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El sector renovable pide unas subastas que den «una mayor visibilidad» retributiva a largo plazo para las promotoras

Europa Press.- El sector de las renovables reclama un sistema de subastas en España que dé «una mayor visibilidad» retributiva a largo plazo para las empresas promotoras y que esté «alineado» con la política energética del país. En este sentido, la country manager de EDP Renovables, Rocío Sicre, afirmó que en España se ve que en la subasta de renovables, que se celebrará el próximo 17 de mayo, «no hay visibilidad», lo que hace que se parta de «una posición complicada para invertir».

«La clave es que sean sencillas y den visibilidad a largo plazo, y eso es lo que deberíamos plantearnos», apuntó Sicre, quien añadió que en España «la regulación no es estable y hace que sea menos atractiva». Así, consideró importante que la subasta asegurara en el largo plazo, durante toda la vida útil, una rentabilidad, algo que no es así. «Ofrece una rentabilidad que puede ser revisada y que sufre unos ajustes que pueden hacer que nunca se alcance la rentabilidad objetivo que se ha marcado. Vas a competir con un proyecto que no se adapta nada a la realidad del sistema; todo ello introduce una serie de incertidumbres«, advirtió.

Por su parte, el director de Regulación de Acciona, José López-Tafall, valoró el sistemas de subastas ya que, con él, nadie «puede acusar al que ha ganado una subasta de ir en contra del mercado o de tener una sobrerretribución«. No obstante, López-Tafall recalcó que la subasta debe tener «seriedad» y permitir saber «lo qué se va a ganar y por lo qué se compite».

Mientras, el director de regulación en España de Enel Green Power, Javier Rodríguez Domínguez, criticó el hecho de que en el sistema para la subasta no exista «ningún tipo de calificación o certificación», algo que si que sucede en otros países.»Es sorprendente que alguien pueda participar sin demostrar que pueda ser un generador», aseveró. Asimismo, consideró que en España existe un «castigo desproporcionado» en lo que respecta a la penalización por el riesgo de construcción, aquel referente al retraso en los plazos de entrega del proyecto. «Si te retrasas un día pierdes todo y no se te permitirá presentar ese parque nunca a ningún régimen retributivo» añadió Rodríguez al respecto.

En esta misma línea, Mariano Olmeda, senior adviser Ithaka Energy, consideró que este riesgo de construcción tiene «un comportamiento feroz» que representa un obstáculo para la financiación de los proyectos, ya que «alguien tendrá que estar asumiendo ese riesgo». Por otra parte, Rodríguez valoró la necesidad de que exista un calendario de subastas, ya que cuando no es así genera «un efecto llamada» y lleva también a los promotores a «tomar más riesgos». Sobre la neutralidad de la subasta, el director de Regulación de Global Power Generation (GPG), filial de Gas Natural Fenosa, Javier Latorre, consideró que en su definición sí que lo es, “aunque en la práctica no, con una instalación tipo con parámetros”.

El sector eólico pide un nuevo modelo de subasta de renovables que garantice una rentabilidad fija durante la vida útil

Europa Press / EFE.- El vicepresidente de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), José López-Tafall, demandó al Gobierno un rediseño de las subastas de potencia renovable que garantice una «estabilidad de precios a largo plazo y una rentabilidad fija» para la vida útil del proyecto. En este sentido, López-Tafall aseguró que el actual sistema de subastas renovables es un modelo que «no gusta» al sector eólico, ya que no permite contar con la certidumbre necesaria para «volver a atraer inversiones».

El vicepresidente de la AEE pidió un modelo de subasta de renovables que conceda una «visibilidad de estabilidad de precios a largo plazo y una rentabilidad fija» para poder salir de la «parálisis» y retomar las inversiones. «No puede haber futuro sin una regulación estable y que dé confianza», reivindicó López-Tafall, que considera que podrían alcanzarse los 40.000 MW eólicos en 2030 frente a los 23.000 MW actuales tras casi tres años sin instalarse nada. López-Tafall reclamó cambiar varios aspectos de la reforma energética emprendida en 2013, «con claros errores de diseño», y eliminar los elementos que generan desconfianza, como la revisión de los parámetros que sirven para establecer la retribución que reciben estas fuentes.

