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La industria del bitcoin supone un consumo de energía anual de al menos 12,9 TWh, como la ciudad de Houston

Europa Press.- El consumo energético de la industria del bitcoin asciende al menos a 12,9 teravatios hora (TWh) anuales, lo que equivale al consumo de Houston (Estados Unidos), según un estudio realizado por el comparador de tarifas Selectra. En concreto, una transacción de bitcoin consume actualmente alrededor de 100 kilovatios hora (KWh), el equivalente a una bombilla tradicional encendida durante 3 meses o a realizar el recorrido entre Madrid y Gijón con la batería del último Tesla.

Este consumo energético de una transacción con la criptomoneda es 500 veces superior al de realizar una operación de pago con tarjeta de crédito. Así, «el bitcoin no es viable actualmente, ni para un uso a gran escala ni para una generalización de su uso en las transacciones», señala el codirector de Selectra, Gonzalo Lahera, quien considera que existen algunas soluciones para reducir este consumo, pero «podría cuestionar la filosofía del bitcoin, por lo que tampoco resolvería el problema completamente”.

Para estos datos, Selectra parte de la premisa de que los mineros de bitcoin trabajan con la máquina más moderna y eficiente del mercado, la S9 Antminer, por lo que «es imposible que este dato sea menor, ya que se ha tomado como referencia los parámetros más eficientes, y aún así el valor obtenido es elevadísimo«, añadió Lahera. Así, teniendo en cuenta que el supuesto de que toda la industria bitcoin usara el aparato más eficiente del mercado no es del todo probable, este consumo energético podría incluso ser bastante superior a los 12,9 TWh

Este consumo energético del bitcoin es tan elevado debido a que la minería, el proceso de obtención de la criptomoneda, multiplicó sus transacciones con respecto a sus orígenes, lo que ha vuelto el proceso cada vez más complejo. El bitcoin es actualmente la moneda criptográfica virtual más importante y está fuera del control de los Estados y los bancos centrales; se basa en un principio de horizontalidad, sin un organismo de control que decida sobre la depreciación o la valoración.

El estadounidense Rex Tillerson sitúa en el «imperio de la ley» la clave para el éxito del sector del crudo

EFE.- El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, resaltó en Estambul, al recibir el Premio Dewhurst, máximo galardón que otorga cada 3 años el Consejo Mundial del Petróleo (WPC), la necesidad del imperio de la ley para el éxito de la industria del oro negro. El jefe de la diplomacia estadounidense, que dejó su puesto de máximo dirigente del gigante ExxonMobil, para el que trabajaba desde los años 70, dedicó el premio «a todos las personas» de ese consorcio.

Tillerson recordó que el negocio del petróleo se basa en «enormes inversiones y la asunción de riesgos» y que para su éxito requiere «el imperio de la ley, un sólido orden internacional y el respeto a los contratos». El ministro de Energía turco, Berat Albayrak, alabó a Tillerson, de 65 años, como «un excepcional líder de los negocios, que ha dedicado toda su vida a la industria» del petróleo. Por su parte, el presidente del WPC, Joszef Toth, destacó el compromiso del galardonado con los valores de los Boy-Scouts, una de las mayores organizaciones juveniles.

Tillerson bromeó señalando que se había imaginado ya jubilado a su edad pero reafirmó su dedicación a «esta extraordinaria industria de suministrar energía al mundo». Destacó que «Turquía es un socio importante en la seguridad energética porque se halla en un cruce de caminos». Añadió que Estados Unidos espera colaborar con el país eurasiático en el «pasillo meridional», un proyecto de canalización de gas natural hacia Europa, y con la exploración de los yacimientos de gas en el Mediterráneo oriental. Concluyó su discurso recordando que el próximo Congreso Mundial del Petróleo se celebrará en la ciudad de Houston, en Texas (Estados Unidos), en 2020, y prometió acudir «con alguna función».

El WPC explicó que con el galardón reconoce el «liderazgo excepcional» de Tillerson al frente de «la mayor compañía privada de petróleo y gas del mundo en la última década». La entrega tuvo lugar durante la ceremonia de apertura del XXII Congreso Mundial del Petróleo, que reúne a 5.000 delegados de la industria y entidades gubernamentales, 500 directivos de empresas y 50 ministros. El Congreso es la máxima cita del WPC, un cuerpo con sede en Londres creado en 1933 y compuesto tanto por cargos gubernamentales de 65 países como por representantes de la industria.