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El PP apoya a Rodríguez Martí como secretario general del CSN, Podemos se opone mientras PSOE y Cs se abstienen

Europa Press.- La propuesta de nombramiento de Manuel Rodríguez Martí como nuevo secretario general del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha salido adelante en la Comisión de Energía, Turismo y Agenda Digital del Congreso con el voto en contra de Podemos, la abstención de PSOE, Ciudadanos y ERC frente al PP, que ha votado a favor de la propuesta, remitida al Congreso por el Consejo de Ministros.

Previamente, durante su comparecencia, Rodríguez Martí, ha defendido su idoneidad y su falta de conflicto de intereses, de acuerdo con la Ley 3/2015, reguladora del ejercicio del alto cargo de la Administración General del Estado. En la votación, Unidos Podemos ha rechazado su nombramiento porque, según explicó su portavoz, Juan López de Uralde (Equo), lleva «meses» denunciando la situación de divergencia en el CSN entre lo que dicen los técnicos y lo que dictamina el pleno. Además, cuestionó este nombramiento porque Rodríguez Martí ha sido el coordinador del dictamen emitido por el CSN favorable a la reapertura de la central nuclear de Garoña. «Su nombramiento es parte del problema, no de la solución», sentenció Uralde.

Por su parte, Cs y ERC se han abstenido, igual que el PSOE, por el «perfil técnico» de Rodríguez Martí pero, según han precisado fuentes del grupo parlamentario socialista, no están de acuerdo en cómo se ha hecho su nombramiento. En todo caso, el PSOE le confiere «el beneficio de la duda» al nuevo secretario general pero reclama la comparecencia del presidente del CSN, Fernando Martí, también para explicar la propuesta y «asumir la responsabilidad de lo que ha pasado con el expediente de Garoña».

El 30 de noviembre de 2016 el CSN aprobó por unanimidad la propuesta de Manuel Rodríguez Martí, entre los cuatro candidatos que se valoraron, para suceder en la Secretaría General del CSN a María Luisa Rodríguez, quien solicitó su cese por motivos personales. Hasta ahora Manuel Rodríguez Martí era ejercía en su cargo de subdirector de Instalaciones Nucleares en la dirección técnica de seguridad nuclear.

Bruselas da luz verde a la ampliación de una central nuclear en Hungría con financiación de Rusia

Europa Press.- La Comisión Europea aprobó la construcción de dos reactores nucleares en la central nuclear Paks II (Hungría) con financiación pública, la mayor parte a través de un préstamo de Rusia, al concluir que los compromisos ofrecidos por Budapest minimizan el impacto sobre la competencia. Hungría y Rusia anunciaron en 2014 un acuerdo para la construcción de ambos reactores, acuerdo que incluye un préstamo de 10.000 millones de Moscú a Budapest para cubrir la mayor parte de esta ampliación.

El Ejecutivo comunitario ha concluido que los compromisos adquiridos por Hungría minimizan el impacto negativo sobre la competencia en el mercado único, por lo que ha decidido dar su visto bueno a la operación. En concreto, Budapest ha prometido, para evitar concentración en el marcado, que Paks II será una entidad legalmente y funcionalmente distinta a su operador, el Grupo MVM, así como que cualquier beneficio eventual de Paks II no podrá ser invertido en la construcción o adquisición de una capacidad adicional de generación.

Además, la central tendrá que vender al menos el 30% de su producción de electricidad al mercado abierto, mientras que el resto podrá ser ofrecido mediante subastas de un modo «objetivo, transparente y no discriminatorio». El objetivo de la ampliación es reemplazar los 4 reactores que operan actualmente en la central, que fueron construidos en los años 80 y representan aproximadamente el 50% de la producción de electricidad del país.

La oposición se une frente al PP en el Congreso para exigir el cierre de la central nuclear de Garoña

Europa Press.- La oposición se ha unido frente al PP en el Congreso de los Diputados para apoyar una proposición no de ley por la que se insta al Gobierno a poner en marcha las medidas necesarias para proceder al cierre definitivo de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), paralizando cualquier proceso de renovación de explotación de la planta.