El sistema actual se aprobó en 2013, en sustitución del anterior de primas a la producción eléctrica, y contempla que cada 6 años, con revisiones parciales cada 3 años, se establezcan los parámetros que sirven para fijar lo que deben recibir estos proyectos. «Debe fijarse una rentabilidad razonable para toda la vida útil del activo», reclamó López-Tafall, quien ha planteado también que en las nuevas subastas para adjudicar potencia renovable se pidan más garantías y mecanismos para asegurar que los proyectos se ponen en marcha.

Además, López Tafall consideró que la subasta de renovables realizada el pasado enero, con la que se ponía fin a la moratoria verde, fue un «fracaso». «Nadie sabe esos 500 megavatios (MW) adjudicados cuáles son y dónde están», ha criticado antes de señalar que van conociendo los detalles de la nueva subasta que ultima el Ministerio de Industria por la prensa. Respecto al impuesto del 7% sobre la generación, que, según el informe La eólica en la economía española 2012-2015, supera por sí mismo la partida destinada a las remuneraciones de los empleados, indicó que las renovables deberían «estar exentas».

Aporta 10.484 millones al PIB

Según este informe, elaborado por la consultora Deloitte, el sector eólico aportó un total de 10.484 millones de euros en los últimos cuatro años a la economía española. A pesar de este impacto sobre la economía, el informe destaca que el sector sufre una caída en la contribución al PIB de 2.425 millones de euros en cuatro años respecto al cuatrienio anterior, representando actualmente el 0,25% del total. Además, el informe advierte que se ha producido una reducción de los puestos de trabajo, ya que el empleo medio se redujo en 11.521 trabajadores entre un cuatrienio y otro. Por otro lado, se evitó la emisión de 106 millones de toneladas de CO2, valoradas en más de 657 millones de euros.

López-Tafall aseguró que los números del informe reflejan que «el sector ha pasado y sigue pasando unos años muy malos, ya que no hay ejemplo de un sector cuyo nivel de producción se haya reducido a cero», aunque también señaló que existen «fortalezas» a pesar del impacto en el sector de la reforma energética que, a su juicio, dejó al sector eólico como “el más golpeado”. A este respecto, el vicepresidente de AEE apuntó que las exportaciones del sector se han fortalecido, sumando más de 11.000 millones de euros en los últimos cuatro años, y la industria ha seguido reduciendo sus costes, «haciéndose más competitiva».

Además, la sustitución de generación con combustibles fósiles por producción eólica le ha ahorrado al sistema eléctrico 15.709 millones de euros en los cuatro años analizados por la reducción del precio del mercado eléctrico, lo que representa, para un consumidor medio residencial, un ahorro de 227 euros en su factura de la luz. Asimismo, el responsable de Deloitte encargado del informe, Enrique Doheijo, subrayó el impacto del sector eólico en la formación del precio del pool eléctrico y señaló que una variación de 500 gigavatios hora (GWh) en la producción eólica mensual implica un incremento o bajada de 4,5 euros por MWh en el precio medio mensual del mercado diario.

Respecto a la carga impositiva que soporta el sector, el informe destaca que los impuestos y tributos superan el resultado de explotación. De esta manera, la introducción del impuesto del 7% sobre la generación de la electricidad en el periodo analizado, sumado a los cánones eólicos establecidos por las comunidades autónomas, penaliza de forma considerable la rentabilidad del negocio de la generación eólica. Por otra parte, Doheijo advirtió del «problema» que representa el conocido como efecto caníbal, el impacto en los ingresos del sector de la bajada del precio del mercado provocado por parte de la generación eólica, que ha restado a las empresas en 2014 y 2015 un total de 1.547 millones de euros.

Juan Diego Díaz Vega (Gamesa) es nombrado nuevo presidente de AEE

Redacción / Agencias.- La junta directiva de la Asociación Empresarial Eólica (AEE) nombró presidente al hasta ahora vicepresidente en representación de Gamesa, Juan Diego Díaz Vega. La presidencia de AEE es rotatoria y Díaz sustituye en el cargo a José López-Tafall, que vuelve a ser vicepresidente en representación de Acciona, informó la patronal eólica.

El nuevo presidente de AEE es director de Marketing de Gamesa, ingeniero por el ICAI y MBA por el IDE; Díaz Vega lleva vinculado al sector de las energías renovables 22 años. En septiembre de 2001 se incorporó a Gamesa, donde ha ocupado diferentes cargos directivos para la fabricante española de aerogeneradores en las áreas de Desarrollo de Negocio, Construcción, Promoción, Solar, Off-shore y Marketing.

