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El presidente de la portuguesa EDP asegura que «no hay nada concreto» sobre una posible fusión con Gas Natural Fenosa

EFE.- El presidente del grupo energético portugués EDP, António Mexia, ha asegurado que «no hay nada concreto» sobre la fusión de su compañía con Gas Natural Fenosa, después de señalar que ambas empresas «ya han dicho lo que tenía que decir».

Ante las informaciones publicadas en los últimos días sobre la posible alianza de Energías de Portugal (EDP) y Gas Natural Fenosa, el directivo portugués ha evitado alimentar las expectativas. «Creo que las dos empresas ya han dicho lo que tenían que decir. No hay nada concreto y, por eso, no hay nada que comentar», ha afirmado Mexia. EDP es el principal grupo energético de Portugal y está participado en casi un 25%, a través de varias sociedades, por el Gobierno chino, que se convirtió en primer accionista de la compañía en 2011 en el proceso de privatización de la empresa.

En España, con unos 3 millones de clientes, es el cuarto productor de electricidad, por detrás de Endesa, Iberdrola y Gas Natural Fenosa, por lo que una fusión con esta última supondría un cambio notable en el reparto del mercado. El ministro de Energía, Álvaro Nadal, también evitó comentar si sería posible una fusión de EDP con la compañía española: «Solo lo he visto en la prensa. A mí, ninguna empresa me ha hablado de una operación de esas características«.

En el centenario de la hidroeléctrica de La Malva, Mexia ha dejado claro que «EDP quiere mantener su rol en el mercado ibérico en igualdad de oportunidades y condiciones». «Nuestra apuesta por el mercado español es contundente», subrayó Mexia, tras recordar que EDP ha invertido 10.000 millones de euros en la última década y da empleo a 2.000 personas. A su juicio, para negocios como el de las redes inteligentes de energía y las fuentes renovables en los que EDP está volcado, «la estabilidad regulatoria es fundamental para su desarrollo». También ha considerado necesario incorporar «la estabilidad para las centrales que dan respaldo a la apuesta por las energías renovables».

El Rey preside en Asturias la conmemoración del centenario de la central hidráulica de La Malva, propiedad de EDP

Servimedia / EFE.– El rey Felipe VI presidió el acto conmemorativo del centenario de la central hidráulica de La Malva, en Somiedo (Asturias), la primera gran central de generación de energía eléctrica de Asturias. La Malva es el origen de EDP en España. Se levanta en pleno corazón del Parque Natural de Somiedo y se trata de una de las pocas centrales eléctricas del mundo situada en una Reserva de la Biosfera, declaración que recibió este entorno por la Unesco en el año 2000.

Durante cerca de una hora, don Felipe ha recorrido las dos naves que componen La Malva, que, después de un siglo, sigue siendo una de las referencias de producción eléctrica en Asturias. La planta se erigió hace un siglo gracias a dos visionarios asturianos, Policarpo Herrero y José Tartiere, que vieron el potencial de la zona para la generación hidráulica. Ni las dificultades orográficas de la zona, ni el impacto que tuvo la I Guerra Mundial en el suministro de materiales frenaron una obra titánica que estuvo lista en septiembre de 1917 y que representó un hito tecnológico y arquitectónico en armonía con el entorno.

Don Felipe ha conocido los pormenores de la instalación enclavada en el corazón de la cordillera cantábrica. El Rey ha observado con detalle la maquinaria que sigue prestando servicio en la nave central y la que lo hizo en sus inicios, que ahora forma parte de una exposición permanente en la zona donde estuvieron las viviendas de los operarios y el viejo taller. También contempló una proyección, protagonizada por antiguos trabajadores de La Malva, en la que se cuenta la historia de la central. El conjunto hidroeléctrico está plenamente automatizado y solo trabajan en ella 2 operarios, cuando en su día llegó a haber 40.

Desde 2002 es propiedad de EDP, después de que la multinacional portuguesa se convirtiera en socio mayoritario de Hidrocantábrico, la compañía que se constituyó en 1919 en alianza con Saltos de Agua de Somiedo. Precisamente el presidente de EDP, António Mexia, ha subrayado que su compañía quiere «mantener su rol en el mercado ibérico en igualdad de oportunidades y condiciones» a través de instalaciones como la de Somiedo. En opinión de Mexia, esta central hidráulica es un ejemplo del «aprovechamiento respetuoso de los recursos naturales». «Es como nos gusta hacer las cosas. Nuestra manera de entender la actividad económica y el desarrollo de la sociedad», ha dicho el directivo luso.

Los recursos naturales que ofrece Asturias son idóneos para la producción energética, por lo que se posicionó, desde su puesta en funcionamiento en 1917, entre los principales centros industriales de la Península Ibérica. Es, además, la primera central hidroeléctrica en la que trabajó una mujer. La Malva tiene un salto neto medio de 556 metros y una potencia instalada de 9,14 megavatios (MW). En sus primeros 100 años, La Malva generó más de 3 millones de megavatios hora (MWh). Su producción media anual, 35.000 MWh, se traduce en el consumo de 10.000 hogares. Las visitas a la central y a la exposición del centenario están abiertas al público, dentro del programa de visitas de la Fundación EDP en su web.

Para generar energía eléctrica, La Malva se alimenta desde diferentes puntos. Toma las aguas procedentes de los ríos Valle y Saliencia, así como de los lagos Valle, Calabazosa y Cueva, la laguna de Cerveriz y los arroyos de La Braña y Sousas. Todos ellos conectados, naturalmente o mediante canales de longitudes variadas, desde 1,6 kilómetros a más de 11 kilómetros. Las centrales de La Malva, La Riera (ambas en Somiedo) y Miranda (en Belmonte) constituyen el aprovechamiento hidráulico integral de la cuenca del río Pigüeña-Somiedo que comienza en los lagos de Somiedo y culmina con un túnel de 22 kilómetros que hace llegar el agua hasta la central de Miranda.