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La Eurocámara respalda la reforma para reducir las emisiones industriales de la Unión Europea a partir de 2021

Europa Press.- El Parlamento Europeo ha respaldado la reforma del sistema de comercio de emisiones de CO2 (ETS), que se aplicará a partir de 2021 y que tienen el objetivo de reducir las emisiones de centrales eléctricas y plantas industriales. Los eurodiputados han avalado con 555 votos a favor, 104 en contra y 39 abstenciones el acuerdo alcanzado en noviembre con el Consejo de la Unión Europea, que son los Estados miembros y que ahora deben formalizar la reforma.

El sistema ETS funciona desde 2005 y limita las emisiones de más de 11.000 centrales eléctricas y plantas industriales a través de un nivel máximo que se reduce cada año y abarca aproximadamente el 45% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión Europea. Ahora se incrementará el recorte que se aplica todos los años a la cuota anual de derechos de emisión colocados en el mercado, hasta el 2,2% a partir de 2021 frente al 1,74% que se aplica actualmente. Este porcentaje será revisado con la intención de aumentarlo en 2024.

Además, se duplicará la capacidad de la reserva de estabilidad del sistema ETS para absorber el exceso de derechos de emisión en el mercado. Una vez activada, esta reserva absorbería hasta un 24% de los derechos de emisión en exceso en cada ejercicio durante los cuatro primeros años, con lo que aumentaría el precio de los derechos y se incentivaría el recorte de las emisiones.

Por otro lado, el texto prevé la creación de un fondo de modernización para ayudar a actualizar los sistemas energéticos, así como un fondo de innovación para apoyar las energías renovables, la captura y el almacenamiento de carbono y los proyectos de innovación de baja emisión de carbono. Asimismo, para evitar que las empresas trasladen su producción fuera de la Unión Europea por las exigencias de reducción de emisiones, las llamadas fugas de carbono, los sectores con mayor riesgo recibirán sus derechos gratuitamente, mientras que otros menos afectados recibirán gratis el 30% de los créditos.

Fijar precios altos para el carbono dispararía la desinversión en combustibles fósiles y la reducción de emisiones de CO2

Europa Press.- La fijación de precios sustancialmente altos para el carbono impulsaría significativamente la reducción de emisiones de CO2, al disparar así la desinversión en combustibles fósiles, según un equipo de economistas próximos al sector energético. Según expertos, se temía que se produjese una paradoja verde tras los acuerdos de París, pues con la anticipación de fuertes políticas de reducción de CO2, los propietarios de combustibles fósiles podrían acelerar su extracción de recursos para maximizar las ganancias, aumentado así las emisiones de CO2.

Sin embargo, y al mismo tiempo, otro efecto acarrearía que los inversores podrían dejar de invertir su dinero en plantas generadoras de carbono, ya que pueden esperar que sus activos se estanquen. El estudio elaborado por estos economistas, que por primera vez investiga ambos efectos de manera conjunta, revela que esta desinversión sí podría superar esta paradoja verde pero sólo si se anunciaran de manera creíble precios altos del carbono.

«Las fuertes políticas climáticas futuras pueden reducir las emisiones incluso antes de que entren en vigor si se anuncian de manera creíble», afirma el autor principal, Nico Bauer, del Instituto Potsdam de Investigación del Impacto Climático (PIK), en Alemania. Si bien el Acuerdo de París es débil en ambiciones políticas a corto plazo, con cerca de 200 países que se comprometen a limitar el aumento de la temperatura a menos de 2 grados centígrados en comparación con los niveles preindustriales, se requerirán políticas climáticas fuertes en el futuro para reducir las emisiones a largo plazo.