Con anterioridad desarrolló su actividad durante nueve años en la empresa de energías renovables Sinae, actualmente integrada en EDP, donde construyó proyectos de cogeneración, mini-hidráulica, eólica, biomasa y residuos. Díaz es miembro del consejo de la European Wind Energy Association (EWEA) y del Global Wind Energy Council (GWEC). La AEE cuenta con más de 150 empresas asociadas y representa al 95% del sector en España.

La patronal eólica pide corregir la reforma energética para atraer la inversión que cumpla la planificación de Industria hasta 2020

Encabezando una industria que reclama una retribución estable, el presidente de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), José López-Tafall, destacó la necesidad de impulsar correcciones en la reforma energética para «recuperar la confianza» y que el sector pueda atraer los 7.000 millones de euros de inversiones que requiere hasta 2020 para poder instalar entre 5.000 y 6.000 megavatios (MW) de energía eólica con los que cumplir la planificación del Ministerio de Industria para conseguir las metas comprometidos con la Unión Europea.

En la inauguración del I Congreso Español Eólico, organizado por la AEE, López-Tafall indicó que el borrador de decreto para la convocatoria de una subasta eólica y la planificación energética del Gobierno suponen «los primeros pasos, inciertos, pero en la buena dirección» para que esta tecnología vuelva a ser prioritaria. Hasta 2020, la nueva planificación prevé la instalación de entre 5.000 y 6.000 megavatios (MW). «Esto supondrá una inversión adicional de 7.000 millones, pero para ello hace falta financiación y recuperar la confianza», señaló, antes de indicar que superar los 30.000 MW instalados permitirá crear 10.000 empleos cualificados. «Invertir en eólica es invertir en tener casa propia y dejar de pagar el alquiler», afirmó López-Tafall.

El responsable de AEE indicó que «creemos que España debe acertar por sus apuestas porque es mucho lo que se juega», para agregar que «hacen falta aires nuevos» y que las empresas del sector «siempre hemos ofrecido diálogo». López-Tafall reivindicó la importancia del sector, para subrayar que es «puntero para la economía española», y defendió que abaratan el precio de la electricidad. Así, explicó que la energía eólica es la principal tecnología de generación de electricidad en España con un 23,3% de cuota de producción hasta el mes de mayo.

Además, López-Tafall recordó que es un instrumento necesario para la lucha contra el cambio climático y puso en valor que las empresas españolas son propietarias de más del 10% de la potencia eólica mundial. Por ello, subrayó que «apostar por la energía eólica es una verdadera oportunidad». «La eólica española es nuestro fracking y no tenemos que buscar fuera lo que ya tenemos», afirmó López-Tafall. Sin embargo, también lamentó que las dificultades de la nueva regulación lastren los ingresos de los promotores eólicos, que han caído más de un 30% en un año; o las instalaciones industriales del sector eólico, que «están paralizadas por completo».

Esta situación «tan grave», expuso, lleva a las empresas a «plantear si tiene sentido continuar en España o deslocalizar» las compañías. «Hay que restablecer la confianza perdida y atraer nuevas inversiones», señaló la patronal, para añadir que hay que «corregir aspectos fundamentales de la reforma energética». Además, apostó por un nuevo plan de energías renovables y por medidas para dinamizar el mercado interno y evitar que las industrias «se marchen de España«. A ello habría que unir un «gran pacto de Estado por la energía» para acabar con las incertidumbres.

Entre los aspectos a corregir de la reforma, López-Tafall reclamó que se retire la posibilidad de modificar cada seis años la rentabilidad razonable de las instalaciones, lo que «solo aporta incertidumbre innecesaria». Desde la AEE también reclamó un nuevo plan renove de parques antiguos, la apertura de los llamados servicios de ajuste a las renovables y la posibilidad de recuperar las mermas en los ingresos de las plantas cuando las previsiones del precio de mercado de la electricidad realizadas por el Gobierno no coincidan con el resultado final. Sólo estas desviaciones redujeron el año pasado en 200 millones de euros los ingresos de la eólica.