A pesar de que la propuesta inicial partía de Bildu, el debate parlamentario ha acabado derivando en torno a una iniciativa transaccional firmada por PSOE, Ciudadanos, Unidos Podemos, PNV y ERC, que ya había recibido el apoyo de la Comisión de Energía. Además del cierre de la planta, este documento también pide acometer el proceso de desmantelamiento de la planta en condiciones de seguridad para el medio ambiente y las personas, bajo la supervisión del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), así como activar un plan alternativo y específico de reindustrialización y adaptación económica para el área de influencia de Garoña.

Durante el debate, el diputado de Bildu, Oskar Matute, ha aceptado el texto a pesar de que no se han incluido algunas de sus reivindicaciones, entre las que figuraba la dimisión del presidente del CSN, Fernando Martí. «No recoge la dimisión, pero sí lo esencial», explicó. Matute ha apuntado que busca «garantizar» la salud de los ciudadanos que pueden verse afectados por las consecuencias de Garoña. «El derecho a la salud no debiera estar al servicio del beneficio de unos pocos», ha añadido el diputado, que concluyó mostrando su rechazo a que el cierre de la planta esté siendo usada por el Gobierno como moneda de cambio para aprobar los Presupuestos Generales del Estado (PGE).

Por su parte, la diputada del PSOE, Esther Peña, ha acusado al Gobierno y al CSN de opacidad en este trámite y también de mentir, después de que el presidente del CSN asegurara que Garoña no se podría reabrir si no se invertía en la mejora de las instalaciones. Sobre las causas de esta actitud, la socialista de Burgos apunta que, «con la autorización del CSN nunca habrá un debate sobre transición energética, ni sobre bajar la luz o sobre apoyar a las renovables» y el Ejecutivo «se libra de pagar indemnizaciones a las eléctricas».

Por su parte, el portavoz de Unidos Podemos en esta materia, Juan López de Uralde, coportavoz de Equo, ha denunciado que la situación de Garoña es un adelanto de lo que el Gobierno quiere hacer con un parque nuclear «envejecido» como el español: rebajar las condiciones legales de seguridad. «Lo que se busca con la reapertura es sentar un precedente de cara al resto de centrales«, ha señalado la representante de Ciudadanos, Melisa Rodríguez, coincidiendo en sus argumentos con López de Uralde. La diputada de la formación naranja se ha quejado, además, de que este debate continúe durante semanas cuando se ha demostrado que el cierre de esta planta en 2009 no tuvo ninguna influencia en el sistema energético español.

Ante las críticas, el portavoz del PP en materia de Energía, Guillermo Mariscal, ha denunciado que en los discursos escuchados en el pleno sobre Garoña «existe prejuicio y poco juicio» y ha recriminado al resto de partidos que se sientan superiores al CSN en materia de seguridad nuclear y duden de sus decisiones. «Es un acto, no sólo de irresponsabilidad, es un acto de frivolidad», ha declarado. En su defensa de la reapertura de la planta, Mariscal ha indicado que si se eliminan de la red eléctrica española los 7.000 megavatios que aportan las nucleares habría que encontrar una tecnología igual de competitiva y que dé las mismas garantías. Una tecnología que, a su juicio, actualmente no existe, concluyó Mariscal.

En el texto inicial registrado por Bildu, se instaba al Ejecutivo a «atender a las decenas de solicitudes realizadas» por los vecinos de la zona «a lo largo de las últimas décadas» e iniciar «urgentemente» el proceso pertinente para el desmantelamiento de la planta. Para ello, solicitaba la creación de una comisión interinstitucional que haga un seguimiento del proceso y garantice que se cumple en los términos establecidos en la moción aprobada por las Juntas Generales de Álava en 2013.

Además, Bildu pedía la «dimisión inmediata» del presidente del CSN, Fernando Martí Scharfhausen. Para Matute, el CSN trabaja con «opacidad», al igual que su presidente, a lo que se suma, a su juicio, «una parcialidad más que evidente» en relación al caso Garoña. «Su cargo debería conllevar un celo absoluto con la seguridad de la población ante los riesgos derivados del uso de energía nuclear y, en ningún caso, la de colaborador con terceros para el sostenimiento de su actividad en el campo de la energía nuclear», concluye la propuesta.