«Encontramos que 10 años antes de que se introduzcan realmente las políticas de fijación de precios del carbono, los inversores comienzan a sacar su dinero del sector energético del carbón. Rehúyen invertir en centrales eléctricas alimentadas con combustibles fósiles ya que se dan cuenta de que la vida útil de estas plantas se verá reducida por la política climática futura. Descubrimos que esta desinversión reduce las emisiones entre un 5% y un 20%, dependiendo de la fortaleza de la política climática, ya en el tiempo anterior a la implementación de la política climática», explica Bauer.

El carbón es particularmente susceptible a los precios del carbono. «Agregar un precio del carbono de 20 dólares estadounidenses por tonelada de CO2 duplica el coste del uso del carbón», destaca Christophe McGlade, del University College London (UCL), en Reino Unido, y la Agencia Internacional de la Energía (IEA). «Los inversores del sector energético ven que las plantas de carbón no serán competitivas con los precios del carbono y, por lo tanto, cambiarán sus carteras hacia fuentes de electricidad con bajas emisiones de carbono«, apunta.

Mejor adoptar medidas cuanto antes

Según indica McGlade, el petróleo es «mucho menos sensible a los precios del carbono». «Aunque descubrimos que el efecto paradoja verde puede surgir en los mercados petroleros, con los principales propietarios de recursos petroleros impulsando la producción por temor a que sus recursos se queden encallados, es probable que sea mucho más pequeño que el efecto de desinversión que reduce el uso de carbón», añade.

Comúnmente, se emplean simulaciones informáticas de la dinámica futura de los mercados de energía para investigar los efectos económicos de las políticas. «Realizamos nuestras simulaciones con una variedad de niveles de precios de CO2, alcanzando constantemente entre 25 y 300 dólares estadounidenses por tonelada de CO2 para 2050, con un escenario medio que alcanza los 100 dólares estadounidenses. Estos impuestos se introdujeron con una serie de demoras diferentes para representar varios grados de rigor y credibilidad de la política climática y ver cómo reaccionan los mercados de combustibles fósiles en anticipación de tales políticas climáticas», relata Jérôme Hilaire de PIK.

Este experto subraya que esto sirve para darse cuenta de las incertidumbres, pero el efecto de desinversión prevalece sobre el efecto paradoja verde en casi todos los casos fiscales investigados, independientemente de la demora en la implementación y, por lo tanto, disminuye las emisiones globales. Sólo si el precio del CO2 comienza muy tarde, por ejemplo, antes de 2050 a un nivel muy bajo, la anticipación de las fuerzas del mercado conduce a un aumento en las emisiones de CO2 en lugar de una disminución».

«Nuestros resultados dependen de algunas suposiciones cruciales: que los responsables políticos pueden comprometerse a introducir políticas climáticas sólidas en varios años en el futuro, que el precio del carbono es uniforme en todas las regiones, que los inversionistas creen que los responsables políticos harán lo que dicen que harán; que los inversores son astutos en la adaptación de sus estrategias de inversión en consecuencia», apunta Paul Ekins, de UCL, también perteneciente al Panel de Alto Nivel de la Comisión de Descarbonización de la Unión Europea.

Si se introdujeran diferentes regulaciones de precios de CO2 a distintos precios en varios países, aunque algunas instalaciones de producción intensivas en emisiones se moverían de lugares de alta regulación a aquellos con estándares bajos, este efecto es limitado. «Los esquemas de fijación de precios de emisiones de CO2 están emergiendo en China, la Unión Europea se encuentra actualmente en el proceso de arreglar su esquema comercial, y los precios del CO2 están vigentes en Reino Unido, Chile, Canadá e, incluso, en California», señala Ekins.

El experto concluye que el Acuerdo de París emitió una fuerte señal de que los responsables políticos toman en serio el cambio climático y están listos y dispuestos a cumplir con las reducciones de emisiones necesarias. «Al anticipar la implementación de políticas para enfrentar el cambio climático, las fuerzas del mercado probablemente reducirán las emisiones, ayudándonos en el primer paso para lograr reducciones de emisiones profundas, siempre y cuando las señales de política sean fuertes, claras y creíbles», indicó Ekins.

