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Isolux cierra el ERE voluntario con la salida de 356 trabajadores, un 19% menos de los previstos

EFE.- Isolux cerró el expediente de regulación de empleo (ERE) voluntario que puso en marcha a comienzos de agosto con la salida de 356 trabajadores, un 19% menos respecto al máximo de 441 empleados a los que inicialmente estaba destinado el ajuste, si bien representan algo más de la tercera parte (un 35,5%) de la plantilla total del grupo.

La compañía de construcción e ingeniería en concurso de acreedores no ha logrado así cubrir el objetivo del recorte voluntario de empleo a pesar de que ya había rebajado el objetivo máximo en un 10%, desde los 441 hasta los 397 empleados. Además, el número de trabajadores que solicitaron acogerse al ERE voluntario (un total de 382) se ha visto reducido en 26 efectivos a los que la administración concursal de Isolux vetó su salida de la empresa, al considerar que su función es necesaria en el puesto que ocupan.

A pesar de todo ello, el administrador descarta por el momento implementar el ERE temporal que en un principio sopesó activar para el caso de que el ajuste de extinción voluntario no lograra copar el objetivo de recorte de plantilla, según indicaron fuentes sindicales. La administración concursal de Isolux puso en marcha el ERE a comienzos de agosto, un mes después de que en julio se viera abocado al concurso de acreedores, uno de los mayores de la historia empresarial española. Además, el ajuste tiene lugar un año después del último abordado por la empresa, que afectó a 435 trabajadores. En los planes contemplan también el diseño de un nuevo programa de venta de activos.

En cuanto al ERE que acaba de cerrar, del total de 356 trabajadores finalmente afectados, 155 corresponden a Isolux Ingeniería, un 27,5% menos respecto a los 214 inicialmente fijados. Otros 158 empleados serán de Isolux Corsán Construcción, un 12% menos, y los 43 restantes (un 15% menos), de la matriz del grupo. La salida de estos trabajadores se hará efectiva en los días que restan de este mes de agosto, según detallaron dichas fuentes sindicales. Isolux y seis de sus filiales se declararon insolventes el pasado 12 de julio, un año después de que sus bancos la rescataran, con un agujero patrimonial de 801,9 millones de euros, una deuda financiera de 1.270 millones y adeudos a proveedores de 405 millones.

El juez declara en concurso de acreedores a Isolux Corsán y Comisiones Obreras advierte del daño para la marca España

Europa Press.– La federación de construcción y servicios de CC.OO. ha trasladado a los partidos políticos «el daño que está provocando a la marca España» la situación por la que atraviesa Isolux Corsán, al de abandonar sus proyectos internacionales por entrar en concurso de acreedores después de que el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Madrid haya declarado en concurso de acreedores a Isolux Corsán y 6 de sus filiales, según un edicto publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Los acreedores del grupo tendrán un mes para informar al administrador concursal de los créditos que tienen con la compañía. Los deudores conservarán las facultades de administración y disposición sobre su patrimonio, quedando sometido el ejercicio de éstas a la intervención de los administradores concursales mediante su autorización o conformidad. El consejo de administración de Isolux Corsán solicitó el concurso de acreedores para el grupo y 6 de sus filiales después de 2 años tratando de superar sus dificultades financieras y, en último término, tras no lograr un inversor que entrara en su capital y lo rescatara. En este escenario, el consejo de administración presentó en bloque su dimisión con el fin de «facilitar la gestión de la nueva etapa».

El concurso de Isolux es el mayor de una compañía de construcción de los últimos años y de los de más dimensión de la historia empresarial española junto con los de Martinsa Fadesa, Abengoa, Nueva Rumasa, Pescanova o Reyal Urbis. Isolux recurrió finalmente al concurso tras dos años tratando de superar sus tensiones de liquidez y financieras y al no poder acometer una segunda reestructuración de su deuda apenas un año después de que en julio de 2016 fuera rescatada por sus bancos acreedores, que desde entonces controlan la compañía.