El Gobierno escuchará las propuestas de los diferentes partidos políticos antes de tomar su decisión sobre Garoña

Europa Press.- El Gobierno está dispuesto a escuchar la posición de los distintos grupo políticos acerca de la central nuclear de Santa María de Garoña antes de tomar su decisión sobre la reapertura de esta instalación, para lo que dispone de un plazo de seis meses desde la publicación del informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), según fuentes del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital.

Energía considera que en el caso de Garoña se plantea el debate de establecer si la decisión ha de restringirse al caso particular de la central y tener un contenido técnico o si debe contemplarse de forma más amplia y tener en cuenta las posiciones políticas. «Garoña es el primer peldaño de un debate en el que se debe ver si se tomará una decisión singular, central a central, o general», indican las fuentes, antes de considerar que la resolución la ha de emitir un Gobierno en minoría y que «no es bueno» tomar decisiones sobre política energética que no tengan continuidad en el tiempo.

En todo caso, desde Energía niegan que el Gobierno quiera usar el posible cierre de Garoña como moneda de cambio para lograr el apoyo del PNV a los Presupuestos del Estado y se muestran expectantes ante la posible presentación por parte del PSOE de una proposición de ley sobre el cierre de la central. Una ley sobre un caso único, advierten, no se puede realizar.

En el caso de Garoña, ven «interesante ver las alegaciones para encuadrar el debate» acerca del futuro del parque nuclear español. La posición del Ejecutivo al respecto pasa por defender la importancia de todas las tecnologías del mix y parte de la premisa de que cerrar las nucleares puede encarecer un 25% la electricidad. Para Energía, Garoña será el «telonero» de las decisiones sobre la continuidad de las nucleares, que se podrían plantear en la actual legislatura, indican las fuentes. La decisión sobre la renovación de la licencia de Almaraz ha de tomarse en 2020.

La demanda de electricidad cae un 4,7% en febrero y la eólica se convierte en la primera tecnología de generación

Europa Press.- La demanda peninsular de electricidad se situó en febrero en 19.876 gigavatios hora (GWh), lo que supone un descenso del 4,7% con respecto a la registrada en febrero del 2016, y se produjo en un mes en el que la eólica fue la primera fuente de generación, según datos de Red Eléctrica de España (REE).

Si se tienen en cuenta los efectos del calendario y las temperaturas, la demanda peninsular de energía eléctrica aumentó durante el mes un 1,2% con respecto a febrero de 2016. En los dos primeros meses del año, la demanda peninsular de electricidad ascendió a 42.752 GWh, un 1% más que en 2016. Una vez corregida la influencia del calendario y las temperaturas, la demanda es un 2,5% superior a la registrada en el año anterior.

En febrero, la generación procedente de fuentes de energía renovable representó el 39% de la producción. El 63% de la producción eléctrica de este mes procedió de tecnologías que no emiten CO2. La producción de origen eólico en febrero alcanzó los 4.850 GWh, un 20,1% menos que en el mismo mes del 2016, aunque supuso el 24,8% de la producción total. Asimismo, como segunda fuente generadora se situó la nuclear con el 24,3% de la generación, seguida del 17,1% del carbón, el 10,9% de la cogeneración, el 9,5% de la hidráulica y el 7,7% de los ciclos combinados de gas.

La industria nuclear reta a basar en números un pacto de Estado energético y no en ideologías

Redacción / Europa Press.- La Sociedad Nuclear Española (SNE) insta a lograr un pacto de Estado de la energía que se base en criterios técnicos y sin motivaciones políticas. «Tiene que haber un debate sobre argumentos, no sobre posicionamientos ideológicos. Abogamos por un Pacto de Estado con números encima de la mesa», ha insistido el presidente de la SNE, José Antonio Gago.

La SNE resaltó la capacidad del parque nuclear nacional para dar estabilidad al sistema eléctrico en situaciones meteorológicas adversas como el temporal que afectó al este peninsular en enero, de contener el recibo de la luz, y de su contribución a la lucha contra el cambio climático, al no emitir CO2. Así, el expresidente de la SNE, José Ramón Torralbo, ha precisado que en 2016, la energía nuclear aportó el 21,4% de la electricidad, con el 7,3% del total de potencia instalada, de modo que se mantuvo, por sexto año consecutivo como la primera fuente de producción eléctrica del país.