Los países de la Unión Europea aprueban la reforma para reducir las emisiones de centrales eléctricas y plantas industriales

Europa Press.- Los Gobiernos nacionales de los 28 Estados comunitarios han dado su visto bueno a la reforma que busca reducir las emisiones contaminantes de más de 11.000 centrales eléctricas y plantas industriales de la Unión Europea y que forma parte del conjunto de medidas para cumplir con los compromisos adquiridos en el Acuerdo del Clima de París.

Se pretende reformar el sistema de comercio de emisiones de la Unión Europea (ETS), cuyos cambios se aplicarán a partir de 2021.Tras este paso, la reforma debe recibir ahora luz verde por parte del Parlamento Europeo. El sistema ETS funciona desde 2005 y limita las emisiones de más de 11.000 centrales eléctricas y plantas industriales a través de un nivel máximo que se reduce anualmente. En conjunto, abarca el 45% de las emisiones invernadero de la Unión Europea y el objetivo para 2030 es conseguir un recorte del 43% en las incluidas en este sistema.

Así, el acuerdo recoge que el recorte anual de créditos subastados en este sistema, llamado «factor de reducción lineal», será del 2,2% cada año, frente al 1,74% actual. Este factor podrá revisarse con vistas a incrementar el recorte, pero siempre a partir de 2024. Además, se duplicará temporalmente, hasta finales de 2023, el número de permisos incluidos en el mecanismo de estabilidad de mercado (MSR). A partir de ese año se pondrá en marcha un nuevo mecanismo que limitará la validez de los permisos que se encuentran en esta reserva.

Por otro lado, la reforma del sistema ETS incluye una serie de provisiones para proteger a la industria europea del riesgo de fugas de carbono, que se dan cuando, por motivos de costes derivados de políticas climáticas, las empresas trasladan su producción a otros países con límites de emisión menos estrictos. Finalmente, el acuerdo prevé la creación de una serie de mecanismos de financiación para ayudar a los sectores industrial y energético a enfrentarse a los desafíos de «innovación e inversión» en la transición hacia una economía baja en carbón.

Una veintena de empresas genera casi el 80% de las emisiones de CO2 de los sectores fijos

Europa Press / Servimedia.- Las 20 empresas con mayores emisiones suman un total del 79,53% de las emisiones procedentes de fuentes fijas, incluidas en el Registro Nacional de Emisiones (RENADE), que son la producción de energía, industria del petróleo y otras instalaciones industriales, según el informe Responsabilidad de las grandes empresas energéticas e industriales de España en el cambio climático, publicado por el Observatorio de la Sostenibilidad con datos de 2015, el último año con información consolidada.

El estudio señala que España emitió en 2015 un total de 339 millones de toneladas totales de gases efecto invernadero, de las que la industria y la energía emitieron 137,1 millones de toneladas de CO2 verificadas por el RENADE, un 40,4%. Mientras, el 59,6% de las emisiones correspondieron a fuentes de emisión difusas, tales como el transporte, los hogares, los servicios, agricultura. En general, las emisiones crecieron un 3,3% en total en España respecto a 2014, mientras que «en prácticamente todos los países de la Unión Europea descendían». Esto supone un incremento de 13,77 millones respecto al 2014 y un 18% más respecto a 1990.

Además, el informe destaca que las emisiones de los sectores fijos se concentran en un núcleo de 10 empresas, que emiten el 69,4% o lo que es lo mismo, 95,2 millones de toneladas, de las emisiones de gases de efecto invernadero de los sectores fijos. Se trata de Endesa, 33,3 millones de toneladas de CO2; Repsol (incluye Petronor), 13 millones de toneladas; Gas Natural Fenosa, 12,9 millones de toneladas de CO2; Hidrocantábrico, 10,6 millones de toneladas de CO2; ArcelorMittal, 6,4 millones de toneladas de CO2; E.On, 5,3 millones de toneladas de CO2; Cepsa, 4,8 toneladas de CO2; Cemex, 3,4 millones de toneladas de CO2; Iberdrola, 2,6 millones de toneladas de CO2 y Cementos Portland, 2,4 millones de toneladas de CO2.