El grupo, en preconcurso desde el mes de abril, buscó en los últimos meses un socio que entrara en su capital, inyectara fondos y lo reflotase, pero no tuvo tiempo para conseguirlo. No obstante, se recibieron finalmente 6 ofertas, presentadas por distintos inversores interesados sobre distintos negocios de la división de construcción e ingeniería de la empresa. Se trataba de propuestas que se comprometían a subrogar no sólo a los trabajadores vinculados a los proyectos, sino también a otros de otras áreas. «Corresponde a los nuevos administradores, al administrador concursal y al juez, enjuiciar, valorar y, en su caso, aprobar alguna de estas propuestas recibidas que den continuidad a la labor empresarial y a los trabajos», declaró entonces la compañía.

Isolux se declara en quiebra con un agujero, un patrimonio negativo, de unos 801,9 millones de euros y una plantilla, tras el ERE pactado el pasado año, de 3.884 trabajadores. De ellos, los empleados de las firmas que están en concurso son 1.992 empleados, 1.104 de ellos, en España. Asimismo, a pesar del rescate y la reestructuración de deuda del pasado año, la compañía soportaba al cierre de abril una deuda de 1.270 millones de euros (de ellos, 557 millones ligados a proyectos). El grupo tiene una deuda de 405 millones con proveedores, pero, según asegura, cumple con el pago de las nóminas y el resto de obligaciones con los trabajadores (Seguridad Social e IRPF).

Daño a la marca España

Las principales organizaciones sindicales están llevando a cabo una ronda de reuniones con los grupos parlamentarios para abordar el problema por el que atraviesa la constructora. En concreto, los representantes sindicales han propiciado estas reuniones con el fin de exponer «la crítica situación en la que se encuentra la empresa». Isolux Corsán se encuentra bajo un concurso voluntario de acreedores y sus trabajadores están «viendo peligrar sus puestos de trabajo».

Los sindicatos se reunieron con el secretario de Empleo de la Ejecutiva del PSOE, Toni Ferrer. Posteriormente, se reunieron con Alberto Garzón (IU), y con el diputado de Ciudadanos, José Cano, y con el de Podemos Alberto Rodríguez. Los comités de empresa están entregando a todos los grupos un informe de la situación de la compañía, «donde queda reflejada la trayectoria de la empresa a lo largo de los últimos años» y en los que se están revelando «con más detalle» los hechos más relevantes que han provocado esta situación.

Entre otros temas, se han discutido las cifras que arrojan las cuentas auditadas y el hecho de que, tras realizar tres expedientes de regulación de empleo con sus respectivos planes de viabilidad la empresa, a día de hoy la empresa esté en concurso. CC.OO. asegura que los representantes sindicales de la compañía quieren preservar el máximo número de empleos, reclamar las deudas de las administraciones públicas con la compañía, y ver qué medidas se pueden aportar para continuar las obras y subrogar al personal, «controlando además la agilidad del concurso».

Isolux Corsán solicita entrar en concurso de acreedores tras no lograr un inversor aunque tiene 6 ofertas en la recámara

Europa Press / Servimedia.- El consejo de administración de Isolux Corsán ha aprobado solicitar el concurso de acreedores para el grupo y seis de sus filiales, después de dos años tratando de superar sus dificultades financieras y, en último término, tras no lograr un inversor que entre en su capital y lo rescate. Acto seguido, el presidente de la firma, Nemesio Fernández-Cuesta, y el resto del consejo presentaron en bloque su dimisión para «facilitar la gestión de la nueva etapa», según explicó la compañía.

El concurso de Isolux es el mayor de una compañía de construcción de los últimos años y de los de más dimensión de la historia empresarial española junto con los de Martinsa Fadesa, Abengoa, Nueva Rumasa, Pescanova o Reyal Urbis. Isolux recurre finalmente al concurso tras dos años tratando de superar sus tensiones de liquidez y financieras y al no poder acometer una segunda reestructuración de su deuda apenas un año después de que en julio de 2016 fuera rescatada por sus bancos acreedores, que desde entonces controlan la compañía.

El grupo, en preconcurso desde el pasado abril, buscaba estos últimos meses un socio que entrara en su capital, inyectara fondos y la reflotase. El grupo finalmente no ha tenido tiempo para conseguirlo, si bien en esta última reunión el consejo anunció que «en los últimos días» se han recibido seis ofertas presentadas por distintos inversores interesados sobre distintos negocios de la división de construcción e ingeniería de la empresa.