Torralbo defendió la «seguridad» y la «fiabilidad» del parque nuclear español, cuyo funcionamiento en 2016 calificó de «bueno», ya que ha operado el 91,62% de las 8.760 horas del año. Precisamente, se ha referido a las centrales nucleares como «garantes del suministro» eléctrico durante el invierno, sobre todo en condiciones meteorológicas adversas como las del pasado temporal, en la que se produjeron caídas de postes y torres de luz. En esa situación, Torralbo defendió que las plantas de Cofrentes (C. Valenciana) y Trillo (Guadalajara) fueron capaces de dar estabilidad y fiabilidad a la red eléctrica.

Además, elogió el «efecto moderador» de la nuclear sobre el precio del kilowatio, ya que cuando en el mercado mayorista el precio del kilowatio hora superó los 100 euros por kilovatio, la nuclear «siguió funcionando y contribuyó a contener el precio del recibo de la luz». De hecho, según datos que maneja el sector, procedentes del Ministerio de Energía, se estima que el recibo de la luz sin energía nuclear se incrementaría en un 28%.

Asimismo, ha subrayado que el 60% de la electricidad producida en España a lo largo del año ha sido libre de emisiones de CO2 y que, de ésta, el 35% se debió a la contribución de la nuclear. En total, indicó que esta tecnología evita cada año la emisión a la atmósfera de 40 toneladas de CO2, lo que equivale a la mitad de las emisiones del parque automovilístico. Por ello, ha elogiado la capacidad de contribuir al cumplimiento de los objetivos de España en materia de lucha contra el cambio climático. A ese respecto, destacó que a diferencia de 2015, mejoró la generación sin emisiones al situarse la producción nuclear, eólica e hidráulica por encima de la del carbón.

En 2016 la nuclear aportó el 21,4% de la energía, seguida por el 18,2% de la eólica; el 14,9% de la hidráulica; el 14,3% del carbón; el 11,2% de ciclo combinado; el 11,1% de la cogeneración y residuos; el 3% de la solar fotovoltaica; el 2,6% del fuel; 2%, la solar térmica y el 1,3% de otras renovables. En este contexto, subrayan que España no puede acometer sus compromisos medioambientales y la lucha contra el cambio climático «sin el funcionamiento de la energía nuclear» y recordó que esta importancia ha sido reconocida por Suecia y por el Estado de Nueva York, donde implantaron un reconocimiento fiscal a la nuclear, la eólica y la solar como energías que no emiten CO2.

Respecto a la seguridad, Torralbo garantizó que «las centrales son más seguras ahora que cuando se pusieron en marcha», después de una continua mejora de sus instalaciones, en las que se invierte una media de 40 millones anuales por cada central y que, en conjunto, el sector nuclear invierte unos 70 millones de euros anuales en Investigación y Desarrollo, lo que supone 2,4 veces más que la media de España, y que emplea a 30.000 personas. Igualmente, ha recordado que el sector exporta el 70% de su producción a más de 40 países y que España es el tercer país en el mercado de la contratación del proyecto ITER, con la participación de 40 empresas.

Torralbo y Gago reclamaron la operación a largo plazo de las centrales nucleares «en línea con la tendencia mundial» y a pesar de que, según se ha quejado Gago, paga «más impuestos que otras tecnologías», por lo que la industria no se siente tratada igual que otro tipo de industrias. En concreto, Torralbo se ha quejado de la elevada fiscalidad que soportan los costes de generación que «siguen penalizados por los altos impuestos». En total, ha dicho que la contribución tributaria es de 1.140 millones de euros al año, de los que 780 son impuestos abonados por las empresas del sector y 360 millones en impuestos recaudados como consecuencia de su actividad empresarial, que está «más gravada que otras energías».

Asimismo, Torralbo no termina de entender el cuestionamiento ideológico de esta tecnología «a pesar de sus ventajas». Sobre la operación a largo plazo de las centrales nucleares, Gago indicó que se trata de una «tendencia consolidada» en todo el mundo, donde por ejemplo, solo en Estados Unidos, 81 de las 99 centrales existentes tienen autorización para operar hasta los 60 años. A escala nacional, apuntó que operar el parque atómico español hasta esa fecha supondría una producción equivalente al consumo eléctrico de toda España durante 4 años y evitaría la emisión a la atmósfera de más de 800 millones de toneladas de CO2 y reducir la dependencia energética del exterior.