Solamente Endesa emite el 9,8% de todas las emisiones de España, tanto las fijas como las difusas, y concentra la cuarta parte de todas las que emiten los sectores fijos. A esta le siguen Gas Natural Fenosa y Repsol, que suponen un 4% aproximado cada una del total emitido en España. En total, los sectores fijos con mayores emisiones se deben a la producción energética, las industrias con grandes procesos de combustión, el tratamiento y transformación de hidrocarburos, la industria cementera y la transformación química.

La generación de carbón supone 50 millones de toneladas equivalentes de CO2 y supone el 72,3% de lo correspondiente a la generación total de energía, que produce en su conjunto la mitad de las emisiones fijas totales nacionales, casi 70 millones de toneladas de CO2. En cuanto a la producción de cemento y cal, generan 17 millones de toneladas, el 12,5% del total, algo más que las de las refinerías de petróleo y coque (14 millones de toneladas de CO2, el 10,5%). Las industrias que dependen de grandes procesos de combustión emiten el 8,5% del total, casi 12 millones de toneladas de CO2; el resto de la industria contribuye con el 18% restante (casi 25 millones de toneladas de CO2).

Con estos datos, el estudio del Observatorio de la Sostenibilidad refleja que la tendencia de 2015 respecto a 2014 señala que las emisiones del sector eléctrico aumentaron un 17,6% y las que más aumentaron fueron las centrales de carbón (22,1% más) y los ciclos combinados de gas natural (16,3% más que el año anterior). El resultado final, que arroja un crecimiento del 3,3% de las emisiones españolas en 2015 respecto a 2014 va en contra de los compromisos de reducción contraídos por los firmantes del Acuerdo de París contra el Cambio Climático, que España firmó en Nueva York el 22 de abril de 2016 y que ratificó el pasado enero.

Por comunidades autónomas, la más emisora es Andalucía, con el 19% de las emisiones de las fuentes fijas de España. A esta le siguen Asturias (16%), Galicia (11%), Cataluña (10%) y Castilla y León (9%), precisamente las zonas donde están instaladas las grandes centrales de carbón excepto en Cataluña, donde la incidencia de las emisiones se debe al importante sector industrial y refinero. Por el contrario, las autonomías que menos CO2 emiten son Navarra, Madrid, Extremadura, Cantabria y La Rioja, justo aquellas cuya economía está menos basada en el carbón.

De acuerdo con el estudio del Observatorio de la Sostenibilidad, si se tiene en cuenta que la fuente de datos utilizados son las verificadas por el RENADE y que las asignación de derechos a instalaciones se ha realizado mediante el Registro Mercantil, esto supone que las asignaciones pueden ser “muy conservadoras” y, que sus emisiones, por tanto sean «mucho mayores de las consignadas», ya que existen o pueden existir otras emisiones de estas empresas (minería, transporte, puertos, consumos) que no estén incluidos en esta contabilidad.

El informe subraya también ciertos riesgos empresariales del cambio climático a la hora de ser evaluado por las agencias de calificación o rating o por la apreciación del atractivo de estas empresas para acceder a recursos financieros. Por ello, muchas empresas disponen o estimulan planes estratégicos concretos para reducir emisiones de CO2. Ante este hecho, el Observatorio considera que a partir de estos datos se pueden identificar tensiones que deberán derivar en proyectos inaplazables para la adaptación inmediata al cambio climático, cuyos costes y financiaciones representarán una «distorsión muy importante para su propia valoración empresarial».