Se trata de propuestas que se comprometen a subrogar no sólo a los trabajadores vinculados a los proyectos, sino también a otros de otras áreas, según detalló el hasta ahora presidente ante la junta general de accionistas que Isolux celebró. «Corresponde a los nuevos administradores, al administrador concursal y al juez, enjuiciar, valorar y, en su caso, aprobar alguna de estas propuestas recibidas que den continuidad a la labor empresarial y a los trabajos de este consejo de administración que termina su tarea«, concluyó Fernández-Cuesta.

La junta de Isolux, que desde el rescate del pasado año estaba controlado por sus bancos acreedores, liderados por CaixaBank y Bankia, aprobó nombrar tres nuevos gestores que sustituyan al dimitido consejo y trabajen junto a los administradores concursales que designe el juez. Se trata de David Pastor, que será además el nuevo presidente de la compañía; David Vilella, que ejercerá de vicepresidente y Enrique Medina en representación de la firma Fuster&Partners, expertos en concursos los dos primeros y especialista en reestructuraciones empresariales el segundo.

Isolux se declara en quiebra con un agujero (un patrimonio negativo) de unos 801,9 millones de euros y una plantilla, tras el ERE pactado el pasado año, de 3.884 trabajadores. De ellos, los empleados de las firmas que solicitarán el concurso son 1.992 empleados, 1.104 de ellos, en España. Asimismo, a pesar del rescate y la reestructuración de deuda del pasado año, la compañía soportaba al cierre de abril una deuda de 1.270 millones de euros (557 millones ligados a proyectos). El grupo tiene una deuda de 405 millones con proveedores, pero, según asegura, está al día en el pago de las nóminas y el resto de obligaciones con los trabajadores (Seguridad Social e IRPF).

El ya expresidente de Isolux señaló a la gestión realizada en el negocio de concesiones de infraestructuras como causa última de la situación. No obstante, achacó a la «desvinculación por sorpresa» el pasado mes de marzo de unos de los bancos acreedores como factor que precipitó el concurso. Fernández-Cuesta trazó la radiografía de los problemas del grupo, entre los que citó el endeudamiento que asumía en los proyectos de concesión, el trasvase de caja al negocio concesional desde los contratos de construcción, que recaían en retrasos, sobrecostes y penalizaciones. También señaló a las inversiones realizadas en negocios ajenos al constructor, como el del biodiésel y las termosolares y al «riesgo adicional» que asumía en los proyectos por los que competía.

CaixaBank descarta un «impacto adicional”

Por su parte, CaixaBank afirmó que sus exposiciones accionariales y crediticias relacionadas con Isolux «ya se encontraban adecuadamente provisionadas al cierre del primer trimestre de 2017». Según explicó la entidad financiera a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), «en consecuencia, no espera ningún impacto adicional significativo por estas circunstancias en las cuentas del segundo trimestre de 2017″. La entidad que preside Jordi Gual tiene previsto publicar los resultados del primer semestre del año el próximo 28 de julio.

Isolux Corsán construirá una línea eléctrica en Perú por 501 millones

El proyecto incluye la construcción de la línea de transmisión eléctrica Moyobamba-Iquitos, de 220 kilovoltios (kV), y las subestaciones asociadas, ha informado el grupo de construcción y concesiones español en un comunicado.

Las obras, que ya están en marcha, se prolongarán alrededor de cuatro años e Isolux Corsán se encargará del diseño, operación y mantenimiento de la línea durante los 30 años que dura la concesión.

El proyecto, que permitirá transportar 150 megavatios (MW) de electricidad -magnitud que representa el triple del consumo actual de la ciudad de Iquitos, situada en la Amazonia peruana-, proporcionará a los habitantes de la zona un servicio de electricidad de alta calidad y eficiencia.

Esta nueva infraestructura se suma a un importante proyecto de energía solar fotovoltaica ejecutado también por el grupo español en el país andino. Se trata de las centrales de Majes y Repartición, ubicadas en la región de Arequipa, y que cuentan con una potencia instalada total de 44 MW.

Asimismo, la compañía española ha llevado a cabo la construcción del Puente Chilina, el más largo de Perú, con 562 metros de longitud, y tres carriles por cada sentido de circulación.