Entradas

Cita política en el Congreso Eólico

Dos días después de la resaca de la noche electoral, la cita anual con el Congreso Eólico reunía a los partidos políticos que habían competido en estas recientes elecciones españolas en una mesa ad hoc en materia energética. Evidentemente, con la cuestión de los pactos encima de la mesa, también tenía su morbo periodístico.

Los comicios pesaban en el ambiente de las intervenciones, casi como si se tratase de la prolongación de una campaña en la que la energía no pasó de un discreto segundo plano en los argumentarios electorales. Por un lado, la representante del PSOE, Pilar Lucio, utilizando un pasado cuasi nostálgico, iniciaba sus intervenciones con un manido «nosotros llevábamos en el programa…». Sorpresa y desparpajo por la representante de Ciudadanos, la canaria Melisa Rodríguez, reclamando una energía al servicio de la competitividad y con ganas de promover un pacto de Estado en energía. También estaba Juan López de Uralde, candidato de Podemos y coportavoz de Equo; voluntarioso pero previsible y desfondado, apelando a afilar la fiscalidad energética que premia y castiga.

Hasta entonces el Congreso del sector eólico discurría por las vías esperadas, sesión de CEO’s, reflexión sobre el papel de la tecnología eólica en el cumplimiento de los compromisos medioambientales españoles para 2020 y 2030, reuniones más técnicas sobre financiación de proyectos, project finance en el argot. México como monográfico dada la actualidad internacional para este sector en este país.

Como proscenio de la actualidad energética, un ambiente raro en el que ya se empiezan a producir nuevos ejercicios de declamación al «futuro Gobierno», una fórmula muy elíptica para decir «el Gobierno que venga» o el Ejecutivo que resulte y como resulte, tan abundantes durante el primer interinato de Gobierno. Fórmula que sirve para distribuir visiones ideologizadas: desde el cumplimiento de los compromisos medioambientales, según su calendario temporal y posibilidades financieras, a la mistificación dogmática de la transición energética. Todo mientras la situación de la demanda y las posibilidades de reabrir un ciclo inversor en nueva potencia en la energía en España están en duda.

Por otra parte, desde las elecciones anteriores se vienen produciendo una serie de acontecimientos que se pueden esquematizar en una legislatura llena de reclamaciones y pronunciamientos políticos referidos a la energía (del fracking a las interpretaciones sobre la pobreza energética), además de la salida del ministro Soria por los motivos ya conocidos y el embarramiento del terreno de juego en lo que se refiere a la central deSanta María de Garoña, cuestión extraída de los motivos puramente técnicos o jurídicos, para entrar en lo político e ideológicos por la poca pericia de Marti Scharfhausen.

Asimismo, continúa la energía gestionada por Nadal y provisionalmente ubicada en el Ministerio de Economía con Luis de Guindos. En el aire siguen los conflictos y arbitrajes internacionales que el futuro Gobierno, el que surja, deberá afrontar. Gas Natural reclama al Estado daño patrimonial por el efecto de las renovables en la infrautilización de sus ciclos cobminados. La guerra de las tecnologías sigue soterrada y alimentada por la acción política.

Finalmente, nota y apunte de interés: el representante del Partido Popular convocado para el encuentro político, Guillermo Mariscal, heredero in pectore de la insularidad canaria de Soria en lo referente a la energía, no apareció en el debate. El PPxit.