El Observatorio apela a la conveniencia de establecer “responsabilidades diferenciadas” de cada agente social según su responsabilidad con el problema y aconseja a las empresas que eviten las «políticas contradictorias» como las subvenciones perjudiciales para el medio ambiente. Entre sus consejos, recomienda reducir las emisiones mediante el aumento de la eficiencia y la sustitución de los combustibles o las tecnologías más contaminantes como el carbón o el gas por energías renovables. También insiste en la importancia de poner un precio «realista» al carbono para que funcionen correctamente los mercados de emisiones y que las administraciones sean «limpias» y den ejemplo.

Las emisiones contaminantes de instalaciones del sistema ETS cayeron un 0,4% en Europa en 2015

Europa Press.– Las emisiones de gases de efecto invernadero de instalaciones que participan en el sistema de comercio de emisiones de la Unión Europea (ETS) se redujeron un 0,4% en 2015, hasta las 1.800 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) equivalentes, según los datos publicados por la Comisión Europea. El comisario de Energía y Acción Climática, Miguel Arias Cañete, calificó como «buena noticia» que las emisiones del sistema ETS cayeran levemente en 2015 yseñaló que este hecho «confirma la tendencia decreciente de los últimos 5 años».

El sistema ETS es un mecanismo de comercio de emisiones que establece el límite de emisiones totales para una serie de sectores industriales. Este límite se rebaja anualmente y, dentro de los márgenes, las empresas pueden comprar y vender derechos de emisión. En concreto, el sistema ETS afecta a más de 11.000 centrales eléctricas y plantas de producción de los Estados miembros, Islandia, Liechtenstein y Noruega y cubre alrededor del 45% del conjunto de emisiones invernadero de la Unión Europea.

«2015 es el primer año en el que el superávit de permisos se reduce considerablemente en el mercado europeo del carbono. Esto muestra que nuestros esfuerzos para abordar el serio desequilibrio del mercado empieza a dar sus frutos”, indicó el comisario, que cree que su tarea culminará con una reserva de estabilidad del mercado que estará operativa a partir de 2019, diseñada para resolver el problema que supone ese superávit. 

Ecologistas en Acción pide una apuesta «real» contra el cambio climático en la Cumbre de París

Europa Press.- Ecologistas en Acción. confederación de grupos ecologistas de España, criticó los documentos presentados a nivel internacional para la Cumbre del Clima de París, la denominada COP21 que se celebrará del próximo 30 de noviembre al 11 de diciembre, y ha pedido una apuesta «real» contra el cambio climático que apunte a un nuevo modelo.

Según Ecologistas, los objetivos de los documentos base y los compromisos nacionales de reducción de gases invernadero «se alejan demasiado de las recomendaciones del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC)». El IPCC, integrado por expertos en calentamiento global, advierte de que «si no se realizan esfuerzos adicionales a los ya desplegados, se experimentarán aumentos en la temperatura media global en 2100 de 3,7 a 4,8 grados». El IPCC recomienda reducir las emisiones a nivel global en un 95% en 2050, algo que «atendiendo al crecimiento de la población y a las desigualdades existentes en las emisiones por cápita, debería traducirse en un escenario de emisiones prácticamente cero para la Unión Europea en 2050«, indicó.

Sin embargo, la confederación lamenta que los documentos presentados por Naciones Unidas y los diferentes países insistan en mecanismos «injustos», como los mercados de carbono, donde España gastó más de 800 millones de euros para cumplir sus compromisos entre 2008 y 2012. También consideran «falsas» las soluciones nacionales para el cambio climático, como la geoingeniería, la captura de carbono, la energía nuclear o las repoblaciones industriales: «Se aboga por continuar con un modelo ya agotado basado en el consumo excesivo de combustibles fósiles que nos conduce a un futuro donde los efectos del cambio climático pasarán una tremenda factura», denunciaron.

