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La Eurocámara pide elevar al 35% el recorte de emisiones contaminantes de camiones para 2030 frente al 30% de Bruselas

Europa Press.- El Parlamento Europeo ha pedido elevar al 35% el objetivo de reducción de emisiones de gases efecto invernadero de nuevos camiones en 2030, con una meta intermedia del 20% para 2025, ambos en comparación con los niveles registrados en 2019.

Estos dos objetivos son 5 puntos superiores a la propuesta inicial planteada por la Comisión Europea, que aboga por un recorte de las emisiones contaminantes de estos vehículos del 15% en 2025 y del 30% en 2030. Además, el organismo fijaba una sanción económica en forma de prima, siempre que se considere que un fabricante tiene un exceso de emisiones. Los eurodiputados fijaron con 373 votos a favor, 285 en contra y 16 abstenciones sus líneas rojas de cara a las negociaciones que ahora deben comenzar con los Estados miembros.

En concreto, las emisiones de vehículos pesados representan el 27% del todas las emisiones del transporte por carretera y casi el 5% de todas las emisiones de gases efecto invernadero de la Unión Europea, según los datos de 2016. Si no se aprueban nuevos objetivos, las emisiones de camiones y autobuses seguirán creciendo después de haberse incrementado un 25% desde 1990 por el aumento del transporte de mercancías por carretera.

Así, los eurodiputados han pedido que los fabricantes garanticen que los vehículos con bajas emisiones o incluso nulas representen un 20% de las ventas de nuevos vehículos para 2030 y el 5% en 2025. Además, han pedido a la Comisión Europea que elabore antes de 2020 una propuesta para realizar controles de emisiones de camiones en situaciones reales de conducción.

El pleno de la Eurocámara es consciente de que la transición hacia una movilidad sin emisiones provocará cambios en la cadena de valor y tendrá efectos sociales negativos. Por ello, plantean que la Unión Europea ayude a los trabajadores del sector mediante programas de formación y redistribución del empleo, con especial atención a las regiones y comunidades más afectadas. Por último, los eurodiputados han sugerido al Ejecutivo comunitario que evalúe las emisiones de CO2 de vehículos pesados durante todo su ciclo de vida, así como que proponga a los fabricantes la obligación de informar al respecto si lo considera necesario.

En este sentido, el secretario general de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA), Erik Jonnaert, denuncia que estos objetivos van «más allá» de la propuesta de la Comisión, considerados ya «desafiantes». «ACEA está particularmente alarmada por los objetivos de reducción de CO2 excesivamente agresivos que la mayoría de los miembros del Parlamento Europeo han respaldado», denuncia la asociación.

La patronal europea acogió con satisfacción, en principio, la propuesta de la Comisión de incentivar a los camiones con bajas emisiones a través de «súper créditos». Sin embargo, los eurodiputados votaron establecer sancionar con bonus malus a los fabricantes que no venden una cuota obligatoria de camiones de cero y bajas emisiones. «Los eurodiputados parecen estar ignorando descaradamente el hecho de que el potencial de electrificación de la flota de camiones es mucho menor que la de los automóviles, debido a problemas como los costes iniciales extremadamente altos, las limitaciones de autonomía, la infraestructura insuficiente, en particular a lo largo de las autopistas, y también los clientes reacios», subrayó Jonnaert.

Acea pide a Bruselas que los límites y plazos para reducir la emisión de CO2 en camiones sean «realistas»

Europa Press.- La Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA) pide a la Unión Europea, y concretamente al Parlamento y al Consejo pues están revisando la propuesta de la Comisión Europea de mayo, que establezca unos límites y plazos para reducir las emisiones de CO2 en vehículos de transporte pesados que sean «realistas».

El presidente de la patronal europea de fabricantes, Erik Jonnaert, ha instado a estas instituciones, así como a los ministros de los 28 países de la Unión Europea, que se reunirán en una cumbre medioambiental el 9 de octubre, a que tengan en cuenta las «especificidades del mercado de los camiones», que es «muy complejo». Por esto, defiende que las cifras de reducción del 7% para 2025 y del 16% para 2030, serían más adecuadas que las del 15% y 30% que están en estos momentos sobre la mesa ya que «no se puede abordar de la misma manera que en los coches y furgonetas».

«Estos niveles de producción requerirán que los fabricantes de camiones apliquen nuevas tecnologías a vehículos que ya están en desarrollo», explicó Jonnahert, que apunta que quedan menos de 7 años para que llegue 2025. Acea también pide flexibilidad, estableciendo una revisión del objetivo para el 2030 en 2022, al alza o a la baja, para adaptarlo según la disponibilidad de infraestructuras de repostaje y recarga para camiones impulsados por energías alternativas que se hayan instalado, así como la adopción que hayan tenido en el mercado este tipo de vehículos. Otra de las propuestas es que la forma de medir el estándar se adapte al mercado del transporte de mercancías, utilizando los gramos de CO2 emitidos por kilómetro y tonelada transportada.