La Asociación Empresarial Eólica prevé la creación de 20.000 nuevos empleos en el sector con 35.700 MW eólicos en 2030

Javier Angulo / Agencias.- El presidente de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), Juan Diego Díaz, prevé la creación de 20.000 nuevos empleos en el sector si se alcanza el objetivo de 35.700 megavatios (MW) eólicos instalados en España para 2030. En la inauguración del II Congreso Eólico Español, Díaz subrayó que elevar la capacidad instalada de megavatios eólicos en el país desde los 23.000 actuales a esa cifra en el horizonte de 2030 supondría recuperar todo el empleo destruido en el sector desde 2008.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) afirma que, en 2030, la eólica podría hacer frente a una cuarta parte de la demanda energética en Europa. En este sentido, Díez consideró que la eólica puede ser «la columna vertebral del sistema energético del futuro» y pidió así al futuro Gobierno «ambición» en materia de renovables, «y en eólica en particular», para que el sector pueda «recobrar la confianza». Díaz aseguró que el sector eólico se enfrenta «a retos y obstáculos que aún persisten», como la inseguridad jurídica, el inicio de un sistema de subasta eólica que «dejó la certeza de que si no se hacen bien las cosas mejor no hacerlas» o «el lento» devenir de la eólica en Canarias.

Eólica perjudicada por la reforma

Por ello, Juan Diego Díaz indicó que es necesario que el nuevo Gobierno afronte «el desafío con urgencia» y sea capaz de «coger el toro por los cuernos» y llevar a cabo una revisión de la reforma energética que restablezca la estabilidad regulatoria. «El sector ha sido injustamente perjudicado por la reforma, el más perjudicado, y en un momento en el que hay superávit en el sistema, es hora de devolverle lo quitado», dijo Díaz, quien añadió que es necesario también que haya un pacto de Estado por la energía para cumplir con la «asignatura obligatoria» de la transición energética, que es «la única opción» de cara a cumplir con los objetivos europeos para 2020.

“La coyuntura es inmejorable para reactivar el sector. El coste de capital está más bajo que nunca, los precios de los combustibles fósiles y de las materias primas se encuentran a niveles de hace 10 años, los costes de fabricación y de instalación son bajos, y la demanda de electricidad vuelve a crecer. Con una buena planificación y mejoras económicas para las instalaciones más afectadas por la reforma energética y una legislación que dé visibilidad a los inversores a largo plazo, se puede recobrar la confianza del sector eólico, con evidentes beneficios para España”, añadió.

“Efecto caníbal” de la regulación

Asimismo, subrayó que el sector eólico ha soportado el efecto caníbal, que hace que cuanto más se produce más bajos sean los precios del mercado eléctrico y menos se ingrese, que ha restado «la friolera» de 500 millones de euros en el primer semestre de este año. De esta manera, Díaz, que también es director de marketing de la empresa Gamesa, destacó que es «fundamental» que para las futuras subastas haya un calendario, así como que se establezcan los objetivos para 2030 o «más allá».

«Las nuevas subastas deben tener un proceso de precalificación, identificar los proyectos concretos y que se exija capacidad, legal, técnica y económica suficiente», recalcó, que estén monitorizadas por el Ministerio de Industria y Energía. El presidente de la AEE recordó que la eólica terrestre es la tecnología que actualmente resulta «más barata» de instalar y apuntó el importante peso del sector en España, «uno de los pocos países que tienen toda la cadena de valor industrial» y que es el cuarto exportador del mundo en eólica y el quinto en potencia instalada en el mundo.

Díaz también ha valorado la evolución del Plan de Relanzamiento de la Industria Eólica (PRIE) pese a que el actual Ejecutivo esté en funciones, y ha pedido al que se forme tras las elecciones del pasado domingo que solucione «obstáculos como la inseguridad jurídica» que afectan a su sector. Pese a todo, el directivo ha subrayado que el sector «puede sentirse orgulloso» de cómo ha capeado las dificultades. «El 12% de los aerogeneradores del mundo están hechos en España», presumió.

El sector eólico pide una reforma del sistema de subastas de renovables por ser «deficitario»

Javier Angulo / Europa Press.- Al tiempo que las empresas coincidieron en pedir a los responsables políticos que elaboren planes a largo plazo para poder reactivar las inversiones porque visiones de 4 años de legislatura “no llevan a nada”, el sector eólico ve necesaria una reforma del sistema de subasta para adjudicar incentivos a las energías renovables, tras las críticas recibidas por la celebrada el pasado enero para asignar nueva potencia por primera vez desde la moratoria verde, ya que tiene elementos que son «deficitarios».