Ecologistas en Acción considera necesaria la creación de un Fondo Verde para el Clima que proporcione financiación pública para los países más afectados por el cambio climático, «totalmente independiente de instituciones como el Banco Mundial, que tiene una larga trayectoria de financiación de proyectos que han agravado el cambio climático, la corrupción y la pobreza«. Abogan por desarrollar urgentemente planes que permitan desarrollar una economía baja en carbono y «dar un impulso definitivo a una transformación integral» del modelo, como la agroecología y el comercio local de proximidad. Asimismo, creen que se debe prohibir la fractura hidráulica, dejar sin explotar la mayor parte de las reservas fósiles y abandonar las soluciones implementadas hasta el momento.

El Gobierno modifica la asignación gratuita de derechos de emisión de CO2 para 2015-2020

Europa Press.- El Consejo de Ministros modificó la asignación gratuita de derechos de emisión de gases de efecto invernadero para el periodo 2015-2020 para los sectores y subsectores que se consideran expuestos a riesgo significativo de fuga de carbono. El acuerdo incluye un anexo con las nuevas asignaciones de las 32 instalaciones que realizan actividades que desde el 1 de enero de 2015 pasan a estar consideradas en riesgo de fuga de carbono o que dejan de estarlo.

En el periodo 2013-2020 la asignación gratuita de derechos en Europa se rige por reglas comunes a todos los Estados miembros. En estas reglas juega un papel fundamental el concepto de «fugas de carbono», que significa que una actividad tiene un riesgo significativo de fuga de carbono cuando los costes que afectan a esa actividad por su inclusión en el régimen europeo de comercio de derechos de emisión pueden provocar la deslocalización a otros países donde la emisión por unidad de producto puede ser mayor.

Para evitar las fugas de carbono, la normativa establece que las instalaciones que realicen actividades en riesgo tendrán un nivel de asignación gratuita mayor. Los sectores que se consideran expuestos a riesgo de fuga de carbono son determinados por la Comisión Europea. Se configura así una lista de sectores en riesgo que debe renovarse cada cinco años. La primera estuvo en vigor en 2013-2014. La segunda, adoptada a finales de 2014, será válida en 2015-2019.

Unesid apoya la Alianza de Industrias Electrointesivas presentada ante la Comisión Europea

Europa Press.- La Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid) ha manifestado su apoyo a la Alianza de Industrias Electrointensivas presentada ante la Comisión Europea, que representa a más de 3.000 empresas y aglutina a unos cuatro millones de trabajadores de la Unión Europea, según indicó Unesid a través de un comunicado.

En octubre pasado, los países comunitarios acordaron que las medidas para evitar el riesgo de fuga de carbono del Sistema de Comercio de Emisiones de la Unión Europea (ETS) debían continuar tras 2020, con la garantía de que las instalaciones más eficientes en sectores expuestos no se enfrenten a injustificados costes de emisiones de carbono. Así, las industrias electrointensivas hacen una llamada a los reguladores para aplicar una serie de principios a las reglas de asignación gratuita en la próxima revisión de ETS. Entre ellos, destaca preservar la competitividad de las mejores industrias con medidas que les protejan de costes directos e indirectos, así como el apoyo al crecimiento de asignación gratuita con los niveles actuales y reales de producción.

Abordar precios de la electricidad

Asimismo, la nueva normativa sobre emisiones se debe sustentar en basar las normas en puntos de referencia técnica y económicamente factibles que reflejen el comportamiento real de la industria. Además, la Alianza propone abordar el impacto negativo de la ETS de la Unión Europea sobre los precios de la electricidad, que provoca que las industrias electrointensivas europeas se encuentren en desventaja frente a competidores globales.

La Eurocámara aprueba la reforma para estabilizar el mercado de emisiones de CO2

Europa Press.- El pleno de la Eurocámara aprobó por 495 votos a favor, 158 en contra y 49 abstenciones, la reforma para estabilizar el mercado de emisiones de CO2 y que contempla la creación de una reserva de permisos de emisión que se retirarán automáticamente del mercado si el número total supera un determinado umbral, para estabilizar los precios.

