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La ruptura de Estados Unidos del pacto nuclear con Irán encarece el crudo a 77 dólares, máximo precio desde 2014

EFE / Europa Press.- Las expectativas de nuevas sanciones sobre Irán y una reducción en sus exportaciones de crudo, a raíz de la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear con Teherán, impulsaron el precio del petróleo hasta niveles máximos desde finales de 2014. El barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, se sitúa en 77,21 dólares, mientras que el intermedio de Texas se sitúa en 71,14 dólares. Así, el Brent acumula una revalorización de un 15% en lo que va de año.

Una inesperada reducción de 2,2 millones de barriles en las reservas de Estados Unidos contribuyó asimismo a consolidar la tendencia al alza. Irán exporta cerca de 2,5 millones de barriles diarios, lo que cubre alrededor de un 3% de la demanda global, por lo que los analistas anticipan que un nuevo veto sobre sus ventas afectará al equilibrio del mercado.

El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció que su país se retirará del acuerdo firmado en 2015 junto a Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania, que levantó las sanciones sobre Teherán a cambio de limitar su programa atómico. Trump ha fijado un plazo de 180 días antes de reimponer nuevas restricciones a la compra de petróleo y productos petroquímicos iraníes.

Esa medida puede reducir de forma directa en 400.000 barriles diarios las exportaciones desde Irán, según Sam Alderson, analista de la firma Energy Aspects, lo que obligará a refinerías en Europa, Corea del Sur, India y Japón a buscar proveedores alternativos. La reinstauración de las sanciones provocará además dificultades en las empresas que quieran operar en Irán para encontrar financiación y negociar nuevos seguros, por lo que en la práctica las medidas pueden conllevar restricciones adicionales al comercio de crudo.

Teherán se podría ver obligada entonces a reducir aún más su producción, una vez sus instalaciones para almacenar petróleo hayan alcanzado sus límites, según Alderson. «Sea cual sea la reducción, la renovación de las sanciones sobre el petróleo iraní tendrá un impacto significativo en la oferta global en los próximos meses», sostuvo el experto. «Los compradores de petróleo iraní cuentan ahora con una ventana de 180 días para reducir significativamente sus compras, a fin de garantizarse una exención que les permita continuar haciendo pedidos», señaló.

Las sanciones previas contra Irán, que se instauraron en 2012, llevaron a una restricción máxima de sus exportaciones de 1,4 millones de barriles diarios, si bien los expertos consideran que el impacto puede ser menor, dado que el Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China no se han retirado del pacto. Trump denunció que se trata de «un acuerdo horrible que solo beneficiaba a una parte y jamás debió firmarse». «Volveremos a imponer el nivel más alto de sanciones económicas», anticipó Trump, que quiere «una solución real, integral y duradera a la amenaza nuclear iraní».

El presidente de Irán, Hasan Rohaní, anunció que su Gobierno continuará por ahora en el acuerdo nuclear, pese a la retirada de Estados Unidos, y negociará con el resto de firmantes para evaluar si puede continuar la «colaboración» con ellos. La decisión de Estados Unidos ha intensificado la tendencia al alza que el Brent europeo ha registrado desde junio de 2017, impulsado en parte por las medidas de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para limitar su producción.

El cártel, que cuenta con Arabia Saudí e Irán entre sus principales productores, decidió congelar sus extracciones a finales de 2016 a fin de terminar con la caída de los precios que había llevado al barril a cotizar por debajo de los 30 dólares. La recuperación del precio, de más del 60% desde finales de junio del año pasado, ha beneficiado a la naciente industria del esquisto de Estados Unidos, que se había visto obligada a detener parte de su actividad por falta de rentabilidad cuando los precios se desplomaron.

El petróleo amortigua la caída provocada por el fracaso de Doha

Redacción / Agencias.– La abrupta caída del precio del crudo que provocó al inicio de la sesión la falta de acuerdo en Doha entre grandes productores para congelar su producción quedó amortiguada por el recorte temporal en las extracciones de Kuwait debido a una huelga en su industria. El barril de Brent, de referencia en Europa, acabó las negociaciones en el mercado de Londres en 42,91 dólares el barril, un retroceso del 0,44%, mientras que el barril de Texas bajó finalmente un 1,44%, hasta los 39,78 dólares.

La Compañía de Petróleo de Kuwait (KOC) se ha visto obligada a limitar sus extracciones a 1,1 millones de barriles diarios, cuando su bombeo habitual ronda los 3 millones de barriles al día, debido al paro indefinido de parte de su plantilla. Ese recorte puede aliviar de manera puntual el exceso de oferta global, la situación a la que Rusia, Arabia Saudí y otros grandes exportadores trataban de poner solución en un encuentro en Doha que terminó finalmente sin un compromiso para limitar el bombeo.

«Vamos a ver una debilidad a corto plazo en el mercado, hasta que se digiera el resultado de Doha», señaló el analista Richard Mallinson, de la firma Energy Aspects, que puntualizó que la evolución de los precios en los próximos días «dependerá en gran medida de las noticias que lleguen de Kuwait». A pesar del optimismo sobre la posibilidad de alcanzar un consenso en Doha, Arabia Saudí y otros países del Golfo Pérsico vieron como un obstáculo insalvable la negativa de Irán a unirse a las medidas conjuntas que se habían puesto sobre la mesa.

«En términos reales de oferta y demanda esto no cambia mucho. Irán nunca se planteó unirse a la congelación y es el único país del grupo que probablemente incrementará su producción durante este año», señaló Mallinson. «Aun así, el mercado tenía la expectativa de que se llegaría a un acuerdo y la promesa de volverlo a intentar en un par de meses es un mensaje bastante negativo sobre la habilidad del grupo de productores para trabajar de forma colectiva», afirmó.

La perspectiva de que el encuentro en Qatar sería el primer paso hacia una colaboración más estrecha entre países para equilibrar el nivel de bombeo global empujó la semana pasada al Brent a su máximo anual (44,69 dólares el barril), una marca que suponía un avance de cerca del 65% respecto al mínimo de febrero (27 dólares). La caída del precio, que en 2014 se situaba por encima de los 110 dólares, ha golpeado a la industria en todo el mundo, lo que ha repercutido en el nivel de inversión en extracciones y nuevos yacimientos y puede provocar un descenso en la producción global que contribuiría a descongestionar el mercado.

Si bien la decepción de Doha puede potencialmente lastrar los precios por debajo de la barrera de los 40 dólares, en la que se estabilizaron en las últimas semanas, los expertos creen que no será un obstáculo para que la recuperación se consolide antes de 2017. «Cuando nos acerquemos a junio, julio y el verano, creo que empezaremos a ver más pruebas de ese reequilibrio, lo que provocará que los precios repunten en la segunda mitad del año», sostuvo Mallinson.

El mercado está pendiente, además de la huelga en Kuwait, del nivel de extracciones de Irán, que trata de recuperar su cuota tras varios años con las exportaciones limitadas debido a las sanciones internacionales por su programa nuclear. Teherán aumentó en más de 400.000 barriles diarios, hasta 3,3 millones, su producción desde diciembre, algo por debajo de las expectativas, y los expertos consideran que a corto plazo no podrá dar un empujón significativo debido a la falta de infraestructuras. Hasta que las inversiones extranjeras no reactiven la industria petrolera en Irán, de cara a 2017, la desestabilización por su regreso al mercado puede quedar matizada.