En su participación en una mesa redonda dentro del II Congreso Eólico de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), el presidente de Vestas Mediterráneo, Marco Graziano, consideró que en el modelo de subasta «hay muchos elementos que pensar cómo hacer mejor a futuro» ya que el actual modelo de subastas da lugar a «prácticas especulativas para vender el parque y no para el desarrollo de las energías renovables cuando además acaban sin incentivos». “España necesita instalar 6.000 MW renovables para cumplir el objetivo de 2020, pero no puede hacerse así”, indicó Graziano, que criticó que “nunca” se consultara a los operadores para diseñar las subastas al tiempo que recordó que unas fábricas competitivas como las españolas encuentran un mercado interno desactivado.

En este sentido, el consejero delegado para Europa, Oriente Medio y África de Gamesa, Ricardo Chocarro, aseguró que es necesario que las subastas cuenten con una planificación, «saber la demanda a futuro», y dar con el mecanismo. Sobre los objetivos energéticos de España, Chocarro señaló que es necesario «un marco estable para conseguirlos». Precisamente, la directora de Renovables de Iberia e Internacionalde Iberdrola, Ángeles Santamaría, aseguró que Europa tendrá que apostar por un mayor desarrollo de las energías renovables tras el Acuerdo de París..

Eso sí, Santamaría subrayó que la subasta no tuvo «los requerimientos mínimos» que debería tener, como una precalificación técnica y económica, que garanticen que los proyectos que se van a realizar «son viables«. «Es necesaria una visibilidad a largo plazo que te permita ver el ritmo a futuro, y una rentabilidad, un sistema de precios a largo plazo que te garantice estabilidad«, añadió al respecto la directiva de Iberdrola, que indicó que el sector eólico «no puede estar sometido a los vaivenes de los mercados o la voluntad del Gobierno».

Sobre los procesos de concentración en el sector, con fusiones como las de Gamesa-Siemens o Acciona-Nordex, Chocarro señaló que se trata de un «proceso natural» en una industria muy fragmentada y que requiere nuevo esfuerzo inversor para innovar. «El objetivo es tener productos más eficientes, es un objetivo de eficiencia de compañía y de capacidad de generar producto mejor», recalcó Chocarro, que aseguró que será «beneficioso para las compañías» y que ayudarán a «reducir costes».

A este respecto, el consejero delegado de EDP Renovables Europa, Joao Paulo Costeira, consideró que el proceso de concentración en el sector es bueno «siempre y cuando se mantenga un nivel de competencia en el mercado». En lo que se refiere a la reforma energética aprobada por el Gobierno español, Costeira consideró que fue simplemente «una forma de limitar o combatir el déficit» del sistema, algo que «sí que ha funcionado», ya que no se adoptaron medidas a largo plazo. De esta manera, indicó que esta reforma se ha trasladado a las empresas en una reducción de ingresos y un incremento de la volatilidad que «ha repercutido en las inversiones», que al volverse “inseguras”, se han focalizado en otros mercados.

En cuanto a los parques existentes, el alargamiento de la vida de sus aerogeneradores más allá de los 20 años es «la mejor opción» para los operadores, según Chocarro, dado que faltan incentivos a la repotenciación, que consiste en sustituir los aerogeneradores de los parques por otros nuevos y más eficientes. Costeira reconoció que la política de repotenciación «no da una perspectiva a largo plazo y depende de los incentivos que se den». Iberdrola tampoco se mostró partidaria de la repotenciación “salvo que el Gobierno impulse un plan renove”. De hecho, Santamaría reconoció que los operadores están “más centrados· en alargar la vida de los parques. “Pueden aguantar a 25 e incluso 30 años”, apuntó.