Los Gobiernos de la Unión Europea y el Parlamento Europeo acordaron en mayo la creación de una reserva de estabilidad, que empezará a funcionar el 1 de enero de 2019, en lugar de 2021, como propuso inicialmente el Ejecutivo comunitario. Los Gobiernos de la Unión Europea todavía deben dar su visto bueno formal en septiembre a la reforma antes de su entrada en vigor. La reforma aprobada prevé retirar automáticamente del mercado un porcentaje de permisos de emisión, que se situarán en una reserva de estabilidad, si el número total de permisos supera un determinado umbral. En el caso contrario, los permisos volverán al mercado.

La Comisión revisará el sistema

Los 900 millones de permisos de emisión cuya subasta se retrasó de los años 2014-2016 hasta 2019-2020 se situarán en esta reserva. Los permisos no adjudicados a la altura de 2020, cuando acaba el actual plazo de comercialización del sistema, se transferirán directamente a la reserva de mercado y su uso futuro se considerará en el contexto de la revisión más amplia del sistema de comercio de emisiones, que presentará este año la Comisión Europea. Esta revisión tendrá en cuenta el problema de la fuga de empresas a países con reglas medioambientales menos estrictas que la Unión Europea y las cuestiones relacionadas con la competitividad, el empleo y el PIB.

Con la nueva reserva, la Unión Europea espera evitar que se repita un problema de exceso de permisos de emisión en el mercado y con él una caída en el precio de los mismos, dado que el sistema de permisos de emisión es uno de los principales instrumentos europeos para combatir el cambio climático. Desde 2009, en parte debido a la crisis económica, se acumuló en el sistema un superávit de permisos de emisión, que alcanzó aproximadamente 2.100 millones de permisos en 2013, y ello debilitó significativamente el precio del petróleo. Se espera de hecho que persista un superávit estructural en el sistema hasta el año 2020 y más allá.

Shell, BP, Total, BG, Statoil y Eni piden que se fije un precio a las emisiones de CO2

Europa Press / EFE.- 6 de las principales compañías petroleras y gasistas europeas, las británicas Royal Dutch Shell, BP, BG Group, la francesa Total, la noruega Statoil y la italiana Eni, reclamaron la instauración de mecanismos para la fijación de precios a las emisiones de dióxido de carbono (CO2), principales causantes del calentamiento climático, de cara a la Cumbre sobre el Clima que tendrá lugar en París a finales de año.

Las compañías recordaron que según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), la tendencia actual de la contaminación causada por los gases de efecto invernadero causaría un calentamiento del planeta superior a dos grados, con daños irreversibles. En ese contexto, los responsables ejecutivos de estos seis gigantes del sector de la energía dijeron estar dispuestos a afrontar ese reto, y a se mostraron convencidos de que dar un precio al CO2 permitirá evitar las opciones más contaminantes.

Estas compañías, que realizaron esta petición ante los Estados y la ONU, muestran su «firme convicción» de que la fijación de un precio a la emisión de dióxido de carbono permitirá «apartar opciones más emisoras y dará la visibilidad necesaria para estimular la inversión en tecnologías de baja emisión de carbono y los recursos pertinentes al ritmo adecuado«. Así, las petroleras piden a los Estados la creación de marcos reguladores «transparentes, estables y ambiciosos» con el fin de armonizar los diferentes mecanismos nacionales con el objetivo de minimizar «incertidumbres y promover mecanismos más eficaces económicamente para reducir las emisiones de carbono en todo el mundo».

Los consejeros delegados de los seis grupos se dirigieron a la Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y al presidente de la Cumbre sobre el cambio climático de París, subrayan que el sector se enfrenta «a una ecuación compleja: responder a una demanda creciente de energía menos emisora de CO2«. En este sentido, hicieron notar «la amplitud del desafío», pero también «la importancia de la energía para el bienestar de las poblaciones mundiales«.