Respecto a Garoña, Gago manifestó que la SNE ve de manera «muy positiva» que tras el trabajo «ímprobo» de los técnicos del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) se haya emitido un informe favorable a su operación hasta 2031. En todo caso, ha recordado que Garoña ya ha operado «más allá de la cifra mágica de 40 años», y que en su momento recibió un informe favorable para llegar hasta 2019.

Aún más, ha dicho que entre las 10 condiciones de seguridad nuclear y de protección radiológica y las 15 instrucciones técnicas complementarias «no hay ninguna relevante» que no pueda cumplir Garoña, puesto que son como las que se han implantado o se están implantando en el resto de los reactores españoles, con motivo, bien de las mejoras post-Fukushima, bien de las mejoras continuas de seguridad que se imponen «a todas las demás». Ahora falta que el titular «lo vea viable» y confía en que así sea porque, en su opinión, los requisitos «son abordables» y algunos ya se han implantado.

Los técnicos críticos del CSN piden aumentar los debates públicos y la transparencia para una mayor confianza en el regulador

Europa Press.- La presidenta de la Asociación Profesional de Técnicos en Seguridad y Protección Radiológica (ASTECSN), Nieves Sánchez Guitián, pidió en el Congreso más debates públicos y más transparencia en el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para «avanzar hacia un regulador que funcione y que genere confianza». «No se trata de repartir cuotas entre partidos. Se trata de cambiar completamente el esquema de trabajo, contaminado de clientelismo, y fortalecerlo desterrando la politización, y apoyando realmente los méritos y capacidades», señaló Sánchez Guitián.

Sánchez Guitián criticó el nombramiento de consejeros del CSN como Javier Dies (PP), del que destacó que fue «impuesto» por el Gobierno «sin haber recibido el respaldo del Parlamento». A su juicio, hay que «aplicar correctamente la ley evitando interpretaciones perversas que permitan que un consejero sea nombrado sin contar con el apoyo de la mayoría cualificada requerida». Además, reclama un pleno con autocrítica y en permanente revisión interna. Para la presidenta de ASTECSN, el hecho de que en 2013 se celebrasen 42 reuniones del pleno y en 2016 esta cifra haya disminuido a 29 no parece indicar que se vaya en la dirección correcta.

En este sentido, ha denunciado un «ambiente interno de represalias y donde se promueve un concepto erróneo de lealtad» en el CSN, lo que, a su juicio, lleva a tener «técnicos sin motivación que no buscan mejorar sus prácticas de trabajo, sus debates y su formación». También en este aspecto, Sánchez Guitián denuncia falta de transparencia, una situación que, según ha apuntado, genera una «cultura del miedo» hacia los técnicos y especialistas, con el fin de promover una «desregulación encubierta» que facilite la reapertura de Garoña o el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares.

El CSN avaló la reapertura de la central de Garoña, ubicada en Burgos pero muy próxima a Euskadi, si sus propietarios (Endesa e Iberdrola) realizaban algunas mejoras en la seguridad de las instalaciones. Tras el respaldo del CSN, la decisión definitiva de permitir o no la reapertura de la planta corresponde al Gobierno central. Sánchez Guitián advirtió de que «nunca las evaluaciones técnicas deben plantearse como excusa de decisiones políticas». Por ese motivo, afirmó que «nunca se debería emitir un informe favorable para una autorización de explotación cuando se incluyen condiciones imprescindibles para poner en marcha el reactor». El permiso para la reapertura «solo debería darse si ya se han realizado las modificaciones exigibles«, señaló.

La asociación también critica que el pleno del CSN, constituido por tres consejeros designados a instancias del PP y dos propuestos por el PSOE, «no entra en materia técnica» a la hora de adoptar sus decisiones, y que a los inspectores residentes «se les ha impedido hablar directamente con los técnicos especialistas». Además, censura que el pleno del CSN «no establece líneas estratégicas y no marca hojas de ruta en cuestiones relevantes»; y que «no debate siempre sobre los criterios a aplicar», ni «resuelve discrepancias».

