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La nueva Gas Natural Fenosa de Francisco Reynés pasa a denominarse Naturgy para reivindicarse como una compañía energética

Europa Press.- Gas Natural Fenosa ha pasado a denominarse Naturgy, con una nueva imagen de marca con la que la compañía busca adaptarse a la transformación en la que se encuentra inmersa desde la llegada a la presidencia de Francisco Reynés. La compañía nació como Sociedad Catalana para el Alumbrado por Gas en el siglo XIX y a lo largo de su historia ha tenido distintas denominaciones, como Gas Natural SDG. En 2009, tras la fusión con Fenosa pasó a denominarse Gas Natural Fenosa.

Reynés ha justificado el cambio de denominación en el hecho de querer ser «reconocida como una energética y no sólo como una gasista«. Reynés destacó que a lo largo de la historia el grupo ya ha cambiado en varias ocasiones su nombre y que este nuevo cambio no obedece a «ninguna manía», sino a la necesidad de adoptar un nombre «corto» que agrupe el deseo de expansión internacional de la empresa y de todas las actividades, «sin ser mayoritariamente el de una parte». «Apostamos mucho por el gas natural, pero no sólo por el gas natural», matizó Reynés al respecto.

Las energéticas pagarán 23.600 millones de euros en Alemania para financiar el almacenamiento de los residuos nucleares

EFE.- Las compañías de suministro energético alemanas pagarán al Gobierno 23.550 millones de euros más intereses para financiar el almacenamiento temporal y definitivo de los residuos nucleares, según un proyecto de ley que será acordado el 19 de octubre. Esta cantidad, que las compañías deberán comenzar a pagar a partir del 1 de enero de 2017 a un fondo estatal, les exime de su responsabilidad en la basura radioactiva.

Asimismo, las empresas de suministro energético podrán acordar realizar a plazos los pagos y deberán haberlos completados, como muy tarde, el 31 de diciembre de 2026. El fondo estatal gestionará el almacenamiento temporal y definitivo de los residuos nucleares. Por otro lado, las compañías energéticas sí tendrán responsabilidad sobre el cierre y desmantelamiento de las centrales nucleares, así como del embalaje de los residuos nucleares.

Turquía ofrece participar a las empresas españolas en un plan de inversión de 113.438 millones de euros para proyectos de energía

Europa Press.- Las autoridades turcas ofrecieron a las principales empresas españolas del sector energético participar en un plan de inversión por valor de 128.000 millones de dólares, unos 113.438,4 millones de euros, en proyectos relacionados con este sector durante los próximos 15 años.

Concretamente, Turquía prevé atraer 33.000 millones de dólares (29.244,72 millones de euros) para desarrollar proyectos de energía hidráulica en su territorio, 28.000 millones de dólares (24.810,63 millones de euros) para potenciar la eólica y 21.000 millones de dólares (18.607,97 millones de euros) tanto para carbón como para energía nuclear. A esto se suman otros 18.000 millones de dólares (15.948,09 millones de euros) para realizar trabajos de transmisión y distribución y 7.000 millones de dólares (6.201,34 millones de euros) para invertir en gas natural en Turquía.

Este país tiene previsto alcanzar una capacidad instalada de 120.000 megavatios (MW) en 2023, lo que supone casi el doble de la potencia actualmente instalada. Además, prevé aumentar su potencia eólica instalada desde los actuales 3.483 MW hasta los 20.000 MW e implementar 600 MW de energía geotérmica y 3.000 MW de energía solar para 2023. Asimismo, el país turco contempla poner en marcha centrales nucleares y continuar con el proceso de privatización de algunos de sus activos de generación.

Su Gobierno prevé privatizar 9 plantas de generación eléctrica (140 MW) y 50 centrales hidroeléctricas ya terminadas y está estudiando hacer lo mismo con otras 45 plantas (18 térmicas y 27 hidroeléctricas), que tienen una capacidad de 16.359 MW. En el ámbito de los hidrocarburos no convencionales, Turquía piensa alcanzar un potencial de 551 bcm (551.000 millones de metros cúbicos) de gas y de 4.700 millones de barriles de petróleo.

Según indicó el presidente de la Agencia para la Promoción y el Apoyo de las Inversiones en Turquía (ISPAT), Arda Ermut, la percepción de Turquía como destino inversor ha mejorado mucho durante los últimos 13 años, gracias a los cambios normativos y a la puesta en marcha de incentivos. La inversión extranjera directa pasó de rondar los 15.000 millones de dólares (13.298,24 millones de euros), entre 1923 y 2002, a incrementarse hasta casi 150.000 millones de dólares (132.982,45 millones de euros) entre 2003 y 2014; el número de empresas con capital extranjero aumentó desde las 5.600 a las más de 40.000 en el mismo período.

Por su parte, Luis Buzzi, socio responsable del sector Energía para España, Italia y Portugal de EY aseguró que «gracias al potencial de su mercado y a su posicionamiento estratégico, Turquía ofrece nuevas oportunidades de generación, transporte y distribución que pueden resultar interesantes para aquellas empresas que quieran invertir internacionalmente«. Las previsiones turcas apuntan a un crecimiento económico acumulado del 63% hasta 2023 y a un aumento del 12% de la población para el mismo período, cifras que permitirán que la demanda eléctrica se sitúe entre los 415 teravatios hora (TWh) y los 430 TWh.

España tiene la oportunidad de llevar a Turquía «sus experiencias en el sector de la energía, particularmente en el campo de las renovables«, pero también de «beneficiarse del potencial que ofrece Turquía, al ser uno de los países en los que la demanda eléctrica aumenta más rápidamente», fue lo que señaló el presidente de la Autoridad reguladora del Mercado Energético en Turquía (EMRA), Mustafa Yilmaz.

Turquía cuenta con una normativa favorable para los extranjeros que quieran invertir en proyectos de la zona, según la cual el Impuesto de Sociedades es del 20% y el IRPF oscila entre el 15% y el 35%. Turquía tiene, además, acuerdos de doble imposición con numerosos países para permitir una imposición de dividendos a tasas más favorables que las locales. Además, el sistema fiscal turco ofrece beneficios fiscales, exenciones e incentivos en las zonas de desarrollo tecnológico, zonas industriales y de libre comercio, como la exención del impuesto de sociedades.