de las emisiones, ha recordado Linares durante la presentación de la undécima edición del Observatorio de Energía y Sostenibilidad de BP.

Pedro Linares subrayó también que el sector del transporte es el que más energía consume y más emisiones produce en España, y resalta que no está mejorando demasiado en eficiencia energética. El informe, que utiliza datos de 2016 porque son los únicos definitivos, señala que en España la demanda energética primaria se ha sujetado, al crecer ese año un 0,3%, aunque el consumo de energía final aumentó un 2%. Eso sí, permanece la dependencia energética del exterior en valores muy elevados. Por eso, según Linares, las mejoras vienen por la manera en que se produjo la energía en 2016: con buena pluviosidad, con más hidroeléctrica que generación a partir de carbón, y no por un cambio en los usos finales.

«La sostenibilidad del sistema depende por si le da por llover ese año», ha lamentado Linares, que considera que a España le queda mucho por recorrer en mejora de la eficiencia energética, pues el sistema mejora su sostenibilidad «por elementos que no están bajo nuestro control», como el año hidráulico o los precios de las materia primas. Asimismo, ha destacado que en España en ahorro y eficiencia se está empeorando, como demuestra que crece el consumo final de energía, y lo ha achacado a que no se está siendo suficientemente ambicioso en este asunto, al igual que en las renovables.

Mejorar diseño de subastas renovables

Respecto a las dos subastas para la instalación de nueva potencia renovable celebradas el año pasado, ha señalado que habrá que esperar a ver cuánto se construye finalmente y, aunque considera que su diseño se puede mejorar, sí considera que demostraron que las tecnologías renovables son competitivas. Respecto al nuevo bono social, considera que se tendría que haber ampliado su ámbito más allá del sector eléctrico y ha criticado que sigan incluidos entre los beneficiarios colectivos que no son vulnerables.

En cuanto al real decreto sobre el cierre de centrales de generación eléctrica, ha dicho que tiene problemas de compatibilidad con la normativa europea y ha manifestado que sería mejor hacer un diseño correcto de las señales del mercado de capacidad y que a partir de ahí se decida qué hay que cerrar y qué hay que mantener. En su opinión, el decreto del Gobierno «viene a ser un parche» ante la falta de una regulación de mercado y tarifas.

Por su parte, Jorge Aragón, que participó en el grupo de expertos sobre transición energética a propuesta de CCOO, ha denunciado que la liberalización no ha mejorado significativamente la competencia en el mercado eléctrico, pues sólo han entrado operadores «pequeñitos y muy marginales». También considera que se debería reflexionar sobre la presencia de capital público en las eléctricas, como hay en Alemania y Francia, pues son las que fijan las estrategias de inversión, y ha recalcado que en un conflicto como el que hay entre Siemens Gamesa e Iberdrola el sector público debería decir algo.

Datos del Observatorio de Energía

El informe señala que en 2016 el sector energético español consumió 6,3 exajulios (EJ) de energía primaria y emitió 306 millones de toneladas (Mt) de CO2, generando un valor añadido (sin descontar los costes externos) de 51.300 millones de euros, lo que equivale a un 4,6% del PIB. No obstante, pese al aumento de la demanda ya reflejado, cayó un 2,9% la intensidad energética primaria, incluso más que los países del entorno, y un 2,4% las emisiones de CO2 y otros contaminantes. Como ya se ha apuntado, esta mejoría se debió fundamentalmente a la reducción en el uso de carbón de un 24% en favor de la energía hidráulica, por lo que la meteorología sigue siendo el factor más influyente.

De hecho, la intensidad energética final aumentó un 1,2%. Por lo tanto, el informe ve necesario apostar por una mayor contribución de las energías renovables y, sobre todo, por el ahorro y la eficiencia energética. A este respecto, recuerda que, pese a la mejoría del último año, España sigue presentando una intensidad energética muy superior a otros países del entorno.

Así, a excepción del carbón, todas las energías fósiles aumentaron su contribución al mix energético primario en 2016, mientras que las energías renovables en su conjunto mantuvieron una contribución similar a la del 2015. Sin duda, la caída continuada de los precios de los combustibles fósiles y los precios bajos del CO2 explican en parte la falta de cambios significativos en el mix energético español. En lo que respecta a la demanda de productos petrolíferos para el transporte, siguió recuperándose, tanto para el transporte de mercancías como el de pasajeros. En ambos casos, el transporte por carretera continúa representando en torno al 90% del total.

El informe destaca que todos estos factores parecen indicar que la mejoría observada en los indicadores de sostenibilidad se debe principalmente a los cambios coyunturales en el mix de producción eléctrica. En un escenario de largo plazo, «parece poco razonable fiar la sostenibilidad del sector energético de las precipitaciones, más aún en España, que se enfrenta a un importante riesgo de bajada de las precipitaciones debido al cambio climático«, señala.

Desde el punto de vista de la sostenibilidad, la Cátedra BP considera que el modelo español continúa presentando «importantes desafíos» respecto a la eficiencia energética, la dependencia energética exterior o al impacto medioambiental. Para ello, ve necesario contar con una política energética estable, «que proporcione señales adecuadas a los agentes, y que contribuya a avanzar hacia la sostenibilidad del sector».