Un objetivo europeo “demasiado ambicioso”

Ya refiriéndose al sector de la automóviles, la Acea ha recordado que establecer un objetivo de reducción de emisiones para los nuevos vehículos «demasiado ambicioso» podría ser «contraproducente», al hacer que los coches bajos en emisiones se vuelvan demasiado caros, algo que provocaría que los conductores retrasen más la compra de un coche nuevo, siempre menos contaminante, aumentando el total de emisiones. La patronal asegura que la principal barrera para comprar un coche eléctrico es el precio, por lo que el hecho de que los objetivos de reducción de emisiones para 2021 existentes hayan terminado resultando en un incremento de entre 1.000 y 2.000 euros por vehículo dificultan su adopción.

Un problema que solo empeorara según se acerque el 2030, con un objetivo de reducir un 30% las emisiones, pues desde Acea afirman que solo para cumplir los objetivos de 2021 ya han tenido que aplicar todas las tecnologías conocidas. A partir de ahí el costo de desarrollo subiría de manera exponencial. Estos problemas se suman al abandono del diésel en Europa, una tecnología que emite entre un 15% o 20% menos de CO2 y que ha caído un 8,8% entre 2014 y 2017, lo que ha provocado mayores emisiones.

Las emisiones de CO2 de la producción de vehículos bajan casi un 24% en la última década, según la ACEA

Europa Press.- Las emisiones totales de dióxido de carbono (CO2) derivadas de la producción de vehículos disminuyeron casi un 24% desde 2008, pese a que el número de automóviles fabricados aumentó de 11,9 millones en 2013 a 17 millones el año pasado. Asimismo, por cada automóvil ensamblado en la última década, el consumo de agua se redujo en aproximadamente un 31%, gracias al uso de tecnologías para la reutilización de agua, según datos de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA).

ACEA recalca que, a medida que los automóviles incorporan más funciones para que sean más limpios, seguros e inteligentes, la producción de coches se ha vuelto «más compleja». «Pese a esto, el consumo de energía por automóvil producido ha disminuido casi un 16% en los últimos 10 años y la cantidad de residuos generados por vehículo ensamblado casi un 14%», destaca la asociación europea. El secretario general de ACEA, Erik Jonnaert, señaló que este «historial positivo» demuestra el «fuerte» compromiso de la industria del automóvil por reducir el impacto medioambiental tanto en el uso del vehículo como en su producción.

La Asociación de Constructores Europeos de Automóviles y sus representados están «extremadamente preocupados» por los límites de CO2 que fija Europa

Europa Press. – La Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA) ha señalado que sus representados están «extremadamente preocupados» por la viabilidad de los objetivos de reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) para automóviles y furgonetas y por los plazos que fija la Comisión Europea (CE).

«De cara al futuro, solo podemos esperar que los diputados del Parlamento Europeo hablen con una voz unida y realista antes del voto de la Comisión de Medio Ambiente en septiembre y de la votación del Plenario en octubre», subrayó el secretario general de la organización, Erik Jonnaert.

En este sentido, la organización ya calificó en su día de «demasiado agresivas»  las propuestas de reducción de emisiones de CO2 para camiones, así como para furgonetas y automóviles, de la CE, que ha establecido una bajada del 15% para el año 2025 y del 30% para el 2030 en comparación a los niveles que se registren en 2021.

Así, avisó de que la Comisión no ha tenido en cuenta la naturaleza «específica» del mercado de camiones, por lo que los objetivos marcados son «demasiado agresivos» en este caso. Además, consideró que las propuestas del Ejecutivo comunitario son «poco realistas», debido a la baja comercialización de vehículos eléctricos.

Un estudio de la organización europea muestra que la cuota de mercado de coches eléctricos es cercana al 0% en países con un PIB per cápita inferior a 18.000 euros, mientras que no supera el 0,75% en la mitad de todos los Estados miembros de la Unión Europea (UE).

Los datos de ACEA reflejan también un «claro contraste» en las ventas de automóviles eléctricos entre Europa Central y Oriental y entre las regiones del Norte y del Sur. Una cuota de mercado de eléctricos superior al 1,8% tan solo se da en países con un PIB per cápita superior a 35.000 euros. En 2017, este tipo de vehículos representó solo el 0,7% del volumen total de ventas en la UE.