Se necesita una retribución estable

Por su parte, las empresas eólicas, tanto eléctricas como fabricantes, advirtieron de que el éxito de las convocatorias de nuevas instalaciones renovables previstas por el Gobierno dependerá de que se garantice una retribución estable. En una mesa redonda en el Congreso Eólico, directivos de varias compañías han señalado que no podrá atraerse la inversión con el actual sistema retributivo, que revisa la rentabilidad cada seis años. El consejero delegado de Acciona Energía, Rafael Mateo, indicó que «plantear unas nuevas inversiones basadas en una rentabilidad revisable cada tres o cuatro años no es un planteamiento serio». De esa «fiabilidad» en la retribución dependerá que las convocatorias tengan «más o menos éxito», apuntó el director de negocio renovable de Iberdrola, Xabier Viteri.

El director general de Enel Green Power Iberia, Enrique de las Morenas, considera que «quedan bastantes parámetros por definir» y que, «hasta que haya una definición de la rentabilidad a largo plazo», la reforma no podrá tener éxito. Por su parte, el consejero delegado de EDP Renovables Europa, Joao Paulo Costeira, subrayó la necesidad de una «continuidad» ya que, a su juicio, no tiene sentido hacer una subasta aislada si no va a instalarse nueva capacidad en los ejercicios siguientes. Por su parte, el directivo de Vestas, Marco Graziano, aseguró que «falta una visión a medio y largo plazo» porque «nadie va a invertir si una reforma nos dice que tenemos hoy una rentabilidad que puede revisarse en unos años».

Los directivos también abogaron por «reformar la reforma«, que asocia la retribución renovable a un pago «razonable» a lo largo de su vida útil. Este cambio, para Viteri, tendría que venir por una reforma «fiscal-medioambiental» que no cargue sobre el sector eléctrico todo el peso de los objetivos climáticos y, para Gamesa, por la revitalización de la industria. Asimismo, reclamaron a los partidos que escuchen al sector antes de acometer reformas y que eviten la politizaciónde un debate que es «técnico», al tiempo que han coincidido en su desconfianza en que España logre cumplir el objetivo renovable en 2020.

Falces recibe el Premio a la Integración Rural de la Eólica 2015

La Asociación Empresarial Eólica (AEE) entregó su premio anual al Ayuntamiento de Falces (Navarra), municipio que recibió el Premio a la Integración de la Eólica 2015, que celebraba su cuarta edición. El presidente de AEE, José López-Tafall, destacó que “es en sitios como Falces dónde uno entiende que, además de aportar energía limpia y no contaminante o de reducir la dependencia de los combustibles fósiles, la eólica tiene detrás historias de personas reales que la hacen más grande”.

Cerró el acto el director general de Industria, Energía e Innovación del Gobierno de Navarra, Iñaki Morcillo, que destacó que “este premio es una muestra más del reconocimiento no sólo a Falces, sino a todas las personas que han formado parte del desarrollo de un sector estratégico para Navarra”. Por su parte, el alcalde de Falces, Valentín García, destacó que los ingresos procedentes de la eólica, que suponen un tercio del presupuesto general del Ayuntamiento, se invirtieron en el desarrollo de actuaciones de interés comunitario que mejoraron la calidad de vida de los vecinos. García se mostró orgulloso de que «Falces sea el primer pueblo navarro y el cuarto de España que recibe este premio».

En el acto se proyectó el vídeo que la AEE dedicó al municipio de Falces, en el que participaron muchos de sus vecinos. José Arrieta, director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Acciona Energía, empresa promotora de los parques eólicos de Falces, ha destacado que la localidad «es un ejemplo de lo que ha deparado la eólica a nuestro país«.

El municipio de Falces, con una larga historia que se remonta al siglo I y 2.443 habitantes, cuenta con 106,5 MW eólicos (68 aerogeneradores) repartidos en tres parques gestionados por Acciona. Además, tiene dos subestaciones eléctricas para evacuar la energía producida, una de ellas alojada en un edificio construido en piedra y adobe acorde con la arquitectura tradicional de la zona. Navarra tiene un total de 1.003,92 MW de potencia eólica instalada, de modo que Falces representa el 10,5% de la eólica de la comunidad.

Durante la construcción de los tres parques eólicos se generaron 265 empleos directos y 70 indirectos. En la actualidad, la operación y el mantenimiento de estos parques da empleo a una veintena de vecinos de la zona. Navarra, que inició su desarrollo eólico en 1994, cuenta con más de 5.000 personas trabajando en el sector de las energías renovables. Actualmente la energía eólica en Navarra cubre el 55% de su demanda eléctrica y hay 15 fábricas que realizan todo tipo de servicios relacionados con la industria eólica, tales como el ensamblaje de nacelles, la fabricación de componentes y el mantenimiento.