España ve en la visita de Portugal y la Comisión Europea a Almaraz un «primer paso» de comunicación y coordinación

Europa Press.- Delegaciones de Portugal y de España, junto a representantes de la Comisión Europea, visitaron las instalaciones de la central nuclear de Almaraz (Cáceres) para conocer de primera mano el estado de las obras del almacén temporal individualizado (ATI) de residuos. Según el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, se trata de un «primer paso» de comunicación. Así, el objetivo del encuentro es informar de las medidas de seguridad y de protección medioambiental del futuro.

Las delegaciones visitaron el emplazamiento del ATI y se les ha informado sobre el procedimiento y el análisis que se ha llevado a cabo para «garantizar la seguridad del almacén desde el punto de vista medioambiental y de seguridad nuclear». En la visita han participado también representantes del Consejo de Seguridad Nuclear. Se trata de «un primer paso de comunicación y coordinación» con las autoridades portuguesas tras el reciente «acuerdo amistoso» suscrito entre España y Portugal, por el que el país luso retiró su denuncia ante Bruselas. Según dicho «acuerdo», España se comprometió a informar en «todo momento» de los «pormenores» del proyecto de construcción del ATI de la central cacereña en el plazo de «dos meses», explica el Ministerio.

El Gobierno considera el ATI que tiene proyectado construir en Almaraz como una infraestructura necesaria ante la saturación de las piscinas de combustible gastado de la central nuclear. Ahora, con el acuerdo con Portugal, se abre ese periodo de dos meses de consulta y estudio durante el que, según la declaración firmada por el presidente de España, Mariano Rajoy y por su homólogo de Portugal, Antònio Costa, España «no emitirá ni ejecutará la autorización» para comenzar las operaciones del almacén.

Tejerina garantiza «toda la transparencia”

Por su parte, la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha asegurado que España aportará toda la transparencia e información necesaria tanto a la Comisión Europea como a Portugal con respecto a la construcción del ATI en Almaraz. «España quiere dar toda la transparencia e información necesaria tanto a la Comisión como a nuestros vecinos y amigos portugueses», ha expresado Tejerina, antes de recordar que el Gobierno se ha comprometido a que Lisboa «pueda hacer todo el seguimiento» y a «facilitar toda la información».

«Desde una visita física para ver las instalaciones hasta la información que se requiera antes de seguir adelante con este proyecto, que cumple con las exigencias europeas y con las exigencias españolas en materia de medio ambiente y de seguridad nuclear», destacó Tejerina, que aseguró que España está ofreciendo «todas las garantías» y está cumplimiento «todas las obligaciones» que tiene con respecto a la construcción del ATI. En este sentido, preguntada por las razones de España para no elaborar un informe transfronterizo, Tejerina argumentó que el almacén es «una piscina estanca» que «no tiene mayor impacto medioambiental que lo que tiene un movimiento de tierras».

Garantías plenas en la seguridad

«En el entender de los técnicos, no hay un impacto transfronterizo», ha subrayado, para después incidir en que el almacén está a más de 100 kilómetros de la frontera y destacar que en ese espacio «también hay territorio español». También señaló la ministra que el Consejo de Seguridad Nacional ha dado garantías de que no existen incidencias desde el punto de vista de la seguridad. Por último, Tejerina ha enfatizado que un acuerdo amistoso como el alcanzado con Portugal «ha sido siempre el deseo del Gobierno español» y ha remarcado que el proyecto avanzará «conforme al acuerdo» alcanzado con Lisboa.

El Congreso, con oposición del PP, apoya el cierre de Garoña y reclama un plan de reindustrialización en la zona

Europa Press.- La Comisión de Energía, Industria y Agenda Digital apoyó, con el voto en contra del PP, instar al Gobierno a poner en marcha las medidas necesarias para proceder al cierre definitivo de la central de Santa María de Garoña (Burgos), así como poner en marcha un plan de reindustrialización y adaptación económica en el área de influencia de la planta.

El texto, transaccionado entre Unidos Podemos y el PSOE, pide también acometer el proceso de desmantelamiento de Garoña en «condiciones de seguridad para el medio ambiente y las personas» y que éste se produzca bajo la supervisión del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Durante el debate, la portavoz socialista en esta materia, Esther Peña ha denunciado la falta de inversión económica en el norte de la provincia de Burgos, en donde unos 14 municipios están afectados por la presencia de la central en su entorno.

La diputada señaló que esta zona ha envejecido porque los jóvenes no encuentran futuro laboral y subrayó las dificultades con la que sus habitantes se enfrentan a servicios normales, como el de telefonía móvil o Internet, por encontrarse en las cercanías de una central nuclear. «El PP ha invertido cero euros en cinco años, ni en empleo, ni en servicios ni en infraestructuras», denunció Peña, quien acusó al Ejecutivo de usar Garoña como «moneda de cambio para aprobar los Presupuestos».

Para el portavoz de Unidos Podemos, Juan López de Uralde, el Gobierno está escondiendo detrás de la central burgalesa lo que quiere hacer con el resto de plantas del país, es decir, ampliar su vida útil cuando, según el diputado, cada año que pasa Garoña es más insegura. López de Uralde recordó que durante su primera etapa de funcionamiento sufrió grietas y se registró un calentamiento de agua en el Ebro, entre otros problemas. «El hecho de que haya cumplido 46 años no nos da garantías de seguridad», insistió Uralde, quien deseó que éste sea el último debate sobre Garoña.

El PP, por su parte, criticó los «prejuicios» del resto de partidos al tratar la energía nuclear. El portavoz popular de Energía, Guillermo Mariscal, ha destacado que la intención del Ejecutivo es hacer realidad un mix energético equilibrado que permita el suministro a todas horas. En cuanto al plan de reindustrialización, ha recordado que en 2009, durante el mandato socialista, se habló de una inversión de 900 millones en la zona. «El Colegio de Economistas de Burgos estima que se invirtieron 20 millones», ha señalado Mariscal, quien ha apuntado que el PP no continuó que este proyecto por los propietarios de Garoña solicitaron la reapertura.

El Gobierno confía en que el ATI nuclear de Almaraz empiece a funcionar este año pese al acuerdo con Portugal

Europa Press.- El Almacén Temporal Individualizado (ATI) de la central nuclear de Almaraz (Cáceres) podría empezar a operar en el plazo previsto inicialmente, es decir, a finales de 2017, a pesar del acuerdo adoptado con Portugal por el que España se compromete a hacer al país luso partícipe del proceso de autorización. La solución al conflicto se prevé para finales de abril.

Según señalaron fuentes del Ministerio de Energía, el acuerdo no contempla parar las obras de construcción de la instalación, sino que España se compromete a no autorizar de momento la operación o funcionamiento. El plazo establecido para que Portugal pueda conocer toda la información, documentación, presentar las propuestas y las «alegaciones que deseen» y visitar la instalación en la central nuclear cacereña es de dos meses. Por ello, desde Energía confían en que «el ATI no se va a retrasar».

Energía está «satisfecha» por el acuerdo alcanzado, puesto que lo lógico es resolver estos «conflictos» en un «corto espacio de tiempo». Además, Energía recuerda que la razón para construir el ATI tiene que ver con el nivel de saturación de las piscinas de combustible gastado en Almaraz y con el retraso previsto en la entrada en operación del Almacén Temporal Centralizado (ATC) en Villar de Cañas (Cuenca). En todo caso, insisten en que la autorización de construcción «sigue adelante» y que la de funcionamiento «sigue prevista para finales de año».

Finalmente, el Ministerio ve el conflicto «dentro de la normalidad» del diálogo «continuo» entre los dos países. El ministro luso de Medio Ambiente, Joao Matos, anunció el 16 de enero que Portugal denunciaba a España ante la Comisión Europea porque, según aseguró, el Ejecutivo español no le proporcionó la documentación e información relativa a la instalación del ATI en Almaraz (Cáceres). Por otro lado, fuentes de la central nuclear han señalado que el ATI, que «consiste en una losa de hormigón sobre la que se depositarán los bidones con residuos nucleares», comenzó a construirse a mediados del mes de febrero.